Una semana antes de
cumplir los 18, Demi me pidió que fuera a su casa, que me necesitaba urgente,
yo no quería ir ya que ese día me tocaban clases con Nick así que lo vería , se
lo explique e insisto, pero obviamente fui
-Sorpresa, sorpresa-dijo
al verme
Me sirvió una taza de te,
hablamos de cosas de mujeres, yo estaba muy ansiosa, quería saber cual era la
sorpresa, de repente ella se paro y trajo la guitarra empezó a cantar una canción
acústica, es una pieza tan difícil de tocar bien, indudablemente la versión de
Demi era la mejor, pero tenia tanto amor en cada nota y tanto sentimiento, la versión
de Demi era puro sentimiento.
Yo no paraba de llorar,
cuando finalizo se paro, nos abrazamos y lloramos juntas.
La semana siguiente la
internaron por última vez.
Los últimos tiempos de
Demi, los de su deterioro físico, son demasiado dolorosos para recordarlos
en este momento.
El día del entierro
comprendí por qué en las películas los funerales se filman siempre con lluvia.
En el cementerio donde la enterraron los
pájaros cantaban, había flores, el césped brillaba.
Comprendí que la luz del
sol es despiadada, son las sombras las que nos protegen. Ningún gesto se escapa
de la vista de los demás. Ningún rictus de dolor. Con tanta luz, tanta
claridad, era más dramática aún la idea de la muerte.
Los últimos días antes de
morir, Demi tenía momentos de lucidez y momentos de delirio. Podía estar
hablando normalmente y de repente perder el hilo de la conversación.
Estaba durmiendo cuando llegué a la
habitación, la abuela aprovechó mi arribo para ir a tomar un café. Me senté al
lado de la cama y le tomé la mano, mientras se la acariciaba se despertó.
-¿Sabes? Yo te enseñé a
caminar.
-Sí, lo sé.
-Vaya paradoja, yo te
acompañe en tus primeros pasos, y tu me acompañas en los últimos.
..
-No digas estupideces, Demi.
Sonrió. Cerró los ojos un
rato, cuando los volvió a abrir me dijo:
-He visto cosas que ustedes no
creerían. Naves de ataque ardiendo sobre el hombro de Orion...
Está delirando otra vez,
pensé. Volvió a sonreír, me apretó la mano. Cerró los ojos y se quedó dormida.
Nunca más los volvió a
abrir.
Después que murió Demi nos
convertimos durante un tiempo en una familia de fantasmas. Pasábamos por la
casa sin vernos. Sin hablarnos. Poco a poco todo fue volviendo a la normalidad.
Mi madre a sus plantas. Mi padre a sus
negocios. Y yo, bueno, yo tenía muchas cuentas que cobrarme con mis padres por
su trato a Demi. Pero no tuve el valor.
Seguí dedicándome a las clases
al estudio y a los libros. Ahora, que terminé el colegio (no logré medalla de
oro), me voy a estudiar a una universidad de los Angeles. No tengo otra forma
de irme de aquí. No sé si voy a volver. Siento que cada vez son menos las cosas
que me atan a este lugar.
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Lo se es triste =..( ya el proximo es el capitulo final, hahhaha bueno dedicado a Sariss que lo queria, no lloren, jajja hasta yo escribiendolo llore