viernes, 6 de septiembre de 2013

My Beautiful Mistake- Niley- Cap 12


Menos de una semana después, había vaciado mi segunda botella de whisky. Entre tratar de hacer frente a Miley a pasar más y más tiempo con Liam, y que ella me pidiera que la libere de la apuesta para que pudiera salir, mis labios estaban tocando la boca de la botella más de lo mis cigarrillos los tocaban. Liam había arruinado la sorpresa de Miley el jueves en el almuerzo, así que tuve que luchar para moverlo al viernes por la noche en lugar del domingo. Yo estaba agradecido por la distracción, pero no fue suficiente. El jueves por la noche, Miley y Demi castañeteaban en el baño. El comportamiento de Miley hacia Demi fue un marcado contraste por la forma en que me miró: apenas había hablado conmigo esa noche ya que me negué a dejarla salir de la apuesta antes de ese día.
Con la esperanza de suavizar las cosas, me metí en el baño. - ¿Quieres sostener la cena?
- Joe quiere echar un vistazo a este nuevo lugar mexicano en el centro claro solo si ustedes quieren ir -dijo Demi ausente peinando su cabello.
-Pensé que Pidge y yo podíamos salir solos esta noche.
Miley perfeccionó sus labios con labial -Voy a salir con Liam.
-¿Otra vez?-Le dije, sintiendo mi cara comprimirse en un ceño.
-Una vez más -ella dijo ligeramente.  El timbre sonó, y Miley salió del baño y se precipitó a través del piso de la sala para abrir la puerta principal. La seguí y me situé detrás de ella, haciendo un punto para darle a Liam mi mejor mirada de muerte.
-¿Alguna vez se miras menos magnífico? -preguntó Liam.
-En base a la primera vez que viniste a aquí, voy a decir que sí -le dijo sin expresión. Miley levantó un dedo hacia Liam, y se volvió. Yo esperaba que ella regresara bruscamente algo de mierda, pero ella estaba sonriendo. Ella echó los brazos alrededor de mi cuello y me apretó. Al principio me preparé, pensando que ella estaba tratando de golpearme, pero una vez que reconocí que ella me abrazaba, me relajé, y luego tiré de ella hacia mí.
Ella se apartó y sonrió -Gracias por organizar mi fiesta de cumpleaños- dijo, con aprecio genuino en su voz- Podemos dejarlo para después de la cena.
Ella tenía una calidez en sus ojos en la cual me había perdido, pero sobre todo me sorprendió que después de no hablar conmigo toda la tarde y por la noche, ella estaba en mis brazos. -¿Mañana?
Ella me abrazó de nuevo -Por supuesto -Ella me saludó mientras tomaba la mano de Liam y cerró la puerta detrás de ella.
Me di la vuelta y me froté la parte de atrás de mi cuello -Yo. . . Necesito un...
-¿Una bebida?- preguntó Joe, había un tono de preocupación en su voz. Miró hacia a la cocina - No tenemos mucho solo cerveza.
-Entonces creo que estoy haciendo un viaje a la tienda de licores.
-Voy a ir con ustedes -dijo Demi, saltando para agarrar su abrigo.
-¿Por qué no manejas tú? -Dijo Joe, lanzándola las llaves.
Demi miró a la colección de metales en la mano -¿Estás seguro?
Joe suspiró -No creo que Nick deba conducir. En cualquier lugar. . . si es que me entiendes.
Demi asintió con entusiasmo-Lo tengo -Ella me agarró la mano.
-Vamos, Nick. Te ayudaremos -Empecé a seguirla por la puerta, pero se detuvo bruscamente, girando sobre sus talones -¡Pero! Tienes que prometerme algo. No luchar esta noche. Ahogar tus penas, sí -dijo, tomando mi barbilla y me obliga a asentir con la cabeza -borracho, no.
Ella empujó la barbilla hacia atrás y adelante. Me aparté, agitando la mano. -¿Promesa? -Ella levantó una ceja.
-Sí.
Ella sonrió -Entonces nos vamos.
Mis dedos contra mis labios, mi codo apoyado en la puerta, veía el mundo pasar por mi ventana. El frente frío trajo consigo un salvaje viento, azotando a través de los árboles y arbustos, haciendo que las farolas que colgaban empezaran a balancearse hacia atrás y hacia adelante. La falda del vestido de Miley era bastante corta. Los ojos de Liam tenían que mantenerse en su cabeza. La manera en que las rodillas desnudas de Miley se veían cuando se sentaba a mi lado en el asiento trasero del auto vino a mi mente, y me imaginaba a Liam tocando su piel suave, brillante como yo, pero con menos aprecio y más alucinación. Los celos empezaron a brotar fuera de mí pero Demi puso el freno de emergencia
-Estamos aquí.-  La suave luz de señal de Licores Ugly Fixer encendió la entrada. Demi era mi sombra por el pasillo tres. Sólo me tomó un momento para encontrar lo que estaba buscando. La única botella que me ayudaría para una noche como esta: Jim Beam.
-¿Estás Seguro que quieres ir allí? -Preguntó Demi, su voz teñida de advertencia -Tienes una fiesta de cumpleaños sorpresa para organizar mañana.
-Estoy seguro -le dije, tomando la botella en el mostrador. El segundo en que mi culo golpeó el asiento de pasajero del auto, torcí el tapón y bebí un trago, apoyado mi cabeza contra el reposacabezas.
Demi me miró por un momento, y luego metió la marcha en reversa. -Esto va a ser divertido, te lo aseguro.
En el momento en que llegamos al apartamento, me había bebido el whisky que estaba en el cuello de la botella, y avanzó hacia la parte superior. -No es cierto -dijo Joe, al ver la botella.
-Si lo es- le dije, tomando otro trago -¿Quieres? -Le pregunté, señalando la boca de vidrio en su dirección.
Joe hizo una mueca -Dios no. Tengo que estar sobrio para que pueda reaccionar lo suficientemente rápido cuando vaya todo Nick-Jim-Beam sobre Liam después.
-No, no -dijo Demi -Él me lo prometió.
-Lo hice -le dije con una sonrisa, para hacerla sentirse mejor -Lo prometí.-  La siguiente hora Joe y Demi hicieron todo lo posible para mantener mi mente en cosas. Sr.Beam hizo todo lo posible para mantenerme insensible. A mitad de camino en dos horas, es decir Joe parecía más lento. Demi se río de la estúpida sonrisa en mi cara.
-¿Ves? Es un borracho feliz.
Yo soltaba aire a través de mis labios, y dejaba escapar un sonido de soplo -Yo no estoy borracho. Todavía no.
Joe señaló el líquido ambarino disminuyendo -Si bebés el resto de eso, lo serás.
Levanté la botella, y luego miré el reloj -Tres horas. Debe ser un buen día -Levanté la botella hacia Joe, y luego la toqué con mis labios, inclinando todo el camino de regreso. El resto del contenido salió de mis labios y  sentía los dientes entumecidos, y quemaba todo el camino hasta el estómago.
-Jesús, Nick-dijo Joe con el ceño fruncido -Te vas a desmayar. No quieres estar así cuando ella llegue.-  El sonido de un motor se hizo más fuerte cuando se acercaba a el apartamento y luego oscilaba en el exterior. Yo sabía que el sonido era del Porsche de Liam,
Una sonrisa descuidada se extendió por mis labios -¿Para qué? Aquí es donde sucede la magia.
Demi me miró con recelo-Nick... lo prometiste…
Asentí con la cabeza -Lo hice. Lo prometí. Yo sólo voy a ayudarla a salir del coche -Mis piernas estaban debajo de mí, pero yo no podía sentir. El respaldo del sofá resultó ser un gran estabilizador de mi intento de ebriedad en pie. Mi mano abarcaba el mando, pero Demi suavemente la cubrió con la mano -Voy a ir contigo. Para asegurarme de que no rompas tú promesa.
-Buena idea -le dije. Abrí la puerta, y al instante la adrenalina quemaba a través de la última mitad del whisky. El Porsche se sacudió una vez, y las ventanas se veían empañadas. No estaba seguro de cómo mis piernas se movían tan rápido en mi condición, yo estaba de repente en la parte inferior de las escaleras. Demi tomó un puño de la camisa. Tan pequeña como era, ella era sorprendentemente robusta.
-Nick -dijo en un susurro -Miley no va a dejarlo ir demasiado lejos. Trata de calmarte, en primer lugar.
-Yo sólo voy a comprobar que se encuentren bien -le dije, caminando hacia el coche de Liam. El lado de mi mano golpeó la ventana del lado del pasajero tan fuerte, que me sorprendió que no se rompiera. Cuando ellos no abrieron la puerta, la abrí para ellos. Miley estaba jugueteando con su vestido. Su pelo revuelto y poco brillo en los labios, un signo revelador de lo que habían estado haciendo.
Liam se tensó -¿Qué demonios, Nick?- Mis manos se cerraron en puños, pero yo podía sentir la mano de Demi en mi hombro.
-Vamos, Miley. Necesito hablar contigo -dijo Demi.
Miley parpadeó un par de veces-¿Por qué?
-¡Sólo vamos!- Espetó Demi
Miley miró a Liam-Lo siento, me tengo que ir.
Liam meneó la cabeza, enojado -No, está bien. Adelante.
Tomé la mano de Miley mientras salía del Porsche, y luego de una patada cerré la puerta. Miley volteó y se quedó entre el coche y yo metiendo el hombro -¿Qué te pasa? ¡Ya basta!
El Porsche chilló fuera de la zona de aparcamiento. Saqué mis cigarrillos de mi bolsillo de la camisa y encendí uno -Puedes entrar, ahora, Demi.
-Vamos, Miley.
-¿Por qué no te quedas, Miles?-le dije. La palabra se sentía ridícula de decir. Cómo Liam podía pronunciar esa palabra con una cara seria era una hazaña. Miley asintió con la cabeza hacia Demi para seguir adelante, y ella a regañadientes accedió. La miré por un momento, tomando una aspiración o dos de mi cigarrillo.
Mileyy cruzó los brazo -¿Por qué hiciste eso?
-¿Por qué? Porque él iba a follarte delante de mi apartamento
-Puede que me esté quedando en tu cada, pero lo que yo hago, y con quien lo hago, es mi asuntó.
Apagué mi cigarrillo en el suelo -Eres mucho mejor que eso, Pidge. No dejes que te jodan en un coche como una cita barata.
-Yo no iba a tener sexo con él.
Moví mi mano hacia el espacio vacío donde el coche de Liam estaba -¿Qué estabas haciendo, entonces?
-¿Nunca has hecho eso con alguien,  Nick? ¿No acabaste metido un poco pero sin dejar que llegue tan lejos?
Eso fue lo más estúpido que jamás había escuchado -¿Qué sentido tiene eso?
-Existe el concepto de un montón de gente. Especialmente aquellos que hacen eso.
-Las ventanas se empañaron, el coche estaba saltando. . . ¿cómo iba yo a saber?
-Tal vez no deberías espiar.- ¿Espiarla a ella? Ella sabe que podemos escuchar cada coche que se detiene en el apartamento, y ella decidió que justo afuera de mi puerta era un buen lugar para chupar la cara de un hombre que no soporto. Me froté la cara con frustración, tratando de mantener la calma
 -No puedo soportar esto, Pigeon. Siento que me estoy volviendo loco.
-¿No puedes soportar qué?
—Si tú duermes con él, no quiero saberlo. Iré a la cárcel por mucho tiempo si me entero que…simplemente no me lo digas.
—Nick— Ella hervía. — ¡No puedo creer que hayas dicho eso! ¡Eso es un gran paso para mí!
— ¡Eso es lo que todas las chicas dicen!
—No me refiero a las putas con que lidias! ¡Me refiero a mí!— Ella llevo la mano a su pecho. —Yo no he… ugh! No importa. — Ella dio unos pasos, pero le agarre del brazo, volviendo la cara hacia mí.
— ¿Tu no qué?— Incluso en mi estado actual, la respuesta vino a mí. — ¿Eres virgen?
— ¿Y qué?— Dijo, ruborizándose.
—Es por eso que Demi estaba tan segura que no irías tan lejos.
—Tuve el mismo novio los cuatro años de la escuela secundaria. ¡Él era un aspirante a ministro bautista! ¡Esto nunca fue un tema para nosotros!
— ¿Un ministro de la juventud? ¿Qué pasó después de toda la dura abstinencia?
—Quería casarse y quedarse en… Nashville. Yo no quería hacerlo. — Yo no podía creer lo que Miley estaba diciendo. Estaba casi veinte años, y todavía virgen. Eso era casi desconocida en estos días. No podía recordar un encuentro desde el inicio de la escuela secundaria.
Me lleva a cabo cada lado de su cara. —Virgen. Nunca me hubiera imaginado, con la forma en que bailaste en la Red.
—Muy gracioso— dijo ella, pisando fuerte por las escaleras. Fui tras ella, pero me rompí el culo en uno de los pasos. Mi codo agrietado contra la esquina de la escalera de hormigón, pero el dolor nunca llegó. Rodé sobre mi espalda, riendo histéricamente.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! — Dijo Miley cuando ella tiró de mí hasta que estuve en posición vertical. Mis ojos se volvieron borrosos, y entonces estábamos en clase de Charley. Miley estaba sentado en su escritorio con algo que parecía un vestido de fiesta, y yo estaba en mis calzoncillos. La habitación estaba vacía, y era bien atardecer o amanecer.
—Vas a alguna parte?— Le pregunté, ¿no le preocupa especialmente que no estaba vestido?.
Miley sonrió, extendiendo la mano para tocar mi cara. —Nope. No voy ninguna parte. Yo estoy aquí para quedarme.
— ¿Lo prometes?— Le pregunté, tocando sus rodillas. Me abrió las piernas lo suficiente como para encajar cómodamente entre sus muslos.
—Al final de todo, soy tuya. — Yo no estaba muy seguro de lo que quería decir, pero Miley estaba encima de mí. Sus labios viajaron por mi cuello, y yo cerré los ojos, en un estado de completa y total de euforia. Todo lo que había trabajado estaba sucediendo. Sus dedos viajaron por mi torso, y aspiré un poco justo cuando ella se deslizó entre mis boxers y se instaló en mi basura. Cualquiera que sea el miedo que había sentido antes, acababa de ser superado. Giré mis dedos en su pelo, y apreté los labios contra los de ella, sin perder tiempo para acariciar el interior de su boca con mi lengua. Uno de sus tacones se cayó al suelo, y miré hacia abajo.
—Me tengo que ir—, dijo Miley, triste.
— ¿Qué? Pensé que habías dicho que no se va a ninguna parte.
Miley sonrió. — Esfuérzate más.
— ¿Qué?
—Esfuérzate más— repitió ella, tocándome la cara.
—Espera— le dije, no queriendo terminar. —Te amo, Pigeon.
Mis ojos parpadearon lentamente. Cuando mis ojos se centraron, reconocí el ventilador de techo. Mi cuerpo duele por todos lados, y mi cabeza estaba latiendo con cada latido de mi corazón. Desde algún lugar de la sala, la chillona voz de Demi llenó mis oídos. Por el contrario, la voz baja Joe estaba salpicada entonces entre las voces de Demi y la de Miley. Cerré los ojos, cayendo en una profunda depresión. Fue sólo un sueño. Nada de eso era la felicidad real. Me froté la cara, tratando de producir suficiente motivación para arrastrar mi culo de la cama. Algo de la fiesta de la noche anterior me chocó, yo esperaba que fuera digno del sentimiento de carne pulverizada en el fondo de un bote de basura. Mis pies se sentían pesados como los arrastraron por el suelo para recoger un par de pantalones vaqueros arrugados en el rincón. Me los puse, y luego tropecé en la cocina, retrocediendo ante el sonido de sus voces.
—Ustedes son jodidamente ruidosos— dije, abotonando mis jeans.
—Lo siento— dijo Miley, apenas mirándome. No hay duda de que probablemente había hecho algo estúpido para avergonzarla la noche anterior.
— ¿Quién diablos me dejo beber tanto anoche?
La cara de Demi atornillada en disgusto. —Tú lo hiciste. Te fuiste a comprar un quinto después de Miley se fuese con Liam, y arruinaste todo el asunto cuando ella regreso. — Fragmentos de recuerdos volvieron a mí en revuelta piezas. Miley se fue con Liam. Yo estaba deprimido. Parar en la tienda de licor con Demi.
—Maldita sea— le dije, sacudiendo la cabeza. — ¿Te divertiste?—, Le pregunté a Miley. Sus mejillas se pusieron rojas. Oh, mierda. Debe haber sido peor de lo que pensaba.
— ¿Hablas en serio?— Preguntó.
— ¿Qué?— Le pregunté, pero la segunda la palabra salió, yo me arrepentí.
Demi se río, claramente sorprendida por mi pérdida de memoria. —La sacaste del coche de Liam, viendo todo rojo cuando los sorprendiste acaramelados como estudiantes de secundaria. ¡Empañaron las ventanas y todo! — Empujé mi memoria todo lo que iría en la noche. La toma de salida no suena, pero no el de los celos. Miley parecía que estaba a punto de soplar su parte superior, y retrocedió ante su mirada.
— ¿Qué tan cabreada estás?— Le pregunté, esperando una explosión de tono alto a infiltrarse en mi cabeza ya palpita. Miley se fue pisando fuerte en el dormitorio, y yo la seguí, cerrando suavemente la puerta detrás de nosotros.
Miley se volvió. Su expresión era diferente de lo que había visto antes. No estaba seguro de cómo leerlo. — ¿No recuerdas nada de lo que me dijiste la noche anterior?—Preguntó.
—No. ¿Por qué? ¿Fui grosero contigo?
— ¡No, no fuiste grosero conmigo! Tu…nosotros…—Se cubrió los ojos con las manos.
Cuando su mano se levantó, un nuevo y brillante de la joyería cayó de su muñeca hacia el antebrazo, para la captura de mi ojo. — ¿De dónde salió esto?— Le pregunté, envolviendo mis dedos alrededor de su muñeca.
—Es mía— dijo ella, alejándose.
—Nunca la había visto antes. Parece nueva.
—Lo es.
— ¿De dónde lo has sacado?
—Liam me la dio hace unos quince minutos— dijo ella.
Furia brotó en mí. Yo-necesito-golpear-algo-antes-para-sentirme-mejor. — ¿Qué diablos estaba haciendo ese imbécil aquí? ¿Paso la noche aquí?
Se cruzó de brazos, imperturbable. —Él fue de compras en busca de mi regalo de cumpleaños esta mañana y lo trajo.
—No es tu cumpleaños todavía—Mi ira se desbordo, pero el hecho de que no estaba en absoluto intimidada me ayudó a mantenerla bajo control.
—No podía esperar— dijo ella, levantando la barbilla.
—No me extraña que tuve que arrastrar tu trasero de su coche, parece que tú…—Me interrumpí, presionando mis labios para evitar que el resto salga. No es un buen momento para vomitar palabras de mi boca que no pueda recuperar.
— ¿Qué? ¿Parece como si estuviera qué?
Aprieto los dientes. —Nada. Estoy cabreado, e iba a decir algo que no quería decir.
—Nunca se has detenido antes.
—Lo sé. Estoy trabajando en ello— le dije, caminando hacia la puerta. —Dejaré que te vistas. — Cuando llegué a la perilla, disparó un dolor de mi codo hasta mi brazo. Lo toqué, y era tierna. Levantar la reveló lo que había sospechado: un moretón fresco. Mi mente figuro lo que podría haber causado, y recordé que Miley me dijo que era virgen, me caí, y riendo, y entonces Miley me ayudo a desvestirme… y entonces yo… Oh, Dios.
—Me caí en las escaleras la noche anterior. Y tú me ayudaste a llegar a la cama… Nosotros— dije, dando un paso hacia ella. El recuerdo de mí estrellarse contra ella mientras ella se paró frente a la media armario desnuda corriendo en mi mente. Yo casi la había cogido, tomado su virginidad cuando estaba borracho. La idea de lo que podría haber sucedido me hizo sentir avergonzado por primera vez desde entonces…nunca.
—No, no lo hicimos. No pasó nada. — dijo ella, negando con la cabeza enfáticamente.
Me encogí. —Empañaron las ventanas de Liam, te saque del coche y después trate de…—Traté de agitar la memoria de mi cabeza. Era repugnante. Afortunadamente, incluso en mi borrachera, me había dejado, pero lo que si no lo hubiera hecho,  Miley no se merecía por su primera vez sea así con nadie y menos a mí. Wow. Por un momento, realmente me pareció que había cambiado. Sólo tomó una botella de whisky y la mención de la palabra virgen para hacer revivir mi polla.
Me volví hacia la puerta y agarré el pomo. —Estas volviéndome un jodido psicópata, Pigeon —gruñí por encima de mi hombro. —No puedo pensar bien cuando estoy cerca de ti.
— ¿Así que es mi culpa?
Me volví. Mis ojos se posaron en el rostro de su túnica, a sus piernas, sus pies y luego, volviendo a sus ojos. —No sé. Mi memoria es un poco confusa… pero no recuerdo que dijeras que no.
Dio un paso hacia adelante. Al principio ella parecía a punto de saltar, pero suavizó su rostro, se postró a sus hombros. — ¿Qué quieres que te diga, Nick?
Eché un vistazo a la pulsera, y luego a ella. — ¿Estabas esperando que no lo recordara?
— ¡No! Yo estaba furiosa porque se te olvido-
No. Ella no lo hizo mierda. Juicio. — ¿Por qué?
—Porque si yo… si nosotros… ¡No sé por qué! ¡Solo lo estaba! — Estaba a punto de admitirlo. Ella tenía que hacerlo. Miley estaba enojada conmigo porque me iba a dar su virginidad, y no me acordaba de lo que había sucedido. Esto fue todo. Este era mi momento. Estábamos finalmente cerca de arreglar nuestro asunto de una vez, pero el tiempo se escapaba. Joe iba a venir a decirle a Miley en cualquier momento para ir de compras con Demi por los planes de la fiesta.
Corrí hacia ella, deteniéndome a centímetros. Mis manos tocaron cada lado de su cara. — ¿Qué estamos haciendo, Pidge?
Sus ojos empezaron por mi cinturón, y luego viajó lentamente a mis ojos. —Tú dímelo. — Su rostro quedó en blanco, como si admitir sentimientos profundos por mí haría apagar todo el sistema.  Un golpe en la puerta provocó mi ira, pero me mantuve enfocado.
— ¿Miley?— Dijo Joe. —Demi va  a hacer unas diligencias, quiere que lo sepas en caso de que quieras ir con ella.
— ¿Pidge?— Le dije, mirándola a los ojos.
—Sí—, le gritó a Joe. —Tengo algunas cosas que necesito comprar.
—Bien, ella estará lista para irse cuando tú lo estés— dijo Joe, sus pasos desaparecieron por el pasillo.
— ¿Pidge?—Le dije, desesperado por mantenerme en el camino.
Ella dio unos pasos hacia atrás, sacó un par de cosas del armario, y luego se deslizó por delante de mí. — ¿Podemos hablar de esto más tarde? Tengo que hacer muchas cosas hoy.
—Seguro— le dije, desinflado.
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Hola chicas, como estan? espero que bien, perdon por ya no subir tan seguido como antes, pero ya casi no tengo tiempo de nada, aparte de que voy re mal en el colegio, no se que hacer todo me tiene mal. Y estos ultimos dias he estado muy enferma.
Les queria preguntar si en verdad les gusta esta nove o quieren que siga con la segunda parte de Looking For My Destiny, que sugieren?

3 comentarios:

  1. Sigu esta nove,esta buena:).Y tambien la segunda parte de Lookinf For my Destiny

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  2. aaww me encanto me estoy poniendo al dia con los capis
    estan geniales quiero leer el siguiente
    y por favor cuando termines con esta nove tienes que subir la segunda parte de looking for my destiny y pronto
    besoos

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  3. porfavor no te detengas ahi! tambien quiero leer looking for my destiny :D me encanta todo! jajajaja espero el proximo besos

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