Nothing Lasts Forever -Memi- Cap 11

No volví a ver a Demi por meses. Lo seguro es que, durante esos meses no pude tolerar a mi padre, siempre hacíamos lo mismo  que era jugar ajedrez, escuchar música clásica, es decir, lo común, pero yo no podría soportar ni un segundo más a mi padre.

No lo odiaba pero es un sentimiento confuso, supongo que hay un momento de la vida donde nuestros padres nos inspiran eso. Yo no podía entender su actitud con Demi, me parecía injusto, pero no se lo voy a preguntar.

Un día vi a mi madre en el jardín y como no tenia q hacer le di mi ayuda, ella la acepto. Nos quedamos un rato en silencio, hasta que yo lo rompí.

-¿Por qué no hablamos de Demi?

-Hay cosas de las que es mejor no hablar- dijo apoyando las cosas en el piso.

Un domingo de diciembre, Demi vino sorpresivamente a almorzar con nosotros.

También recuerdo que Mandí iba a venir a despedirse porque se iba de vacaciones con su familia, nosotros también íbamos de vacaciones pero decidimos ir a pasar navidad con la abuela.

Cuando vi a Demi nos dimos un abrazo largo y profundo.

-Tenia ganas de verte- le dije.

-después de comer hablamos- me sonrió, y entro con un paso seguro.

El almuerzo transcurrió lentamente, todos callados, Demi conto que quería pasar fin de año con nosotros y que en febrero pensaba irse de vacaciones, con unas amigas, a los Cabos, mi familia me pareció tremendamente hipócrita hablando con Demi, cuando nunca la mencionaban. Algunos meses atrás mi madre lloraba por ella, mi padre estaba indignado. Y lo peor de todo es que me habían prohibido verla.

—No te creí tan falsa —le dije con sorpresa para ella y para mí, un rato después del café, cuando nos encontrábamos sentados bajo los pinos en el parque de casa.

 —No te entiendo, ¿por qué lo dices?

 —Por todo eso —dije señalando la casa—. Deliciosa la comida, mamá. Pasemos las fiestas juntos, papá —le contesté, parodiando su voz.

—Creo que estás confundida —hizo un largo silencio y prosiguió—. La comida de Mamá siempre es deliciosa. Y sí, quiero pasar las fiestas con ustedes —y se rió. Se rió muy fuerte, a mí me indignó.

—Pero a mí no me dejan verte, nunca te nombran y si lo hacen no es para nada bueno. ¿Me vas a decir que no te das cuenta de eso?

-Sí, claro que lo sé, no me subestimes. Pero eso no significa que yo no los quiera ni que ellos no me quieran a mí. Eso no significa que yo no disfrute de su compañía, claro que no todos los días, pero me agrada verlos de vez en cuando. Son mis padres, viví con ellos dieciocho años después de todo ¿no? Entiendo lo que tu quieres decir, pero me gustaría que tu me entendieras a mí- Hizo una pausa y suspiró. —Mira, yo no puedo vivir con ellos. Ya no. Pero mientras viví con ellos, salvo los últimos tiempos, estuvo bien. Tal vez esto sea un poco confuso para ti, pero es así.

 Yo estaba fascinada de conocer a otras personas, a Demi, a mi hermana. Hablamos sobre la familia y sobre otras cosas simples y otras no tanto, viví con ella tantos momentos, supe tantas cosas de ella, todo eso paso este diciembre hasta que llegue Mandí