viernes, 14 de febrero de 2014

Game Of Love - Niley - Cap 11


Nick había quedado atónito y en silencio cuando la señorita Gore lo llamó e informó que Miley había accedido a fingir ser su novia. Había asegurado que ella se reiría de su publicista, salido fuera de la ciudad, y ellos tendrían que buscar otra manera de reparar la imagen de la que él había sido en parte responsable. Tal vez había estado en lo cierto sobre Miley todo el tiempo, y ella no era diferente de las otras mujeres que querían estar con él por la atención. Era una maldita pena.
—Estás paseando. —La voz de la señorita Gore ralló sobre cada uno de sus malditos nervios. Nick paró y miró por la ventana que daba a un parque muy cuidado que dividía la rebosante avenida. Desde el sofá seccional, la señorita Gore suspiró. —Deberías estar emocionado por este desarrollo.— Por lo único que estaba emocionado era por el hecho de que iba a ver a Miley de nuevo sin tener que buscarla. ¿Cómo de jodido era eso?
—Debo decir que el lugar es de lejos más agradable que Miley. Ella tiene una cosa por los… colores. Sus paredes son azules, rojas, y amarillas. Las almohadas de su sofá tienen todos los colores del arcoíris en ellas. Era como estar en un episodio de Plaza Sésamo.— Una lenta sonrisa tiró de sus labios mientras se apoyaba en el cristal de la ventana y se cruzaba de brazos.
—Y ella tiene un gato —se estremeció la señorita Gore—. Un gato del tamaño de un perro pequeño.— Nick no era fan de los gatos, siendo más un amante de los perros, pero aparentemente él lo encontraba más tolerable que la señorita Gore. Hubo un golpe en la puerta, suave y casi vacilante. El reloj de la pared dijo que faltaba un minuto para las siete.
—¿Irás por eso? —preguntó la señorita Gore. Le disparó una mirada a la mujer.
—Tú la invitaste. Esta fue tu idea.
—Ese tipo de actitud no va a funcionar. Abre la puerta.— Nick se resistió a su tono exigente y casi había decidido lanzarla hacia el pasillo. La única cosa que lo paro era que su vida estaba en juego. Cruzando el salón, pasó a la cocina y entró al vestíbulo. Respiró hondo y abrió la puerta. Miley. Tenía el pelo hacia abajo, como lo había tenido la noche del club, cayendo en ondas alrededor de su cara. Un rubor rosa pálido tiñendo sus mejillas, haciendo que pequeñas pecas, que no había notado antes, se destacaran en sus mejillas y el puente de su nariz. Como se suponía que debían salir más tarde o alguna mierda así, llevaba un recatado vestido sweater de color verde profundo. Las botas mosqueteras negras con sus puntas puntiagudas parecían atenuadas por él, pero se veía bien. Se veía realmente bien. Los ojos de color verde-azules de Miley estaban enfocados hacia el frente, pero ella no lo estaba viendo a él.
—Lo siento si llego tarde —dijo.
—No lo estás. —Dio un paso al lado, y por primera vez en mucho tiempo, maldito tiempo, se sentía nervioso—. ¿Quieres algo de beber?
—El licor más fuerte que tengas —dijo ella, colocando su agarre en el mostrador de la cocina mientras pasaba junto a él. Él aspiró profundamente, la lujuria agitándose ante el olor a jazmín. Era el color, se dio cuenta cuando su mirada cayó a su agarre. La cosa era azul, roja, púrpura, y verde. Nick se dirigió al armario, pero la señorita Gore apareció de la nada.
—No creo que el alcohol sea una buena idea en estos momentos.— La columna de Miley se puso rígida y se volvió a la mujer.
—Si esperas que siga adelante con esto, necesito un trago. Un trago realmente fuerte.— Preguntándose si debía sentirse insultado o no, Nick agarró un vaso y la botella de Grey Goose del gabinete.
—Esta noche parece que será divertida —vertió un poco en el vaso de Miley y se lo entregó—. No puedo esperar para empezar.— Los ojos de Miley se estrecharon en él mientras sus dedos se rozaron. Ella se echó hacia atrás, y el licor claro se derramó por encima del borde, corriendo por sus dedos. Hombre, él quería lamerlos. Dudaba que la señorita Puritana lo aprobara. Y, por la manera en que Miley no lo estaba mirando, ella no lo haría, tampoco. Devolviendo el vodka, cerró la puerta del armario.
—¿Así que, vamos a cenar? —preguntó, deseando poner el show en la ruta.
—Tenemos que cubrir algunas reglas básicas primero —dijo la señorita Gore, señalando de nuevo a la sala de estar como si fuera la dueña del maldito departamento
—.¿Me siguen?— Miley pasó junto a la señorita Gore, y él juraría que la temperatura de la habitación se redujo por la mirada que le dio a la mujer. Por lo menos compartían el vínculo de la aversión mutua a su publicista. Observó a Miley sentarse en el borde del sofá, su mirada pegada a su culo hermoso. Él eligió dar un paso atrás en la ventana, pero ésta vez el escenario era mucho más interesante dentro del lugar.
—Antes de que digas una palabra —dijo Miley, levantando una mano como si estuviera retorciendo a la señorita Gore—. Quiero tu promesa de que esto sólo será un mes.— Las cejas de Nick se alzaron. Saltando antes de que Nick pudiera abrir la boca, su publicista asintió.
—Será un poco más de un mes, pocos días. Básicamente hasta el día de Año Nuevo.— Miley bajó su mano y tomó un agradable, largo y saludable trago de vodka. Ahora sus ojos se estrecharon sobre ella. 
—¿Crees que puedes hacerlo por tanto tiempo? —él preguntó con sorna.
—Creo que voy a tener que desarrollar una adicción a las drogas para salir de esto —dijo ella, sonriendo dulcemente. La señorita Gore dio un paso hacia delante. 
—En realidad, yo estaría en contra de eso.— Las cejas de Miley se levantaron mientras tomaba otro trago de vodka. 
—Lo siento, pero todo esto es nuevo para mí.
—Bueno, nunca he tenido a nadie que pretenda ser mi novia, así que estoy en el mismo barco que tú.— Ella lo miró pero rápidamente desvió la mirada.
—¿Cuáles son las reglas del juego?— La mirada de la señorita Gore fue entre los dos, sus ojos afilados. 
—Nada de intoxicación pública o uso de drogas.— Nick se cruzó de brazos, exasperado. 
—No uso drogas.
—La última parte fue para ella.— Ahora era el turno de Miley para mirar irritada. +
—Voy a tratar de dejar mi golpe diario de crack.— Nick soltó una breve carcajada, pero a la señorita Gore no le hizo gracia. 
—Ustedes dos tienen que ser creíbles. Te sugiero que no le digas a ninguno de tus amigos o familiares sobre este arreglo. Si esto llegara a salir a la prensa, todos pareceríamos tontos.
—Entonces tal vez deberíamos encontrar otra manera —sugirió Nick. La mirada de Miley cayó a su vaso medio lleno. —Estoy de acuerdo.
—No hay otra manera. Has hecho tu cama con Miley y ahora tu puedes rodar y permanecer en ella. Cambiando de tema. —La señorita Gore enderezo sus anteojos
—. Tienen que ser convincentes para el público. No discusiones. Tienen que actuar como si se gustaran el uno al otro, y dado el hecho de que compartieron un beso muy público, eso no debería ser demasiado difícil.— Un bonito rubor fluyó sobre las mejillas de Miley. 
—¿Podemos no hablar sobre eso?— Nick había estado entretenido en una fantasía sobre trazar el rubor de sangre con sus dedos, boca, y lengua. 
—Oh, ¿vas a empezar con todo lo de "no estoy atraída hacia ti" de nuevo?
—Sólo porque me besaste no quiere decir que esté atraída hacia ti. —replico de vuelta. Oh, mierda aquí vamos de nuevo. 
—Me devolviste el beso.
—No tenía mucha opción. —Su mano se apretó alrededor del vaso—. Como que no tenía mucha opción en ese mismo segundo.— La forma en que Miley lo dijo lo hizo sonar como que estaba omando un trabajo paleando mierda de cerdo. —Podría haber sido peor. He oído que soy una buena atrapada.
—Seh, cuando fuiste nombrado el hombre más sexy con vida el año pasado, cuando todavía eras relevante.
—Ouch —Las cejas de Nick se dispararon, y él se rió, realmente divertido—. Voy a estar esperando una disculpa cuando sea nombradootra vez este año.— Miley lo miró por encima del borde de su vaso. 
—Si eso sucede, entonces me cuestionaré seriamente el gusto de las mujeres estadounidenses.— El recordó fácilmente el buen gusto de ella. 
—Si mal no recuerdo, tú has…
—Niños —espetó la señorita Gore—. Ustedes dos se besaron. Hemos establecido eso. ¿De acuerdo? Obviamente hay una especie de atracción entre ustedes, pero no puedo tenerlos comportándose como niños discutiendo en público.— Miley miró a su vaso. 
—Necesito más vodka.
—Oh, vamos —Nick arrastró las palabras. El suspiro de la señorita Gore fue una obra de arte y logró silenciarlos a ambos. —¿Cómo se conocieron?— Desde que Miley no dijo nada, el decidió que tenía que salir con la verdad. 
—Nos conocimos en un bar hace un mes. Ella obviamente sabía quien era yo y mi familia, ya que trabaja con la novia de mi hermano. Yo no sabía esto.—  Y a decir verdad, no estaba seguro de que, si lo hubiera sabido, hubiera cambiado nada de esa noche. 
—De todos modos, pasamos un par de horas juntos.— Miley había estado muy tranquila durante esto y pareció aliviada cuando no elaboró nada más lejos, y él no iba a hacerlo, sin importar cuantas preguntas hiciera la señorita Gore. Afortunadamente, ella asintió con la cabeza y siguió adelante.
—Tienen que actuar como si estuvieran enamorados. —La señorita Gore se sacudió sobre sus tacones—. Definitivamente deberías tomar su mano cuando están fuera. Y… ¿Qué? —ella frunció el ceño a las cejas elevadas de él—. Tú sabes, poner tu mano sobre la de ella.
—Sé como dar la mano —gruño Nick, y Miley rió. Él le dio una mirada, y ella entornó los ojos—. Y contrariamente a la creencia popular, se cómo salir con alguien.
—Ahora eso es impactante. —Miley dio otro trago—. Pensé que tu sólo sabias como… ¡Oye!— Nick se lanzó hacia adelante, moviéndose tan rápido que él supo que la había sorprendido. Con mucho cuidado, tomo el vaso de ella.
—Pienso que has tenido suficiente.— Ella le lanzó una mirada asesina. 
—No lo suficiente aún.— Mientras él pensaba que sus respuestas combativas eran bastante lindas, y no estaba seguro desde cuando lindo formaba parte de su vocabulario, su ego estaba empezando a estar un poco magullado. La señorita Gore pasó una mano tirante retirando su pelo negro hacia atrás. 
—Creo que podríamos hacer tres apariciones públicas durante la semana, además de una en la noche del sábado. Si la prensa te captura, es posible que tengas que pasar la noche aquí, Miley, para hacerlo creíble.
—¿Qué? —Los ojos de ella se habían ampliado—. No estoy de acuerdo con eso.— Su publicista apretó sus labios. 
—Hay habitaciones aquí, y ambos son adultos. Empiecen a actuar como tales.— Las mejillas de Miley se sonrojaron. 
—Realmente no me gustas.— Nick reprimió una sonrisa.
—No te tengo que gustar —respondió la señorita Gore con frialdad—. También hay un evento de navidad organizado por los Nationals y se espera que asistan juntos. Todas esas citas públicas y ese evento, deberían de tranquiliza a la prensa, o al menos hacerla cambiar a escritos más apropiados sobre tu vida personal, Nick.
—¿Qué pasa después de año nuevo? —preguntó Miley—. Si "rompemos" después, ¿no será mala prensa para él?—Él estaba un poco sorprendido de que a Miley siquiera le importara  si lo era, pero de nuevo, realmente no sabía porque ella había aceptado hacer esto en primer lugar. El había pensado con seguridad que ella le había dicho a la señorita Gore que le importaba un carajo y le había cerrado las puertas en sus narices. Sólo un loco que ansiara atención querría unirse a este circo de tres pistas. Nick frunció el ceño.
—No habrá ninguna declaración pública, pero eventualmente la prensa se dará cuenta de que ustedes dos no son más vistos juntos. En ese punto, lanzaré una declaración de que ambos siguen siendo buenos amigos. —Su oscura mirada se posó en él—. Luego de que el mes haya terminado, no significa que tú vayas de nuevo a tus viejas costumbres.
—Lo había imaginado —dijo secamente, preguntándose si la mujer pensaba que él era un idiota obseso sexual.
—Si a fin de año, el Club está feliz con tus cambios de comportamiento, tu contrato no será cancelado. —Ella hizo una pausa, y él sabía que estaba pensando en su propia reputación, no es como si él pudiera culparla
—. Y esperamos que puedas tomar esto como una experiencia de aprendizaje.— Lo que había aprendido hasta ahora era que la prensa sobre exageraba mucho la verdad y que generalmente chupaban culos. La señorita Gore acercó un par más de reglas básicas, todo muy de sentido común, y del desglose general de lo que haces cuando te gusta alguien. Si no hubiera sido por el hecho de que la señorita Gore debía creer que él era un imbécil cuando se trataba de mujeres, se habría reído. Cuando parecía que su publicista había quedado sin cosas que decir, él quería chocar su cabeza contra la pared. 
—¿Así que estamos listos para hacer esto?— La señorita Gore asintió, pero a él realmente no le importaba lo que ella pensara. La otra mujer estaba sentada en el sofá, pálida y rígida, sus dedos apretados en su regazo. Mientras la miraba, sintió una punzada de pesar. No tenía idea de porque estaba haciendo esto, pero era claro que no quería hacerlo. Era jodido, pero por más molesta que ella pareciera, más feliz estaba él. No le hubiera gustado una versión de Miley como alguien que buscaba atención. Ahora él quería dejar toda esta cosa apagada. No estaba bien. Su carrera no debería ser más importante que su comodidad. Pero luego Miley se levantó y lo miró, y él se sintió de inmediato atraído a esos verdes y azules ojos. Todo lo que él estaba pensando fue arrojado a la maldita ventana, remplazado por la necesidad de ver esos ojos hasta que parecieran como brillantes esmeraldas.
—¿Estás listo? —dijo ella, su voz sorprendentemente fuerte. Maldita sea, él estaba listo, en más de una forma, pero también quería correr. Y Nick nunca había querido correr antes.
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Hola chicas como estan? no he podido subir estos dias porque he estado llena de tareas, y no me queda tiempo para nada, pero aqui les traje el capitulo de hoy.
¡¡Feliz dia del San Valentin!! 

1 comentario:

  1. awwww me encanto me encanto me encanto!!!!
    sin palabras no la podes dejar ahiii sube el siguiente
    siguela q amo esta nove
    SIGUELA YA!!!!

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