El sábado por la noche se suponía que era como una fiesta de pijamas. No es que Nick hubiera tenido una fiesta de pijamas en toda su vida, desde la última vez que registró que en su pantalón estaba un amigo. Pero eso es lo que la señorita Gore dijo que sería esta noche. Tuvieron una cena tardía en Tony y Tony, un restaurante de estilo italiano que Miley estaba convencida que era dirigido por la mafia. Eso hizo reír a Nick antes de acusarla de que su sangre irlandesa se estaba revelando. La cena estuvo bien. Después de un rato, Miley se relajó y pareció estar manejando la atención un poco mejor, pero cada vez que alguien se acercaba a su mesa, se ponía muy quieta o echaba la barbilla hacia adelante, usando su cabello para cubrirse la cara. No podía entender eso. Miley era una completa monada. Los chicos la estaban mirando cuando entraron en el restaurante. Un tipo la estaba mirando como si fuera el mejor trozo de carne, lo que no había
hecho a Nick muy feliz, tampoco. Era realmente extraño, se dio cuenta mientras se hacía cargo de la cuenta. Normalmente, no le importaban una mierda los chicos observando sus citas.
—Gracias —dijo, entregando el cheque firmado al camarero—. ¿Estás lista?— Miley tomó su bolso y se levantó, y malditamente ardiente, no era un gran fanático de la cosa de cuello tortuga que ella tenía, pero le
encantaba cómo la falda se le pegaba a las piernas, y esos tacones cucúfóllame estaban bien, también. Iban de regreso a su lugar. Miley iba a pasar la noche allí. Esta noche iba a ser una noche muy, muy larga.
—¿Crees que la gente está esperando afuera? —preguntó mientras se acercaban a la puerta principal.
—Ah... —Se estiró hacia arriba para ver más allá de un estúpido muro de bronce. Una ligera nevada caía afuera, cubriendo la acera. Dos hombres acurrucados en sus chaquetas estaban esperando en la acera, con cigarrillos en la mano y cámaras alrededor de sus cuellos. Hablando de chaquetas... Nick miró a Miley y frunció el ceño.
—¿Dónde está tu chaqueta?— Ella se encogió de hombros.
—No me gustan.
—Está nevando afuera.
—¿En serio? —Sus ojos se abrieron a la vez que estiraba el cuello. Júbilo iluminó su rostro.
—¡Oh! ¡Lo está! Me encanta la nieve.— Pero no la Navidad, al parecer, pensó.
—Deberías usar una chaqueta.
—Tú no estás usándola —señaló ella mientras él la conducía alrededor de la pared de bronce, junto a un grupo de hombres de negocios que parecía que estaban a segundos de abalanzarse sobre Nick.
—Soy un hombre.— Su rabieta al contestar trajo una sonrisa a su cara, la empujó bajo su brazo y la metió cerca mientras el valet llegaba con el coche. Por supuesto, era sólo debido a la nieve. Debía tener frío y la gente estaba sacando fotos, y no había otra razón que eso. Excusas. Excusas.
—¡Oye, Nick! —llamó uno de los fotógrafos de afuera. Se dio la vuelta por la cintura, reconociendo al joven que generalmente cubre los juegos.
—¿Qué pasa, Morgan? Estás un poco lejos del estadio, ¿verdad?— Morgan sonrió mientras se pavoneaba cerca, su mirada moviéndose a Miley y luego lanzándose de nuevo a Nick, pero no con la rapidez suficiente como para que Nick no lo notara.
—Nada está pasando esta noche, así que me tienes aquí acechándote.
—Hizo tu vida, ¿no? —Nick prácticamente pudo oír rodar los ojos de Miley.
—Eres un gran asunto. —Morgan miró a Miley de nuevo. Nieve salpicaba su cabello y mejillas como un velo transparente. Morgan le extendió la mano
—Soy Morgan… el fotógrafo favorito de Nick.—Miley sonrió y estrechó su mano.
—No sabía que tenía favoritos.
—Sólo es tímido acerca de sus afectos, sobre todo cuando se trata de hablar de ti. Todo el mundo se muere por tu nombre.— Ella levantó la vista hacia Nick y luego tomó una profunda respiración.
—Miley Cyrus. Encantada de conocer al acosador favorito de Nick.— Morgan se rió, y Nick sabía que Morgan estaba archivando ese nombre lejos de la mirada para el impaciente rostro de la foto de la bruja. Por suerte, antes de que se pudieran hacer más preguntas, el valet apareció y Nick tuvo a Miley en el Jeep. Ella criticó el calor mientras se pasaba las manos por el pelo y la cara, quitándose los pequeños copos de nieve fuera de su cabello. Arqueó la espalda con un movimiento, empujando el pecho hacia fuera. La parte delantera de su jersey se estiró, y era una maldita cosa buena que él no estuviera conduciendo, porque era como un chico-de-dieciséis-años y…
—No hay vuelta atrás —dijo Miley, bajando los brazos. Lo miró—. ¿Cierto?— Nick arrastró su mirada hacia su rostro. Sí, no había vuelta atrás.
—¿Ahora que saben mi nombre? —Agregó, con las cejas arqueadas— . No hay vuelta atrás.—Oh. Sí. Cierto. Ella no hablaba de ambos regresando a su casa. Nick asintió.
—No. Probablemente no hay vuelta atrás.— Mientras se detenía en el tráfico, Miley se retorció en su asiento. Recorrieron alrededor de una manzana y le frunció el ceño mientras miraba hacia adelante.
—¿Estamos siendo seguidos?— Su mirada se desvió hacia el espejo retrovisor. Una Suburban oscura que había sido estacionada junto a la acera de Tony y Tony estaba justo detrás de ellos.
—No es Morgan. Probablemente el chico que estaba fuera con él.
—Hombre, la señorita Gore realmente sabe lo que hace.— Era por eso que Miley iba a pasar la noche allí, y lo haría por lo menos durante tres fines de semana más.
—Si pueden conseguir fotos tuyas entrando a mi casa y saliendo en la mañana, entonces es el verdadero negocio.— Desagrado tiró de sus labios carnosos.
—¿Estás de acuerdo con esto?
—¿Mmm?
—¿De acuerdo con las personas siguiéndote a tu alrededor todo el tiempo? ¿Sabiendo cuándo tienes personas que se quedan en tu casa y cosas así? —elaboró—. Tienes un ejército de acosadores.
—No lo sé. ¿Acalorada? —Cuando ella asintió, él golpeó la flecha hacia abajo en el termostato—. Realmente no pienso en ello.— Pareció considerar eso.
—¿Debido a que estás acostumbrado?— Nick asintió.
—Supongo que se puede decir eso.
—Bueno, has estado jugando con la pelota desde que tenías veinte años, ¿no? Eso hace diez años de esto, así que supongo que eso debe ser.
—Hizo una pausa, y se sorprendió de que ella sabía cuándo había empezado a jugar con la pelota. Tuvo que ser Dany—. Todavía parece una total violación de la privacidad.
—Viene junto con el trabajo, sin embargo.— Miley no respondió a eso y un agradable silencio duró hasta que entró en el garaje del estacionamiento. Giraron por el coche para agarrar su bolsa de viaje. Por supuesto, la cosa era del tamaño de una furgoneta pequeña y presentaba un caleidoscopio de colores.
—¿Bolso? —preguntó, ofreciendo su mano.
—¿Por qué?— Sonrió.
—Estoy probando lo de ser caballero y voy a llevarlo por ti.
—Todavía no hay cámaras alrededor. —Luego bajó la voz—. ¿Están ahí? Oh, Dios mío, ¿están dentro?
—Sólo dame el bolso.— Miley se lo entregó, y él los dirigió hacia la puerta.
—No hay nadie dentro. La seguridad no los deja entrar al garaje o a las puertas en el piso de abajo.— Ella lo siguió hasta su edificio y por el pasillo vacío. Una vez en el interior de su cálido apartamento, dejó caer las llaves en el mostrador y luego sacó su celular, dejándolo allí.
—¿Cuál dormitorio de invitados quieres? —preguntó—. Hay uno en la planta baja, pero el baño está en el pasillo. Los dos del piso de arriba tienen su…
—Lo recuerdo —dijo, mirando a la escalera. —Me quedo con el dormitorio de abajo.
—Haz lo que quieras. —Llevó su bolso encima de la puerta bajo la escalera y dio un codazo para abrirlo con la cadera. La habitación estaba muy vacía. Sólo una mesita de noche, una cama con dos almohadas, una cubierta delgada, y un pequeño televisor montado en la pared.
—Me gustan las paredes —dijo ella, siguiéndolo dentro. Nick sonrió para sus adentros. Era lo único de color… paredes rojas. —Te traeré una manta más gruesa. Bajo la temperatura por la noche —ofreció como explicación. Dejó el bolso sobre la cama y metió las manos en los pantalones vaqueros
—. También puedes pedir las películas que quieras.— Miró a su alrededor, su mirada cayendo a los pisos de madera.
—¿Esesto lo que haces cuando normalmente traes mujeres a tu casa?— Diablos, no. Por lo general, las llevaba directamente a una de las habitaciones (nunca a la suya) o incluso ni siquiera llegaban tan lejos. Miley había sido la primera mujer que había llevado a su dormitorio, y él no se había dado cuenta de eso hasta ahora.
—No, Miley, esto no es lo que normalmente hago. Deberías recordarlo.— Ella soltó una risa suave y baja que tuvo a su estómago apretando los músculos.
—Esto es muy extraño.— Nick la miró un momento, sus ojos tomando el rubio intenso de su cabello, los delicados arcos de sus pómulos, y el exuberante abultamiento de sus pechos. Se obligó a mirar hacia otro lado antes de que él la tumbara al piso y se enterrara en ella tan profundamente que no supiera dónde terminaba y empezaba ella.
—¿Quieres un trago?
—Sí, eso sería genial.— Volvieron a la cocina y abrió el armario donde guardaba las bebidas.
—Tú eliges.— Miley miró por encima de su hombro.
—Mejor me quedo con el vino. Algo dulce, si tienes.— Encontró un poco del champán burbujeante que Dany le había dado, pero nunca había bebido. Mientras le servía una copa y conseguía un poco de whisky para él, la vio vagar sin rumbo por la cocina y en la sala de estar, una vez tuvo su bebida. Nick tomó unos minutos en la cocina para sí mismo. Cerrando los ojos, maldijo por lo bajo. Toda la noche había estado luchando contra el impulso de aplastar su boca y su cuerpo contra ella. Entró en la sala y miró por la ventana. Una sonrisa irónica tiró de sus labios.
—Tenemos compañía.— Ella fue a su lado, y él inhaló su aroma de jazmín.
—¿Es esa la Suburban que nos estaba siguiendo?
—Sí.
—¿Y él va a sentarse allí toda la noche?
—Sí.— Se apartó de la ventana, los ojos entrecerrados mientras tomaba un sorbo de su copa de champán.
—Has pasado por esto muchas veces, ¿verdad? Con otras mujeres estuviste... bueno, ¿no estabas fingiendo?— Nick se apartó de la ventana.
—No quiero sonar repetitivo, pero sí.— Sentándose en el sofá de cuero, ella se quitó los zapatos de tacón y metió los pies debajo de sí. Un sentimiento extraño ocurrió en su pecho, seguido por el pensamiento aún más extraño de que ella se veía bien sentada en su sofá. Como si tuviera algún maldito sentido. Un par de momentos pasaron y entonces ella preguntó
—: ¿De verdad crees que esto va a funcionar?— Caminando hacia Miley, se sentó en la otomana frente a ella.
—No lo sé. —Se encogió de hombros, tomando una copa
— La señorita Gore parece saber su mierda. No he recibido ninguna llamada airada de mi manager por algunos días.— Una pequeña sonrisa apareció.
—Pero, ¿qué pasa después? Esto realmente va a hacer...
—¿Hacerme cambiar mis maneras? —suministró, y luego se rió. — Sí, tengo que recortar las fiestas.— Miley lo miraba a través de esos conmovedores ojos verdes.
—¿Y las mujeres?
—Las mujeres no son tantas como la gente piensa que son.
—Ajá —murmuró—. ¿Puedo hacerte una pregunta?— Inclinándose hacia adelante, asintió con la cabeza.
—Dispara.
—Si sabes que tienes a estos fotógrafos siguiéndote y la gente está constantemente tomando fotos de ti mientras estás fuera, ¿por qué haces lo que haces? Tienes que saber que vas a estar en todos los periódicos.— La copa colgaba de sus dedos.
—¿Y debo vivir mi vida de manera diferente por eso? ¿Es eso justo?
—No deberías tener que vivir tu vida de manera diferente. —Su rosada lengua salió como una flecha, mojando sus labios y su cuerpo saltó a la atención
—.¿Pero es necesario que lo hagas con tres mujeres a la vez?— Siendo atrapado mirando sus labios, lo que dijo no lo procesó inmediatamente.
—Yo no me acosté con tres mujeres a la vez. Bien. Espera. No recientemente.— Duda nubló sus ojos.
—Está bien.
—Estoy hablando en serio. —Se sentó con la espalda recta—. No he hecho nada con esas otras mujeres más que tomar una decisión estúpida al saltar en la cama con ellas. La ropa estaba puesta. No nos besamos o tocamos. Estuve en la cama durante unos treinta segundos, tiempo suficiente para que alguien tomara una foto.—Miley lo miró fijamente durante tanto tiempo que se preguntaba si había sido golpeada en silencio, y luego bajó la mirada a su bebida.
— ¿Qué pasa con la modelo con la que te fotografiaron?— Había sido fotografiado junto a un montón de modelos a lo largo de los años.
—Stella —dijo ella, lanzándole un hueso—. ¿Qué pasa con ella?
—¿Stella? —Se rió—. Hicimos algunas cosas hace mucho tiempo, pero sólo somos amigos ahora. Cuando llega a la ciudad, nos juntamos en un bar o con amigos. A veces se queda aquí en una de las habitaciones.— Las mejillas Miley estaban un poco sonrojadas mientras dejaba el vaso vacío sobre la mesa.
—¿Cuánto tiempo es un “hace mucho tiempo" en tu mundo?"— Nick se debatía el no responder, de repente sin saber si su "hace mucho tiempo" iba a ser lo suficientemente largo para lo que Miley estaba pensando.
—Hace casi un año. Te caería bien. Tienen ocurriendo la misma clase de cosa sobre la moda.— Sus cejas se elevaron de una manera que dijo, Lo dudo.
—¿Lo relleno? —Cuando asintió, él hizo de camarero y volvió a la otomana—. ¿Alguna otra pregunta que quieras hacer?— Una pequeña sonrisa sexy apareció en sus labios.
—Sí. Las tengo.— Nick se rió entre dientes.
—Está bien, pero si me hace una pregunta, tengo que hacerte una.— Después de tomar un trago, ella se recostó contra los suaves cojines y arqueó una ceja.
—Está bien. Hecho.— Sacudiendo el hielo en el whisky, reflejó su expresión.
—Adelante.
—¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones sexuales?— Nick soltó una breve carcajada.
—Guau. Vas directo a las cosas grandes, ¿no? —Le gustó la forma en que sus mejillas flameaban—. Está
bien. Ya han pasado varios meses.— Miley rió por lo bajo.
—Lo que sea.— Sus cejas se bajaron mientras se inclinaba hacia delante y golpeaba un dedo sobre su rodilla.
—No voy a mentir.
—¿Tú? —Se echó a reír—. No has tenido sexo en un par de meses.
—No. Van tres meses y medio para ser exactos.
—Oh. Rompiste un record. —Su amplia sonrisa se reducía en sus labios cuanto más la miraba. —Diablos. ¿Estás hablando en serio?— Tomó un trago y asintió.
—Tan serio como un ataque al corazón.
—Impostor —dijo—. Tres meses no es mucho tiempo, pero eso es impresionante para ti.
—Caray, gracias. —Pero Nick no se sintió insultado. Le gustaba el sexo. Mucho. Y lo hacía. Mucho. Siempre tenía cuidado, utilizaba protección, y operaba bajo la regla de "Si estaba demasiado borracho para caminar, estaba demasiado borracho para follar", que involucraba en todas las fiestas
—. ¿Y tú? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuviste relaciones sexuales?— Miley le miró a través de sus espesas pestañas.
—Más de tres meses.
—¿Cuánto tiempo? —Mierda. Realmente necesitaba saber. No le respondió de inmediato, en lugar de tomar otro trago.
—Van dos años.— Nick instruyó su expresión.
—¿Dos años…?
—Adelante. —Hizo un gesto con la mano—. Di algo listillo.
—No estaba planeando hacerlo —dijo, bajando la mirada a sus labios, de nuevo—. ¿Así que estamos hablando de que no ha habido interacción sexual durante dos años o sólo nos referimos al sexo?— Desplegó sus piernas, haciendo que su rodilla cepillara la de él.
—Es mi turno. ¿Te arrepientes de dejar de la universidad por el béisbol?— Una vez más, estaba un poco sorprendido por lo mucho que sabía, pero teniendo en cuenta lo mucho que a Dany le gustaba hablar, no debería estar tan sorprendido.
—Sí y no. Si me jodiera el brazo, sería bueno tener un tipo diferente de carrera a la cual regresar, pero siempre podía trabajar con uno de mis hermanos.
—¿Cuál? —preguntó. Chasqueó la lengua suavemente y le dio un codazo en la rodilla con la suya.
—Mi turno. ¿Estamos hablando de ninguna interacción sexual sólo de sexo?—Puso los ojos en blanco.
—Nada hasta la noche que me vine contigo.— Oh, sí, realmente gusto el sonido de eso.
—¿Y después?
—Responde a mi pregunta. —Dejó la copa a medio terminar a un lado. Nick sonrió.
—Probablemente haría algo con Joe. Su trabajo es poco ortodoxo, pero por lo menos sería interesante.— Miley se mordió el labio. —Puedo verte haciendo eso... lo de guardaespaldas. Y no.
—¿A qué le estás diciendo que no?— Sus mejillas se volvieron de color rosa.
—Nada antes ni después de ti. ¿Feliz?— Los ojos de Nick se encontraron con los de ella.
— Sí. Muy feliz.
siguiente porfavor no te tardes muho
ResponderEliminarguau me encanto,si, muy feliz esto se pone interesante estoy deseando leer el siguiente besitos
ResponderEliminarOMG Se puso buenaaaaaaa!
ResponderEliminarLamento no comentar antes :/ me era imposible, bueno en fin Amo como se puso esto, ayyyyyyyyy quiero momento niley calienteeeee, pobre nick creo que va a estallar si miley lo rechaza mas LOL
No demores en subir!