miércoles, 11 de junio de 2014

Falling Apart - Niley - Cap 11


Meto la imagen de mi madre debajo del colchón y salgo de la cama. Yo no esperaba que él me agarrara otra vez hoy, pero me alegro de que lo hiciera. Contenta de poder empujar mis recuerdos y dejar que Nick me distraiga. Me deslizo en un par de zapatilla y me pongo un sujetador, a pesar de que no lo vaya a llevar por mucho tiempo, antes de que me cuele por la puerta al pasillo. Afortunadamente, el RA no está en ninguna parte a la vista, pero yo por supuesto tengo que dirigirme a la entrada principal. Estamos protegidos como en una prisión de alta seguridad. Mi corazón late más rápido, y no estoy segura de si es porque tengo miedo de ser atrapada, porque estoy emocionada de verlo, o porque cuando esto se rompe se vuelve loco a veces. Ignoro todo porque Nick  me da algo para concentrarme. Cuando llego a la puerta, compruebo que en el pasillo no haya nadie cerca, antes de deslizar mi tarjeta. Las puertas dan un chasquido al abrirse. De pie está parado Nick usando lo mismo que había llevado antes, y con una sonrisa que era una mezcla entre el arrogante Nick y algo que no reconocía.
—No me mires así. —Niego con la cabeza.
—¿La mirada que dice que tu bajaste aquí horriblemente rápido?
—¿Quién vino a quién?— Se encoge de hombros.
—Yo no creo que nadie pueda culparme. ¿Me vas a dejar pasar?
—Sí. Asegúrate de ser silencioso. Si nos atrapan, no te conozco. No eres más que un acosador espeluznante que me sigue a mi habitación. —Me giro para alejarme, pero Nick agarra mi brazo.
—¿Está tu compañera de cuarto?— Ruedo mis ojos, ya que es un poco tarde para que me pregunte eso. Nick parece comprenderlo porque me da otra sonrisa y luego sus labios encuentran los míos. Estoy aplastada entre la pared y su duro cuerpo, y lo único en lo que puedo pensar es en que, maldita sea este hombre sabe besar. Las manos de Nick se mueven por mis caderas como si él estuviera tratando de mantenerme en ese lugar, Quiero decirle que yo no voy a ir a ninguna parte, pero mi boca está demasiado ocupada siendo devorada por él.
—Tengo una habitación para esto. —Por fin soy capaz de decirlo cuando sus labios están en mi cuello.
—Yo no podía esperar. Ya he sido un santo. —Se aleja y yo desearía no haber dicho nada en absoluto. El ruido de una puerta suena detrás de nosotros. Agarro la mano de Nick y giro por un pasillo. Es el camino más largo, pero todavía podemos llegar a mi habitación desde aquí. El riesgo de ser descubierto es más probable, pero estoy bastante segura de que a nadie aparte de la RA le importaría. Este es el único tipo de situación en la que Nick me dejaría que lo condujera alrededor. No estamos corriendo, pero caminamos rápido, y por primera vez me doy cuenta de que estos pasillos son demasiado largos. Yo giro de nuevo, antes de entrar en el hueco de la escalera.
Los dos estamos subiendo las escaleras, y luego asomo mi cabeza por una puerta para asegurarme de que no hay nadie en el pasillo. Mi habitación está a solo tres puertas, por lo que nos deslizamos discretamente. Al segundo de que nosotros estamos dentro su boca encuentra la mía de nuevo. Mi instinto es detenerlo. Utilizar la mano que tengo sobre su cadera y empujarlo lejos. Quiero decir, dar a una chica un minuto. No he dejado que nadie se aproveche de mí en un tiempo, pero luego recuerdo que esto es lo que yo quiero. Él no está tomando ventaja de nada. Los dos queremos lo mismo, así que en vez de empujarlo, mi mano sobre su cadera lo empuja más cerca. Entonces él se aleja, pero sigue en pie tan cerca de mí que puedo sentir cada parte de él. Siento su deseo por mí. La respiración de Nick  es jadeante y siento como el calor sube a través de mi cuello. Estoy atrapada preguntándome porque se detuvo y si se siente contento de haberlo hecho. Este es un nuevo territorio. ¿Cómo sigues adelante cuando tu plan es solo enrollarte? ¿Tenemos nosotros que hablar? ¿O solo deberíamos hacerlo? ¡Basta ya! Odio el sentimiento de no saber qué hacer. Sin saberlo. Nick me salva.
—Tú eres una bailarina.— Me pregunto cómo lo sabía, pero entonces recuerdo las imágenes de la cómoda. Yo y las chicas de mi grupo de baile en la escuela secundaria. Acabábamos de ganar el estatal.
—Lo soy.
—Mierda, estoy jodiendo con una animadora. —se ríe Nick.
—No soy una animadora, soy una bailarina. ¿Y a quien le importa si lo soy?— Nick me mira, retrocede lo suficiente para que sus ojos puedan rastrear cada lugar de mi cuerpo. Me estremezco.
—Tienes razón. ¿Por qué me estoy quejando?— Da un paso y se acerca a mí de nuevo. Tan cerca. Mierda, él es hermoso. Soy más inteligente que decirle lo que pienso. Sus jeans están un poco holgados como siempre, sus piernas están a cada lado de mí. Tiene sus manos en mis caderas, el dedo de su mano derecho está tocando la piel de debajo de mi camiseta.
—¿Cómo está tu madre? —pregunto. Se siente bien hablar con alguien en una situación como esta. Yo no quiero estar tan cerca de él, pero estoy realmente nerviosa y no estoy segura de cómo detenerlo. ¿Hablar o besar? Sé que suena como una diversión más. Se tensa un poco.
—No quiero hablar de mi madre. ¿Tú quieres?— Niego con la cabeza, porque él tiene razón. Hablar está sobrevalorado. Nick se quita la camiseta, engancha uno de sus dedos con los míos y confirma.
—¿Cuál cama?— Oh, está bien. Él definitivamente ha hecho esto antes. Me rio porque esto era una situación diferente. Si yo quería más, y él no era tan diferente de mí, podía ver como una chica podría perder la cabeza por él.
—¿Algo gracioso?
—La de la derecha —le digo contestando la pregunta. Nick se echa sobre mi cama y me tira hacia abajo detrás de él. Yo espero que vaya a por mi ropa, pero en cambio me besa de nuevo.
—Manta —murmuro, entre besos.
—Si tienes frio es que estoy haciendo algo mal.
—¿Y si mi compañera de cuarto llega a casa?
—Gallina —bromea, pero agarra la manta y tira de ella sobre nosotros. No sé porque la necesitaba todavía. No es como si estuviéramos desnudos, pero de alguna forma se sentía más seguro, no estábamos tan al descubierto como lo estábamos antes. No estoy segura de si tampoco me refería a la ropa. Nick  pasa una mano por mi pelo y toma mi boca de nuevo. Es una explosión lenta. Cada movimiento de su lengua envía sacudidas de placer a través de mí.
Son como una goma de borrar, borrando todos los pensamientos en los cuales no quiero pensar. Me sorprende que no solo lo esté haciendo. Esto se supone que son los juegos previos o cualquier otra cosa, pero se está tomando su tiempo y estoy agradecida por ello. No es que alguna vez lo admitiría. Y cuanto más tiempo el este aquí, más tiempo en el cual no tendré que pensar en nada más. Sus manos se deslizan hacia mi camiseta y otra vez me estremezco. Todo en lo que puedo pensar o concentrarme es en Nick y lo que siento y lo muchísimo que lo necesito. Esto es a mi manera y lo que quiero, cuando quiero y no me importa si sobre él hay otra chica o si se aleja o cualquier otra cosa.
—Siéntate. —Su boca está deslizándose por mi cuerpo mientras sus manos se mueven sobre mi camiseta. Me inclino hacia delante y Nick sigue empujando hasta que mi camiseta se desliza por encima de mi cabeza y cae en el suelo. Su boca pellizca mi pecho a través de mi sujetador, utiliza una mano para desengancharlo. Burbujas de placer dentro de mí. Me duele por todas partes, pero es el tipo de dolor que yo quiero.
—Oh, Dios, no puedo creer que hayas hecho eso con una sola mano. Eso debería hacer que me corra ahora mismo.— Me distrae el hecho de que él me ha visto sin camiseta por primera vez. Yo quiero cubrirme, pero no voy a hacerlo porque yo me encuentro tranquila y no quiero perder los estribos.
—¿Quieres correrte, Miley? —Espero escuchar una broma o sentir su boca, pero no pasa nada de eso. El está encima de mí ahora y me mira. Sus ojos son tan azules como el cielo, pero no tienen nada de él. 
—No.— Luego viene la sonrisa y mira abajo hacia mi pecho. Sus dedos tocan uno de mis pezones y si no suena cursi quiero admitir que siento como si me estuvieran tocando por todas partes.
—¿Qué quieres? —Se inclina hacia delante y su boca toma el lugar que ocupaba su dedo en mi pecho. Él lo toca con la punta de su lengua y me arqueo hacia él.
—No lo sé. —Yo odio ese tipo de respuesta. Yo lo sé. Yo debería ser capaz de decirlo, pero no puedo. Solo quiero sentir y olvidarme de todo lo demás. La imagen debajo de mi colchón, las pesadillas que me mantienen despierta y como pensé que algo tan insignificante como Liam, no debería haber tenido ningún
significado en mi vida en absoluto. Y de pronto, me dan ganas de llorar. ¿Por qué me dan ganas de llorar? Sacudo la cabeza, cierro los ojos y retengo las lágrimas. No es a causa de Nick. Dios, lo que está haciendo se siente tan bien. A lo mejor es porque se siente bien y no sé si debería sentirse así en estos momentos. Cuando su boca deja de moverse, dejo que mis ojos se abran, esperando que la humedad no se note.
—Esto va a darme un dolor de cabeza enorme y probablemente me voy a arrepentir más tarde, pero estás tan caliente —dice. Ni si quiera me mira a los ojos. Su mirada esta firme en mis pechos y todo es tan ridículo y loco, y justo lo que yo necesitaba es no poder para de reírme. Por último, me mira de nuevo y la mirada en sus ojos me dice que él sabe que yo estaba luchando hace unos minutos. 
—¿Debo continuar?— ¿Cuándo llegue a ser tan débil? Nunca he tenido que ser mimada en toda mi vida pero este chico que apenas conozco ha tenido que hacerlo una y otra vez. ¿Había habido alguien antes que lo hubiera hecho? ¿O yo tenía que aceptar esto?
—Si no lo haces, voy a tener que enojarme.— Nick acepta. 
—No queremos eso.— Y luego su boca esta sobre la mía de nuevo. Mis pezones sienten un hormigueo por su toque. Su mano se mueve hacia abajo. Sobre mi sudor y mis bragas también. Me pongo tensa cuando su dedo empuja, es un buen momento porque se siente tan bien que no puedo manejarlo. Empiezo a sentirme a misma comenzar a desmoronarme mientras me muevo con su mano. Mi cuerpo esta quemándose caliente. Tenía razón. Definitivamente no tengo frio. La mano de Nick y su boca continúan el duelo por su placer mientras yo muerdo con fuerza. Un estallido de brotes de placer recorre a través de mí mientras empuja otro dedo. No me dan ganas de gritar, pero el movimiento lento en mí está formando una bomba a punto de explotar en cualquier momento. Y tal como lo hace, al igual que yo estoy destrozada, vuelo alto y me golpea
el mayor placer que he sentido, me pongo a la deriva en mi camino de regreso a la tierra. Como Nick se desliza hacia arriba de mi cuerpo otra vez y sé que él se está moviendo para que pueda tomar sus pantalones. La puerta se abre.
—Miley. A que no adivinas... oh. Guau. ¡Mierda! —Denika ni siquiera vuelve la cabeza.
—¡Denika! —grito. Nick está encima de mí y yo estoy cubierta, pero todavía siento el calor en mis mejillas.
—Joder —murmura Nick y estoy empezando a conocerlo lo suficientemente bien como para saber lo que eso significa. Esto ha terminado por ahora.
—¿Te importa? —le pregunto, tratando de echarla fuera—. Estamos un poco ocupados ahora.— Una sonrisa se extiende por todo su rostro y me guiña un ojo. 
—Me voy de aquí. —La puerta está casi cerrada antes de que su cabeza aparezca de nuevo—. Caliente. En serio. Eres mucho más guapo que el otro tipo. —Y entonces se va. Nick no se mueve y yo tampoco. Finalmente dice
—Vamos a mi casa la próxima vez.— Yo trato de que suene claro, como él lo hace. 
—Tu culpa. Podrías haberme llamado en otro momento.— Ya está en movimiento y sentado. Se inclina sobre la cama, agarra mi camiseta y me la da a mí. De repente me siento mal porque estoy bastante bien y un poco aliviada, pero él no lo estaba.
—¿Qué pasa con…?— Esto le hace sonreír.
—Me alegro de ser divertida para ti.
—Eso de que te preocupes por mi bienestar está bien, pero estoy bien por ahora. Tú me debes una. —Me guiña un ojo y se levanta, agarra su camiseta y se la pone. Lo que sea. 
—Yo estaba un poco aburrida de todos modos. Yo debería hacer algunos deberes.
—Mierda. —Pero está sonriendo y creo que se está divirtiendo tanto como yo. Si esto hubiera pasado con Liam, nosotros haríamos los deberes juntos. O seguiríamos haciéndolo, pero lo que tengo con Nick es diferente. No se trata de algo más que esto.
—Yo te llamo, ¿está bien? —Parece inseguro. Lame sus labios y comienza a inclinarse hacia mí, pero se detiene. Casi le digo que está bien que me bese, pero no quiero que se vea como que quiere que me bese si eso no es lo que él quiere.
—Me parece bien.— Con una mirada más, Nick se dirige a la puerta. Su mano toca la manivela, pero no se mueve. Lo oigo mientras deja escapar un profundo suspiro, antes de que se dé la vuelta.
—Dime que no soy un cabrón por hacer esto.— No lo es, pero es genial que pregunte. 
—Eres un cabrón, pero no por esto. No te preocupes.— Esto era lo correcto que tenía que decir porque me da un guiño y una sonrisa. 
—Mantén eso. La honestidad. —Nick tira de la puerta y sale—. Te veré más tarde, pequeña bailarina.
Al igual que Denika, se ha ido. No puedo dejar de pensar en que me gusta ese nombre mucho más que el de princesa. Aun así mis pensamientos tienen prisa de volver nuevamente. Ruedo sobre mí, saco la foto de debajo de mi colchón y cubro mi cabeza con la manta. Mi mente inmediatamente va donde lo hace todas las noches. Preguntándome si sabía lo que iba a ocurrir cuando me dejó. Preguntándome si quería dejarme y como fueron sus últimos minutos.

4 comentarios:

  1. el otro porfa porfa porfa porfa porfa

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  2. Genial,Denika que oportuna,estoy deseando el siguiente fantástico besitos

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  3. sube mas sube mas
    hace rato que lei el capitulo pero no podia comentar de mi cel
    maldita denika la odio arruina momentos perfectos para hacer el amor boee
    jajajajaja por fis siguelaaaa!!!!
    besos

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