miércoles, 25 de junio de 2014

Falling Apart - Niley - Cap 15

Aquí nadie sabía quién era ella. Me pregunto si realmente yo lo hacía. Si la tía Dolly realmente lo hacía. Si mamá se conocía ella misma. ¿Sé quién soy? Las únicas personas quienes podemos reclamar aquí para fingir saber quién era mamá somos yo, tía Dolly, mi tío y su primo. De lo contrario, mi tía y amigos de mi tío. No hay mucho más de ellos porque no podría importarles y los que están aquí probablemente sólo vinieron por consideración a Dolly. Pero Liam está aquí. Su familia. Por supuesto Dolly y los mejores amigos de Mark estarían aquí. Están parados en el otro lado del ataúd negro. Ni siquiera entiendo porque hay un ataúd ya que todo lo que ella es, es huesos, pero sé que Dolly quiere lo mejor para ella. Siempre quiso más para mamá de lo que mamá quiso para ella misma. Nick está a mi lado llevando bonitos pantalones negros y camisa de manga larga color negro. Me pregunto si salió a comprar la ropa o si las tenía. No es que importe, pero le conozco, y este no es el tipo de cosa con el que está cómodo por lo que me siento agradecida de que lo esté haciendo por mí. También estoy agradecida de que no se hizo el pelo. Todavía se ve como siempre lo hace.
Su agarre en mi mano se aprieta, pero no lo aprieto de regreso. Me alegro de que esté aquí. Odio admitirlo, pero lo necesito aquí. Mi cuerpo está demasiado entumecido para hacer nada al respecto. Los restos de los huesos de mi madre están en una caja tan oscura como la noche que pasó en ese bosque. ¿Cuánto de ella, incluso se puede dejar? El pastor sigue y sigue. No me concentro en lo que dice, sólo la sensación de la mano ruda de Nick sosteniendo la mía. Este chico rudo que odia al mundo, maldice como un marinero, pero es tan dulce con su madre y está aquí conmigo. No entiendo cómo hemos llegado hasta aquí y por qué estamos juntos en esto, pero no estoy seguro de que podría llegar al final de este día sin él. Otra cosa que no me gusta admitir. Mi pecho se aprieta de nuevo. Cálmate, Miley.
—Lo estás haciendo jodidamente increíble —susurra Nick en mi oído y no puedo evitar sonreír ante eso. Sólo él usaría la palabra “joder” en el funeral de mi madre. El servicio termina y tienen que caminar conmigo avanzando primero para lanzar la rosa dentro. Nick permanece a mi lado. Siento los ojos de los demás sobre mí, mirándome, esperando a ver si voy a romperme. Dentro de lo que tengo. Estoy toda agrietada, las piezas yaciendo aquí y allá, pero por alguna razón, no pueden escapar. Es como si hubiera un control manteniéndolo y estoy agradecida, quiero ser libre de ello también. Una vez que las rosas se lanzaron adentro, nos dimos la vuelta. Sigo caminando así Nick sigue caminando, apoyándome mientras nos dirigimos hacia el coche ennegrecido. No puedo creer que alquilaran un coche para venir. Mamá no le importaba una mierda todo eso. Aunque no le importaba una mierda de nada, excepto fiestas y chicos. Nick se apoya en el coche y tira de mí hacia él. Mis brazos rodean su cuello y él rodea mi cintura. Tengo la cara en su cuello y creo que si iba a llorar, este sería el lugar perfecto para hacerlo, sin embargo, no lo hago.
—Eres tan jodidamente fuerte. —Me aprieta la cintura, como siempre lo hace Es entonces que la enormidad de lo que hice me golpea. Le pedí que fuera al funeral de mi mamá, mientras la suya está muriendo. Miro en esa caja y vio a Denise, pero está aquí y me sostiene, este muchacho con el que sólo estoy durmiendo.
—Lo siento.
—No hay razón para que lo hagas. —Nick se encoge de hombros. Pero lo hago. Mi tía y mi tío llegan al coche. Están tomando lo de Nick mejor de lo que pensaba. No es que ellos son el tipo de flipar, pero nunca lo he mencionado. Ni siquiera les dije que iba a venir conmigo. Lo que me hace sentir mal. Ellos me amarían, si se los permito. Dolly me aleja de Nick y me abraza. Está llorando tanto que mi vestido se moja, pero aun así no la puedo apartar. Mi tío murmura algo a Nick y Nick responde. Todo el mundo está caminando hacia su coche y ahora sólo quiero alejarme. Quiero un minuto para mí misma el cual ni siquiera pude tener porque estamos compartiendo un coche con mi tía y tío. Nick y yo nos deslizamos por la parte trasera y ellos en el frente. Tratan una pequeña charla con Nick, preguntando sobre la universidad, cómo nos conocimos, cuánto tiempo hemos salido y dándole las gracias por haber venido. Él habla tan poco como sea posible. No es uno de esos chicos que es bueno con los padres de alguien, o en mi caso, mi tía y tío.
***
Por alguna razón, la casa se sentía como que si hubiera más gente aquí de la que había en el servicio. Divertido cómo esto sucede. Las personas que no puedan asistir a la parte triste quieren entrar cuando el vino es ofrecido gratuitamente y se parece más a una fiesta.
—Muéstrame tu habitación. —Viene detrás de mí con esa ronca, engreída voz que reconozco como Nick. Gracias a Dios. La gente habla y camina sin prestar atención a la única hija de la mujer muerta. Tal vez sea porque murió hace diez años y otras personas lo vieron venir, aunque yo no lo hice. Una vez que estamos subiendo las escaleras, mantengo mi dedo enganchado con el suyo y lo llevó a mi habitación.
—Santa mierda. Es... feliz aquí. —Oigo la risa en su voz.
—¿Qué hay de malo en querer felicidad? —le pregunto, mirando alrededor de la habitación. Las flores están pintadas en las paredes en la parte superior. Cada una de las cuatro paredes de un color diferente. Trofeos de danza y fotos de mi equipo de baile están por todas partes. Es perfecto, como siempre quería. Nick mira a la cama. 
—Es blanca —dice sonriendo.
—Supongo que eso significa que tienes buen gusto.— Se pasa de una pared a otra, buscando, disecando. No puedo dejar de preguntarme cómo se ve a través de sus ojos. Si la habitación se siente como yo o si él piensa que es una mentira.
—Tienes que ser buena, ¿eh? —Toca uno de los trofeos.
—Por supuesto.— Niega con la cabeza. 
—Por supuesto.— Y entonces se acerca a mí. Su boca se encuentra con la mía. En un beso gentil, lento y suave mientras su lengua se desliza entre mis labios. Le dejé guiar y lo seguí, porque ahora es más fácil que pensar en nada. Nick no deja de besarme. Nuestras lenguas se enredan y espera su turno, pero no se tarda más. Cuando se retira estoy jadeando. Mi corazón se acelera. Cada vez que me toca lo quiero más.
—No lloras, pequeña bailarina. —Su barbilla se apoya en la parte superior de mi cabeza mientras nos sostenemos el uno al otro.
—No, si puedo evitarlo.
—Está bien, ya sabes.
—Guau. ¿Está el tipo duro apunto de darme una charla enérgica? —Me siento como una perra al segundo que las palabras vienen, pero él no me llama en ello.
—No sé si enérgica es la palabra correcta. —Entonces se inclina más cerca—. Sólo sabes que puedes. No te lo diré. Podría no ser capaz de hacer mucho por ti, pero voy a guardar tus secretos.— Mi respiración queda atrapada. Es la cosa más increíble que me ha dicho. Que tal vez nadie jamás me ha dicho. Sin embargo, significa mucho más por venir de él.
—Yo…
—¿Miley? —La puerta se empuja abierta y Liam está allí. Nick se tensa contra mí.
—¿Hay alguna razón por la que estás entrando en mi dormitorio? — pregunto a Liam. Él no me está mirando, sin embargo. Sus ojos son duros en Nick. 
—Este es el servicio de su madre, si no te has dado cuenta. Podrías esperar para tomar ventaja de ella hasta más tarde, ¿no te parece?— Juro que sentí el cuerpo de Nick sobrecalentarse. 
—¿Celoso porque puedo cuidar de ella mejor que tú? No pasa nada, Chico bonito, he pateado tu culo más de una vez, es natural que robe tu chica también.— Las palabras de Nick se sintieron como una bofetada en mi cara. Sé que son sólo para hacer enojar a Liam, pero golpearon todos los botones dentro de mí que no me gustaba que presionaran.
—Vete a la mierda. —Liam dio un paso en la habitación y Nick se mueve hacia él.
—¿Perdón? No me robaste a nadie. —Estoy temblando ahora. Nick no se voltea a mirarme. Liam finge que no estoy allí.
—¿Por qué no te vas de aquí para que podamos terminar donde lo dejamos? —dice Nick—. No me siento a gusto jodiendo contigo hoy.— Hay un puño alrededor de mi garganta, apretando y apretando. No sé por
qué me estoy volviendo loca, pero odio las cosas que Nick está diciendo, odio que Liam este aquí y luego el ataúd, esa gran caja negra donde sus huesos están probablemente perdidos en destellos a través de mi cabeza. Jadeo. Nick y Liam son voces apagadas en el fondo. Me aparto de ellos, no queriendo dejarme perderlo. ¿Por qué tengo que perderlo? Mi visión se torna borrosa. No puedo recuperar el aliento. Huesos. Ataúd. Mis pies se enredan y luego los brazos están ahí. La puerta se cierra y yo estoy en el piso en el regazo de alguien.
—Shh. Está bien. Relájate. Estás bien. Estamos bien.— Una mano corre a través de mi pelo. Los labios contra mi frente.
—Estás bien. Lo jodí. No debería haber hecho esta mierda hoy. Toma una respiración profunda.— Lucho a través del pánico, siguiendo la voz de Nick. Encuentro sus ojos marrones. Sus labios tristes. Liam. Me esfuerzo por salir del agarre de Nick.
—Se ha ido. Cerré la puerta. Está bien.— Ahora estoy de vuelta en mí y el hechizo se rompe. Salgo de su regazo y me pongo de pie. Abro la boca para decirle que no me trate como a un juego de tira y afloja, pero me detiene. 
—No soy bueno en estas cosas. No hago estas cosas. Reacciono y eso es lo que hice. Era lo que no debía hacer.— No pude decir nada a su disculpa, porque sé que esto no se apuntó para venir pero está aquí y lo está haciendo y no es como que soy perfecta tampoco.
—No es tanto como dijiste. No lo vuelvas a hacer. —Enderezo mi ropa y peino mi pelo con los dedos—. Mejor nos vamos abajo.— Nick me detiene antes de que pueda alejarme. 
—¿Has tomado algo? ¿Para los ataques de pánico?— Niego con la cabeza. Ya no más. 
—No necesito medicación. Las he manejado desde hace años. Estaría bien si todo el mundo me dejara en paz.— Pero no estoy bien. Él no está bien tampoco. Lo hacemos a través del resto del día. Nick siempre está ahí, pero no nos tocamos. No es lo mismo como lo era antes de que enloqueciera. Cuando me detengo enfrente de su casa, me siento allí, no estando segura de qué hacer.
—Ven conmigo —dice. No preguntó y estoy muy agradecida por ello. Apago el coche y entro. Nos dirigimos directamente a la habitación de Nick.
—No me gusta este vestido —le digo cuando llegamos a su habitación. Abre su cajón y me lanza una camiseta. Estoy tan sorprendida que casi la pierdo. Nick comienza a desnudarse primero. Deja sus pantalones en una silla y luego la camisa. Me imagino que tengo que empezar a hacer lo mismo, así que saco
mi vestido, pantimedias y luego la camisa. ¿Qué estamos haciendo? Por lo general, él me desnuda, no me da ropa para vestir.
—Apaga la luz, ¿quieres? —dice antes de meterse en la cama en bóxer.
—Estás camuflado. ¿Cómo te encontraré? —me burlo de él y rompe en una sonrisa.
—No creo que puedas perderme.— Apago la luz y me meto en la cama usando mis bragas y la camiseta de Nick. Espero que me bese. O lame o muerda mi cuello. Le gusta usar su lengua y los dientes. En su lugar, me tira hacia él, de espalda a su pecho. El brazo se envuelve alrededor de mi cintura y se ajusta perfectamente allí.
—Lo jodí —dice de nuevo—. No debería haber hecho eso.— Sus palabras no son esperadas, pero de alguna manera son lo que necesito.
—Lo sé. Está bien. —Hago una pausa, y luego—: No puedo creer que se haya ido.— Nick me aprieta con más fuerza. Besando mi pelo. 
—Es más fácil de ocultar en la oscuridad... pero más fácil dejarse ir también.— Y sé que él se está escondiendo. No quiere que lo vea cuando dice cosas así. No puede ser tan cerrado. ¿Yo? Estoy dejándome ir. Finalmente, una lágrima resbala de mi ojo. La limpio y me duermo.
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asdfghjk miren la foto, es una nueva/vieja foto Niley, no se pero me dio mucha alegria.
Aby y Jeny si leen esto, gracias por matar mi esperanza de Niley ¡¡Odiosas!!

1 comentario:

  1. Esta buenisimo continua me encanta y yo siempre tengo la esperanza niley de que volveran porq siempre seran su amor verdadero sube pronto y espero la nueva nove en el otro ame el final :)

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