lunes, 9 de diciembre de 2013

Finding My Destiny - Niley - Cap 05



Nick
Miley salió caminando del apartamento de Demi sosteniendo dos tazas de café antes de que pudiera salir del coche. Abrí la puerta y salí del Range Rover. Llevaba el pelo suelto y colgando en su espalda. Me encantaba el estilo. Sus pantalones cortos apenas cubrían sus piernas y sería difícil concentrarme cuando estuviera sentada en mi coche. Se subirían hasta sus muslos. Alejé mis ojos de sus piernas y me encontré con su mirada fija. Estaba forzando una sonrisa.
—Te he traído un poco de café desde que saliste de la cama tan temprano por mí. Sé que despertar temprana no es lo tuyo. —Su voz era suave e insegura mientras hablaba. Iba a ser mi misión cambiar eso en este viaje por carretera. Quería que se sintiera cómoda conmigo de nuevo.
—Gracias —le contesté con una sonrisa que esperaba aliviara sus nervios mientras abría la puerta del lado del pasajero para ella. Había sido incapaz de dormir desde las tres de la mañana. Estaba ansioso. Estaba bastante seguro de que había pasado por dos ollas de café desde entonces. No estaba a punto de decirle eso, sin embargo. Ella me trajo café. Una verdadera sonrisa tiró de mis labios mientras cerraba la puerta y me dirigía de nuevo a mi lado. Ella sostenía su copa hasta cerca de su boca tomando pequeños sorbos cuando la miré. 
—Si quieres música, prometo que es todo tuya —le recordé. Ella no se movió, pero una sonrisa levantó las comisuras de sus labios.
—Gracias. Confía en mí, lo recuerdo. Estoy bien en este momento. Puedes escuchar algo si quieres. Tengo que despertar primero.— No me importa la radio. Sólo quería hablar con ella. Lo que hemos hablado no ha sido importante. Hablar con ella era todo lo que importaba.
—Entonces, ¿cuál es el plan? ¿Sabe Kyle que vamos a buscar tus cosas? —Le pregunté. Se removió en su asiento y me obligué a mantener los ojos en la carretera y no en sus piernas. 
—No. Quería explicarle a él y a su abuela, abuela Q, acerca de esto. También tengo que convencerlo de vender mi camioneta para mí y envíame el dinero. No regresará aquí de nuevo. Está en mal estado.— Su camioneta era vieja. La idea de que no estuviera dando vueltas en ella era un alivio. Sin embargo, no estaba loco por la idea de ella sin un vehículo. Cómo demonios se suponía que debía arreglar eso, no lo sabía. Nunca me recibiría un coche. Tal vez su camión podía arreglarse y hacerse seguro.
—Puedo tomarlo y llevarlo a revisar mientras que empacas. Puede que solo necesite que le hagan un par de cosas.— Ella suspiró. 
—Gracias, pero no te molestes. Kyle ya lo llevo a revisar. Lo arregló para que yo pudiera llegar a la ciudad, pero dijo que era un arreglo temporal. Necesita más trabajo de lo que puedo pagar.— Me aferré al volante fuertemente. La idea de que Kyle hubiese estado cuidando de ella me volvía loco. Odiaba que él hubiese sido el que cuidara su camión. Que fuese su familia quienes la ayudaron cuando más lo necesitaba. La mía le había jodido la vida. No estuve allí para ayudarla cuando llamara necesitando ayuda.
—¿Así que es Kyle y tú...? —¿Qué demonios estaba preguntando? ¿Eran qué? Mierda. No quería escuchar esto.
—Somos amigos, Nick. Lo hemos sido toda nuestra vida. Mis sentimientos hacia él no han cambiado.—Bajé mis manos del volante y pasé una de mis palmas sudorosas por mis vaqueros. Maldita sea, ella me volvía loco. Si iba a hacerla sentir cómoda conmigo de nuevo necesitaba calmarme. Empezaría conmigo no golpeando la mierda fuera de Kyle cuando lo viera. Antes de que pudiera decir nada más Miley se inclinó hacia delante y encendió la radio. Encontró una estación de radio country en satélite y luego se echó hacia atrás en su asiento y cerró los ojos. Había presionado demasiado. Fue su manera educada de pedirme que me calle. Podía darme por aludido. Treinta minutos de silencio pasaron antes de que mi teléfono sonara. El nombre de Sel apareció en la pantalla. El maldito IPhone estaba programado para el coche. Normalmente, esto era útil y hacia que tuviera las manos libres. Pero tener a Miley viendo el nombre de Sel no era bueno. No quería un recordatorio. Mi plan era hacer que este día estuviera libre de recuerdos. Hice clic en ignorar y la radio empezó a sonar de nuevo. No miré a Miley pero sentí sus ojos en mí. Fue muy difícil no encontrarme con su mirada.
—Podrías haber hablado con ella. Es tu hermana —dijo Miley tan suavemente que casi se perdió con la música.
— Lo es. Pero representa cosas que no quiero pensar hoy.— Miley no dejó de mirarme. Tomó toda mi fuerza para seguir casual. Detener el coche y girarme para enfrentarla y decirle lo importante que era y lo mucho que la amaba no era lo que necesitaba en estos momentos.
—Estoy mejor, Nick. He tenido tiempo para asimilarlo todo. Voy a ver a Sel en el club. Estoy preparada para eso. Me estás ayudando hoy. Podrías estar haciendo otra cosa que decidir tomarte el día para ayudarme. No quiero impedirte recibir las llamadas telefónicas de personas que te importan. No me voy a romper— Mierda. Esto en cuanto a dejarlo casual y fácil. Me acerqué a la orilla de la carretera y detuve el Rover en el parque. Mantuve mis manos para mí mismo, pero di toda mi atención a Miley. 
—Decidí tomarme el día de hoy porque no hay nada que prefiera hacer que estar cerca de ti. Estoy conduciendo porque soy un hombre desesperado que se llevará lo que sea que pueda obtener cuando se trata de ti. —Me rompí y extendí la mano para pasar mi pulgar sobre su mejilla y luego por su pelo sedoso que me había fascinado desde que había puesto los ojos en ella. 
—Haré cualquier cosa. Cualquier cosa, Miley, sólo para estar cerca de ti. No puedo pensar en nada más. No puedo concentrarme en nada. Así que no creas que me estás incomodando. Si me necesitas, estoy ahí. —Me detuve. Sonaba patético incluso para mis propios oídos. Dejando caer mi mano de su cabeza puse el Rover en marcha y me retiré a la carretera. Miley no dijo nada. No la culpo. Soné como un loco. Estaba probablemente asustada de mí ahora. Infiernos, yo lo estaría.

Miley
Mi corazón estaba latiendo tan fuerte que estaba segura de que él podía escucharlo. Esto había sido una mala idea. Estar cerca de él era tan confuso. Era fácil olvidar quien era él. Teniéndolo tocándome, incluso si era solo mi cara, me hizo sentir ganas de llorar. Quería más que eso. Lo extrañaba. Todo sobre él y estaría mintiendo si la idea de estar tan cerca de él todo el día no me había mantenido despierta la mayor parte de la noche. Nick encendió la radio cuando yo no dije nada. Debería decir algo después de eso, pero ¿qué? ¿Cómo respondo a eso que está causándonos más dolor? Decirle que lo extraño y lo quiero no haría las cosas más fáciles. Solo sería más duro. Esta vez cuando el teléfono sonó, la pantalla del ordenador en su coche destelló el nombre “Joe.” Nick presiono algún botón y luego recogió su celular.
—Hey— dijo en el teléfono. Por casualidad mire sobre él ya que su enfoque no estaba en mí. Las duras líneas de expresión en su cara me hicieron triste. No las quería ahí.
—Sí, Estamos en camino— respondió al teléfono —No creo que esa sea una buena idea. Voy a llamarte cuando regrese— Apretó su mandíbula y sabía que lo que sea que Joe le estaba diciendo estaba molestándolo. —Dije que no— gruñó y termino la llamada antes de tirarlo en su portavasos.
—¿Estas bien?— pregunte antes de poder pensar en ello. Tiro de su cabeza para mirarme. Fue como si estuviera sorprendido de que yo estaba hablándole 
—Uh, sí. Estoy bien— respondió en un tono más calmado, luego regreso los ojos a la carretera.— Espere unos minutos luego decidí decir algo sobre lo que me había dicho. Si no empezaba a hablar de esto con él siempre tendríamos este tonto silencio entre nosotros. Incluso si lo dejara en cuatro meses y nunca lo viera de nuevo… No, lo habría visto de nuevo. Tendría que hacerlo, ¿no te parece? ¿Podría realmente nunca decirle sobre este bebe? Empuje eso de vuelta. No había estado con el doctor aun. Cruzaría ese puente cuando lleguemos. Incluso si había vomitado otra vez esta mañana cuando abrí el compactador de basura y conseguí un olorcillo del pescado frito que Jace había arrojado la noche anterior. No era normalmente tan sensible. El té de jengibre caliente que había estado bebiendo cuando Nick me recogió había ayudado a aliviar mi estómago. Podría pretender que la prueba de embarazo estaba mal o afrontar la verdad.
—Sobre lo que dijiste, yo, uh, realmente no sabía cómo responder a eso. Quiero decir, se lo que siento y como deseo que las cosas fueran diferentes pero no lo son. Yo quiero que nosotros… quiero que nosotros encontremos una forma de ser amigos… quizá. No lo sé. Eso suena tan flojo. Después de todo —Me detuve porque mi intento de hablar con él sonaba como un enmarañado lio. ¿Cómo podríamos ser amigos? Eso había sido como todo esto empezó y aquí estaba yo enamorada y embarazada de un hombre con el que no podía construir un futuro.
—Voy a ser lo que sea que tú me permitas ser, Miley. Solo no me dejes fuera de nuevo. Por favor— Asentí. Esta bien. Le daría tiempo a esta cosa de amigos. Luego… luego le diría sobre él bebe. Él iba correr como el infierno o querer ser parte de la vida de nuestro bebe. De cualquier forma necesitaba tiempo para prepararme. Porque no dejaría a mi hijo tener algo que ver con esta familia, nunca. Eso estaba fuera de cuestión. Odiaba a los mentirosos… pero estaba a punto de volverme una por un tiempo. Esta vez era yo la que tenía un secreto que mantener.
—Ok— respondí pero no dije más. Mis ojos estaban volviéndose pesados y la falta de sueño de la noche anterior y el hecho de que no puedo beber cafeína para despertarme estaban llegando a mí. Cerré mis ojos.
—Tranquila, dulce Miley. Tu cabeza esta cayendo y vas a tener un infierno de calambre en el cuello. Estoy tendiendo tu asiento trasero— un profundo susurro le hizo cosquillas a mi oído y me estremecí. Gire hacia ella pero estaba tan adormecida que no pude despertar completamente. Algo suave rozó mis labios y luego caí de nuevo en mis sueños.
—Necesitas despertar, dormilona. Estoy aquí pero no tengo idea de dónde ir— La voz de Nick acompañada de su mano apretando suavemente mi brazo me despertó. Me frote los ojos y los abrí. Estaba acostada. Mire a Nick y sonrió.
—No podía dejarte alzar tu cuello. Además, estabas durmiendo con tanta fuerza que quería que estés cómoda.— Se desabrocho y se inclinó para jugar con un botón en el lado de mi asiento. Poco a poco se echó para atrás y pude ver el semáforo en Tennessee, Nashville delante de mí.
—Lo siento. Dormí todo el camino. Tuvo que ser un viaje aburrido—
—Tengo el control de la radio así que no fue un fracaso— Nick respondió con una sonrisa y luego miro de regreso al semáforo —¿A dónde voy desde aquí?-
—Derecho hasta que veas el gran cartel de madera que está pintado de rojo que dice “Productos frescos y leña para la venta” y luego gira a la izquierda. Sera la tercera casa a la derecha pero es sobre un kilómetro y medio por ese camino. La carretera se volverá grava después de aproximadamente un cuarto de milla— Nick siguió mis indicaciones y no dijimos mucho. Estaba aún despertando y mi estómago se sentía mareado. No había comido aun y sabía que ese era el problema. Tenía las galletas de soda en mi bolso que Demi me había dado pero estallar una de esas en mi boca en frente de Nick era una mala idea. Las galletas eran un regalo importante. En el momento en el que nos detuvimos en la entrada de la abuela Q yo había roto en un sudor frio. Estaría enferma si no comía algo. Abrí la puerta para salir antes de que Nick pudiera ver mi rostro. Estaba probablemente verde o pálida por lo menos.
—¿Quieres que vaya contigo o es mejor si me quedo aquí?— Pregunto
—Oh, um… quizá deberías quedarte aquí— respondí. El camión de Kyle estaba aquí así que eso significaba que probablemente era demasiado. No quería que Nick y Kyle se metieran en más peleas. Tampoco confiaba en Kyle para mantener su boca cerrada sobre la prueba de embarazo. Cerré la puerta del coche y me dirigí a la casa. Kyle abrió la mosquitera y salió antes de que incluso llegara al último escalón. Su rostro era una mezcla de preocupación e ira. 
—¿Por qué estás aquí? Él te trajo a casa, ahora puede irse— Kyle gruño, mirando más allá de mí hacia Nick. Si, fue una verdadera buena idea de Nick mantenerse en el coche. Mi estómago se enrollo y luche contra las náuseas.
—Porque él me está dando un paseo. Cálmate, Kyle. No tienes que pelear con él. Tú eres mi amigo. Él es mi amigo. Vamos adentro. Necesito recoger mis cosas— Kyle dio un paso atrás y me dejó pasar luego me siguió dentro dejando que el mosquitero se cierre detrás de él.
—¿Qué quieres decir con que vas a regresar con él? ¿La prueba resulto positiva? ¿Corriste de regreso a él incluso aunque rompió tu corazón tan mal que llegaste aquí hace tres semanas hecha un lio? Yo voy a cuidar de ti Miley. Sabes eso— Levante mis manos para detenerlo 
—Esto no se trata de mi estando embarazada, Kyle. Él es un amigo que me dio un paseo. Si, fuimos más antes… cosas pasaron pero ahora no lo somos. No estoy corriendo a él. Estoy consiguiendo mi trabajo de vuelta en Rosemary y viviendo con Demi por un tiempo. Luego iré a algún lugar más y empezare de nuevo. Yo solo no me puedo quedar aquí.
—¿Por qué no puedes quedarte aquí? Demonios Miley. Me casare contigo hoy. Sin hacer preguntas. Te amo. Más que la vida. Tienes que saber eso. Metí la pata cuando estábamos más jóvenes y esa cosa con Callie, ella no significa nada. Ella es solo una chica que me distrae. Tú eres todo lo que yo quiero. He estado diciéndote eso por años. Por favor escúchame— Él estaba suplicando.
—Kyle detén esto. Tú eres mi amigo. Lo que nosotros teníamos murió hace mucho tiempo. Entre en el momento en el que le estabas haciendo cosas que no deberías a otra chica. Esa noche todo cambio. Te quiero pero no estoy enamorada de ti y nunca lo estaré de nuevo. Necesito hacer las maletas y seguir con mi vida— Kyle golpeó su mano contra la pared 
—¡No digas eso! No ha terminado. No puedes solo salir por tu cuenta. No es seguro— Hizo una pausa—¿estas embarazada?— pregunto No respondí. En su lugar regrese a la habitación en la que había estado viviendo mientras estaba aquí y comencé a empacar mi maleta 
—Lo estas— dijo, siguiéndome a la habitación. No respondí. Estaba enfocada en mis cosas. 
—¿Él lo sabe? ¿El hijo de la estrella de rock va a tomar la responsabilidad? Está mintiendo M. El bebe llegara aquí y él va a correr. No va a ser capaz de manejarlo. Un bebe no encaja en su vida. Sabes eso. Infiernos, el mundo sabe eso. Bien podría ser una estrella de rock el mismo. Vi su casa en la playa. Eso no es alguien que estará ahí cuando las cosas se pongan difíciles. Ellos no aguantan. Puede que lo haya jodido pero no voy a correr. Siempre voy a estar aquí.— Me di la vuelta 
—Él no lo sabe, ok. No estoy segura de que si quiera se lo diré. No quiero a alguien que me salve. Yo puedo hacer esto. No estoy indefensa.— Empezó a abrir la boca para discutir cuando abuela Q entro a la habitación. No me había dado cuenta de que ella estaba aquí.
—Para de rogarle, Kyle. Has hecho tu cama hijo, ve a acostarte en ella. Ella siguió su camino. Su corazón ha seguido adelante. Termino mostrándonos a todos que puede ir a la escuela y cuidar a su mamá enferma y de sí misma.— Ella miro de Kyle a mí y una sonrisa triste toco sus labios.
—Rompe mi corazón que tengas otro obstáculo como este para saltar tan joven y esta habitación es tuya si lo necesitas. Pero si estas fijando una salida entonces bendigo eso también. Solo estés a salvo— Ella caminó más y me atrajo en un abrazo. —Te quiero como si fueras mía. Siempre lo he hecho— susurro en mi cabello. Lagrimas picaron mis ojos. 
—Te amo igual— Se apartó e inhalo. 
—Mantente en contacto— dijo y comenzó a salir luego miro de vuelta a mí —Cada hombre merece saber que tiene un bebe. Incluso si no va a ser parte de su vida, él necesita saber sobre ello. Solo mantén eso en mente— Salió de la habitación dejándonos a Kyle y a mí, solos de nuevo. Puse lo último de mis cosas en mi maleta y cerré la cremallera. Agarrando la manija. Lo recogí. Mis nauseas se habían vuelto peores. Cubrí mi boca con una mano.
—Mierda M. no puedes hacer eso. Dámelo. No se supone que recojas cosas pesadas. Ves, no puedes hacer esto. ¿Quién va a asegurarse de cuidarte o tu misma lo harás?— El mejor amigo que he tenido en toda mi vida estaba de vuelta y el chico loco que pensó que estaba enamorado y listo para sacrificar su vida se había ido. —Le dije a Demi. Ella sabe y yo soy cuidadosa. No estaba pensando. Todo esto es nuevo para mí. Y creo que me voy a enfermar.
—¿Qué puedo hacer?— pregunto con una mirada de pánico en su cara.
—Galletas ayudarían— Dejó la maleta en el piso y salió corriendo de la habitación para conseguirme galletas. Estaba de regreso en menos de un minuto con una caja de galletas saladas y un vaso. 
—Abuela Q te escucho. Ya tenía la caja fuera y un vaso de ginger ale servido. Dijo que el ale calmaría tu estomago.
—Gracias— respondí y me senté en la cama para comer la galleta y beber el ginger ale. Ninguno de los dos hablo. Mis nauseas empezaron a ceder lejos y había aprendido de la experiencia de dejar de comer entonces. Demasiado y estaría viéndolo de nuevo. Poniéndome de pie, le entregue la caja y el vaso a Kyle.
—Solo déjalo abajo. Lo buscare después— Recogió mi maleta. —Dame esa caja también. No puedes llevarlo— dijo recogiendo la caja de cosas que había desempacado de mi último movimiento. Levante la última pequeña bolsa en mi brazo y me dirigí a la puerta sin otra palabra. Lo seguí rezando para que no haga algo estúpido cuando viera a Nick. Llegamos al mosquitero que da al porche y se detuvo. Poniendo la maleta en el piso se dio la vuelta para mirarme.
—No tienes que ir con él. Te dije que puedo arreglar esto. Tú me tienes, M. Siempre me has tenido— Kyle creía en lo que estaba diciendo. Lo podía ver en su cara. Pero yo no. Si necesitaba un amigo, Kyle estaría ahí pero él no era salvador de nadie. Yo no necesitaba uno de todas formas. Me tenía a misma. Levante mi bolsa más arriba de mi hombro y pensé cuidadosamente como explicarle esto una vez más. Había tratado todo. No entendería la verdad. Sacando a relucir como él me había fallado cuando mi mamá estaba enferma y yo estaba tan sola solo le haría daño. 
—Necesito hacer esto— Kyle dejó escapar un gruñido de frustración y se pasó una mano por su cabello.
—Tu no confías en mi para cuidarte. Eso duele malditamente mucho— Él dejó escapar una risa derrotada. —Pero entonces, ¿Por qué deberías? Te falle antes. Con tu mamá… yo era un niño, M. ¿Cuantas veces tengo que decirte que las cosas son diferentes ahora? Se lo que quiero. Yo… Dios, M, yo te quiero. Siempre has sido tu— Un nudo se formó en mi garganta. No porque lo amaba si no porque me preocupaba por él. Kyle fue una gran parte de mi vida. Él había estado tanto tiempo como podía recordar. Cerré la distancia entre nosotros y alcance su mano. 
—Por favor entiende. Esto es algo que tengo que hacer. Tengo que afrontar esto. Déjame ir.— Kyle dejó escapar un cansado suspiro. 
—Siempre estoy dejándote ir, M. me has pedido eso antes. Sigo tratando pero eso poco a poco está destruyéndome— Un día me agradecerá por dejarlo. 
—Lo siento Kyle. Pero necesito irme. Está esperándome.— Kyle recogió la maleta y abrió el mosquitero con su hombro. Nick se apresuró a salir del Rover tan pronto como nos vio. —No le digas nada, Kyle— susurre Kyle asintió y lo seguí por las escaleras. Nick nos encontró en la parte inferior y me miró. 
—¿Son todas tus cosas?— Preguntó.
—Si.— respondí. Kyle no hizo movimiento de darle la maleta y la caja. Un musculo en la mandíbula de Nick salto y sabía que él estaba tratando duro de ser bueno.
—Dale la maleta, Kyle— dije, dándole un codazo en la espalda. Kyle suspiró y le entregó la caja y la maleta a Nick quien los tomo y se dirigió hacia el Rover.
—Necesitas decirle— Kyle murmuró cuando él se dio vuelta para mirarme.
—Lo haré, con el tiempo. Tengo que pensar en ello.— Kyle miró más allá de mí hacia mi camión. 
—¿Dejas tu camión?-
—Tenía la esperanza de que puedas sacarlo del taller y ponerle un cartel de venta. Tal vez consiga mil por ella. Entonces tu puedes quedarte con la mitad y enviarme la otra mitad— Kyle frunció el ceño. 
—Voy a vender el camión, M, pero no estoy tomando nada de dinero. Enviaré a todo— No discutí con él. Necesitaba ser capaz de hacer esto y lo deje. 
—Está bien, está bien. Pero, ¿podrías darle a la abuela Q algo de ello por lo menos? Por dejar que me quede aquí y todo eso— Las cejas de Kyle se dispararon. 
—¿Quieres que mi abuela monte su culo a Rosemary para broncear su piel?— Sonriendo, cerré la distancia entre nosotros y aferrándome a sus hombros me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla. 
—Gracias por todo— le susurré.
—Puedes volver si me necesitas. Siempre— su voz se quebró y supe que tenía que irme. Di un paso atrás y asentí con la cabeza antes de caminar hacia el Rover. Nick tenía la puerta abierta del lado del pasajero cuando llegué allí y la cerró detrás de mí. Vi como él miró a Kyle antes de ir a su lado. Yo estaba realmente haciendo esto. Dejando de lado lo que estaba a salvo y tomando el primer paso para encontrar mi lugar en el mundo.

Dany

1 comentario:

  1. Haaaaaaaa pobre kyle siento pena por el :/ esta super buena la novela♡ sube prontoooooooo

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