viernes, 16 de mayo de 2014

Falling Apart - Niley - Cap 04


No hago cosas por compasión. No sé, u honestamente me importa una mierda, si esa chica está siendo seria sobre lo que me preguntó, pero puedo decir que ofrecer ayuda no va conmigo. Aunque la verdad, el dinero estaría bien. Sería de ayuda. De todos modos, no es como que jugaría a algún estúpido juego con ella. Tengo demasiada mierda como para agregar a una princesa consentida a la pila. Incluso si es caliente como el infierno. Siempre he estado interesado en chicas con cabello claro. Su piel es suave, con un tono marrón y piernas que son cortas, pero firmes. Definitivamente puedo imaginarlas alrededor de mi cintura. Por suerte para mí, habló y lo arruinó. 
Cosas por compasión no es lo único que no hago. Las princesas también están en lo alto de mi lista. Aunque si estaba en lo cierto, se sentiría bien pegarle al Chico Bonito. De nuevo. Odio a los imbéciles como él, que se creen que son los dueños del puto mundo y que pueden obtener lo que quieran. Es un matón y odio a la gente que exhibe sus cualidades así. Así que le mostré cómo se siente ser molestado así. Camino por la calle lanzando una mirada sobre mi hombro. La princesa está alejándose, sus caderas balanceándose de un lado a otro mientras se va. Sabe lo sexy que es. Nop. Esta chica no es alguien con quien quiera meterme. Mi móvil suena. Es Joe así que contesto, sabiendo que probablemente tiene algo entre manos que necesito. 
—Hola.
—Hola, tío. ¿Qué hay?
—Nada. Sólo saliendo de la escuela y dirigiéndome a casa.
—¿Tienes algo?— Mi estómago se tensa tras su pregunta. Sí, siempre he sabido que no debería meterme en mierdas, pero nunca vi esto. Esto mataría a mamá. 
—Depende de cuánto necesites. —Sólo hago negocios con marihuana así que no hay necesidad de preguntar qué quiere.
—Un octavo. Es para un amigo que pasó por aquí.
—Estamos bien. Estaré ahí en un rato —le digo. Cuelgo, preguntándome si fue así como las cosas comenzaron para mi padre. Si sólo lo hizo para ayudar, pero se le fue de las manos. Nah. No él. Odio a ese idiota. Siempre estaba decepcionando a mamá. No puedo ser así. No puedo.

Al día siguiente, aún no puedo superar lo del Chico Tatuado. Quiero decir, ¿cuál es su problema? No le hice nada. Incluso si no quiere seguir con eso, no tenía que ser tan idiota al respecto. Siempre los más calientes son idiotas. Solía pensar que Liam era la excepción. Obviamente estaba equivocada. Mi corazón está latiendo cerca de millones de kilómetros por hora mientras me preparo para ir a clase. Con Liam. Y si no recuerdo mal, la pelirroja, a quien nunca le pongo mucha atención, pero ahora lo haré. Preferiría que mi corazón no latiera del todo si eso no significara que estaba bueno, muerta. Pero puedo sentir que mi control se resbala. 
Siento que estoy entrando en pánico. De nuevo. Por eso es que odio a Liam. Finalmente tengo el control que necesito y él me lo está quitando. Me hace sentir como que voy a tener una crisis nerviosa. Eso no es algo que voy a dejar que pase. No voy a enloquecer. Cuando levanto mi cepillo hacia mi cabello, mis manos están temblando. Temblando. Contrólate, Miley. Me concentro en pasar mi cepillo a través de mi cabello color rubio. Me recuerda a la miel, lo cual me trae un recuerdo de mamá flotando en la superficie. Ella amaba la miel. Recuerdo una época en la que cenamos eso durante tres días seguidos. Luchando contra esos pensamientos, me cepillo de nuevo, dejando que se me quite el temblor de mis manos. Ese es un recuerdo que no me importa dejar que derive a la superficie, por unos pocos segundos al menos. Mamá siempre solía cepillarme el cabello y a mí me encantaba. Me hacía sentir querida cuando era todo lo contrario. La puerta de mi dormitorio se abre y Denika entra. Me mira rápidamente antes de decir
—: Te ves bien. No me digas que te arreglaste así para tu ex. — Camina junto a mí y se tira en la cama.
—Umm, ¿gracias? —No estoy segura de qué más decir.
—Mierda. ¿No me digas que vas a ser así? No te estreses porque te dije que me gustan las chicas y luego te dije que te ves bien.
—¿Qué? —Me di vuelta. Ni siquiera había pensado en eso—. Ni siquiera pensé en eso, muchas gracias. Es sólo que no entiendo por qué piensas que me arreglé. —Mire mi mini-falda y mis zapatos de cuña. La falda es púrpura y mi blusa es blanca. No estoy segura qué es lo arreglado en eso.
—¿Te vistes así todos los días?
—¿Por qué no habría de hacerlo? —Me encanta mi ropa. Amo tenerla. No siempre la tuve. Denika se encoge de hombros, pero puedo verla mirándome. Su nariz está arrugada y apuesto a que ella no lo sabe. Quiero decirle que ella no sabe cómo es pasar de no tener nada a tenerlo todo. Usar la misma cosa por días y luego tener tanta ropa para escoger que ya perdí la cuenta. 
—No hay nada malo con querer verse bien.— Ella niega con su cabeza con cabello negro con una mecha rubia pero piensa que soy ridícula. Estoy a punto de decirle dónde puede metérselo cuando dice—: Hay una fiesta esta noche. Se supone que va a ser una buena fiesta. Estás invitada a venir con Verónica y conmigo.
—Oh…umm… —La verdad es que no estoy segura de si puedo ir a una fiesta sin Liam. Siempre me pongo un poco nerviosa en ellas. Ya lo superé, porque eso es lo que hago, pero también estoy cerca de tener ataques de pánico de nuevo. Liam ni siquiera sabe que los tengo, ha pasado mucho tiempo, pero aún
parece que no puedo detener a mis dedos de curvarse y mi pecho de sentirse apretado. Eso no es todo. Odio admitirlo, incluso a mí misma, pero ¿y si él está allí con ella? ¿Seré capaz de manejarlo? Y… realmente tampoco conozco a Denika. ¿Y si no nos llevamos bien? ¿Y si me dejan? No quiero estar sola. No puedo.
—Sólo es una oferta. No tienes que hiperventilarte.— Me aparto de ella, ocupándome a mí misma con el maquillaje. Estoy respirando con dificultad. No puedo creer que me estoy poniendo tan nerviosa por esto.
"—Te ayudaré a encontrar a tu mamá"—Justo como lo hicieron todos estos años. Mis ojos comenzaron a picar. Gotas líquidas sobre el borde, pero esta vez están coloreadas con maquillaje.
—Oye, ¿estás bien?— Me concentro en mis palabras mientras hablo. 
—Sí. Bien. Es sólo que me puncé un ojo.— Hago todo lo posible por tratar de luchar contra esto. Ya lo superé. Superado. La nueva Miley quien no tiene un pasado tan jodido.
—No puedo ir a la fiesta esta noche. Olvidé que tengo planes.— Odio aún más a Liam por desenterrar mi pasado. Tal vez debería odiarme a mí por dejar que se deslizara de vuelta, sólo por un chico. O tal vez nunca se había ido en primer lugar.
***
Entro a clase justo antes de que comience. Mi cabeza está volando, no hay señales de las lágrimas que traté de ahogar antes. Ya lo superé. Liam, Maxine o cualquier otra persona no valen la pena como para convertirme en la chica asustada y sola que fui cuando mamá me dejó. No me permitiré ser a la que dejan atrás de nuevo. Llevo a mis ojos a mirar el salón. No de una manera necesitada, si no de forma indiferente, de una forma me-vale-una-mierda. Encuentro la mirada de Liam a través del salón y no miro a otro lado. Me da una pequeña sonrisa, que no devuelvo, antes de apartar la mirada. Me siento recta, las manos temblando en mi regazo orgullosa de que no me estoy desmoronando. Todo cocido fuertemente de la manera en la que debo ser.
***
Me tomo mi tiempo guardando mis cosas cuando la clase ha terminado. No porque soy débil y porque no puedo manejar el ver a Liam y la pelirroja. Lo que sea. Ya los supere, pero estoy cansada por la falta de sueño y no voy a ser la chica quien tiene que correr fuera de la clase así no se encuentra con ellos. La escucho reír y me estremezco, accidentalmente golpeando mis cosas al suelo. Genial. Para el momento que junto mis cosas, el largo salón está vacío excepto por mi profesor quien no está prestándome atención. Salgo del salón y doy un paso hacia el pasillo lleno. 
Gente cargando libros, cafés, saludándose a mi alrededor como si yo no estuviera aquí. Mi estómago de pronto me duele. Doy la vuelta, lista para ir hacia mi siguiente clase cuando los veo. Liam y la pelirroja. Él la tiene contra la pared, sus labios en los suyos y sus caderas moviéndose hacia ella. Sí. Justo allí para que el mundo lo vea. Quiero vomitar. El idiota me ha estado llamando sin parar, dejándome correos de voz, ¿y está besándose justo en frente de mí? ¿Quién diablos es este chico?
—No llores, Princesa. Ya sabes lo que dicen. Tienes que besar a muchos sapos antes de encontrar a tu príncipe.— Reconozco la voz del Chico Tatuado de inmediato. Me vuelvo hacia él para decirle dónde se lo puede meter, pero ya está alejándose de mí. Que se pudra. Que se pudra Liam. Y que se pudra cualquier otro que trate de empujarme a un lado. Estoy bien por mi cuenta. Voy a ir a esa fiesta esta noche y les voy a probar que se equivocan.

1 comentario:

  1. genial el siguiente porfi que pasara con Liam y Nick animo Miley eres la mejor besitos

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