martes, 20 de mayo de 2014

Falling Apart - Niley - Cap 05


Cuando Joe dijo que los chicos de la fraternidad iban a dar una fiesta, definitivamente me apunté. Colarse en fiestas de maricones siempre es divertido. Además, es una buena oportunidad para hacer dinero. Los chicos de la fraternidad son algunos de mis mejores clientes. No olvidemos también que puedo conocer chicas, las dos cosas más altas en mi lista. Antes de ir allí, paso por la casa de mamá. Sonaba como la mierda cuando
hablé con ella por teléfono hoy. Tengo un nudo en el estómago cada vez que pienso en verla y luego me siento como un cobarde porque soy su hijo y ella se está muriendo. Debería ser capaz de manejarlo mejor que eso. Por ella. Por alguna razón, mi corazón martillea cuando me paro dentro del departamento. Paso una mano por mi cabello, lo cual me molesta como la mierda. Odio los hábitos nerviosos como ese.
—Está durmiendo, Nicholas—dice Maggie desde la cocina. Me doy la vuelta y me dirijo hacia ella.
—¿Cómo está? ¿Cómo le fue en su cita hoy?— Maggie suspira. Su cabello gris está recogido en un moño que desaparece cuando se da la vuelta para enfrentarme.
—Le han añadido otra medicación. Es más fuerte, para ayudar con las náuseas y los vómitos. También más medicamentos para el dolor.— Me apoyo en la mesa.
—Joder.
—¿Besas a tu madre con esa boca?—Sé que está tratando de hacerme sonreír, pero no puedo hacerlo ahora mismo.
—No estoy de humor, Maggie.— Ella camina hacia mí, una mirada triste en sus ojos oscuros. Sé que esto es casi tan difícil para ella como lo es para mí. Es la mejor amiga que mamá jamás ha tenido.
—¿Cuánto, Maggie?
—No quieres saberlo, Nicholas. Y el alquiler es en dos semanas. Sabes que siempre aumentan la renta cuando es hora de firmar un nuevo contrato. Hospicio se hará cargo de las medicinas, yo estoy más preocupada por el alquiler y las facturas.— ¿Va a necesitar un nuevo contrato? Tan pronto como el pensamiento pasa por mi mente, me siento como el imbécil más grande del mundo. Lo hará. Tiene que hacerlo.
—Joder —Lanzo otra vez. ¿Alguna vez se detiene todo esto? Jesús, no ha hecho nada más que hacer lo mejor que pudo durante toda su vida. Ha estado allí para mí, trabajó como una esclava cuando podría haberme dejado tranquilamente como lo hizo papá. Ella no lo hizo. No lo hizo cuando papá salía y entraba de la cárcel. No lo hizo cuando comíamos fideos instantáneos Top Ramen todos los días. ¿Este es el pago que recibe?
—Tomaré unas horas más. Tal vez haré unos trabajos ocasionales o algo así —Maggie toca mi mano y digo—: Debería haberme ido. Estuve perdiendo el tiempo en una estúpida clase hoy y debería haber estado con ella.
—Sabes que ella quiere que estés en la clase. Vas a vivir sus sueños y eso es lo que le importa.— No contesto a eso, pero digo
—: Voy a entrar a verla.— Camino hasta la habitación de mamá. Está tendida en la cama tan quieta, pálida como un fantasma. Mi corazón cae en algún lugar a mis pies. Mierda santa, parece muerta. No puede estar jodidamente muerta, ¿verdad?
—¿Alguna vez te han dicho que es de mala educación mirar fijamente a alguien? —Los ojos de mamá aletearon al abrirse. Dejo escapar un suspiro pesado. —Mi mamá intentó enseñarme modales, pero no se me pegaron muy bien —bromeo mientras entro al cuarto.
—Sí lo hicieron. Sólo te gusta hacer de cuenta que no.— Pongo una silla al lado de su cama. Es tan diferente cuando saben que estás muriendo y no pueden hacer nada acerca de eso. Ningún hospital. Todo lo que queda hacer es esperar. Y medicarte. Siempre medicarte.
—¿Cómo te sientes? —No estoy de humor para fingir estar feliz.
—Feliz de ver a mi hijo. ¿Qué vas a hacer esta noche? ¿Tienes grandes planes con tus amigos? —Hay una pequeña sonrisa en sus labios, pero están secos. Demasiado secos. Levanto la copa de al lado de su cama.
—Déjame darte algo para tomar. — Pongo la pajilla en su boca, pero ella niega con la cabeza y sus temblorosas manos agarran el vaso.
—Puedo hacerlo, Nicholas. No me gusta que te ocupes de mí.— Alguien debería. Ella se lo merece. No es como si ella no lo hubiera hecho por los demás.
—Pensé que podría quedarme contigo esta noche. Tal vez ver una película o algo.— Mamá toma un pequeño sorbo y yo agarro la copa, poniéndola de vuelta en la mesa de noche. 
—No te vas a quedar conmigo esta noche. Sal a divertirte.Todavía estaré aquí mañana.— Tal vez.
—No pasa nada —miento.
—Mentiroso —Me lanza ella y su actitud me hace sonreír—. Estás cubierto en demasiada tinta —Desliza su frágil dedo por mi brazo—. Eres demasiado guapo como para estar tan cubierto —Abro la boca para responder, pero ella me interrumpe—. Sal esta noche. Estaré bien. Quiero que te diviertas. Si intentas quedarte, haré que Maggie te eche.— La conozco lo suficientemente bien como para saber que no está bromeando.
—Mamá...
—Nicholas...— Sacudo la cabeza hacia ella. 
—Te amo. Descansa un poco, ¿de acuerdo? — Me pongo de pie. Mamá sonríe y hace que el nudo en mi garganta se multiplique. Aún así, la escucho y me voy.
***
Dos barriles se encuentran en la sala de estar, ambos con filas detrás de ellos, pero en una fila, todos tienen vasos y en la otra, están jugando a Keg Stand. Joe está rebotando sobre sus talones a mi lado, su cabello colgando por sus ojos.
—Estoy listo para comenzar mi fiesta. Encuéntrame una chica rica o dos con las que lidiar.—Intento reírme hacia él. 
—¿Múltiples, ahora?
—Hay una primera vez para todo —Joe extiende su puño y yo lo golpeo.
—Necesito un trago. —Nos encaminamos a través de la habitación. Tengo un frasco en el bolsillo, pero preferiría tomar su mierda antes que la mía. La cocina es nuestra primera parada. La heladera está llena de todo lo que pudiéramos querer tomar. Botellas en mano, volvemos hacia la sala de estar. Mis ojos escanean la habitación buscando, mierda, ni siquiera sé qué. Entonces es cuando veo a Princesa entrar con otras dos chicas. Están agarradas de las manos y uno se daría cuenta que Princesa estaba intentando mantener distancia de ellas. Obviamente no quiere que se sepa que está aquí con ellas, pero entonces no puedo evitar preguntarme por qué está aquí.
Los signos de dólar aparecen en mi cabeza mientras ella camina a través de la habitación, su cabeza alta con esas delgadas piernas. Su falda es corta. Su oscuro cabello está corto y liso, pero de alguna manera pareciera como si hubiese pasado horas en eso. Sea la mierda que sea, es hermosa. Y me ofreció dinero que probablemente me ayudaría a pagar por la mierda de mamá. La renta. Todo lo demás. Infiernos, no. ¿Qué demonios estoy pensando? No podía seguir con eso. Ella me irritaría hasta joderme.
—¿A qué estás mirando, hombre? —pregunta Joe. Señalo con mi cabeza hacia Princesa—. Gu-au.
—No jodas. Sin embargo, es una niña mimada. Estaba con este chico de la fraternidad con el que nos metimos.
—¿Liam o cómo diablos se llamara?
—Sip.— Lo cual es otra razón por la cual no puedo lidiar con ella. Tengo demasiado en mi plato como para lidiar con una princesa malcriada y su despreciable ex.
—Joder, odio a ese tipo —grita Joe. Ambos lo hacemos. Princesa se va y yo me olvido de ella. La botella está en mi mano, pero no he tomado un trago. No sé qué diablos va mal conmigo, pero no estoy de humor para eso. No pasa mucho tiempo antes de que Joe se vaya con una chica. Me estoy preguntando si debería hacer lo mismo para alejar mi mente de las cosas, cada vez que alguien viene a mí, sigo rechazándolas. Vago por el lugar por una hora hablando con la gente antes de estar harto de todo esto. Me dirijo afuera cuando veo a Princesa sin sus dos amigas, pero con el idiota de Liam. Mis manos se aprietan en un puño. Jesús, se sentiría bien pegarle. Pegarle a algo, a lo que sea, para ver si me saca algo del dolor. En lugar de eso, evito la esquina y me pregunto qué demonios se ha metido en mí.
—Vamos, nena. Sabes que te amo. Sólo estaba jugando con Maxine. Tú eres la que quiero.
—Entonces no deberías haber jugado con ella. Lo arruinaste, Liam y yo ya lo superé.— Ah, así que ella ya debió haber encontrado a su falso novio. O tiene uno real. No puedo creer que ella quiera poner tan celoso a este imbécil que iría allí.
—Lo siento. Maldita sea, te ves sexy esta noche.— Mis manos vuelven a cerrarse en puños. Incluso si no odiara al tipo, se habría merecido que la mierda fuera eliminada de un puño en este mismo momento.
—Demasiado mal para ti. Puedes mirar, pero ya no puedes tocar.— Estoy sorprendido de lo que la princesa tiene en ella. La mayoría de las chicas caerían por cualquier cosa que él dijera, pero ella está parándose por sí misma.
—Miley. No seas así.
—Yo... —comienza, pero luego es interrumpida y se oye un sonido ahogado. Vuelvo a mirar por la esquina y él la está besando. Parece que ella no se mantuvo en sus trece por mucho tiempo. Estoy a punto de irme, cuando veo que ella está tratando de alejarlo. Jodido cabrón. Se va a sentir bien golpear a este tipo. Me dirijo a ellos. No llego muy lejos antes de que ella esté alejándose de él de un tirón y un grupo de gente llega por la esquina más cercana a ellos.
—Liam, ¿qué estás haciendo? —Dice alguna pelirroja. Está rodeada por más chicos de fraternidad.
—Sólo teniendo una charla con Miley. Tenemos unas cosas que resolver.— La chica de cabello rojo sonríe. 
—Veo que dejaste a tus amigas atrás. ¿De eso estabas hablando? ¿Estás jugando para el otro equipo ahora?— Rodar los ojos es algo estúpido de hacer, pero lo hago de todas formas. ¿Es lo mejor que se le puede ocurrir?
—No, en realidad, estaba intentando evitar que tu novio me besara.— No puedo evitarlo. Río. Princesa tiene pelotas.
—¡Qué demonios, Miley! —dice Liam. Sus amigos están todos riendo. La pelirroja tiene el ceño fruncido. Y puedo ver la tensión en el cuerpo de Princesa.
—Sabes que no fue así como ocurrió —añade Liam—. Maxine, no intenté besarla, fue al revés. La acusé de mentirme sobre su falso novio y ella me besó.— Entonces, yo estaba caminando hacia adelante. No sé qué demonios estoy haciendo, pero no puedo detenerme. Este tipo es un imbécil. Necesito el dinero y nada me gustaría nada más que matar dos pájaros de un tiro ganando algo dedinero y dándoselo en la cabeza.
—Oye, tú. Allí estás. —Me paro a un lado de Princesa y envuelvo mi brazo alrededor de su cintura. Ella se tensa aún más, antes de levantar la mirar hacia mí. Hay fuego en sus oscuros ojos marrones, pero se las arregla para sacar una sonrisa.
—Estaba buscándote...— Mierda. Se olvidó mi nombre. Inclinándome hacia adelante, beso un lado de
su boca antes de que pueda responder. —Me encontraste. O te encontré. Sea como sea, estoy aquí. ¿Están molestándote estos idiotas? —Tiro de ella hacia mí y ahora el fuego me apunta. Está enojada, pero si voy a ir allí, voy a hacer que esta mierda parezca real.
—¿Él? ¿Estás saliendo con este tipo? Es un perdedor, Miley.— Con eso doy un paso lejos de la princesa y me dirijo directamente a Liam.
—No quieres cabrearme esta noche —en realidad. Sí lo quieres. Te ruego que me cabrees, hombre. Dame una excusa para a patearte el trasero otra vez. La mirada en su rostro hace que toda esta farsa lo valga.

3 comentarios:

  1. Subii pronto por favor me encantaaa ! Si podes el fin de semana mejor me encanta :)

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  2. guau es fantastico como reacciona Nick,esto se pone interesante estoy deseando leer mas porfi un besito

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  3. como es el nombre del libro?

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