martes, 14 de mayo de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 12



 En algún lugar entra la barra y mi apartamento, perdí mis zapatos. Eran tacones bajos, pero estaban matando a mis pies igual que siempre. Así  que simplemente me agache y me los quité.
-Guau, nene, ¿Qué estas haciendo?- Caí sobre Liam, riendo. Pensé que estaba borracho, ya había pasado un rato... Realmente me había impactado. Yo estaba posiblemente más ida de lo que alguna vez había estado.
-Los zapatos son estúpidos ¿Por qué la gente los usa?
Él se rió -Para no pisar un clavo y obtener el tétanos, es por eso.
-Usar. Cuando. Usar. Usaaaarrr- Se echó a reír, así que me eche a reír, a pesar de que no tenía ni idea de lo que era gracioso.
-Eres adorable. Ven aquí. Te voy a dar un paseo a casa, a cuestas, para cuidar tus pies.
-¡Yay!- Me puse de cuclillas, y salte sobre su espalda. Con mis zapatos de tacón en sus manos, se tambaleaba por el camino. Cuando entramos en mi estacionamiento, yo estaba cantando una canción que decía algo así como:
-¡Liam es mi héroe! ¡Zero to hero!
-¿Qué quiere decir Zero? ¡Nunca fui un Zero!
-¡Liam es mi mejor amigo! ¡Un dia vamos a estar en el West End!
-¡Su coche huele a queso! ¡Sólo quiero darle un apretón!
Cheyne llamó -¡Dale un apretón privado!
-¡Y Cheyne es un idiota! Y el viento en mi pelo huele ¡zas!
Liam se rió -¿No querrás decir los sonidos?
-¿Lo qué suena?
-No importa- Se rió entre dientes. Vi en mi apartamento salir la luz.
-Oh, mierda. He olvidado mi bolso.
-Yo lo tengo, nena.
-¿En serio? ¡Eres el mejor!- Le di un beso fuerte. Que había estado apuntando a su mejilla, pero creo que aterrizo en algún lugar de su cuello.
En ese momento, oí gritar a Jeremy -¡Oye, Mr J! ¿Que pasa?
-¿Hay un luchador aquí?- Le pregunté.
-No, es el señor Jonas- Chillé, solté el hombro de Liam, y me incline hacia atrás para mirar sobre él. Al hacerlo, me hizo perder el equilibrio de su lado, y los dos caímos al suelo, él encima de mí. Gemí.
-¡Mierrrrda! Liam pesa mucho. ¡Mucho mas de lo que pensaba!- Gemí. Me sentía a la deriva, mi mundo se mecía como si estuviera en el mar.
Liam dijo -Hola Mr Jonas.
-Hola, Liam. ¿Estás bien?
-Por supuesto- Se levantó sobre sus rodillas, y luego me levantó. Cuando él trato de levantarme, tuve un buen vistazo de Nick mirándome fijamente. Su cabello era sexy y su sonrisa tan hermosa. No era justo que el se viera tan bien. Gemí y tape mis ojos.
-¿Por qué el mundo me odia?- Los dos se rieron, pero no era gracioso. EN SERIO. ¿Por que el mundo me odia?
-Vamos, nena- Liam trató de levantarme, pero mi cuerpo estaba muerto.
-No creo que pueda soportar- le dije -Me siento como un fideo mojado.
-¿Ahora?- Apareció la cara divertida de Liam lejos de mi, y mis ojos se cerraron -¿Le importa, Sr. Jonas?- Lo siguiente que supe fue que estaba en el aire y volando. Me incliné hacia mi izquierda, y allí estaba el lado de la cara de Nick. Era una cara bonita. Mi brazo estaba alrededor de su hombro, y junto a él y Liam me estaban llevando. Nick se apoderó de mi por completo, mientras Liam se agachó y rebusco en el bolso por mis llaves. Apoyé la cabeza contra el pecho de Nick.
-Hueles tan bien. ¿Por qué siempre hueles tan bien?
Liam se rió -Biiien. Y esa es señal para que el profesor se vaya- Solté a Nick, y el brazo de Liam envuelto alrededor de mi cintura.
-Lo siento, señor Jonas.
-No es gran problema.
-Escucha, estará horrorizada si supiera que la viste así. Juro que no es normalmente así. Ella solo ha estado muy estresada últimamente por alguna razón.
-Está bien, Liam. Te lo prometo. Buenas noches, Miley.
Me animo y le agarro la manga de su camisa -No, quédate- Cheyne apareció entonces, su acordeón todavía en la mano.
-Si, Nick, quédate. Miley tiene vodka.
Nick me sonrió -Creo que Miley ha tenido suficiente. Y gracias por la oferta, pero todavía hay algunas líneas que no debí cruzar- Sus ojos se encontraron con los míos, y yo sabia que no estaba hablando de la fiesta. Eso me calmo un poco, no mucho, pero lo suficiente para saber que estaba haciendo el ridiculo.  -Ustedes tengan cuidado. Que se diviertan- Entonces el se alejo, y Liam me ayudo a entrar e ir hacia el sofá. Los chicos estaban asaltando mi nevera, y Demi se sentó a mi lado en el sofá.
-Así que, tu amante lucia bastante bien esta noche.
-Demi ¡Cállate!
-¿Qué? Nadie me ha oído- Miré a mí alrededor. Ella tenía razón. Los chicos estaban robando comida de mi despensa. Lindsay y Victoria estaban vertiendo vodka en vasos de jugo naranja. Cuando yo estaba segura de que nadie me prestaba atención, volví a mirar a Demi.
-Él siempre se ve bien. No se cuanto tiempo mas podre manejar esto. Un día voy a arder espontáneamente y a saltar sobre él en medio de la clase.
Ella se rió -Tan interesante como eso seria...  tú sabes que es una idea terrible. Al parecer era lo suficientemente bueno para que se lo quiera más, pero no es como si fuera un misterio que te mueres por descifras. Sólo necesitas una distracción.
Asentí con la cabeza a medias, a pesar de que yo estaba bastante segura de que nada me distraería de querer a Nick. Y lo que Demi no sabía era que el seguía siendo un misterio para mí. Y Dios, quiero jugar a ser Nancy Drem. Los ojos de Demi brillaron, y me empujo hacia arriba y fuera de mi regazo.
-¿Sabes que juego nunca he jugado?- preguntó ella a toda la habitación -¡Girar la botella!
Victoria miró con ascetismo -¿Nunca has jugado girar la botella? ¿En serio?
Demi se encogió de hombros y se volvio a mirarme por encima del hombro, y me guiñó un ojo -¿Que puedo decir?- Continuó -Yo era una flor tardía. Cuando estas señoras entraron- Hizo un gesto a sus tetas descomunales -La gente había dejado de necesitar un juego como excusa para besar.
Liam levanto una ceja -¿Y necesitamos una excusa ahora?- Saltó del sofá, y se establecieron estilo indio en el suelo, agarrando una botella de agua medio llena de la mesa de café.
-Por supuesto que no. Pero el juego es emocionante- Ella me agarró del brazo y tiró de él. Aterricé en el suelo, riendo histéricamente.
-¿Ves?- dijo Demi -Miley ya se esta divirtiendo. Vic, trae Vodka. Vamos a hacer esto un poco más interesante. Esto es la versión adulta de Gira la Botella. Lo que significa que nada de besos en los labios. Quiero ver la lengua.
-Juro, Demi, eres más pervertida que la mayoría de chicos que conozco- dijo Lindsay.
-¡Gracias! Ahora, no soy razonable. Puedes optar por hacer un beso una vez... pero hay que hacer un tiro de penalidad- La mayoría de los chicos parecieron aliviados. Cheyne parecía decepcionado.
-Hay muchas mas chicas que chicos- señalo Lindsay.
Victoria sonrió -Tal vez deberíamos ir a buscar a Nick y que juegue con nosotros.
Palidecí -¡No! Por supuesto que no.
-Dios, Miley, eres una mojigata.
Demi me envió una sonrisa de complicidad. Y definitivamente necesito una distracción. Me extendió la manos y empezó el giró de la botella. Aterrizo en Cheyne, y yo ni siquiera le di la oportunidad de optar por el beso. Me incliné sobre el circulo, agarré su cuello y tire de el hacia mi. Estaba lo suficientemente borracha, así que el beso fue un poco descuidado, pero estábamos todos borrachos, así que ¿Qué más daba? Le di un beso por unos segundos más, antes de empujarlo hacia abajo y caer de nuevo a mi asiento.
Cheyne silbó -Maldita chica. Si no fuera 110% gay, te lo pediría ahora mismo- Tiré mi cabeza hacia atrás y me reí. Me sentí bien dejarlo pasar. Cheyne fue el siguiente, y el pobre Jeremy fue la siguiente victima.
Cogió la botella de Vodka y dijo -No te ofendas, Cheyne, pero simplemente no eres mi tipo- Él sonrió, tomó un gran trago  y luego plantó un beso en la velocidad del rayo a los labios de Cheyne. Llamaron a la puerta, y Demi saltó y saltó por el pasillo. Volvió con diez personas más a nuestro apartamento.
-¿No te importa, verdad?- Me lo pidió. Era como Demi invita primero y luego el permiso después. Negué con la cabeza de todos modos.
-Excelente, tomen sus asientos damas y caballeros. Es hora de un poco de libertinaje.
Y en realidad no había otro término para eso. En cuestión de minutos, había visto a tantos amigos haciendo cosas con sus amigos, sin importar si se gustaban o el pensamiento de unos a otros como hermanos. Por una noche pusimos todo a un lado y dejamos que una botella de Aquafina determinara nuestras vidas. La próxima vez que la botella cayera sobre mí, la ruleta se detuvo en dos chicas. Los chicos todos nos abuchearon cuando ambos eligieron el penalti. Pero animaron a nuestro beso de todos modos. Riendo, hizo girar la botella de nuevo y aterrizo en Liam. Liam tuvo un lindo chico, justo abajo la sonrisa infantil se fijó en mí ahora. Me encogí de hombros y me arrastró hacia él. De rodillas ante él, puse mis manos sobre sus hombros y me incline.
El beso era como cualquier otro beso al principio... y, de repente, no lo era. La mano de Liam acunó mi cabeza y su otra mano tiraba mi cintura. Sus labios se movían contra los míos, febrilmente, con desesperación, como si el mundo estuviera a punto de terminar y esta era su última oportunidad de ser feliz. El beso fue lo suficientemente fuerte como para abrir un hueco de calor en mi estomago, pero lo suficientemente suave como para que sintiera como si estuviera siendo adorada. Por un momento, me olvidé de dónde estaba y con quien estaba y me deleitaba en el calor, en el placer. Entonces alguien silbó y, pieza por pieza, todo el mundo volvió a mí. Abrí los ojos para mirar a mi amigo, que me había besado como si quisiera ser todo lo contrario.
Volví a mi lado del círculo, ignorando los comentarios de mis amigos sobre el beso. Aturdida y confundida mucho más allá, me retiré en las vueltas siguientes. Podía sentir sus ojos en mí. Los de Liam seguro, probablemente también los de Demi. Pero mi mente estaba enfocada en mantenerse junta, porque yo era una grieta lejos de desintegrarse. Estábamos borrachos. Probablemente no quería decir nada. Y yo estaba en tan mal estado por lo de Nick, que estaba desesperada por relacionarme con alguien. Eso fue todo. No significaba nada. 
Seguimos siendo amigos. Liam y yo siempre seremos amigos.
Me quedé unos minutos más, hasta que la cabeza me daba demasiadas vueltas. Me sentía un poco mal del estómago. Me levanté y me excuse, invitando a todos a quedarse todo el tiempo que quisiera. Les dije donde encontrar mas mantas y almohadas si querían quedarse y dormir, y luego me retiré a mi habitación, arrastrándome bajo las sabanas, y dejando caer la sonrisa forzada. Me dije que las cosas estarían mejor en la mañana.

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