Cuando llego la mañana, Demi estaba desmayada junto a mí en
la cama, y había cinco personas en mi sala de estar y una en mi bañera. Sonreí
a eso durante medio segundo antes de que mi resaca, no tan sutilmente, me
recordara lo mucho que odiaba al mundo. Me lavé los dientes y salpique mi cara
con agua antes de regresar a mi habitación. Oí mi puerta principal abrirse y
cerrarse sin hacer ruido y asomé la cabeza por la cortina para ver quién era.
Liam había regresado con desayuno grasiento suficiente para alimentar a todos.
Respire hondo y entre a la habitación.
-¡Eres un salvavidas!- Levantó la mirada, sonriendo, y me
dio un enorme burrito de tocino, huevo y queso.
-¿Cómo te sientes?
Fruncí el ceño -Igual que ser atropellada por un autobús. Y
realmente pesada, llena de luchadores de sumo- Salté sobre el mostrador, y me arrepentí
por unos diez segundos, mientras mi cabeza daba vueltas. Él se sentó en el
taburete debajo de mí. El burrito era perfecto. Gruesa y esponjosa tortilla, huevos
calientes, salsa deliciosa. -Estoy
enamorada de este burrito. Me casaría con él si no quisiera tanto comérmelo.
-La tragedia de un amor verdadero- susurró Liam. Le di una
especie de sonrisa y el me dio una especie de sonrisa, y es fue la primera vez
en años, que me sentí incomoda con Liam. Aparte la mirada y me centre en las
personas alrededor que cubrían mi sala de estar.
-¿Cómo estuvo todo después de que me fui a la cama?
-Más de lo mismo. Si no lo estaba ya, Jeremy sin duda perdió
la cabeza por Demi. Victoria dejó la mitad de un paquete de colillas afuera en
el suelo. Y Cheyne estaba atrozmente enfermo en tu baño.- Arrugué mi nariz.
-No te preocupes. Esta todo limpio. Sabía que tendrías un
ataque al corazón si te despertabas y vieras eso- Tragué saliva y un peso se
acento profundamente en mi estómago.
-Eres demasiado bueno para mí, Liam- Se encogió de hombros.
Siempre había sido muy bueno conmigo. -Escucha- comencé- acerca de anoche...
Se rasco la parte de atrás de su cabeza, y su boca se elevó
en una sonrisa a medias -Sí, creo que deberíamos hablar de eso, ¿eh?
Sus manos se establecieron en el mostrador junto a mí, como
que necesitaba prepararse para lo que venía. Me aclare la garganta, pero no por
ello fue más fácil hablar -Así que... ¿Tu?
Sus manos se apretaron, hasta que sus nudillos se volvieron
blancos. Entonces, de repente, soltó y respondió -Si, lo estoy. Lo he estado...
por un tiempo.
Alcé la mirada, pero su cara era ilegible -¿Por qué nunca
dijiste nada?
-Porque... tenía miedo. Eres mi mejor amiga. Y tu casi nunca
tienes citas... simplemente no creo que estés interesada- Liam era un gran
tipo. Y me encantaba pasar tiempo con él. Y el beso había sido definitivamente
bueno. Tenía sentido gustarme. Quería que me gustara, pero... Nick era el pero
¿Podría dejar de pensar en Nick? ¿Dejar de desearlo?
Oí a Liam suspirar -No estas interesadas, ¿No?- Dios, ¿tiene
que ser sus ojos tan expresivos? Podía leer cada decepción, cada inseguridad en
ellos. Lo quería; eso era seguro. Creo que algún día podría enamorarme de él,
pero primero tenía que deshacerme de mis pensamientos por Nick. Si esto hubiera
ocurrido el semestre pasado ¿Estaría siquiera interesada?
-¿Honestamente, Liam?- No lo sé. ¿Tal vez es una terrible
respuesta? Lo pensó por un momento, y no podría aguantar el silencio. -No es
que no me gustes. Creo que eres bastante perfecto en realidad. Es que... eres
mi mejor amigo, también, y no estoy segura- Tengo que estar segura.
-Quiero estar seguro, también- Respiro hondo y sonrió. Era
una buena sonrisa, pero no tan brillante como las que yo estaba acostumbrada de
él -Puedo vivir con tal vez.
Cuando llegué al teatro, el lunes en la mañana, la lista de
re-llamada ya había sido publicada. Las listas de reparto (y re-llamada) son monstruos
en sí y por sí mismas. Son simples pedazos de papel en la pared, pero lo rodean
las personas que ya conocen su destino y se convierte como caminar en la horca.
Los ojos se volvieron hacia mí. Luche por medir sus reacciones. ¿Estaban mirándome
con lastima? ¿Estaban simplemente ocultando su emoción? Dos pies de distancia,
y yo existía en un mundo completamente diferente al de ellos, el que las
personas ya habían leído ese trozo de papel. Y cuando me uniera a ellos, la presión
no se detendría. En la lista, no podías mostrar emoción. No podías llorar por
una parte que no era tuya o sobre la perra cuya parte se convirtió. No podías
gritar de emoción o de rabia. Solo había que leerla y no mostrar emoción en lo
absoluto. Lo que no parece tan difícil, excepto que somos actores. Emociones es
lo que hacemos.
Liam me encontró a unos metros de distancia -¿Has mirado ya?
Él negó con la cabeza -No, estaba esperándote.
Las cosas estaban aún torpes de cuando habíamos hablado el día
anterior. No nos habíamos figurado mucho lo que realmente significaba para
nosotros. Pero en este momento, no tenía importancia. Éramos dos actores, a
punto de enfrentar el rechazo u otra batalla. Estábamos llenos hasta el borde
de la ansiedad, aunque tratamos de no demostrarlo y, en ese momento, no había
espacio para la otra multitud de emociones que había pasado entre nosotros. Él
tomó mi mano, y no permití preocuparme por lo que podría significar. Necesitaba
consuelo. Lo necesitaba para mantener el equilibro. Y estaba bastante segura de
que el necesitaba lo mismo. Hicimos los últimos pasos hacia la lista
rápidamente, y la multitud se ajustó para dejarnos pasar.
Hipólito era el primero de la lista; él era el hijastro. Había
siete chicos llamados de vuelta, Liam y Jeremy
entre ellos. Levante la vista hacia él y estaba completamente estoico.
No, otra cosa mostrada en su rostro. Sin emoción, sin nervios. Siete significaba que el director no estaba
seguro. Eso significaba que no había visto lo que quería aún. Eso significaba
que esa parte no era un juego de nadie, quien sea que dejara su marca durante la
re-llamada. Apreté la mano de Liam y de
inmediato me devolvió el apretón.
Sé que la gente habla de sus corazonadas todo el tiempo, y
que ni siquiera parece tan gran negocio. Pero al mirar de regreso a la lista,
mi corazón latía como si toda mi vida se basara en m línea de meta. Los sonidos
eran borrosos en mis oídos, y mi visión se había reducido, y me sentí como si
estuviera a punto, en el borde de algo terrible y glorioso que podría significar
volar o caer. (Éxito o desastre) Mis ojos se encontraron con FEDRA en negrita
justo debajo de eso. Y entonces vi mi nombre, nada más que mi nombre, justo
como si fuera la luz al final del túnel. Era mejor que cruzar ninguna línea de meta.
Como tomar esa primera bocanada de aire cuando me sentía segura de que me estaba
ahogando, segura de que iba a morir.
Contuve el alivio y la alegría, porque la gente estaba
mirando, y debido a que esta era solo la
lista de re-llamadas. Solo quería decir que todavía no me habían descartado. La
otra mano de Liam se unió a las nuestras ya juntas, cubriendo completamente la mía.
Mis ojos siguieron escaneando hacia abajo. TESEO. Eso no puede ser. Teseo era un
personaje. Mis ojos se abrieron de nuevo, en busca de lo que me había perdido. Allí
estaban los siete nombres bajo Hipólito. Y allí, bajo Fedra, solo estaba el mío.
No llamaban a nadie más. Era solo yo. Había conseguido el
papel. Y entonces, rompiendo todas las reglas de la lista, grité. Liam se echó
a reír, y me levanto por la cintura, girándome alrededor. La gente alrededor de
nosotros aplaudía, y yo sabía que algunos habían escuchado rumores de nuestro
beso por la forma en que nos miraban. Pero por un momento, por un feliz
momento, nada de eso importaba. Había conseguido el papel.
Fui a clases en las nubes. Siempre llamaba a la gente de
nuevo. Aún si fuera bastante seguro que supiera que era lo que ellos querían,
era una oportunidad para estar seguros, para verlo mejor una vez más. Pero me emitieron de un golpe, lo que
significaba que ya estaban determinados. Algo creció en mi pecho y, antes de
que pudiera evitarlo, había lágrimas formándose en mis ojos. Me tomé un segundo
detrás de las cortinas antes de entrar en la clase. Intenté respirar
profundamente, pero no liberó ninguna de las emociones encerradas en mi pecho.
Así que hice lo más lógico. Bailé. Bailé sin música. Grité sin sonido. Celebré
en silencio, en la oscuridad, detrás de las cortinas donde nadie podía verme.
Salvo que mi suerte quiso que alguien me viera.
-Supongo que viste la lista.- Me quede inmóvil, mi trasero
aún inclinado hacia la izquierda desde mi último balanceo de cadera por la
celebración. Poco a poco, corregí mi postura y me volví mientras decía.
-Hola, Nick. – Tenía los labios fruncidos y los ojos muy
abiertos, yo sabía que estaba trabajando duro para no reírse.
-Hola, Miley. Felicidades.- Mi pelo estaba en todas partes
debido al baile que hice, así que lo metí detrás de mis orejas lo mejor que
pude.
-Gracias. Estoy, um, bastante emocionada.
-Como debe de ser. Tu audición…- Se acercó más, y como
siempre, su presencia despojaba la vergüenza y, cualquier otra emoción, la
reemplacé con el calor de deseo.
-Tu audición fue fantástica. No habrá competencia.- Tragué
saliva, pero el nudo en mi garganta siguió. Mi agradecimiento salió en un
susurro.
-Pero el viernes en la noche…
-Oh, Dios.
-Con lo ridículamente linda que estabas, por favor no
vuelvas a emborracharte otra vez. Fedra tiene que estar absolutamente en su
mejor forma para este papel.
-Por supuesto- asentí petrificada –Absolutamente, lo
prometo.
-Y, estaba preocupado por ti.
-Oh- Sus ojos se
posaron en mi cara, saltando de mi pelo, a mis labios, luego rápidamente a mi
pierna, donde la quemadura se había curado y dejado una cicatriz de color rosa
oscura –No me gusta estar preocupado por ti.
Mi corazón se sentía como que se iba a fugar de mi caja
torácica si no hacía algo pronto. Este era un territorio peligroso. Había cosas
que se escondían dentro de mí, cosas más allá de la atracción, más allá de la
obsesión de su apariencia, su cuerpo y su acento. Cosas peligrosas. Sus dedos
tocaron un rizo cerca de mi mejilla, y la proximidad de su piel me hizo sentir
como si estuviera cerca de la explosión. Me sonrió y trato de aclarar la
situación.
-Probablemente deberías preocuparte por ti mismo. Llámame
“linda” de nuevo y estarás obligado a salir lesionado, posiblemente mutilado de
por vida- Dio un paso más cerca de mí y el mundo parecía que se estaba
reduciendo en torno a nosotros dos. La mano en mi pelo se balanceaba cerca, sus
nudillos rosaron mi mejilla. Bajo la voz y dijo:
-Ya que aquí no puedo llamarte por la alternativa, linda
tendrá que servir, por ahora- Mi mente se remontó a la primera vez que me llamo
ridículamente linda. Yo tenía mis pantalones atados alrededor de mis rodillas. Después
me había llamado ridículamente sexy y me ayudo a quitármelos. Claramente, tenía
que aprender a dejar de decir lo primero que se me venía a la mente. Pero no
podía pensar en eso en este momento, porque mi mente estaba atrapada en sus dos
últimas palabras, por ahora, por ahora, por ahora. Se aclaró la garganta y dio un paso atrás, dejando caer el rizo que
tenía entre sus dedos.
-¿Por qué no vas a tomar asiento para la clase?- Asentí con
la cabeza, deslizándome más allá de él y a través de las cortinas. Había un
asiento reservado para mí, entre Demi y Liam, quienes llevaban sonrisas
idénticas y enormes. Sonreí, sacudiendo
el encuentro con Nick para disfrutar una vez más de mi alegría. Demi se
inclinó para abrazarme cuando me senté y
me susurro al oído.
-Supongo que ser caliente para el profesor realmente te
ayudo a entrar en el personaje. Estoy orgullosa de ti, cariño.
La miré a medias, pero asentí mi agradecimiento. Y luego se
volvió hacia Liam. Nos tomamos de las manos antes y abrazamos cuando me enteré,
pero no estaba segura del protocolo ahora. Viviendo en el mundo de tal vez, era
complicado. Antes, Liam y yo estábamos sin esfuerzo. Estar con él era igual que
estar bajo presión o estar solo. Y ahora, de repente, había una intensidad de
todo lo que hizo y todo lo que dijo. Al igual que mi vida había estado en
cursiva. Cuando estábamos tocándonos, me di cuenta. Cuando no estábamos
tocándonos, me di cuenta. Y de repente, no pude encontrar el medio.
No puede ser. Así que me quede helada. Los dos estábamos
esperando, atrapados en esta zona entre la acción y la negatividad. Estábamos
en nada. Estábamos en acción. Entonces Nick le dijo a la clase que guardare
orden y la molestia fue aplazada un rato más. Sabía que, eventualmente, tendríamos
que superar esto, buscar la manera de coexistir de nuevo. Solo se podía
posponer tanto tiempo antes de que la mierda golpeara el ventilador. Pero sin
duda podría esperar un poco más. Hoy ha sido un día emocionante, no hay razón
para la lluvia en mi propio desfile. Cuando la clase termino, Eric estaba
esperándome afuera.
-Buenos días, Miley ¿Puedo hablar contigo un momento?-
Parpadeé, atrapada con la guardia baja.
-Por supuesto- Abrió
la puerta del teatro y me hizo señas para que volviera a entrar. Lo seguí a
través de las cortinas, y me señalo una silla enfrente de Nick. Me senté y miré cuidadosamente entre ellos,
sin saber lo que estaba sucediendo. Entonces caí en cuenta. Él lo había
descubierto. ¿Por qué querría hablar con Nick y conmigo? Oh mi Dios, ¿Qué me
iba a pasar? ¿Me echarían del apartamento? ¿Fuera de la escuela? Por lo menos,
probablemente perdería mi beca. ¿Cómo voy a pagar la matricula entonces? Hubo
un rugido en mis oídos, y la fuerza de gravedad se sentía tan pesada que sentí
que me hundiría hacia la derecha a través del piso. Nick probablemente perdería
su puesto de trabajo. ¿Qué iba a hacer entonces? Regresaría a Filadelfia, o
Londres o alguna parte y nunca lo volvería a ver. Me volví hacia él, tratando de transmitir mi
remordimiento con la mirada, pero él estaba ¿sonriendo?
-Miley- dijo Eric –tengo que admitir que estoy sorprendido-
deje salir el aire de mis pulmones en una ráfaga.
-S-señor, estoy tan…
-Ciertamente lo has hecho bien en tu tiempo aquí, en estos
últimos años, pero no tenía ni idea del tipo de rendimiento que diste en las
audiciones- Seguía apretando los dientes y conteniendo la respiración contra la
vergüenza que vendría, así que me tomo un momento darme cuenta de que no iba a
venir después de todo.
-Siempre me han subestimado mucho, supongo.
-Controlada. Con mucho cuidado. Mecánica podría ser la
palabra para ello. Pero en esas audiciones, vivías el momento. Sientes en lugar
de pensar. Vi sombras de emoción en ti, fuerza y vulnerabilidad, el deseo y la
aversión, esperanza y vergüenza, que fueron sencillamente cautivadoras. No sé
lo que estás haciendo o lo que has hecho, pero por favor, continúa. Eres mucho
mejor cuando tomar decisiones audaces.
Espontáneamente, mis ojos
se encontraron con Nick. ¿Lo sabía? ¿Si hubiera adivinado que era? Que
esta cosa entre nosotras me hacía sentir cosas que nunca había sentido y tomar
riesgos que habría resistido no hace mucho. Mi noche con él fue, probablemente,
la cosa más impulsiva que jamás había hecho.
-Gracias, señor.
-Eres absolutamente bienvenida. Estoy muy entusiasmado por
trabajar contigo. Hablando de eso, me gustaría que vinieras a un re-llamado el
miércoles. Nos gustaría que leyeras algunas escenas de Hipólito, para que
podamos tener una buena idea de la química y ver en el escenario.
-Por supuesto, ahí estaré.
-Genial, Nick estará allí para responder a cualquier
pregunta que tenga también. Él va a ser el asistente del director de esta
producción, así que si necesitas algo, debes acudir a cualquiera de los dos- Él
me dio una ligera palmadita en el hombro y se fue. Entonces me quedé sola con
Nick. Mi corazón seguía latiendo con impaciencia, ya sea por el temor de que
habíamos sido atrapados o simplemente porque estaba sentada al lado del chico
que yo quería pero no podía tener.
-No recuerdo si ya lo mencione, pero estoy orgulloso de ti-
dijo Nick.
-Gracias. Creo todavía estoy en shock- Yo todavía estaba en
shock por todo esto.
-Bueno, acostúmbrate a ello. Por lo que he visto, no creo
que tengas que preocuparte por la Etapa Gerente a menos que solo quisieras. Eres una actriz, Miley, lo creas o no- Asentí
con la cabeza, a la presentación de ese pensamiento.
-¿Has pensado más sobre eso? ¿Qué te gustaría hacer después de
la graduación?- Tome los hilos deshilachados en las rodillas de mis vaqueros.
-En realidad, no.
-Bueno, si quieres hablar de eso, sabes que siempre puedes
venir a mí.- Levanté una ceja hacia él, incapaz de poner en palabras lo
bastante absurda que era esa idea.
Él dijo –Hablo en serio. Actúas como si pudiéramos ser
amigos.- Si es posible mi ceja se arqueo más. La idea de ser amiga de él,
estaba más allá de lo imaginable. Yo no pensaba en como mis amigos se verían desnudos.
No me golpeo por no dormir con mis amigos. Él se rio entre dientes y sacudió la
cabeza.
-Está bien, está bien. Tal vez amigos, es saltar con un
arma, pero espero que vengas a mí si necesitas algo, cualquier cosa- El
trasfondo de nostalgia que sentía por él, era diferente a cualquiera de los
otros que había sentido antes. El deseo de estar con él todavía estaba allí,
pero ahora quería más que eso. Quería
acurrucarme en sus brazos para descansar mi cabeza, solo para sentir su
comodidad. Que el cielo me ayude, porque yo quería que mi profesor fuera mi
novio.
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aaaasdfghjkl que linda la foto no?
me encanto el capis fue increible
ResponderEliminarla foto la ame espero q algun dia se den cuenta de lo perfecto que son juntos