Finding My Destiny- Niley- Cap 10

Miley

No necesitaba más que una cama de tamaño completo. Sin embargo, Nick se negó a hacer cualquier cosa menos que una cama king size, dos mesas de noche y un tocador con un espejo a juego precioso. Cometí el error de mirar demasiado tiempo una manta bastante lavanda y fundas a juego. Antes de que supiera lo que estaba pasando estaba comprando el juego de cama completo con sábanas y almohadas nuevas. Discutí con él todo el tiempo, pero él actuaba como si yo no estuviera hablando. Él sólo me guiñó un ojo y siguió colocando sus órdenes y dar las instrucciones vendedor. Cuando volvimos de cenar, que él también estaba decidido a darme de comer, el mobiliario ya estaba siendo entregado. Demi estaba de pie en la puerta sonriendo cuando llegamos. Ella era amante de esto.

—Gracias por permitirme hacer eso hoy. Lo necesitaba. Tú no puedes entender, pero tenía que hacer eso—, dijo Nick antes de abrir la puerta del coche Miré de nuevo hacia él. 
— ¿Tú necesitabas comprarme un dormitorio completo y ropa de cama costoso? —, Le pregunté, confundida.

—Sí, lo necesitaba.— No entendía, pero yo asentí. Si tenía que hacerlo, entonces yo iba a apreciarlo. Todavía no podía creer que era todo mío. Yo me iba a sentir como una princesa en mi habitación. 
—Bueno, gracias por todo. No esperaba nada más que un colchón.— No estaba dispuesta a ser consentida. Nick inclinó hacia delante y me dio un beso al lado de mi oreja. 
—Eso no es ni siquiera cerca de ser mimada. Pero tengo la intención de mostrar exactamente lo que es consentirte.— Me estremecí y aprieto el pomo de la puerta. No iba a permitirle comprarme algo más. Tuve que parar esto, pero los besos alrededor de mi oreja hacía difícil concentrarse.

—Vamos a ver cómo se ve—, dijo mientras se inclinaba hacia atrás. Espacio. Tuvimos que conseguir un poco de espacio. Estaba lista para saltar sobre él en estos momentos. No es una buena cosa. Control. Las hormonas del embarazo querían tomar el relevo. Nick fue corriendo por el frente de la Rover cuando abrí la puerta y empezó a salir. Estaba frente de mí tomando mis manos y me ayuda a bajar como si estuviera indefensa antes de que pudiera hacer un movimiento para bajar por mi cuenta.

—Yo puedo salir por mi misma, tú lo sabes—, le dije. Él sonrió. 
—Sí, pero ¿Cuál es la gracia en eso?— Riendo, pasó junto a él y me dirigí hacia Demi que nos miraba como si fuéramos una de sus series de televisión favoritas.

—Parece que el Pottery Barn decidió descargar su último embarque en tú dormitorio—, dijo Demi

—No. Ella necesita descansar. No hay compañeros de cama —, dijo Nick, caminando detrás de mí y envolviendo un brazo protector alrededor de mi cintura. Los ojos de Demi se quedaron en mi cintura y luego una copia de seguridad en Nick.
 —¿Sabes del embarazo? — dijo ella, mirando muy contenta.

—Sí, lo se—, respondió. Se puso tenso detrás de mí. Me sentía muy mal. Una persona más que yo le había dicho acerca de mi embarazo antes de decirle a él. Él tenía todo el derecho a estar lastimado. Yo era una mentirosa. ¿Lo averiguaría y me dejaría?

—Bien, — dijo Demi y dio un paso a un lado para que pudiéramos caminar por dentro.

— ¿Por qué no vas, asegúrate de que están colocando todo donde tú quieres?—, dijo Nick a mi cuando entramos.

—Buena idea—. Lo dejé allí para ir a ver los muebles. Si él estaba enojado conmigo tendría tiempo para calmarse. Los chicos de entrega estaban haciendo un buen trabajo con la instalación, así que no me molesto. Yo estaba feliz con el lugar donde se estaban poniendo las cosas. Caminando de regreso a la sala oí susurrar Demi y me detuve.

—Ella está mejor. Ha estado bastante enferma, pero las últimas dos mañanas no ha vomitado.

—Tú me llamas el segundo que ella incluso parece que podría enfermarse. — Nick llegó incluso a hacer su sonido como un murmullo demanda.

—Sí, yo te llamo. No fue del el todo mi idea ‘no se lo digas a Nick’. Tú le hiciste esto a ella. Tienes que estar ahí para ella.

—Yo no voy a ninguna parte—, respondió.

—Será mejor que no.— Nick se rió, 
—Si ella no quiere vivir conmigo entonces por lo menos tengo que protegerla.

—Maldita sea. No creas que no le ayudará a desaparecer si la mierda esta de nuevo. Tú la hieres y ella se irá.

—Nunca voy a hacerle daño otra vez.— El pecho me dolía. Yo quería creerle. Quería confiar en él. Este era nuestro bebé. Había tantas cosas que era difícil de perdonar, pero yo necesitaba aprender. Lo amaba. Estaba segura de que siempre lo haría. Entré en la habitación y sonrió. 
—Si están instalando las cosas justo donde yo las quiero.— Nick alargó la mano y me llevó en sus brazos. Él estaba haciendo eso mucho últimamente. No dijo nada. Sólo me sostuvo. Demi salió de la habitación y envolví mis brazos alrededor de él y nos quedamos así durante mucho tiempo. Era la primera vez que no me sentí sola en un tiempo muy largo. Nick no había pedido quedarse la noche. Estaba un poco sorprendida. No había hecho aún nada más que darme un beso antes de irse. Eso no había hecho mucho para refrescar mis sueños. Me desperté de nuevo justo antes de un orgasmo, muy frustrado. Echó atrás mis sábanas y me siento en la cama. Hoy tenía el turno del almuerzo de nuevo. 
Anoche había llamado a Liam y me disculpe por quedarse fuera , pero él entendió y me preguntó si las cosas estaban bien. Nick había estado allí escuchando todo lo que dije lo que había estado en una prisa por colgar el teléfono. Me gustaría obtener a Liam solo hoy y hablar con él. Él estaba siendo muy comprensivo. Él me tenía a mí en el comedor, el resto de la semana. El único día que me tenía en el campo fue el sábado por el torneo. Se espera que todo el mundo trabaje fuera. Cuando por fin me dirigí a la cocina, una caja de donuts, me dio la bienvenida. Una pequeña nota incluida en la parte superior. Sonriendo, lo recogí y lo leo. 
"Estabas perdida anoche. No podía comer estos solos. Espero que las cosas estén mejor". Cheyne.

¡Mierda! Me había olvidado de la cita de donut. Otra persona con que tenía que disculparme. Pero en primer lugar, quería un poco de leche y donas.


Nick

Me senté en una de las sillas de piel al otro lado del escritorio de Liam. Él estaba estudiándome y eso me molestaba. Yo había sido quien lo llamara y arreglara este encuentro. ¿Porque él estaba tan malditamente divertido?

—Voy a pagarte la cantidad completa correcta por el arrendamiento del condominio. Yo sé lo que la tarifa es y te he cortado un cheque por un año de arrendamiento. Aunque, Miley probablemente no va a estar viviendo allí mucho tiempo. Mientras pueda conseguir que ella confíe en mi voy a hacer que se mude conmigo— deslice un cheque por su escritorio. Liam miro abajo hacia él y luego de vuelta a mi 
– Asumo que esto es porque tú no quieres que me este haciendo cargo de lo que es tuyo.

—Eso es correcto.— Liam asintió y recogió el cheque 
– Bien. Yo no debería tener que hacerme cargo de Miley o tú bebe. Pero lo haría. Tú podrías no creerme, pero estoy feliz de que estés enterado del embarazo. Solo no jodas las cosas. Tú tendrás que asegurarte de que Selena mantenga sus garras dentro.— Yo no necesitaba a Liam diciéndome lo que hice y lo que no necesitaba hacer. Nada de esto era asunto suyo. Esto no estaba terminado con él aun, sin embargo, así que hacerlo enojar era mala idea.

— No quiero que ella esté trabajando turnos dobles o afuera en el calor. Ella se niega a dejar de trabajar pero sus horas necesitan ser acortadas.— Liam se cruzo de brazos sobre su pecho y se inclino hacia atrás en su asiento 
—¿Ella sabe sobre esto? Porque la última vez que revise ella necesitaba todas las horas que pudiera conseguir.

— La última vez que tú revisaste yo no sabía que ella estaba cargando mi bebe. Nada puede sucederle, Liam. No puedo permitir que nada más le pase.— Él asintió y dejo fuera un pesado suspiro
—Bien. Estoy de acuerdo. No me gusta que me digan que hacer pero estoy de acuerdo.

—Una cosa más— dije antes de pararme —Cheyne es gay, ¿Cierto?— Liam soltó una carcajada y entonces asintió 
—Si, él lo es pero guárdate eso para ti mismo. A las mujeres les gusta venir solo para mirarlo. Él recibe buenas propinas solo por eso.— Bien. Yo creí que él lo era pero su fijación a Miley me molestaba 
—Entonces supongo que él puede revolotear sobre mi chica.— Liam esbozo una sonrisa maliciosa 
—Yo no creo que pudieras detenerlo aun si lo intentaras.

~*~

My teléfono sonó mientras caminaba hacia mi Range Rover. Esto me recordó que Miley no tenía teléfono. Esto no sería ella llamándome. Fui dirigido a revisarla ahora. Nosotros hablaríamos de ello entonces. Sacando mi teléfono fuera vi el nombre de mi madre en la pantalla. La había ignorado por cuatro semanas. Yo tenía a Miley de vuelta pero aun no estaba listo para hablar con mamá justo ahora. Presione el botón de Ignorar y atasque mi teléfono de vuelta a mi bolsillo. Una vez que estuve en lo de Miley revise debajo del tapete y estuve feliz de ver que no había una llave escondida. Hable con ella y Demi la noche anterior sobre lo inseguro que era eso. Golpeé la puerta y escuche los pasos en el otro lado de la puerta. El carro de Demi había estado en el club cuando me fui así que sabía que Miley estaba sola. Solo pensar en tener algo de tiempo a solas con ella me hizo sonreír. La puerta se abrió y una “recién arrastrada fuera de la cama” Miley se asomo en el otro lado sosteniendo una dona. El rubor en sus mejillas era adorable. La pequeña diminuta camiseta sin mangas cubriendo esas grandes hermosas tetas de ella y los pequeños shorts bóxer tomaban lo adorable y la convertían en humeante ardiente. Camine adentro y cerré la puerta detrás de mi.
—Maldición nena— murmure mientras yo la regresaba al sofá —Por favor no vuelvas a abrir la puerta viéndote de esta manera otra vez.— Ella miro hacia abajo y entonces una sonrisa tiro de sus labios.
—Continúan volviéndose más grandes, creo que es por el embarazo— ella dijo a modo de explicación —Olvide que se veían así…— Envolví un mechón de su cabello alrededor de mi dedo 
—No es solo la diminuta camiseta sin mangas pero esto del cabello “recién salido de la cama” es sexy— deslice mi mano hacia abajo sobre su trasero apenas cubierto— Esto necesita ser más cubierto también.

—Las personas normalmente no se detienen en ello en las mañanas— Miley se escucho sin aliento. Me gusto saber que estaba llegando a ella.

—Bien— replique —¿Cómo dormiste en tu cama?— le pregunte después de darle una mordida al lóbulo de su oreja.

—Uh… yo uh… dormí bien— ella se escucho nerviosa. Tire de vuelta y mire abajo hacia ella. ¿Por qué ella se escuchaba nerviosa?

—¿Solo bien?— pregunte, mirando como sus mejillas se volvían rojo brillante. Miley cambio su pie y bajo su mirada al suelo 
—Los sueños de embarazada pueden ser um…

—¿Sueños de embarazada? ¿A qué te refieres?— yo estaba curioso ahora. El hecho de que su rostro entero era de un rojo brillante y ella se veía lista para arrastrarse debajo de la mesa y esconderse de mí solo me hizo querer saber más. Ella comenzó a moverse y yo agarre sus caderas y la mantuve clavada entre mi y el sofá —Oh no, tu no. Tú no puedes decirme cosas como esa y no explicarte.— Miley dejo salir una corta risa insegura y sacudió su cabeza 
—Puedes mantenerme aquí todo el día pero no voy a decirte.—Deslice mis manos debajo de su camiseta y comencé a hacerle cosquillas en su caja torácica. Intente realmente fuerte no concentrarme en los senos perfectamente abultados justo a mi alcance. No quería que Miley pensara que ella solo me importaba por el sexo. Tan lejos como hice nuestra relación sobre el sexo. Quería probarle que era más que eso. Incluso si estaba tomando duchas frías y masturbándome pensando en que tan dulce ella había sabido el otro día. Miley se reía y retorcía mientras le hacía cosquillas 
—¡Para!— ella chillo y empujo contra mí. Cuando intento de revolverse lejos de mí, mi mano se deslizo arriba y pastoreo su seno izquierdo haciéndola congelarse. Un pequeño sonido vino de su garganta que se escucho realmente cercano a un gemido. Cepille la yema de mi pulgar sobre su pezón y ella se presiono contra mí. Jódete la cosa de no sexo. ¿Cómo se suponía que ignorara esto?

—Por favor, Nick. Yo te necesito para...— ella rogó. ¿Ella me necesitaba para? Espera… eran sus sueños… 
—Miley, nena, ¿Tus sueños son sobre sexo?—Ella gimoteo y asintió mientras yo pinchaba su pezón entre mis dedos 
—Si, y estoy cansada de despertarme de esa forma— murmuró. Joder. Tome la dona de sus manos y la recosté en la mesa entonces chupé el glaseado de sus dedos. Su respiración se engancho. La tome y la levante. Ella envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y yo devore su boca mientras nos encaminaba de vuelta a su dormitorio. En esta ocasión había una gran cama para mí para que la pusiera y la mantuviera en ella todo el día haciéndole el amor si eso era lo que ella necesitaba. La recosté en la cama y tire sus pequeños shorts y bragas fuera entes de arrastrarme encima de ella 
—Sácate esa camiseta— dije mientras tiraba de ella hacia arriba y sobre su cabeza. Me detuve y la mire. Solo la semana pasada creí que nunca la volvería a ver así otra vez. Sostenerla era algo sobre lo que me había ido a dormir soñando con ello. Ahora ella estaba allí y yo quería apreciar cada pequeña porción de su cuerpo.

—Nick, por favor. Te necesito dentro de mí— ella se retorció y declaro. Por mucho que quería adorar su cuerpo parecía como que no iba a conseguirlo. No iba a ser capaz de rechazar a una Miley necesitada.

—¿Puedo probarte primero?— le pregunte, besando su boca otra vez y entonces corriendo besos abajo por su cuerpo.

—Si, lo que sea. Solo necesito que me toques— ella suspiro cuando mi mano encontró sus pliegues húmedos y deslice un dedo al interior —¡Oh Dios! ¡Si! Ahhhh— ella grito mientras comenzaba a tocarla. Miley loca por el sexo iba ser divertida. Era como si hubiera ganado la jodida lotería. Empuje sus muslos más separados y baje mi boca para besar el pequeño clítoris escondido allí. Ella disparo y comenzó a rogar otra vez. Pegando mi lengua fuera, la corrí por encima de su dulce lugar hinchado. Sus dos manos tomaron mi cabello y me sostuvieron. No pude evitar sonreír.

—Por favor, Nick, por favor. Tu lo haces sentir tan bien. Por favor— sus sexys pequeñas suplicas estaban a punto de hacerme explotar. La quería tan más como ella me quería allí pero yo también estaba disfrutando esto. Me concentre en hacerla venirse con mi boca mientras ella comentaba a retorcerse y gemir en la cama. Cuando ella finalmente grito mi nombre y se estaba viniendo yo salte y me saque las ropas en un tiempo record. Nosotros ya no necesitábamos más un condón. Me recosté sobre ella y con una simple estocada ya estaba en ella. Miley sujeto mis hombros y yo tire su cabeza abajo. Si así era como eran todas las mujeres embarazadas, ¿Por qué carajos los hombres no las mantenían embarazadas? Esto era ardiente. Tan ardiente que no me importaría hacerlo mucho tiempo.

—Cógeme, Nick. Realmente duro— Miley jadeo.

—Nena, sigue diciendo cosas así y me voy a volar antes de que tú quieras que lo haga.— Ella sonrió maliciosamente hacia mi 
—Te tendré duro otra vez. Lo prometo. Ahora, hazlo duro. En mis sueños, tú me cubrías y me cogías hasta que estaba gritando y arañando en la cama rogándote para que nunca pararas. Justo antes de que me viniera, me desperté.— Ella no solo había estado teniendo sueños sexuales sobre mí si no sueños de sueño sucio sobre mí. Me tire fuera de ella y la voltee sobre su estomago, luego alce sus caderas al aire 
—¿Quieres coger, dulce Miley? Yo hare a mi chica sentirse mejor— Susurre mientras corría mis manos gentilmente sobre su trasero desnudo. Ella comenzó a retorcerse y yo la nalguee su coño haciéndola boquear con sorpresa 
—Si lo quieres duro nena, entonces te lo voy a dar duro le prometí.— Tomando su cadera, golpee dentro de ella y casi disparo mi carga entonces. Ella estaba tan jodidamente apretada. Los desesperados lloriqueos de placer viniendo de Miley no estaban ayudando. Recordando que necesitaba hacer que Miley se viniera de nuevo era difícil cuando mis bolas estaban volviéndose apretadas y mi miembro palpitaba.

—Más fuerte— Miley gimió y yo lo perdí. Comencé a golpear dentro de ella con la misma salvaje necesidad desenfrenada que la consumía. Cuando su ceñido calor comenzó a apretarme y mi nombre vino rasgando fuera de su boca yo cerré mis ojos y me deje ir.