domingo, 12 de enero de 2014

Finding My Destiny- Niley- Cap 16


Miley
Me senté en la sala de espera y me esforcé en no mirar a las otras mujeres embarazadas que también estaban esperando. Había tres de nosotras. La mujer delante de mí se acurrucó contra el brazo de su marido. Él le susurraba cosas en el oído haciéndola sonreír. Su mano nunca dejó su estómago. No había una actitud posesiva. Sólo protectora. Era como si él estuviera protegiendo a su esposa e hijo con ese simple gesto. La otra mujer estaba mucho más lejos de cualquier de nosotras, y su bebé se estaba moviendo. Su marido tenía ambas manos en su estómago y la miraba con asombro. Había una dulce mirada de adoración en su rostro. Ellos estaban compartiendo un momento y el sólo mirar en esa dirección me hacía sentir como si me estuviera entrometiendo. Entonces ahí estaba yo. Con Liam. Le había dicho que no necesitaba que venga conmigo pero él dijo que le gustaría hacerlo. No entraría a la sala de examen porque en lo absoluto lo dejaría verme casi desnuda en una pequeña y delgada bata de algodón, por lo que iba a sentarse en la sala de espera. Se las había arreglado para conseguir una taza de café complementario y desde que sólo le había dado un sorbo, asumí que sabía horrible. Extrañaba el café. Probablemente sería delicioso para mí. Necesitaba comprar algo de café descafeinado.
—Miley Cyrus —llamó la enfermera desde la puerta que conducía a las salas de examen. Me paré y le sonreí a Liam. —No debería tardar mucho.— Él se encogió.
—No tengo prisa.
—Tu esposo puede venir contigo —dijo la esposa alegremente. Mi cara estuvo instantáneamente caliente. Supe, sin mirar mis mejillas, que estaba ruborizada.
—Es sólo un amigo —le corregí rápidamente. Esta vez fue ella quién se tornó rosa. Obviamente no había leído mi registro para ver que estaba soltera.
—Lo lamento. Uh, bueno él puede venir también si quiere oír el latido del corazón.— Sacudí la cabeza. Eso era demasiado personal. Liam era un amigo pero yo no estaba lista para compartir algo tan importante como los latidos del corazón de mi bebé con él. Nick ni siquiera lo había hecho aún.
—No, así está bien.—No me volteé hacia Liam porque estaba avergonzada de nosotros dos. Él sólo me estaba ayudando. Ser etiquetado como el papá del bebé no había sido con lo que había contado.

***

El examen no se hizo esperar. Esta vez había sido capaz de oír los latidos del bebé sin tener una varita atorada en mi interior. Fue tan fuerte y dulce como antes. El embarazo estaba progresando bien y estaba limpia para ir con una cita dentro de cuatro semanas a partir de ahora. Caminando de regreso a la sala de espera, encontré a Liam leyendo la revista Parenting. Él levantó la mirada y me sonrió tímidamente.
—El material de lectura aquí es limitado —explicó. Me ahogué en la risa. Se paró y caminamos juntos hasta la puerta. Una vez que estuvimos en el auto él miró en mi dirección.
—¿Tienes hambre?— La tenía en realidad, pero entre más tiempo pasaba con Liam más incomoda me sentía. No pude evitar la sensación de que a Nick no le gustaría esto. Nunca le ha gustado que este mucho alrededor de Liam. A pesar de que necesitaba el aventón, estaba comenzando a preocuparme de que esto haya sido una mala idea. Sería mejor si Liam solamente me deja de regreso en la casa de Nick.
—Estoy más cansada que otra cosa. ¿No podrías simplemente dejarme en la casa de Nick? —pregunté.
—Por supuesto —contestó con una sonrisa. Liam era muy fácil de manejar. Me gustó eso. No estaba de humor para lo difícil.
—¿Todavía no has hablado con Nick? —preguntó él. Esa no era una pregunta que quisiera responder. Demasiado para no ponerse difícil. Yo sólo sacudí la cabeza. Él no necesitaba una explicación y si lo hacía, pues muy mal porque yo no tenía una. Me había rendido y hace dos noches llamé a Nick para ir directamente al buzón de voz. Le dejé un mensaje pero no ha llamado de regreso. Estaba comenzando a preguntar si él tenía la esperanza de que yo me fuera cuando él regresara. ¿Cuánto tiempo se supone que estaría en su casa?
—No está lidiando bien con esto, imagino. Te llamará pronto —dijo Liam. Podía decir por el tono de su voz que ni siquiera creía lo que estaba diciendo. Sólo era para hacerme sentir mejor. Cerré mis ojos y pretendí dormir así él no diría nada más. No quería hablar acerca de esto. No quería hablar de nada.
Liam encendió la radio y conducimos en silencio por el resto del camino hacia Rosemary. Cuando el coche se detuvo, abrí mis ojos para ver la casa de Nick frente a mí. Estaba de regreso.
—Gracias —dije, mirando en dirección de Liam. Su expresión era seria. Podía decir que estaba pensando en algo que no quiso compartir conmigo. No necesitaba preguntar para saber qué era. Piensa que yo debería irme también. Nick no iba a llamarme y había una posibilidad de que no vaya a volver. No podía simplemente vivir en su casa.
—Llámame si necesitas algo —dijo Liam reuniéndose con mi mirada. Asentí pero yo ya estaba decidida a no llamarlo más. Incluso si a Nick no le importaba lo que hice, no se sentía correcto. Abrí la puerta del auto y di un paso hacia afuera. Con un saludo final, me dirigí hacia la puerta del frente y de vuelta a la casa vacía. 


Nick
Siete días y Selena aún no había abierto los ojos. Mi madre venía a visitarla cada vez menos. Joe comenzaba a ser el único visitante que se quedaba y se mostraba regularmente. Billy pasaba una vez al día por solo unos minutos a la vez. Éramos Selena y yo contra el mundo una vez más.
—Necesitas llamarla, —dijo Joe, rompiendo el silencio. Sabía de quién estaba hablando. Miley estaba constantemente en mi mente. Me sentía culpable mientras me sentaba allí mirando a mi hermana y todo en lo que podía pensar era Miley.
—No puedo, —respondí, incapaz de mirarlo. Él vería que me había dado por vencido si lo hacía.
—Esto no es justo para ella. Liam dijo que ella no está yendo allá y que no ha lo llamado en tres días. Él sigue checando las cosas a través de Demi pero incluso Demi no está segura de que Miley se va a quedar por más tiempo. Tú necesitas llamarla. Dejarme sería la mejor cosa que ella haría. ¿Cómo podría yo ser lo que ella merece si estaba dividido entre mi hermana y ella todo el tiempo? No podía mantener a Selena a salvo. ¿Cómo podía ella confiar en mí para mantenerla a ella y al bebé a salvo?
—Ella merece algo mejor, —manejé decir en voz alta. En vez de sólo decirlo en mi cabeza.
—Sí, probablemente es así. Pero ella te quiere a ti.— Dios, eso dolía. Yo también la quería. Quería a nuestro bebé. Quería esa vida que me dejé pretender que podía tener. ¿Cómo podría darle eso a ella si mi hermana nunca despertaba? Yo estaría lleno de culpa y dolor. No sería el hombre que ella merece. Esto eventualmente me comería hasta que no valga nada para nadie.
—No puedo, —fue todo lo que manejé decir. Joe maldijo y se levantó, lanzando su chaqueta en el piso antes de salir de la habitación y cerrar la puerta de golpe. Él no entendía. Nadie lo hacía. Sólo me quedé mirando la pared frente a mí. Estaba comenzando a entumecerme. Estaba perdiendo todo lo que me había dejado amar una vez. La puerta se abrió y miré esperando ver a Joe. En vez de él era Billy. No estaba de humor para verlo a él. Él había abandonado a las dos personas que más amaba en el mundo en algún momento de sus vidas.
—¿Por qué carajo vienes aquí? A ti no te importa una mierda, —Gruñí. Billy no respondió. Camino hacia la silla que Joe había dejado vacía y se sentó. Él nunca se sentaba ni se quedaba por un largo tiempo. El hecho de que él iba a hacerlo ahora no me pareció bien. Necesitaba estar solo.
—Me importa. Tu madre no sabe que estoy aquí. Ella no aprobaría lo que estoy a punto de decirte. Pero creo que mereces saberlo.— No había nada que ese hombre tuviera que decir que yo quisiera escuchar pero me quedé en silencio y esperé. Mientras más rápido dijera lo que quería más pronto se iría.
—Selena no es mi hija. Tu madre siempre ha sabido eso. Ella quería que Selena fuera mía pero los dos sabíamos cuando ella quedó embarazada que eso era imposible. Nosotros habíamos terminado por casi ocho meses cuando ella me llamó. Acababa de darse cuenta que estaba embarazada y estaba asustada. Aún estaba enamorada de tu papá, que fue por lo que terminamos para empezar. Yo no podía superar a la leyenda que era Dean Jonas. Quería ser suficiente para alguien. Nunca lo sería para Denise. Pero la amaba y ella estaba preocupada sobre cómo iba a manejar otro hijo. Yo era joven y estúpido así que volví con ella y hablamos sobre matrimonio. Le dije que tendría que pensar sobre él. —Él se detuvo y me miró. Yo aún no me recuperaba del hecho de que él no era el papá de Selena.
—Una vez que llegué Denise estaba dejándote con Dean cuando fuera que podía y aún salía con amigas como si no estuviera embarazada. Ella no me diría quién era el papá. Yo acababa de llegar mi límite cuando Tish vino de visita. —Sus ojos se suavizaron y los cerró brevemente. Nunca había visto al hombre mostrar tanta emoción.
—Ella era hermosa. Largo cabello rubio que parecía como si fuera tejido por los ángeles. Los ojos verdes más grandes que había visto y tan malditamente dulce. Ella te amaba. No le gustaba que tu madre te llevara con Dean. A ella le preocupaba que no estuvieras a salvo con un montón de estrellas de rock. Se quedaba contigo cuando tu madre salía. Te hacía estos panqueques con orejas de Mickey Mouse que te encantaban. Fui atraído por ella y no podía alejarme. Tu madre nos usó a los dos por un tiempo. Tish no se iría porque se preocupaba por ti. Y yo no me iría porque me había enamorado de Tish. —Esta no era la historia que mi madre me había contado. Esta no era la historia que me habían hecho creer todos estos años pero ahora que he conocido a Miley… que la conocía… esto tenía mucho más maldito sentido.
—Tu mamá vino a casa ebria una noche. Ella no estaba muy adelantada en su embarazo y anunció que Dean también era el papá de este bebé. Yo estaba furioso de que ella había estado tomando y aún más furioso de que tu padre había hecho esto de nuevo sin intención de hacerle bien a Denise. Así que lo llamé y le dije que quería hablar con él. La charla no salió bien. Él dijo que el bebé no era suyo. Si fuera de él, él encantado lo clamaría pero no lo era. Ella había estado acostándose con el cantante de Slacker Demon por cerca de un mes. El bebé era de Kiro y bueno, tú creciste alrededor de Kiro. Lo conoces lo suficientemente bien para saber que no es de material de padre.— ¿Kiro era el papá de Selena? Enterré mi cara en mis manos mientras diferentes recuerdos venían a mí. Kiro viniendo tarde a gritarle y maldecir a mi mamá por robar a su hija. Kiro llamando a mamá puta barata y esperando que ‘su chica’ no terminara de la misma manera. Yo había olvidado esas cosas. O sólo las bloqueé.

—A través de eso Tish y yo nos acercamos. Dean te tomó y juró que él iba a hacerse cargo de lo que era suyo. Tu madre maldijo y empujó a Tish por las escaleras llamándola de formas que no voy a repetir y nos dijo a ambos que nos fuéramos después de que me vio besando a Tish una noche. Nos fuimos después de eso. Tish lloró demasiado porque estaba preocupada por ti. Ella siempre se preocupaba por ti.— Cuando él hablaba sobre Tish todo lo que yo podía ver era el rostro de Miley. Su rostro dulce e inocente y mi pecho sentía como si estuviera a punto de explotar.
—Le pedí a Tish que se casara conmigo. Ella aceptó. Semanas después de nuestra luna de miel nos dimos cuenta de que estaba embarazada de Brandy, y al año siguiente llego Miley. Esas niñas eran mi mundo. Yo adoraba el suelo por el que caminaban casi tanto como adoraba a su madre. Nunca pasó un día sin que estuviera agradecido por la vida que me habían dado. —Él se detuvo y ahogó un sollozo.
—Entonces un día Brandy y yo estábamos conduciendo de vuelta de las compras. Habíamos ido a comprarle unos zapatos para voleibol. Sus pies habían crecido en el verano pero los de Miley no. Ellas eran casi idénticas.. Estábamos riendo porque yo estaba cantando junto con una tonta banda de chicos en la radio. No vi… no vi la luz roja. Fuimos golpeados por el lado del auto donde estaba Brandi por un camión que iba a ochenta millas por hora. —Se detuvo y pasó una mano sobre su cara para limpiar las lágrimas y soltar otro sollozo.
—Perdí a mi bebé. No había estado prestando atención. Con ella, perdí a mi esposa, quien no podía mirarme y a mi otra hija quiera era sólo una cáscara de la chica que había sido. Luego tú te presentaste con la fotografía de Selena y en vez de quedarme y ser el hombre que mis chicas necesitaban que fuera, huí. Me dije a mí mismo que ellas necesitaban más de lo que yo podía darles. Nunca seré capaz de perdonarme a mí mismo. Nunca sería capaz de seguir adelante y verme sólo las lastimaría más. Así que las dejé. Me odiaba en ese momento; me odio ahora. Pero soy un hombre débil. Debí haberme quedado. Cuando me enteré de que Tish estaba enferma fui a beber en exceso. La idea de un mundo sin Tish en él era imposible para mí de aceptar. Pero ir a ver a mi vibrante esposa, a quien amaba y siempre voy a amar, acostada allí muriendo no era algo que podía hacer. Había enterrado a mi hija. No podía enterrar a mi esposa. Porque era débil dejé a mi bebé que enterrara a su mami. Nunca me perdonaré por eso. —Finalmente miró en mi dirección.
—Todo lo que ves es un hombre egoísta que sólo piensa en sí mismo. Tienes razón. No merezco el amor de nadie o el perdón. No lo quiero. Tu madre y Selena me querían. Las dos actuaban como si me necesitaran. Yo podía pretender con ellas. La verdad es que tu madre está tan perdida y rota como lo estoy yo. Tal vez por diferentes razones pero los dos estamos vacíos por dentro. Yo iba a aclarar todo esto y decirle a Selena hace tres meses. No podía continuar con esta farsa. Yo sólo quería ir y sentarme al lado de la tumba de mi esposa y llorar. Pero luego Miley me llamó. Ella me necesitaba, pero yo no tenía nada que darle. Así que le mentí. No sabía mucho del hombre en el que te convertirías pero sabía una cosa. Tú amabas apasionadamente. Tú harías lo que fuera por tu hermana. Yo no tenía dudas en mi mente de que el momento en que pusieras tus ojos en Miley ella llegaría hasta ti. El espíritu gentil y dulce que había en su madre está en Miley. Brandi era como yo. Pero Miley… ella es mi Tish. Es muy parecida a ella. Ningún hombre puede estar cerca de ella y no amarla. Yo quería a alguien fuerte y capaz de cuidarla. Así que la envié hacia ti. —Él se limpió el resto de las lágrimas y se puso de pie. Yo estaba sin palabras.
—No te vuelvas como yo. No la decepciones como lo hice yo. Tú sólo mereces lo que te haces a ti mismo ser digno de tener. Haz lo que yo no pude. Sé un hombre. —Billy se dio la vuelta y salió sin otra palabra.
Miley 


Miley
No había estado durmiendo por mucho tiempo cuando mi teléfono sonó. Era media noche y sólo unas pocas personas tenían mi número. Mi estomago se anudaba mientras alcanzaba mi teléfono. Era Nick.
—Hola —dije casi asustada temiendo lo qué había llamado para decirme.
—Hola, soy yo. —Su voz sonaba como que había estado llorando. Oh Dios… por favor no dejes que Selena este muerta.
—¿Ella está bien? —Pregunté, esperando que esta vez Dios realmente haya oído mi plegaria.
—Ella está despierta. Está un poquito desorientada pero me reconoció cuando abrió sus ojos así que memoria está bien.
—Oh gracias Dios. —Me senté sobre la cama y decidí que necesitaba intentar esa cosa de rezar un poco más a menudo.
—Lo siento, Miley. De verdad lo siento. —Su voz estaba ronca. Podia oír el dolor atado en sus palabras y no tenia que preguntar qué quería decir. Había llegado el momento. Simplemente no podía decirlo.
—Está bien. Sólo cuida a Sel. En serio me alegro de que ella esté bien Nick. Tal vez puede que no me creas eso pero he estado rezando. Quería que ella esté bien. —Necesitaba que él me creyera. Aún si no hubo amor perdido entre Selena y yo ella era importante para él.

—Gracias —dijo él—. Ya voy para la casa. Estaré allí a más tardar mañana por la noche.— No estaba segura si eso significaba que él quería que me fuera para entonces o si nos despediríamos en persona. Escapar sería mucho más fácil. No tener que enfrentarlo. Ya dolía suficiente por el teléfono. Ver su rostro iba ser tan difícil pero no podía dejar que me destruyera. Yo tenía que pensar en nuestro bebe. Esto ya no era sólo sobre mí.
—Hasta entonces —Respondí.
—Te amo. —Oír las palabras me lastimaba más que cualquier otra cosa. Quería creer que él lo hacía pero no era suficiente. El amor que él podría sentir por mí no era suficiente.
—También te amo —respondí y colgué el teléfono antes de hacerme un ovillo y llorar hasta quedarme dormida. El timbre de la puerta sonó justo mientras estaba saliendo de la ducha. Agarré la ropa que me había preparado para ponerme y rápidamente me vestí antes de envolver mi cabello en una toalla y bajar a toda prisa las escaleras. Cuando abrí la puerta y vi a mi padre parado allí no estaba segura de qué pensar. ¿Lo había enviado Nick para deshacerse de mí? No. Nick no haría eso. Pero ¿por qué estaba él aquí?
—Hola, Miley. Yo, uh, vengo para hablar contigo. —Él no se veía como si no hubiese dormido en días y su ropa estaba arrugada. Al ver a la hija que él amaba en el hospital debía haber sido duro para él. Rechacé esa amargura. No iba a pensar eso. Él era el papá de Selena también. Al menos él estaba allí para ella ahora aún si había jodido la primera parte de su vida.
—¿Sobre qué? —Pregunté, sin moverme para dejarlo entrar. No estaba segura si había algo que él tenía que decir que yo quisiera escuchar.
—Es sobre Selena… y tú.— Sacudí mi cabeza. 

—No me importa. No estoy de humor para escuchar cualquier cosa que tengas que decir. Tu hija despertó. Me alegra que no haya muerto. —Empecé a cerrar la puerta.
—Selena no es mi hija —dijo él. Las únicas palabras que me habrían detenido de cerrar la puerta de un portazo en su cara. Dejé que sus palabras penetraran mientras lentamente abrí la puerta de nuevo. ¿Qué quiso decir con que Selena no era su hija?— Sólo lo miré fijamente. Esto no tenía sentido.
—Necesito decirte la verdad. Nick va a decírselo a Selena cuando esté preparada. Pero quería ser quien te lo diga.— ¿Qué sabia Nick? ¿Había estado mintiéndome? No estaba segura de que pudiera respirar. 
—¿Nick? —Pregunté, retrocediendo en caso de que no pudiera respirar profundamente y me desmayara. Necesitaba sentarme.
—Le conté todo a Nick ayer. Él había sido informado de la misma mentira que tu pero ahora sabe la verdad.— ¿La verdad? ¿Cuál era la verdad? ¿Había una verdad o era mi existencia entera era una mentira? Me senté en las escaleras y miré al hombre que pensé que era mi padre mientras él entraba y cerraba la puerta tras él.
—Siempre he sabido que Sel no era mi hija. Lo que es más importante, tu madre sabía que Selena no era mi hija. Tienes razón, tu madre nunca me hubiera permitido dejar a mi novia embarazada y huir con ella. Por nada del mundo. Ella casi no me dejo abandonar a mi ex novia quien estaba embarazada de otro miembro de los chicos de Slacker Demon porque estaba preocupada por lo que pasaría con Nick. Su corazón era simplemente tan grande como sabes que era. Nada de lo que sabias era una mentira, Miley. Nada. El mundo que conocías no era una mentira.
—No entiendo. Sé que mi mama no estaba involucrada en nada de esto. Eso nunca fue un interrogante en mi mente. Pero no comprendo. Si tú no eres el papá de Selena, ¿Por qué nos abandonaste por ellas?
—Conocí a tu mamá al tiempo que trataba de ayudar a mi ex novia a lidiar con su último problema. Tu mamá también había venido para ayudar a su amiga. Ambos nos preocupamos por Denise. Ella nos había necesitado y tratamos de ayudarla. Pero mientras ella estaba de fiesta y actuando como si no tuviera un niño pequeño en casa para cuidar y un embarazo que estaba ignorando, me enamore de tu madre. Ella era todo lodo lo que Denise no era. La adoraba, y por cualquier razón, ella se enamoro de mí. Cuando nos marchamos, Dean había venido para llevarse a Nick y Kiro, el vocalista de Slaker Demon y el verdadero padre de Selena, habían intervenido para ofrecer su ayuda. Denise se enteró sobre Tish y yo. Nos envió a hacer las maletas y con gusto nos fuimos. Tu madre se preocupaba por Nick y llamó a Dean para que viera cómo estaba él durante un tiempo.

—¿Mamá conocía a Nick?— Imaginar a mi mamá cuidando de Nick como un pequeño niño atascado con dos padres jodidos hizo que se me llenaran los ojos de lágrimas. Él había conocido cuan maravillosa era mi madre antes aún si no lo recordaba.
—Sí. Él la prefería a ella que a Denise y eso tampoco se acomodo bien con Denise. Cuando Denise recuperó de nuevo a Nick se rehusó a dejar que tu madre viera cómo estaba él. Tu madre lloró durante semanas preocupándose por el pequeño niño que había llegado a amar. Pero esa era tu mamá. Siempre preocupándose demasiado. Su corazón era más grande que el de cualquiera que jamás haya conocido… hasta ti. Eres como ella, cielo.— Levante mis manos para detenerlo. No nos uniría esto. No estaba llorando porque sabía que mi madre era inocente de las mentiras que había escuchando antes. Estaba llorando porque ella había querido a Nick antes también, su niñez enteras había sido solitaria.
—Casi he terminado. Déjame terminar, luego me iré y nunca me veras de nuevo. Lo juro.— Él sabía que también me iba. Que esta cosa con Nick y yo había terminado. El dolor agudo en mi pecho era casi demasiado.
—La muerte de Brandi fue mi culpa. Pasé esa luz roja. No había estado prestando atención y perdí una de mis niñas ese día. Pero te perdí a ti y a tu madre también. Fueron heridas demasiado y fue todo mi culpa. No fui lo suficientemente hombre para quedarme y soportar verlas a las dos en tanto dolor. Así que hui. Dejé que te encargaras de Tish cuando debí haber sido yo pero era demasiado débil. No podía soportar la idea de ver a mi Tish enferma. Me acabaría. Me emborrache hasta quedar inconsciente. Era la única manera de permanecer insensible. Luego llamaste y dijiste que ella había muerto. Mi Tish no estaba más en esta tierra. Iba a decirle a Selena la verdad sobre su padre e iba a marcharme. No estaba seguro de a donde iría pero no me importaba si vivía o moría. Entonces llamaste y me necesitaste. No era ni siquiera un hombre. Era despreciable. Pero no podía defraudarte. Ya te había hecho sufrir tanto sola. Te envié hacia Nick. Él no era exactamente el tipo de chico que un hombre quiere alrededor de su hija pero sabía que él vería en ti lo que yo vi en Tish. Un sustento. Una razón para vivir. Una razón para luchar. Una razón para cambiar. Él era fuerte. Podia protegerte y sabia que si lo presionaba lo haría.— Todo esto era demasiado. No podía hacer que tuviera sentido. ¿Él me había enviado hacia Nick? ¿El chico que adoraba a su hermana que me odiaba y me culpaba por todo lo malo en su vida?
—Él me odia —le dije—. Él odiaba lo que yo era.— La sonrisa de mi padre era triste.
—Sí, él odiaba a quien pensaba que eras, pero luego te conoció. Él estaba a tu alrededor y eso fue todo lo que se necesito. Tu eres excepcional, Miley. Justo como lo era tu madre. No hay muchas personas en este mundo tan fuerte como lo eres tú. Tan llena de amor y dispuesta a perdonar. Siempre envidiaste la forma en que Brandi podía cautivar una habitación. Pensaste que ella tenía lo mejor de las dos. Pero lo qué Brandi sabía y lo qué yo sabía era qué éramos afortunados porque teníamos a personas como tú y tu madre en nuestras vidas. Brandi te adoraba. Ella vio que tú eras quien tenía el espíritu de tu madre. Nosotros estábamos asombrados con las dos. Aún lo estoy y aunque todo lo que he hecho es lastimarte desde el día que perdimos a tu hermana, te he amado. Siempre lo haré. Eres mi pequeña niña. Mereces lo mejor en este mundo y no soy lo mejor. Voy a irme y jamás voy a molestarte otra vez. Necesito vivir por el resto de esta vida solo. Recordando lo que alguna vez tuve.
El dolor en sus ojos destrozaba mi alma. Él tenía razón. Nos había abandonado a mí y a mamá cuando más lo necesitábamos. Pero tal vez nosotros lo habíamos abandonado también. No habíamos ido detrás de él. Sólo lo habíamos dejado irse. El día que perdimos a Brando había marcado todas nuestras vidas. Mamá y Brandi se habían ido ahora y nosotros nunca podríamos recuperarlas. Pero nosotros estábamos aquí. No quería vivir el resto de mi vida sabiendo que mi padre estaba ahí afuera en algún lugar solo. Mi mamá no querría eso. Nunca quiso que estuviera solo. Lo amó hasta que inhaló su última respiración. Brandi no querría eso. Ella había sido una niña de papi. Me puse de pie y di un paso hacia él. Las lágrimas contenidas en sus ojos comenzaron a correr lentamente por su rostro. Era una sombra del hombre que una vez fue pero era mi papá. Un sollozo corrió por mi pecho y me lancé en sus brazos. Cuando me envolvieron y me sostuvieron firmemente dejé en libertad todo el dolor. Lloré por la vida que habíamos perdido. Lloré por él porque no era lo suficientemente fuerte y lloré por mí porque era el momento.

_____________________________________________
El proximo capitulo es el final

1 comentario:

  1. AAAIIIIII MIERDA!
    ESTOY LLORANDO DE VERDAD
    SI PUDIERAS VER MI CARA AHORA TE MATARIAS DE RISA POR QUE LLORO COMO UNA ESTUPIDA
    AUN SIGO ODIANDO AL PAPA DE MILEY POR LO QUE LE HIZO A ELLA Y A SU MADRE, LA VERDAD QUE PASE ´POR ALGO ASI Y SIMPLEMENTE NO PUEDO PERDONARLO
    ME ENCANTO EL CAPITULO AHORA LO UNICO QUE QUIERO ES QUE MILEY SEA FELIZ
    SE MERECE SER FELIZ MAS QUE CUALQUIER PERSONAJE DE LA NOVELA
    NO PUEDO CREER QUE EL PROXIMO CAPITULO SEA EL FINAL, MUERO DE GANAS POR LEERLO AUNQUE NO QUIERO QUE TERMINE
    ESPERO QUE TODO SALGA BIEN
    BESOS

    ResponderEliminar