jueves, 2 de enero de 2014

Finding My Destiny- Niley- Cap 11


Miley
Nick estaba de espaldas jalándome hacia él cuando me vine en un orgasmo que estaba bastante segura me había hecho desmayarme. Me acurruque en sus brazos y suspire de alivio. Él había hecho todas las adoloridas y necesitadas partes de mí muy feliz. Mucho más que feliz. Estaba dolorida por todas partes y me encantaba.
—Creo que puedes haberme roto —Ahogo una risa contra mi sien y coloco un beso allí.
—Espero que no porque cuando tenga energía para moverme me gustaría hacerlo de nuevo —Le conteste tan dulcemente como pude.
—¿Porque de pronto me estoy sintiendo utilizado? — Pregunto él. Pellizqué en la piel que cubría sus abdominales. 
—Lo siento si te sientes utilizado pero con un cuerpo como el tuyo ¿qué esperas?— Nick rio y me puso de espaldas antes de cubrirme con su cuerpo. Sus ojos plateados brillaban mientras me miraba. 
—¿Es así?— Solo asentí. Temía que diría algo más si hablaba. Como el hecho de que estaba enamorada de él.
—Eres tan hermosa— Susurro mientras bajaba la cabeza para besar mi rostro como si fuera algo para adorar. Yo no era la hermosa. Él lo era pero no señale eso. Si él quería pensar que lo era entonces lo dejaría. Sus manos corrieron bajo mi cuerpo haciéndolo zumbar de placer. 
— ¿Despertaras de esta manera cada mañana? — Pregunto con un brillo en sus ojos. Podría mentir pero había tenido suficiente de eso. 
—Sí. A veces en medio de la noche también.— Nick levanto una ceja. 
—¿En medio de la noche?— Asentí. Extendió la mano y peino pelo fuera de mi rostro 
—¿Cómo se supone que te ayude en medio de la noche si no estás conmigo? —Su voz sonaba realmente preocupada.
—No me quieres despertándote cada noche por sexo —Le dije.
—Nena, si te despiertas caliente quiero estar listo y disponible —Su voz bajó y deslizo una mano hacia abajo para ahuecarla entre mis piernas—. Esto es mío y cuido de lo que me pertenece.
—Nick —Advertí.
—¿Si?
—Voy a montarte aquí mismo y exprimir tus sesos si no dejas de decir cosas como esa.— Nick sonrió.
—Eso no es una gran amenaza, dulce Miley.— Volví la cabeza para sonreír y el reloj en mi mesita de noche me llamo la atención. ¡Oh mierda! Empuje a Nick  
—Tengo que estar en el trabajo en diez minutos —Le grite a modo de explicación. Nick se apartó de mí y salte fuera de la cama solo para darme cuenta que estaba muy desnuda y que Nick estaba tendido en la cama viéndome entrar en pánico con una sonrisa.
—Por favor, no me importa. La vista es estupenda desde aquí —Dijo con una sonrisa sexy. Negué con la cabeza y agarre un par de bragas y un sujetador, luego corrí al baño.

—Parece que alguien tuvo suerte o ¿esa sonrisa de felicidad es por todas esas donas que te lleve?— Cheyne arrastro las palabras mientras yo entraba a la cocina con un minuto de retraso. Mi cara se sentía como si estuviera en llamas 
—Me encantan las donas. Gracias y disculpa lo olvide anoche. Fue un uh… día loco —Conteste, eligiendo un delantal, asustada de hacer contacto visual con él.
—Nena, si yo acabara de salir de la cama de Nick Jonas estaría sonriendo como loco también. De hecho, estoy terriblemente celoso. Sé que mis donas no pusieron ese brillo de satisfacción en tus ojos.— Comencé a reír y cogí un lápiz y una libreta. 
—Él es bastante asombroso.
—Oh, por favor dame detalles. Pondré atención a cada palabra —Rogo Cheyne saliendo hacia el comedor junto a mí.
—Ve a coquetear con mujeres y deja de fantasear con mí… mí…—¿Qué era Nick? No era mi novio. Era el padre de mi bebe y eso apenas sonaba justo.
—Él es tu hombre. Dilo porque es verdad. El chico adora tu altar.— No respondí. No estaba segura de que contestar. Ya había mesas llenas y tenía trabajo que hacer. Liam, Jace y Thad, el rubio con cabello rizado de cuyo nombre me entere hace poco, estaban sentados en una de mis mesas. Fui a tomar las ordenes de bebidas de él señor Lovelady y de su acompañante de hoy. Siempre tenía chicas con él que parecía podían ser sus nietas, pero nunca lo eran. Según Cheyne el señor Lovelady era más rico que dios. A pesar de ello, era viejo. Lo que era sencillamente asqueroso. Después de tomar sus órdenes de bebidas me dirigí a la mesa de Liam. Los tres chicos me sonrieron cuando me acerque Thad me guiño un ojo. Era el chico guapo a quien le gustaba coquetear y todos lo sabían. Por lo que ignorarlo fue fácil 
—Buenos días, muchachos. ¿Qué puedo traerles para beber? —Pregunte mientras colocaba sus vasos de agua en frente de ellos—. Luces alegre esta mañana. Es bueno verte sonreír otra vez —Dijo Thad mientras cogía su vaso de agua y tomaba un sorbo. El sonrojo volvió a mis mejillas. Podía sentirlo. Eche un vistazo a Liam quien me observaba con una mirada cómplice. Era lo suficientemente listo para entenderlo 
—Quiero un café —Fue la única respuesta de Liam. Estaba muy agradecida de que no estuviera de humor para tomarme el pelo.
—Demi no me dejaba tocar las donas que Cheyne trajo esta mañana. No me di cuenta que las donas te ponían de tan buen humor —La sonrisa de satisfacción en el rostro de Jace dijo que sabía exactamente qué había sucedido. ¿Todo el club iba a saber sobre mi vida sexual ahora? ¿Era eso tan interesante?
—Sucede que me encantan las donas —Respondí, estudiando mi libreta en vez de mirar a cualquiera de ellos.
—Apuesto que lo haces —Jace se rio entre dientes—. Tráeme una Honey Brown, por favor.
—Siento como que me estoy perdiendo de algo aquí y odio sentirme excluido —Dijo Thad apoyándose en la mesa e inspeccionándome más de cerca.
—Aléjate y pide tu maldita bebida —Le espetó Liam. Thad rodo los ojos y se echó hacia atrás en su asiento 
—Están todos tan sensibles. Quiero una botella de agua mineral.—Lo anote y luego mire hacia Liam. 
—¿Les gustaría que trajera frutas frescas a la mesa?— Él asintió 
—Por favor.— Contenta de haber terminado con esos tres me dirigía a la cocina después de haber sido detenida por la Sra. Higgenbotham la cual quería una Mimosa para ella y su hija quien parecía tener unos dieciocho años. Cheyne estaba cargando su bandeja cuando entre a la cocina. Me miro por encima de su hombro 
—Sé que estoy siendo entrometido pero tengo que preguntar, ¿Quién es la chica que Nick al salir corriendo dejo aquí ayer?— Delta. No sabía nada más sobre ella. Solo Delta, una vieja amiga. De hecho había olvidado que Nick la había dejado aquí 
—Ella es una vieja amiga suya. No sé mucho más.
—Liam la conoce bien también. Fue y hablo con ella después de que ustedes salieran corriendo. Supuse que no era nueva si ambos la conocían.— Me recordé a mí misma que era parte de su pasado. No tenía razón para sentir celos de ella de ninguna manera. Eran viejos amigos. Solo porque era una de ellos no significaba que tuviera que sentirme inferior. Puse las frutas de Liam en mi bandeja y cogí las bebidas que todos habían pedido antes de volver a entrar al comedor. Me concentre en la entrega de bebidas a mis mesas antes de hacer un barrido mientras caminaba hacia la mesa de Liam. Vi a Liam entre cerrar sus ojos desde mí hacia una mesa a mi izquierda. Estaba en el área de Cheyne. Mire hacia atrás para ver si eso era una pista para mí para ayudar a alguien cuando mis ojos se encontraron con los de Nick. Me detuve. Él estaba aquí. Una sonrisa comenzó a formarse en mis labios cuando mis ojos se movieron para ver a Selena sentada a su lado con una mueca de enfado en su rostro. Gire mi atención de nuevo hacia Liam y decidí pretender que no estaban aquí.
—Aquí está su fruta —Podía oír el tono nervioso en mi voz y rogué que los chicos no se dieran cuenta—. Y aquí están sus bebidas. ¿Todos listos para ordenar ahora? —pregunte, forzando una sonrisa. Los tres me quedaron mirando haciendo esto solo más incómodo. Era algo que iba a tener que aprender a superar. Selena era su hermana. Estaría en mi vida si Nick lo estaba. Aprender a vivir con alguien odiándome era una parte de la vida que necesitaría saber aceptar.
—Es su hermana. Haces esta cosa con él y tienes que lidiar con ella también —me dijo Jace como si ya no lo supiera. No me gustaba sentir como si cada emoción que tenía estuviera a la vista. Siempre había sido una persona reservada. Esto era demasiado.  Lo ignore sacando mi libreta y mire deliberadamente a Liam. Él aclaró su garganta y ordeno. Los otros también lo hicieron sin más palabras de sabiduría.


Nick
—Te llamé para preguntarte si podrías desayunar conmigo. ¿Por lo menos podrías darme treinta minutos de tu atención? Hace semanas que no nos hemos visto. Te hecho de menos.— Me afectó el dolor en la voz de Selena. Ella tenía razón. La estaba ignorando. Incluso no estaba seguro de lo me había dicho desde que Miley entró en el comedor. Estaba tan concentrado en que no cargara nada pesado y que nadie la estuviera molestando… o coqueteando con ella, no me quedaba mucho tiempo en el almuerzo con mi hermana.
—Sí, lo siento— le dije y viendo la puerta por donde había visto que Miley había pasado. —Otra vez cuéntame del torneo de navegación que estabas haciendo con el chico nuevo… me dijiste que su nombre era Charles— Selena sonrió cuando le mencioné el nombre del chico y luego asintió. Me recordó a la pequeña niña que se entusiasmaba hablando de algo que le interesaba. No como un adulto enojado cuando crecía. 
—Sí. Es el nieto de los Kellars. Es de Cape Cod y es un experto en navegación. Navegó hasta aquí en el verano. Como sea, entró a un torneo y quiere llevarme con él. Sólo será por unos días— Escuché mientras hablaba de Charles y su velero es muy difícil no mirar alrededor y buscar a Miley. Necesito encontrar un balance entre las dos mujeres en mi vida. Primero es Miley pero amo a mi hermana y me necesita. Incluso si en el desayuno la escucho hablar acerca de su última conquista. No tiene con quien hablar. Dejó de hablar y frunció su ceño por algo que pasaba detrás de mi hombro. 
—Necesita concentrarse en su trabajo y dejar de mirarte. Dios, no sé por qué Liam no la despide— Miré hacia atrás para ver a Liam, Jace y Thad sonriendo y bromeando con Miley que estaba sonrojada.
— No está mirando ahora. Está demasiado ocupada coqueteando con los chicos. A ella sólo le importa el dinero. Realmente es patético. Me gustaría que vieras lo ridículo que es su intento. Quiero decir, los estoy viendo y…
—Selena, cállate— gruñí. No quería escuchar todas las tonterías que Selena decía respecto a Miley, tampoco quería ver a los chicos coquetear con ella y hacerla sonrojar era más de lo que podía manejar. Iba a asegurarme de cada uno de esos hijos de puta comprendieran que ella es mía.
—¿Vas a dejarme por ella? Está coqueteando con ellos Nick. No puedo creer que sólo te irás durante el desayuno para ir con el público que tiene esa puta barata— El ataque de celos que había tenido inmediatamente me había distraído y me había olvidado de mi hermana. Una neblina roja se apoderó de mí y me giré hacia ella.
— ¿Qué demonios acabas de decir? — le pregunté susurrando y levantándome sobre ella. Abrió la boca para hablar pero sabía que si ella decía algo malo de Miley iba a perder el control. — No lo hagas. Si es que quieres salir de aquí con un poco de dignidad. Si alguna vez vuelves a decir algo malo acerca de Miley ya no voy a volver a verte. Maldita sea lo entiendes. — Los ojos de Selena se abrieron. Nunca le había hablado de esa manera. Pero esta vez llegó muy lejos. Se levantó de un salto y tiró su servilleta a la mesa.
—No puedo creerlo. Soy tu hermana. Ella sólo… ella sólo…
—Ella es la mujer de la que estoy enamorado. Necesitas recordarlo— dije terminando su oración. Los ojos de Selena destellaron odio mientras se daba la vuelta y salía del club. No me importaba. Necesitaba que se fuera antes de que dijera alguna otra estupidez. No quería hacerle daño. La amo pero odiaba cada una de las palabras que salieron de su boca. Una mano me tocó el brazo y me lo jaló, antes de que lo hiciera yo sabía que era Miley. Sus ojos azules estaban llenos de preocupación. Esto era a lo que ella tenía miedo. El odio de Selena hacia ella. No podía culparla pero no podía vivir sin Miley. Pero en este momento necesito
estar solo.
—Lo siento— le dije susurrando y luego aparté mi mano para sacar el dinero y ponerlo en la mesa antes de salir a perseguir a Selena fuera del comedor.
Pasé las siguientes tres horas en el gimnasio. Mi cuerpo estaba físicamente listo para golpear a quien sea en el momento llegué allí. Pero ahora mi ira se había desvanecido. En este momento sólo quería ver a Miley. Su turno ya había terminado y yo quería abrazarla. Se merecía una disculpa. Nunca debí haber permitido que Selena escogiese al club para el desayuno. Ella me había pedido que me encontrara con ella en el club así que fui. Incluso me había asegurado que estaríamos en la sección de Cheyne. No había querido incomodar a Miley. Pero de todos modos había fracasado. Esta es la última vez que le permitía a Selena acercarse a ella. No lo hará y Miley no se lo merece. Toqué la puerta y esperé. Nadie vino. Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi teléfono sólo para recordar que Miley no tenía celular. Maldita sea. Iba a tomar el teléfono de mi casa y voy a obligarla a tomarlo de nuevo. ¿Y si estaba herida? ¿Y si se había ido de aquí y no pensaba regresar?
—Ella salió con Cheyne— dijo Demi detrás de mí. Me di la vuelta para ver a Demi caminando desde el campo de golf. —Me la encontré después de que terminó su turno y me dijo que ella y Cheyne tenían una cita caliente. — ¿Por qué no me lo dijo? Porque ella no sabía en dónde encontrarme, eso si es que me hubiera querido decir. Había huido de ella.
—¿A qué hora llegará? — Le pregunté cuando Demi se puso delante de mí y abrió la puerta.
—No lo sé. Estaba enojada. ¿Sabes algo de eso? — Preguntó Demi con voz agria mientras empujaba la puerta. No le pregunté si podía entrar, sólo seguí adentro. 
—Selena y yo fuimos a desayunar hoy al club. Y no nos fue muy bien. — Demi arrugó la nariz con disgusto
— ¿Eso crees? ¿Para qué? No puedo imaginar a tu perra hermana haciendo algo para disgustar a Miley— Demi arrojó su bolso y murmuró una maldición. —No necesita que la estresen, lo sabes muy bien. Está embarazada y está decidida a permanecer de pie la mayoría del tiempo y a llevar bandejas todo el día. Tú estás añadiendo el drama familiar y ella no necesita eso. La próxima vez que quieras tener una reunión familiar con la malvada bruja asegúrate de que sea en otro lugar— Ella tenía razón. No debería haber dejado que Miley viera a Selena. Nunca bebí haber creído en la amabilidad de Selena. O por lo menos que ella se hubiera querido comportar. Esto fue mi culpa y necesito encontrar a Miley.
— ¿En dónde está?—  Le preguntéDemi se dejó caer en el sofá 
—Consiguiendo un descanso de esta vida de mierda en la que ha vivido últimamente— Si Demi quería hacerme daño estaba haciendo un excelente trabajo. Estaba dispuesto a rogarle cuando la puerta se abrió.
—Lo siento llego tarde. Fuimos a…— se detuvo cuando sus ojos se encontraron con los míos. 
—Hola.
—Hola— le dije acercándome para quedar enfrente de ella, pero con miedo a tocarla. —De verdad lo siento. Por favor vamos a tu cuarto y déjame explicártelo— Ella hizo el primer movimiento y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
—Está bien no estoy molesta— Me iba a consolar. Otra vez. Esto es lo que siempre hace: preocuparse por lo demás.
—No, no lo está— le respondí y tomé su mano para llevarla a su cuarto. Lejos de Demi que en estos momentos no era mi mayor fan.
—Ve y deja que se arrastre. Él lo necesita. Mierda. Necesito que lo haga— dijo Demi desde el sofá, tomando el control remoto de la televisión.
______________________________
Que no es muy lindo el gif?

2 comentarios:

  1. El gif *-* esta hermosisimo, en esta novela selena no es mi idola ha que si jajajaja, amo tu nove, espero la sigas rapido♡

    ResponderEliminar
  2. jajajaja llore con el gif
    me encanto el capitulo
    super interesante
    y con mucho drama
    quisiera de que selena no sea una zorra malvada y dejara en paz a miley
    bueno me encanto
    ya quiero leer el siguiente
    BESOS

    ResponderEliminar