miércoles, 8 de enero de 2014

Finding My Destiny- Niley- Cap 14


Miley
El telefono que Nick habia comprado para mi estaba en la barra de la cocina cuando Sali de mi habitación. Esta esra la tercera vezen la semana que el dejaba algo por ahí para que yo lo encontrara. Esta vez también habia una nota. Lo recogi.
“Piensa en el bebe. Esto es necesario para las emergencias”
Eso fue un golpe bajo. Sonriendo cogi el teléfono y lo puse en mi bolsillo. El no iba a darse por vencido hasta que lo aceptara. Hoy fue mi segundo chaqueo medico. Le dije eso a Nick en nuetra tercera cita el Lunes en la noche. Habia estado muy decidido a llevarme a citas toda la semana. Anoche le habia rogado quedarnos en casa y ver una película. El habia hecho su punto. Todos en el pueblo nos habían visto juntos. Estaba segura de que todos estaban hartos de vernos juntos a estas alturas. La idea me hizo sonreir aun mas. Saque el teléfono de mi bolsillo. me habia olvidado de recordarle a Nick de la consulta hoy. Ahora tenia un teléfono para llamarlo. Su nombre era el primero en mi lista de contactos FAVORITOS, no estaba sorprendida. El teléfono sono tres veces antes de que contestara.
—Oye, te llamo de vuelta — la voz de 
Nick sonaba molesta.
—Bien, pero… — empece a decir cuando el amortiguo el teléfono para hablar con otra persona. ¿Qué estaba pasando?
—¿Estas bien? —espeto.
—Si, estoy bien pero
—Entonces, te llamo despues— me interrumpio antes de que pudiera terminar y corto la llamada. Me sente alli y me quede mirando el teléfono. ¿Qué habia sucedido? Tal vez yo debería haber preguntado si esta bien. Cuando el no volvió a llamar en los próximos diez minutos, decidi que mejor me vestia para mi cita. Seguramente volveria a llamar antes de que fuera hora de irme. Una hora mas tarde y todavía no habia llamado. Debati entre llamarlo o no. tal vez se habia olvidado de que llame. Siempre podía pedir prestado el coche de Betty e ir a mi cita. El Lunes, cuando le dije, parecía emocionado por ir. Yo no podía dejarlo. Apreté su numero de nuevo. Sono cuatro veces esta vez.
—¿Qué? — la voz de Selena me sorprendio, ¿estaba con 
Selena?
—Uh, um… —No estaba segura de que decirle. No podía contarle lo de mi cita — ¿Esta 
Nick ahi? — le pregunte nerviosamente. Selena dejo escapar una dura risita 

—Increible. Te dijo que llamaría de nuevo ¿Por qué no le das un poco de espacio para respirar? Nick no esta necesitado. Esta visitando a su familia. Mi mama y mi papa están aquí. Nos estamos preparando para ir a un almuerzo familiar. Cuando este listo para hablar contigo lo hará — Entonces, ella me colgó. Me deje caer sobre la cama. Esta teniendo un almuerzo familiar con su madre, su hermana y mi papa. ¿Por eso me colgó? El no quería que yo supiera que estaba con ellos. Su comida familiar venían antes que el bebe y yo. Esto era lo que yo esperaba, pero luego haba sido tan dulce y protector. ¿Estaba siendo necesitada? Yo no era una persona necesitada, si no que me habia convertido en una. ¿No? De pie, puse el teléfono en la cama. No lo quería mas. La voz odiosa de Selena se estaba burlando de mi cuando dijo que estaba comiendo con su padre. Cogi mi bolso. Tuve tiempo de ir a las oficinas y pedir prestado el coche de Demi. Al momento que llegue a las oficinas, yo estaba sudando. Demasiado para parecer linda en mi cita. Eso no me importo. Era el menor de mis problemas. Subi las escaleras y Darla me encontró cuando salía por la puerta.
—No trabajas hoy — dijo en cuanto me vio.
—Lo se. Tengo que pedir prestado el coche de 
Demi. Tengo una cita medica en Destin que yo… uh… olvide — Odiaba mentir, pero decirle la verdad era mas de lo que podía manejar. Darla me observo un momento y luego metio la mano en el bolsillo de sus pantalones y saco sus llaves.

 —Llevate mi coche. Voy a estar aquí todo el dia. No lo necesito.— Queria abrazarla pero no lo hice. No esta segura de que se acostumbrara a tener ese tipo de reacción por una cita medica. 
—Muchas gracias. Le llenare el tanque — le asegure. Ella asintió con la cabeza y me corrió. Corri por las escaleras y me meti en su Cadillac y me dirigi hacia Destin. El viaje de ida no fue tan malo y solo tuve que esperar quince minutos antes de que me llamaran a la sala de exámenes. La enfermera era toda sonrisas mientras sacaba una maquina con una pantalla pequeña.
—Solo tienes diez semanas, para oir el latido del bebe vamos a tener que hacer un ultrasonido. Debemos de escuchar el latido del bebe y ver un pequeño destellos aquí también.— Iba a ver a mi bebe y oir el latido de su corazón. Esto era real. Las pocas veces que me imagine este momento no me imagine estando sola. Habia pensado que alguien estaría conmigo. ¿Y si no pueden encontrar su latido? ¿Qué pasa si algo va mal? Yo no quería pasar por esto sola. El medico entro con una sonrisa reconfortante. 
—Pareces aterrorizada. Este es un momento feliz. Todos sus signos vitales están bien. No hay necesidad de estar tan nerviosa — me aseguro — Ahora recuéstate — hice lo que me dijo, y le enfermera puso mis piernas en los estribos.
—No esta lo suficiente avanzada para hacer esto externamente y ser capaz de ver u oir al bebe. Tenemos que hacer un ultrasonido transvaginal que significa que tenemos que ir por via vaginal. Ya no duele. Sentiras un poco de presión por la varita, eso es todo — explico la enfermera. Yo no los veía. La idea de el metiéndome una varita solo me puso peor. Me concentre en la pantalla.
—Muy bien, aquí vamos. Fácil, estate quieta — me instruyo el doctor. Mire a la pantalla en blanco y negro, esperando pacientemente a algo que pareciera un bebe. Un pequeño golpeteo lleno la sala y se sentía como si mi corazón hubiera dejado de latir.
—¿Eso es…? — le pregunte, repentinamente incapaz de decir nada más.
—Eso está bien. Golpeando justo ahí. Lindo y fuerte — dijo el doctor. Me quede mirando la pantalla y la enfermera señalo lo que parecía un pequeño guisante 

—Aquí está él o ella. Tamaño perfecto para diez semanas.— No podía tragar el nudo en mi garganta. Las lágrimas rodaron por mi cara, pero no me importaba. Me quede paralizada mirando el pequeño milagro en la pantalla, mientras sus latidos llenaban la sala.
—El bebe y tu lo están haciendo excelente — dijo el doctor mientras lentamente sacaba el instrumento de mi interior y la enfermera me bajo la bata y me dio la mano para levantarme el ánimo.
—El poco flujo sanguíneo es perfectamente normal después de este procedimiento, así que no te alarmes — dijo el doctor, poniéndose de pie y acercándose al lavabo para lavarse las manos.
—Sigue tomando estas vitaminas prenatales y ven a verme otra vez en cuatro semanas.
— Asentí con la cabeza. Seguía impresionada.
—Aquí tienes — dijo la enfermera y me entrego unas pequeñas fotos de mi ultrasonido.
—¿Estas son mías? — le pregunte mirando las fotos de mi bebe.
—Por supuesto que si — respondió ella con un tono divertido.
—Gracias — le dije mientras miraba cada una de ellas y miraba al pequeño chicharito que sabía estaba vivo dentro de mí.
—De nada — me dio una palmadita en la rodilla —Puedes vestirte ahora. Todo se ve muy bien.
— Asentí con la cabeza y me enjuague una lagrima que se había escapado y ahora corría por mi mejilla.


Nick
 ¿Dónde está ella, Demi? — Demandé saliendo de la habitación de Miley sosteniendo su teléfono celular. Ella lo había dejado aquí. Demi me gruño y azoto la puerta de un gabinete de la cocina 
— El hecho de que tu penoso trasero no sepa dónde está solo me hace odiarte más.— ¿Qué demonios estaba mal con ella? Había tenido un día del infierno. Diciéndole a mi madre que ella tendría que conseguirse otra casa y diciéndole que iba a pedirle a Miley que se casara conmigo los había mandado a todos ellos a una rabia salvaje. Bueno, no a todos ellos. El padre de Miley se había visto bien con ello. Selena y mi madre se habían vuelto balísticas. Habíamos pasado varias horas gritándonos los unos a los otros y yo había hecho amenazas que planeaba mantener. Se suponía que Selena iba a irse de vuelta a la escuela el lunes. Ella no iba a estar hasta vacaciones de invierno y yo estaba seguro de que ella terminaría en Vail con amigos entonces. Eso era lo que ella hacía cada año. Normalmente yo iba también pero no este año.
— He tenido que lidiar con mi madre y hermana por las pasadas cuatro horas. Correr a Denise de la casa e informarles a ella y Selena que planeo pedirle a Miley que se case conmigo no es exactamente una batalla sencilla.¡Así que perdóname si necesito un poco de ayuda recordando donde esta Miley!— Demi golpeo la botella de agua abajo en la barra y un ruido molesto se convirtió más en un ceño de disgusto. Creí que una vez que ella escuchara que iba a proponerme a Miley iba a estar feliz. Aparentemente no.
— Espero que no le hayas comprado un anillo — fue su única respuesta. Estaba cansado de sus juegos 
— Dime donde esta — brame. Demi puso ambas manos en la barra y se inclino hacia delante dándome un ceño furioso, yo no sabía de lo que era capaz la chica 
—Vete. Al. Carajo.— Joder. ¿Qué había hecho? La puerta se abrió y Miley entro caminando sonriendo hasta que sus ojos se encontraron con los míos. Entonces su sonrisa se desvaneció. Ella estaba molesta conmigo también. No era bueno.
— Miley— dije mientras caminaba hacia ella y ella comenzó a hacerse hacia atrás.—No — replico, sosteniendo en alto ambas manos para detenerme de acercarme más. Ella estaba sosteniendo algo. Se veía como fotografías. ¿De qué demonios tenía ella fotografías? ¿Algo de mí pasado? ¿Ella estaba molesta por una chica con la que había hecho algo una vez?—¿Eso es lo que creo que es?— Demi pregunto empujándome para pasarme y corriendo hacia Miley. Miley asintió y le entrego las fotografías. Demi se cubrió la boca 
—Oh Dios mío. ¿Escuchaste el latido del corazón?— Ante las palabras “Latido del corazón” mi pecho cayó como si acabara de ser rasgado de par en par. La comprensión amaneció en mi. Hoy era jueves. Era la cita de Miley con el doctor. Ella me había llamado para recordármelo y yo le colgué.
—Miley, mierda nena, lo siento tanto. Yo estaba lidiando con mi...—Tu familia. Lo sé. Selena me lo dijo cuando llame de vuelta. No quiero escuchar tus excusas. Solo quiero que te vayas — su voz era plana. No había emoción en ella. Ella regreso su atención de vuelta a las fotografías y señalo algo 
—Justo allí. ¿Puedes creer que eso está dentro de mí?— Demi volvió su ceño de odio de mi a la fotografía y una suave sonrisa toco su rostro 
—Es asombroso.— Ellas estaban paradas allí mirando las fotografías de mi bebe. Miley había escuchado su latido hoy. Sola. Sin mí.
—¿Puedo ver? — pregunte, asustado de que ella me dijera que no o peor, me ignorara. En su lugar, ella tomó las fotografías de Demi y me las paso 
—La pequeña cosa que se ve como un chícharo. Eso es… nuestro bebe — ella termino. Ella se había visto renuente a llamarlo nuestro bebe. No podía culparla.— ¿Su corazón estaba bien? Quiero decir, ¿Latía apropiadamente y todo? — pregunte, mirando fijamente abajo hacia la fotografía en mi mano.— Si. Ellos dijeron que todo estaba perfecto — replico — Si quieres puedes quedarte con esa. Tengo tres. Pero me gustaría si te fuera ahora.— No me estaba yendo. Demi haciendo guardia no me iba a detener tampoco. Yo iba a decirlo todo esto delante de Demi si tenía que hacerlo pero me negaba a dejar este condominio.
— Mi madre y tu padre se aparecieron sin avisar hoy. Selena se va a la universidad el lunes. Mama pensó que me estaba yendo también así que ella estaba de vuelta para mudarse por el año. Le informe que no me iba a ir y que ella necesitaba encontrar otra casa. También les informe que iba a quedarme hasta que tú decidieras que nos mudáramos a cualquier otro lugar. Que tenía la intención de pedirte que te casaras conmigo — hice una pausa y mire su rostro pálido. No era la reacción que estaba esperando — Eso no salió muy bien. Hubo muchos gritos. Horas de gritos y amenazas. Cuando me llamaste acababa de anunciarles a los tres que me iba a casar contigo. Todo el infierno se había desatado. Iba a llamarte de vuelta una vez que tuviera a mi madre y Billy de vuelta en sus carros y encaminados de vuelta al pueblo. No quería que tu tuvieras que encararlos también. Pero mi madre no se va sin una pelea. Selena empaco todo y se fue a la escuela este anochecer. Ella se está negando a hablarme nunca más — me detuve y tome aliento.— No puedo decirte cuanto lo lamente. El hecho de que olvide la cita de hoy es imperdonable. Yo todavía tengo que disculparme contigo. Desearía que pudiera dejar de joderlo todo.—¿No ibas a tener un almuerzo con tu familia? — pregunto.—¿Mi familia? ¿Qué? ¡No!— La rígida posición* de su postura se relajo 
— Oh — ella dijo con un suspiro.
—¿Por qué creía que iba a tener un almuerzo con ellos? No te dejaría colgada para ir a pasar tiempo con ellos.—Selena — replico con una triste sonrisa.—¿Selena? ¿Cuándo demonios hablaste con Selena? — he estado hablando con Selena toda la mañana.— Cuando te llame de vuelta. Selena respondió y dijo que tú no tenías tiempo para mí porque ibas a comer con tu familia.— Mi mentirosa hermana menor mejor se alegraba de que su trasero estuviera encaminado de vuelta a la costa este porque yo iría a anillar su cuello si pudiera poner mis manos en ella.
— ¿Te fuiste a esa cita pensando que los había mandado a volar a ti y a nuestro bebe por ellos? ¡Joder! — Empujé a un lado a Demi y tire de Miley hacia mis brazos — Tu eres mi familia, Miley. Tú y este bebe. ¿Me comprendes? Me perdí de algo hoy por lo que nunca me voy a perdonar a mí mismo. Yo quería estar allí y escuchar el latido de su corazón. Quería sostener tu mano cuando tú lo vieras por primera vez.— Miley inclino su cabeza atrás y sonrió hacia mi 
— Tu sabes que puede ser una niña.
—Si, lo sé.—Entonces deja de llamar a nuestro bebe un “Él” — ella replico. Yo estaba llamando al bebe un él. Sonriendo, bese su frente 
—Podemos ir de vuelta a tu habitación y tú me cuentas de la cita. Quiero saberlo todo.— Ella asintió y miro hacia Demi 
—¿Vas a seguir frunciéndole el ceño o vas a perdonarlo— Demi se encogió de hombros 
—No estoy segura aun.


Miley
La escuela estaba de vuelta. Los turistas y la gente del verano se habían ido a casa. El club tenía mucho menos tráfico y debido a esto las propinas también decayeron. Lo más importante era que Nick no había mencionado lo del matrimonio de nuevo desde la noche en el apartamento cuando me había contado que era lo que había dicho a su madre, su hermana y mi padre. Ni siquiera los mencionó de nuevo. Me preguntaba a veces si había cambiado de opinión o si me lo había imaginado. Si no fuera por Demi preguntándome cada semana si Nick había sacado el tema, volvería a pensar que había sido un invento de mi imaginación. Cada vez que le decía que no lo había hecho, ella se ponía más y más agitada. Por no hablar de que mi corazón dolía un poco más. Tenía miedo de que lo hubiese pensado y decidido que era un error. Antes de que hubiese mencionado esa noche ni siquiera me había dejado creer que él querría casarse conmigo. Pensé que criaría al bebé desde dos casas diferentes. Si mis pensamientos volaban hacia el futuro yo los bloqueaba. No era algo que quería esperar. Mis horas se estaban reduciendo debido a la cada vez más lenta temporada y me preguntaba si necesitaba conseguir un segundo trabajo. No había mucho para elegir aquí. Y también era muy probable que Nick no se lo tomara bien. Cuando entré en mi habitación había dos cosas que me llamaron la atención. Había pétalos de rosa sobre la cama y en el centro de ellas había un sobre con mi nombre escrito claramente en la parte delantera. Lo cogí y lo abrí. El papel se sentía caro y tenía un Jonas en relieve en la parte superior.
Encuéntrame en la playa.
Con amor Nick
Su letra anormalmente perfecta me hizo sonreír. Fui a mi armario y saqué un vestido blanco que tenía dos rayas negras a lo largo del dobladillo. Si había planeado algo romántico en la playa no iba a usar mi ropa de trabajo.Después de cepillar mi pelo y retocar mi maquillaje me dirigí hacia las puertas francesas que daban al abismo y me dirigí a la playa. Nick estaba vestido con unos pantalones cortos de color caqui y una camisa de botones. Me alegré de haberme cambiado. Estaba de espaldas a mí y tenía las manos en los bolsillos mientras estaba allí mirando el agua. Quería detenerme y admirarlo mientras él observaba el agua pero también estaba ansiosa por verlo. Se había ido cuando me desperté esta mañana. Bajé fuera del camino a la arena. Estaba extrañamente desierta excepto por nosotros dos. A pesar de que las multitudes se redujeron aún estábamos a ochenta y ocho grados y era soleado fuera. Al mirar hacia abajo me di cuenta de algo en la arena. Alguien había escrito en ella. Había un palo acostado a un lado. Me detuve y leí en voz alta.
"Miley Cyrus, ¿quieres casarte conmigo?" 
Mientras las palabras me calaban, Nick caminó a través de ellas y se arrodilló sobre una rodilla delante de mí. Una pequeña caja apareció en su mano y la abrió lentamente mostrando un anillo de diamante que capturaba los rayos del sol. Parecía que cobraba vida, ya que brillaba. Estaba sucediendo. ¿Quería esto? Sí. ¿Confiaba en él? .... Sí.
¿Estaba él preparado? No estaba segura. No quiero que esto sea algo que hacía porque se sentía presionado. Sería fácil llegar abajo y poner el anillo en mi dedo. Pero ¿era lo que Nick realmente quería?
—No tienes que hacer esto —me obligué a decir con la mirada fija en él. No había hablado con su hermana o su madre en las últimas semanas. Por mucho que me disgustaran... no las odiaba, y no quería ser lo que se interpusiera entre él y su familia. Nick negó con la cabeza. 
—No, no tengo que hacer nada. Pero quiero pasar el resto de mi vida contigo. Nadie más que tú. — Sus palabras eran las palabras adecuadas. Todavía sentía como que algo andaba mal. Él no podía realmente querer esto. Era joven, rico y hermoso. Yo no tenía nada que ofrecerle. Lo ataría. Cambiaría su mundo. 
—No puedo hacer esto. No puedo arruinar tu futuro. Puedes ir a hacer cualquier cosa. Te prometí que dejaría que formaras parte de la vida de nuestro bebé. Eso no va a cambiar cuando sientas que estás listo para irte. Siempre te dejaré.
—No digas una palabra más. Lo juro Miley, estoy a segundos de tirar tu culo en ese océano. —Él se levanto y su mirada firme sostuvo la mía. —Ningún hombre ha amado a una mujer tanto como yo te amo. Nada vendrá antes que tu. No sé qué más tengo que hacer para demostrarte que no te fallaré de nuevo. No voy a hacerte daño. No tienes que estar sola nunca más. Te necesito.— Tal vez esto no estaba bien y tal vez estaba cometiendo un error, pero sus palabras tiraron de los rincones de mi corazón que de alguna manera no había logrado tocar hasta ese momento. Tomé la caja de su mano y levanté el anillo libre. 
—Es hermoso —le dije. Debido a que lo era. No era demasiado llamativo o exagerado. Era perfectamente simple.
—Nada menos que eso sería digno de tu dedo —respondió y tomó el anillo de mi mano. Luego volvió a arrodillarse y sus ojos se encontraron con los míos.
—Por favor, Miley Cyrus, ¿quieres ser mi esposa?— Quería esto. A él.
—Sí —le dije, y él puso el anillo en mi dedo.
—Gracias a Dios —susurró cuando se puso de pie de nuevo y capturó mi boca en un beso hambriento. Esto es real y tal vez no sería para siempre, pero era mío por ahora. Me gustaría encontrar una manera de dejarlo ir si quería. Pero lo amaba. Eso nunca iba a cambiar.
—Múdate conmigo —rogó.
—No puedo. Tengo que pagar mi mitad del arrendamiento —le recordé.
—He pagado el contrato de arrendamiento en su totalidad durante un año. Cada centavo que has dado Liam ha entrado en una cuenta de ahorros con tu nombre en él. Lo mismo para Demi. Ahora, por favor, vive conmigo.— Quise enojarme con él, pero ahora mismo no podía. Apreté otro beso en sus labios y asentí.
—Y por favor, deja de trabajar —agregó.
—No —le contesté. No haría eso.
—Eres mi prometida ahora. Vas a ser mi esposa. ¿Por qué quieres trabajar en un club de campo? ¿No quieres hacer algo más? ¿Qué pasa con la universidad? ¿Quieres hacerlo? ¿Existe un titulo que quieras? No estoy tratando de quitarte tus opciones, quiero darte más.— Iba a ser su esposa. Esas palabras se hundieron en mí mientras lo miraba a los ojos. No tenía que renunciar a la universidad como había hecho con la secundaria. Podría obtener un título y tener una profesión.
—Quiero eso. Es sólo que... déjame acostumbrarme a esto. Es demasiado, demasiado rápido —le dije, envolviendo mis brazos a su alrededor.

1 comentario:

  1. LA PUTA MADRE LLORO,LLORO,LLORO
    DE EMOCIÓN!
    NICK EN ESTA NOVELA ES EL HOMBRE PERFECTO Y MILEY LA MUJER PERFECTA
    JUSTOS SON SIMPLEMENTE HERMOSO Y EL AMOR QUE SE TIENEN ES MAS DE LO QUE PODRIA PEDIR, OJALA QUE LOS PROBLEMAS Y LAS MIERDAS QUE TIENE AL REDOR TERMINEN CON ESA PROPOSICION DE AMOR
    EN SERIO ESTOY OBSESIONADA CON ESTA HISTORIA
    TIENES QUE SEGUIRLA YA
    BESOS ;)

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