Miley
Nick continuó empujándome dentro de mi habitación hasta que la puerta estaba cerrada detrás de nosotros y él estaba sentado sobre mi cama conmigo en su regazo. Había estado molesta antes pero ahora estaba bien. El había estado en una horrible situación y Selena había estado alterada. Estaba segura que Liam estaba contento con que no hubiera habido una gran escena conmigo involucrada.
—Nick, te prometo que todo está bien. Yo estoy bien,— le aseguré, ahuecando su rostro en mis manos. Lidiar con Selena y su odio era parte del trato. Yo lo sabía e iba a tener que vivir con eso si quería a Nick en mi vida. Negó con la cabeza.
—Nada sobre hoy estuvo bien. Nunca debería haber accedido a almorzar con ella allí. Sabia que no. Nunca debería haber confiado en que ella para ser una persona normal. Lo lamento mucho, bebe. Te juro que eso nunca volverá a suceder.— Cubrí su boca con la mía y lo empujé hacia atrás en mi cama.
—Te lo dije está bien. Deja de disculparte.— Susurré contra sus labios. Las manos de Nick deslizaron hasta mi camisa y encontraron mi sujetador que ahora era dos tallas demasiado pequeño. Los tirantes estaban cortando mi piel después de haberlo usado todo el día. El lo desabrochó después pasó sus manos sobre la piel que estaba marcada por la presión del sujetador mal ajustado.
—Necesitas un nuevo sujetador,— dijo, rozando sus dedos de ida y vuelta sobre mi espalda haciéndome temblar de placer.
—Mmmm si prometes hacer eso todas las noches estaré bien,— le aseguré inclinándome para besarlo otra vez. Se retiró.
—¿Por qué no me dijiste?— preguntó con una voz dolorida. ¿Decirle que? Puse mis manos a cada lado de su cabeza y me levanté hasta que me cernía sobre él.
—¿Qué es lo que supone que tenía que decirte?— Pregunté, confundida. Nick deslizó sus manos alrededor de mis costados hasta que se deslizaban debajo mis pechos y olvidé que estábamos teniendo una conversación. Eso se sentía tan bien. Gimiendo, empuje mi pecho en sus manos y estaba lista para rogar.
—Tu piel se cortó por ese jodido sujetador, Miley. ¿Por qué te lo pusiste? Te hubiera conseguido uno nuevo. Voy a conseguirte uno antes que vayas a algún otro lado.— El todavía estaba hablando sobre mi sujetador.
—Nick, necesito que me toques ahora. No te preocupes por mi sostén. Solo por favor….— incliné mi cabeza y le di pequeños piquitos en su hombro y besé un camino hacia su pecho.
—Tan bien como eso se siente no puedes distraerme. Quiero saber porque no me dijiste que tu maldito sujetador estaba lastimándote. No quiero que te lastimes.—Levanté mi cabeza y lo estudié. El estaba frunciendo el ceño. Esto realmente lo molestó. Nunca nadie se preocupó por mí así. No estaba acostumbrada a ello. Mi corazón se hinchó y me incline y me quité mi camisa y mi sujetador.
—Nick, necesito un nuevo sostén. Este ha quedado demasiado pequeño. ¿Podrías llevarme a conseguir uno? ¿Por favor?— Bromeé mientras sus manos subieron y cubrieron mis hinchados senos haciéndome crema en mis bragas aún más.
—Tetas tan jodidamente perfectas como estas necesitan ser cuidadas. No puedo soportar la idea de ellas estando doloridas,— me sonrió, —al menos por supuesto que yo sea el que cause el dolor.— Pinchó ambos de mis pezones duro y grité.
— Estas tetas son mías, Miley. Yo cuido lo que es mío,— susurro antes de empujar un pezón dentro de su boca. Solo asentí y me mecí contra él. Su erección estaba presionando contra mi hinchado clítoris y si me frotaba solo un poco más me iba a venir. Realmente necesitaba venirme.
—Despacio mujer. Déjame quitarte esos shorts primero,— dijo besando hacia mi estomago donde se desmoronó y lo besó dulcemente. Sus ojos se levantaron para mirarme mientras lentamente desabrochó mis shorts y comenzó a empujarlos bajo mi cuerpo. —Luce como que alguien necesita algo de atención. Ella esta toda hinchada y húmeda. Goteando. Joder eso es caliente— murmuró mientras separaba mis piernas y miraba hambrientamente entre ellas. Se puso entre mis piernas hasta que su boca estaba tan cerca de mi clítoris que podía sentir su cálido aliento sobre el.
—Esta noche me estoy quedando aquí. No puedo dormir de noche sabiendo que quizás despiertas así y me necesitas. La idea me vuelve loco,— su voz se convirtió en un sonido ronco que siempre me excita. Observé como sacó su lengua y la barra de plata brilló antes que pasara su lengua a través de los pliegues y después la deslizara dentro mío. Agarré su cabeza y comencé a suplicarle por más mientras me daba no uno sino dos orgasmos antes que levantara su cabeza y me sonriera maliciosamente.
—Eso es jodidamente aditivo. Nadie debería saber tan dulce, Miley. Ni siquiera tú.— Se puso de pie y se quito su camiseta y pantalones. Estaba de vuelta sobre mí antes que pudiera admirar la vista por mucho tiempo.
—Quiero que me montes,— dijo, besándome otra vez mientras su erección se deslizaba entre mis piernas y molestándome. Lo empujé de vuelta y fácilmente rodó para mi así podía subir arriba, Mirándolo como lentamente tomaba mi cuerpo me encendía mas que las palabras traviesas que siempre me susurraba en el oído para hacerme venir. Podía amar a este hombre y ser feliz con él el resto de mi vida. Sólo esperaba tener la oportunidad.
El resto de los días fueron como un cuento de hadas. Fui a trabajar, Nick aparecía y me distraía con su fantástica presencia; terminábamos en algún lugar que no deberíamos estar teniendo sexo salvaje antes de volver a mi apartamento o a su casa y hacer el amor en una cama. La segunda vez siempre era dulce. La primera vez siempre era intensa y necesitada de ambas partes. Estaba bastante segura que Liam nos había oído el día que habíamos terminado en el armario de alquiler desgarrándonos la ropa. Estaba todavía tratando de decidir si esto era por las hormonas del embarazo o si siempre iba a querer a Nick así. Un toque suyo y estaba desesperada. Hoy sin embargo estaríamos en una pausa. Yo estaba trabajando todo el día en el torneo anual de golf. Había tenido que pelear con ambos Liam y Nick para dejarme trabajar hoy. Ninguno de ellos había pensado que era seguro, Yo, por supuesto gané. Nuestro uniforme de chicas de carro fue ordenado especialmente para hoy. Estaríamos vistiendo todo de blanco como los golfistas. Nuestros shorts fueron remplazados con faldas haciendo juego con nuestros polos. Excepto, por supuesto, por Cheyne. El estaría en shorts. El era el único hombre en los carros de bebidas hoy. Aparentemente, él también había sido pedido especialmente.
—Hay quince equipos. Miley tú tomas los primeros tres equipos. Luego Demi tú tienes los próximos tres. Carmen tu tomas los tres siguientes. Natalie tú tomas los tres próximos y Cheyne tú tomas los últimos tres. Están todas las mujeres quienes te han pedido específicamente. Este será todo un día de evento, Mantengan a los golfistas felices y no agoten las bebidas. Vuelvan aquí a reabastecerse antes que se queden sin algo. Sus carros han sido pre-stockeados con las bebidas de elección de los golfistas que seguirán hoy. Cada uno tiene un walkie-talkie en su carro para contactarme en caso de alguna emergencia. ¿Alguien tiene alguna pregunta?— Darla estaba de pie en el porche de las oficinas con sus manos en las caderas mirándonos hacia abajo.
—Bien. Ahora tomen sus lugares. Miley estará ocupada de buenas a primeras. El resto de ustedes tiene que esperar y chequear sus equipos mientras ellos están a la espera de dar el primer golpe. Si ellos quieren una bebida denles una. Si ellos quieren comida, consigan un mesero. ¿Lo tienen?— Todos asentimos. Darla nos despidió y volvió a las oficinas.
—Odio los torneos. Solo espero que no tenga que lidiar con Nathan Ford. El es tan malditamente molesto. —Demi gruñó mientras íbamos a tomar nuestros carros y asegurar que teníamos todo antes de encabezar el primer hoyo.
— Quizás conseguirás a Jace,—dije, esperando animarla. Demi frunció el ceño,
—Nop. Ni una oportunidad. La tía Darla hizo el recorrido. Se aseguro que no me tocara con Jace.— Ah. Bien, es ese caso tampoco tendría a Nick. Probablemente una buena cosa. Necesitaba enfocarme en el trabajo. No en como Nick lucía bien en shorts y una polo. Estacioné el carro en el primer hoyo y fui a encontrar mi primer grupo. Eran rostros familiares y ellos eran un grupo más viejo. Serian lo suficiente fácil y eran excelentes dando propinas. Después de llevarles todos una botella de agua fui a mi siguiente grupo. Sorprendentemente estaba Jace, Tad y Liam. No había esperado tenerlos en mi grupo.
—Hola chicos, ¿No soy una suertuda?— Me burlé.
—Estaba seguro que tendríamos a Demi. Demonios, mi día solo se está poniendo mejor,— Tad respondió.
—Callate,— Jace gruñó y lo codeó en su costado.
—No soy lo suficiente estúpido para dejar a Demi tener a Jace. Ella ignoraría a todos los demás,— explicó Liam. Le dí a los tres una botella de agua.
—Estoy feliz de servirlos a ustedes tres, incluso si no soy Demi,— dije, sonriendo a Jace.
—Si no puedo tener a Demi tú eres definitivamente mi sub campeón,— Jace dijo con una torcida sonrisa. No pude evitarlo pero me gusta el chico. Se había más que probado a si mismo con sus sentimiento por Demi.
—Bien. Ahora, todos ustedes háganme sentir orgullosa,— animé mientras me dirigía a mi siguiente grupo. Este era mi primer grupo femenino. Las reconocí pero no estaba segura exactamente de quienes eran. Creía que la elegante rubia alta era la esposa del alcalde. Después que tuvieran sus aguas cristalinas y rodajas de lima me dirigí de nuevo al frente. Era casi la hora de empezar. Mire hacia atrás y busqué a Nick pero no lo ví. No estaba segura en que equipo estaba pero sabía que estaba jugando. Asumí que Joe estaría con él pero tampoco lo ví.
Nick
Iba a matar Joe mientras durmiera. O tal vez aquí en público con testigos. Golpeé mis palos hacia abajo y el cadi rápidamente las agarró, que era una buena cosa. Me estaba preparando para lanzar algo.
—¿Delta? ¿Realmente Joe? ¿Le preguntaste a Delta?— gruñí, mirando más allá de Joe para ver a Delta registrarse y señalar el camino.
—Necesitábamos tres. Cabreaste a Sel, así que nos quedamos cortos. Todo el mundo fue tomado. Delta quería jugar. ¿Cuál es el problema?— Joe entregó su bolsa al cadi y me lanzó una mirada molesta. Miley era el gran problema. No le había dicho que Delta estaría en mi equipo, porque no lo sabía. Ahora bien, si nos viera pensaría que estaba tratando de evitarlo de ella. Necesitaba encontrarla.
—¿Puedo conseguirles agua?— Una chica pelirroja de carrito cuyo nombre no podía recordar preguntó. Supuse que Liam se aseguró de no tener a Miley conmigo. Eso habría ayudado. Podría haber explicado esto a ella y ella había sido capaz de ver que era completamente inocente.
—Sí, por favor, Carmen— contestó Joe. Le dedicó una sonrisa fugaz y ella estaba batiendo sus pestañas. Probablemente se había acostado con ésta. Si no, lo haría esta noche. —Dale una botella a pantalón gruñón también. Él tiene que hidratarse a sí mismo— bromeó Joe.
—¿Listos para patear traseros?— preguntó Delta, caminando hacia nosotros. No, estaba dispuesto a encontrar a Miley y explicar esto. Miré por encima de la chica.
—¿Dónde es la alineación de Miley?—pregunté. Ella hizo una mueca enfurruñada.
—¿No soy lo suficientemente buena?
—Sí, caramelo, eres perfecta. Él sólo tiene ojos para Miley. No es nada personal— explicó Joe, guiñándole un ojo. Ella le sonrió de nuevo.
—Ella tiene el primer grupo. Creo que el señor Hemsworth está en ese grupo. El joven Hemsworth. La Sra. Darla dijo algo sobre el señor Hemsworth solicitando a Miley— respondió la chica con una sonrisa de satisfacción. Liam era un idiota. No lo dudaba.
—Buenos días, Delta. Lo siento, pero tenemos a un malhumorado Nick en nuestras manos— dijo Joe en forma de saludo a Delta, quien me había olvidado se había unido a nosotros.
—Puedo ver eso. Voy a tomar un riego aquí y asumir que Miley es la chica que persiguió dejándome sola, sin una explicación el otro día.
—Si persiguió a una chica, entonces sí, era Miley— contestó Joe. No hice caso de ellos y comencé a caminar hacia la parte delantera de la línea cuando vi al primer grupo. El carrito de Miley también se alejaba al mismo tiempo. Mierda.
—¿Quieres calmarte? Miley no es la que se pone celosa. Ese eres tú— Se quejó Joe luego tomó un trago de agua.
—Está bien, ¿es un problema que esté jugando con ustedes dos? ¿De eso se trata? —preguntó Delta, mirándome directamente.
—No quiero molestar Miley— respondí y miré hacia atrás en la dirección que había conducido.
—Oh. Bueno, esto es sólo golf, no una cita— dijo Delta. Ella tenía razón. Estaba haciendo el ridículo. No estábamos en la secundaria y podía jugar al golf con una mujer. Miley ahora sabía que Delta era una vieja amiga y estábamos con Joe. No era como si estuviéramos sólo nosotros dos. Esto estaría bien.
—Estoy al borde. Lo siento. Tienes razón. Esto no es una gran cosa— Estuve de acuerdo decidí relajarme y disfrutar del día. Al menos Miley estaba en la parte delantera. Estaría terminando pronto y entrar pronto. Esa fue probablemente la razón por la que Liam la había solicitado. Así no estaría fuera en el sol tanto como las demás. En el momento en que había hecho el sexto hoyo me había relajado y estaba disfrutando. A excepción de la ocasional preocupación por Miley estar en el calor, me sentía bien. Sabía que Liam la estaba mirando y tan molesto como era, también era un alivio.
—Vamos Joe, hasta el momento Nick es el mejor de los tres y yo soy la mejor de los dos. Éste es amigo tuyo. Puedes hacerlo— Delta se burló de él mientras se establecía para poner un par. Joe le lanzó una mirada de advertencia. Colocar no era el punto fuerte de Joe y no le había tomado mucho tiempo a Delta darse cuenta de eso. Si él se hundía éste, sería un milagro.
—Creo que necesita un poco de ayuda, Delta. Tal vez podrías ir a darle una lección— sugerí. La mirada de enojo en el rostro de Joe nos dio risa. Maldición, era demasiado fácil.
—Es posible que desees retroceder, Delta. Parece a punto de estallar. Si su palo sale volando no quieres estar en la línea de fuego.— Delta retrocedió y se detuvo a mi lado.
—¿Realmente lanza palos?— preguntó ella con una sonrisa esperanzada.
—No te emociones demasiado. Si está lo suficiente enojado como para tirar palos entonces está jodidamente loco.
—No estoy asustada. Tienes los brazos más grandes— dijo Delta lanzando otra sonrisa hacia Joe. Ella lo estaba aguijoneando.
—Él no tiene brazos más grandes!— ladró Joe, poniendo recta su postura con una mirada defensiva en el rostro. Delta se acercó y me apretó el brazo.
—Um, sí, son bastante impresionantes. Muéstrame lo que tienes— molestó a Joe un poco más. Joe tiró su camisa y se acercó para pararse frente a Delta flexionando sus músculos.
—Siente eso, nena. Él no tiene nada sobre mí. No es más que un chico guapo.— Rodando mis ojos me puse a caminar de regreso al carrito de golf. Joe se extendió y agarró mi brazo.
—No. Este es un concurso que malditamente voy a ganar. Flexiona los raquíticos brazos. Vamos a ver quien es el embalaje más caliente.— No tenía ganas de ganar este concurso.
—Ganaste. Soy bueno con eso. Él tiene los brazos más grandes, Delta— dije, sacudiendo los brazos libre de su agarre.
—No, no lo hace. No estabas flexionando cuando sentí los tuyos y estoy segura que eran más grande— respondió ella con una sonrisa maliciosa. Estaba seguro de que esto era una mala idea. No creía que estuviera coqueteando, pero no estaba seguro.
—Eso es mentira! Flexiona el brazo, Nick. Estoy probando esto. Tengo las mejores armas.
—Sí, así es. Está bien— contesté.
—Flexiónalos ahora, lo digo en serio— exigió Joe. Estaba realmente en un concurso de meados aquí. Uno, con mucho gusto estaba dispuesto a dejarle ganar. Estaba listo para pasar al siguiente hoyo.
—Bien— estuve de acuerdo. —Si esto te hace pasar la pelota para que podamos pasar al siguiente hoyo voy a flexionar mi brazo.— Joe sonrió y extendió el brazo otra vez para que ella los sintiera. Ella estaba esperándome. Flexioné y la dejé para sentir. Esto era ridículo.
—Lo siento Joe, él gana esto— dijo Delta apretando mis brazos un poco demasiado tiempo. Dejé caer mi brazo y me dirigí al carrito.
—Mete el balón, Joe— grité.
—¡No ganaste esto! Ella te escogió porque se siente leal a ti desde que fue tu primer polvo— respondió.
Sacudí la cabeza alrededor para ver si alguien lo había oído. Por suerte, parecía que nadie lo había hecho.
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Holaa chicas, como estan? como fue su comienzo de año? yo mal porque dentro de una semana empiezo clase otra vez D::=
Cambiando de tema, que opinan de Nolivia? he escuchado a unas Jonatics decir que no les gusta, la verdad no se por que, pero dicen que él ha cambiado y se ve miserable, que piensan ustedes?
como siempre increible capitulo
ResponderEliminarme encanto
me pareció muy divertida la parte de Joe
pelear asi por quien tiene un mejor brazo solo espero que miley no haya presenciado eso
y que todo este bien en esa relacion
y lo q respecta a nolivia
la verdad es la odio solo por el hecho de ser la novia de nick
odio a cualquiera q sea la novia de nick excepto a miley
pero la verdad es q nick es demasiado triste cuando se sacan una foto y ella sale sonriendo y el solo mira a la camara sin ninguna emocion yo creo q amor en esa relacion no hay
a simple vista nose como seran ellos en la intimidad solo quiero que nick sea feliz y sonria pero veo q no pasa nada con olivia...y espero que esta relacion termine asi me sienta segura de que no voy a perder a nick
jajaja es q lo amo mucho
bueno muero por leer el siguiente
besos
Holaaaaaaaaaaaaa, este capi fue chistoso lo ame, ylo de olivia bueno la odio, es tan manipuladora tan mojigata tan odiosa tan culebra la odio si realmente la odio (con decirte que delta me cae mejor que ella) cuando a la oliperra se le acabe el "amor" por nicholas el va a estar tan acabado :/ en definitiva odio a olivia ha jajajajajajaj
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