Dos años después… Hace veinte años atrás tuve que hacer lo inimaginable, enterrar a la mujer que amaba. A pesar de que el dolor era casi insoportable, nunca supe que iba a sufrir algo incluso más inaguantable, ver a mi única hija padecer la misma enfermedad. Como un padre, harías cualquier cosa por tu bebé, pero era imposible darle mi corazón a mi hija. A los dieciocho años, Miley sufría de aneurisma aórtico. Si no hubiera sido por su profesor en aquel entonces, Nick Jonas, ella ni siquiera habría llegado al hospital, mucho menos a la cirugía. Ese fue también el día que descubrí que el chico que Miley había conocido en la playa durante las vacaciones de verano, Nick , era uno y el mismo. Después de darle un puñetazo en la cara, mi hermana, Dolly, me explicó todo. No es como si me gustara la situación, pero respeté al chico. Él estaba dispuesto a enfrentarme por lo mucho que amaba a mi hija. No sólo contra mí, sino también renunció a su trabajo para estar a su lado. El chico era un diez en mi libro. Es por eso que pude entender cuando me dijo que quería pedirle a Miley que se casara con él. No podía soportar estar otro minuto sin ella. Daría cualquier cosa por otro minuto con la mamá de Miley .
Después de que Nick y yo hablamos sobre eso por casi una hora, tuvo mi bendición. La vida podría terminar en un abrir y cerrar de ojos, así que tenemos que aprovechar cada segundo que Dios nos da. Fue devastador ver la angustia de Nick cuando Miley le dijo que no. Entiendo porque ella pensó que estaba haciendo lo correcto, pero también sólo estaba haciéndose daño. Me gustaría decir que me sorprendió cuando cambió de opinión y le pidió a la enfermera que llevara a Nick a la mesa de operaciones, pero no lo estuve. Él le volvió a preguntar, y dijo que sí. Luego tuvimos que atravesar una cirugía de siete horas que duró más de once por complicaciones. Nunca olvidaré la expresión en el rostro del doctor cuando hizo el largo camino a la sala de espera. Su expresión dijo todo incluso antes de que explicara. Recuerdo sus palabras a menudo como si las dijera ayer.
—Sr. Cyrus—su voz baja y haciéndose eco nuevamente desde mis recuerdos—, este tipo de procedimiento es difícil... —El corazón de Miley se había detenido por completo, y les tomó dos largos minutos antes de ponerse en marcha otra vez. Fue una batalla a partir de ahí. Recuerdo poner mi brazo alrededor de Nick, pensando que él estaba cerca del desmayo, tan cerca como lo estaba yo. Las lágrimas corrían salvajemente por nuestras caras mientras escuchábamos el resto. En ese momento, Nick y yo teníamos un vínculo que nunca podría ser roto. Dos hombres, dos mujeres, cuatro corazones rotos. Estoy esperando dentro de una iglesia por Nick ahora. Es una hermosa tarde de primavera. Le echo un vistazo a mi reloj justo cuando él entra por la puerta. Sonríe, y todo el dolor y la preocupación del pasado se aleja.
—No llego tarde. —Se ríe mientras se me acerca por un abrazo.
—Nunca dije que lo estuvieras, hijo. —Palmeé su espalda y sonreí. Nick está vestido con un traje negro que hace que sus ojos azules brillen aún más—. ¿Estás listo para esto? —le pregunto. Él deja salir un largo suspiro y lanza una gran sonrisa.
—Claro que lo estoy.— Su respuesta es tan segura como el amanecer.
—Estaré de vuelta enseguida. —Asiento y le doy unas palmaditas en el hombro—. Espera aquí.— Nunca pensé hace dos años que aquí es donde todos acabaríamos, pero no podría estar más feliz de lo que estoy ahora. Toque suavemente a la puerta en la parte de atrás de la iglesia. Mandy abrió la puerta una hendidura, sus ojos brillantes y tan verdes como la hierba.
—¿Es la hora? —preguntó, sonriendo mientras abría la puerta sólo lo suficiente como para que me apretujara por ella.
—Lo es —dije cuando entré en la pequeña sala y sentí que mi garganta se contraía. En el interior había un aluvión de claveles amarillo pálido, rosas envejecidas y una variedad de flores. Di dos pasos cuidadosos hacia la cascada blanca ondulante en el centro de todo. Su cabello oscuro estaba recogido, y pequeños rizos caían a lo largo. Sus mejillas rosadas ardían con emoción y sus oscuros ojos marrón chocolate estaban muy abiertos y brillantes. Su sonrisa cubría su rostro mientras estaba parada delante de mí.
—¿Estás listo para entregarme, papá? —preguntó Miley suavemente. Tragué saliva mientras tomaba sus delicadas manos en las mías.
—Nunca —susurré con una sonrisa. Hace dos años el doctor nos dijo a Nick y a mí que esta clase de procedimiento es difícil, pero no imposible añadió. El corazón de Miley se había detenido durante dos minutos enteros, y nada parecía funcionar para reanimarla. Entonces la enfermera que había traído a Nick al quirófano, Laura, antes que Miley se fuera intentó algo diferente.
—Aquel muchacho está ahí afuera esperando para casarse contigo, Miley Cyrus—dijo fuerte en el oído de Miley —. Así que no lo decepciones. Sigue luchando. —El quirófano entero se había quedado en silencio en shock ante lo que Laura acababa de hacer. Tan silencioso que el único sonido que se escuchaba era el ritmo en incremento del ahora palpitante corazón de Miley . Le tomó un momento al personal médico para saltar de nuevo a la acción después de ver lo que ellos más tarde describirían como un milagro médico. Nick le había entregado realmente su corazón a Miley y todo el amor que llevaba en él. Su amor por mi niña la salvó ese día.
Mirando hacia atrás, era como si los latidos del corazón de él viajaran por los pasillos directamente hacia los de ella y sólo... bueno, era como si estuviera latiendo por ambos. Ese día cuando el doctor vino para darnos las noticias, Nick me dijo que no había escuchado nada de lo que dijo; solamente sabía que tenía que verla. Sólo puedo imaginar su sorpresa cuando retiró la cortina de la sala de recuperación para encontrarla viva. No solamente viva sino despierta. Cuando él despertó tras su desmayo, no vieron nada malo en dejarlo recuperarse en la cama al lado de Miley . Ella tuvo que quedarse en el hospital durante un par de semanas y luego fue declarada en buen estado de salud con un certificado. No podía volver a la escuela enseguida, pero tenía un tutor de apoyo que le dio tanto tiempo como necesitaba, Nick. Casi lo dejé vivir con nosotros. Cuando Miley se sintió dispuesta, lo dejé llevarla a cenar, sabiendo lo que él estaba tramando. Esa noche ella vino a casa con una sonrisa permanente y un anillo de compromiso con un diamante de dos quilates. Esa es la noche en que hice a Nick salir; no es necesario crear la tentación. Miley se graduó ese verano, tal y como estaba previsto.
La iglesia está llena con más de doscientas personas que han tocado las vidas de Nick y Miley de alguna manera u otra, los doctores que trabajaron para sellar la rotura en su corazón, la enfermera que la hizo seguir luchando, y tantos amigos y familiares quienes estaban tan ansiosos de ver a Miley salir adelante como Nick y yo lo estábamos. Tomé el brazo de Miley y lo entrelacé a través del mío. Su traje de novia de encaje de color marfil corta directamente a través de su pecho y muestra casi dos centímetros de su incisión curada. Ella decidió no cubrirlo completamente diciendo que este era un recordatorio visible de lo que el amor puede hacer.
Juntos, Miley y yo estamos en la parte posterior de la iglesia esperando a que la música empiece. A nuestra señal, hacemos nuestro camino por un pasillo cubierto de pétalos. La iglesia entera se levanta para ver a la hermosa novia realizar su viaje hacia el novio. Los ojos marrones de Nick están muy abiertos, y su sonrisa lo dice todo mientras observa a mi niña pequeña caminar hacia él. Mil recuerdos parpadean en mi mente: Miley dando sus primeros pasos, aprendiendo a andar en bicicleta, sus ojos en la mañana de Navidad. Ninguno de esos recuerdos felices se puede comparar a este momento. Mi bebé sobrevivió a la cirugía y tiene una saludable y larga vida por delante. Llegamos a la parte delantera de la iglesia y pongo la mano de Miley en la de Nick. Miley se vuelve para darme un beso en la mejilla.
—Te quiero, papá —susurra en mi oído.
—Te quiero, niña —le susurro a mi vez. Nick me estrecha la mano y fija su mirada en la mía. Sé lo mucho que le quiere, y no se detendrá ante nada para hacerla feliz. He acompañado a mi pequeña Miley Smiley hacia el altar hoy. La he entregado al único hombre al que confió su corazón. El hombre que salvó a mi bebé con la única cosa que podía, amor incondicional. La vida te tirará muchas cosas, así que puedes contar con aprender algo nuevo cada día. He aprendido a abrir mi corazón y dejar que la vida me enseñe lo que sea que tiene que ofrecer. Cada día es un regalo envuelto con las lecciones de mañana. Hoy, la vida me ha enseñado que hay un felices para siempre.
FIN
genial fantastico,me emocionaste ojala pronto pueda leer otra maravillosa historia besitos
ResponderEliminarque hermoso!!! espero una nueva novela
ResponderEliminarNOOOOO MIERDA NO PUEDO CREER QUE YA TERMINO!!!!
ResponderEliminarlloro como una condenada, ame esta novela
mas dulce el papa de miley que bueno que se dio cuenta de cuanto se amaban miley y nick
por un momento pense que miley no sobrevivira y te odio por eso
y nick me rompio el alma imaginarmelo preocupado y con el corazon en la mano cuando estaban operando a miley...me conmovio hasta el punto de llegar a desear tener novio es que soy de esas que tienen varios pero a la vez ninguno (no soy zorra) jajajaja soy realista
mori con el final mas hermoso imposible!!!!
me encantoooo
besos