martes, 5 de febrero de 2013

When I Look At You- Cap 36


-¿Y bien?

-Ah, sí. Verás, hoy tuve una interesante charla con tu madre.- Hay cosas que, incluso cuando sabes que pueden llegar a ser necesarias, preferirías jamás saber. La relación entre Nick y su madre, eran un tema demasiado delicado para Destiny, aún cuando ya estaba al tanto, independientemente de si merecía conocer los detalles o no… Dolía demasiado, fin del asunto.

-Esto fue un error, no debí haber venido- Y tan pronto dijo las palabras, supo que eran ciertas, había sido un error, pero no sólo haber asistido esta noche sino la primera, buscarlo fue sólo el inicio de una lista de acciones autodestructivas. ¿Cómo pudo pensar que para él significaría algo? Abandonó el estudio con pasos rápidos, sin correr por muy tentadora que pareciera la idea, que lo era, pero no le daría el gusto de verla huir. Su mano resbaló cuando alcanzó al fin el pomo de la puerta, movió el cerrojo pero no lo consiguió abrir, porque no sólo sus dedos los que tenían problemas en mantener el orden natural, su propia boca y hombros se encontraban en un estado más allá de lo deplorable y no necesitó demasiados segundos para comprender el origen de ese monstruoso sonidos: era su pecho… su pecho ahogando los sollozos.

Nick observó su puño con impotencia, desgraciadamente ya era demasiado tarde para arrepentirse. ¿Qué importaba si acababa de ensuciar su caro jersey con sangre cuando estaba a un paso de perder a la mujer que amaba? Volvió a limpiar sus nudillos ensangrentados en la suavidad del tejido, mientras se ponía en pie y corría en dirección a la salida, maldiciendo en varios idiomas por no pensar antes de actuar. No se trataba sólo de hoy, desde luego reventar el puño en el plato no había sido la mejor de sus ideas, pero al verla salir de aquel salón no había encontrado otra salida a su furia, al menos no sin asustarla. Aquella mujer de expresión vacía y actitud resuelta, no era ni la sombra de la que conoció… Y lo consideraba un error en su vida. Gracias al cielo ella aún no había abierto la puerta, en cambio continuaba dándole la espalda y él no necesitó verle el rostro para saber que estaba llorando… Le costó todo no dar un último paso y envolver ese pequeñito cuerpo tembloroso entre sus brazos. La garganta le dolía, realmente no había tenido hambre, pero tal y como Destiny le había acusado, necesitaba rellenar, ganar tiempo, quería tranquilizarla antes de entrar en terreno hostil, el problema es que en lugar de calmarse parecía haberse vuelto aún más lejana.
Finalmente, juntó todo su valor y habló:

-Acepté un traslado a Chicago.- Silencio- No es realmente algo que merezca la pena, por si te lo preguntas. Ni siquiera se le puede llamar realmente un ascenso, pero necesitaba escapar. Necesitaba estar lejos de ti- mas silencio.

-Fui un cobarde y actué mal… Condenadamente mal para ser honesto- añadió al ver que ella no tenía la menor intención de responder, como tampoco parecía que fuera a irse, continuó- Creí que huyendo se solucionarían las cosas, pero no puedo irme… No cuando te amo de la forma en que lo hago- La puerta se cerró con un estruendo y fue tan fuerte que apenas y oyó a Dest decir:

-Olvídame- Nick no necesitó ni un segundo para demoler su argumento.

-No conozco la forma de olvidar este amor.- Ella no se giró cuando respondió.

-Es curioso como hace unas semanas parecías pensar diferente- En lugar de permitir que se le escapara una maldición, se mantuvo en silencio recordado lo duro que había sido con ella. Se merecía su desprecio, por supuesto, bastante más ya que estábamos, pero tendría tiempo suficiente para enmendar sus culpas ¿No? Por ahora lo importante era aclararle los hechos. Y había demasiado por esclarecer…

-Hace unos días tu madre y yo tuvimos una conversación bastante…

-Olvídalo, ni siquiera sé porque lo digó- lo calló otra vez. Continuaba dándole la espalda, pero su voz parecía haber ganado fuerza, tal vez empezar por la mentira de Miley no fuera una buena idea…

-Te mentí ¿Está bien?, estuvo mal…- tragó saliva- Pero en ese entonces lo creí necesario. Fue muy estúpido de mi parte, pensé que te estaba haciendo un favor- Ella no podía estar menos interesada. ¿Mentirle Nick? ¡Vaya novedad!

-Se terminó Nick. Tú te irás ¿No es eso lo que decías?- Se giró hacia él con una determinación que dejaba a su propio orgullo reducido a cenizas, él quiso gritar- Que habías aceptado un traslado a Chicago.

-Pero antes…

-Antes nada- negó y una triste sonrisa tomó lugar en la curva de su boca- No tenemos futuro. Eres tú el adulto, ¿Recuerdas?- ¡Cómo si pudiera olvidarlo!- ¿Dónde quedó tu sensatez?- A Nick se le seco la boca.

-Me la robó una niña de quince años.

-Tal vez ella quiera devolvértela…

-Tal vez no la quiera de vuelta- una lágrima se escapó de sus cafés ojos- Tal vez todo lo que necesito son unos minutos.- Finalmente ella estalló.

-¿Para que?- pese a no gritar, la furia en su voz lo desconcertó, esperaba su odio, por supuesto, pero aún no podía evitar desear que ella volviese a ser la tierna niña que inmortalizaba en sus memorias. Aunque claro, estaba el asunto que cada recuerdo de ella se quedaba corto, incluso ahora, con sus ojitos hinchados y mandíbula tensa, él no podía dejar de pensar en lo hermosa que era -Ya es tarde, no entiendo… Y estoy siendo muy sincera sobre esto. En serio, no consigo entenderte ¿Por qué ahora? ¿Por qué tuviste que esperar hasta hoy?

-Porque hasta hace tres semanas aún intentaba hacerme la idea de seguir adelante sin atentar contra mi vida por desearte en la forma en que lo hago- Ella arrugo el rostro- Pensé… Miley me dijo que tú eras hija mía… Y yo fui lo suficiente estúpido para creerle- No se detuvo a mencionar que pensó que había sido el primero en su vida ni lo mucho que fantaseó con la idea de enterrar su cadáver. No necesitaba preocuparla más aún, pero lo cierto es que tampoco quería llevarse toda la culpa.

-Te amaba- dijo un poco más calmado- pero no podía soportar la idea de que fueras mi hija- no se atrevía a desviar su vista de la pared- tampoco podía decírtelo, ¿Puedes por un instante imaginarte como me sentí?- Ella no respondió. -Mejor así, no se lo desearía a nadie, ni siquiera a Miley. Estuve noches completas sin dormir, pensando… Intentando encontrar las piezas que faltaban. ¿Cómo no lo vi? o ¿Por qué Dios permitió que nos juntáramos si íbamos a terminar así?-  No agregó que Dios en ningún momento los había unido, sino que una fuente más cercana a Satanás. No estaba seguro, pero con cada segundo que pasaba esa teoría cobraba mayor solides.

-Te deseaba incluso entonces- para su consternación, la voz se le quebró -Comencé a dormir en el cuarto de invitados, para ver si así conseguía al menos algo de tu olor en esa cama. Destiny, acepté el trabajo porque no podía continuar viéndote sin desear yacer bajo tu cuerpo, sobre él… Dentro de él. La cercanía indirecta me estaba volviendo loco- Se encogió de hombros, sólo para darse cuenta que una nueva lágrima se deslizaba por su ojo- De todos modos resultó no ser verdad, tu madre estuvo feliz de hacerme saber que fui parte de una venganza. Venganza que merecía, por supuesto.

-Te acostaste con ella- no era una pregunta. Nick asintió, comprendiendo perfectamente lo que ello significaba- Me prometiste...- la voz se oía entrecortada, probablemente aún estaba asimilando toda la información, pero no parecía que iba a llorar, de todos modos no quería mirarla para comprobarlo. Estaba pronto a quedar hecho añicos- Nuestra primera noche, me diste tu palabra.

-Sé lo que te prometí.

-¿Cómo puedes esperar que te perdone entonces?- dijo ella, perdiendo la compostura en la última frase, cuando la oyó tragar, Nick mandó a la mierda su propia dignidad, no podía seguir así. ¿Qué importaba si quedaba hecho trizas? ¿Qué más daba si lo veía llorar? ¿No era acaso el amor una razón lo suficientemente merecedora de tal comportamiento? -Tú, que te llenas la boca con palabras bonitas y dices que me quieres… Que no sabes cómo olvidar un amor así, pero lo hiciste- se llevó una mano hacia el rostro, secándose las lágrimas mientras él la miraba todavía congelado en su lugar- El día en que rompiste tu promesa, lo diste por olvidado.

Nick respondió sin pensar, porque no fue su mente quien actuó sino el maldito artefacto que tenía en el pecho- En ese entonces no estaba convencido de lo que sentía… Necesitaba estar seguro- Destiny no necesitó demasiado tiempo para comprender, él pudo leer en su rostro como sacaba cuentas y pronto la comprensión tomaba lugar en su semblante -No pretendía enamorarme, no he sentido esto por nadie nunca… Al menos nadie que merezca la pena recordar.

-Por eso actuabas distante…- Ella llevó su mano hacia la boca y el horror ante su deducción fue demasiado doloroso, desde luego… Ella era exageradamente perspicaz y él un imbécil que la había subestimado.

-Supongo que la persona que según tú no vale la pena recordar es mamá- El torció la boca.

-Me refería a que necesitaba estar seguro, comprobar que estaba contigo porque eras tú y no…

-Oh- ella enarcó ambas cejas mientras asentía lentamente- Yo te recordaba a mamá- Él volvió a esconder el rostro entre sus manos, tentado a acercarse, pero aún más aterrado a que lo viera con asco; en lugar de avanzar se dejó caer contra la pared del vestíbulo y quedó sentado, desde su posición, ahora por debajo de ella y viéndole de frente, se atrevió a decir:

-Sé que no tengo perdón, pero recuerda que nunca he aspirado a eso… Sólo quería dejar las cosas en paz-La bofetada que le dio la niña lo dejó sin ganas de querer decir ni un «Hola». Antes de ser consciente, la tenía acuclillada haciéndole frente… y lo estaba zamarreando desde el cuello de su jersey. Durante un momento se detuvo consternada, al parecer apenas notando la sangre en el tejido, pero luego su preocupación pareció desaparecer en medio de tanta ira acumulada, ya que ella continuó agitándolo mientras una nueva cachetada hacía doler su mandíbula.

-¡Eres un estúpido!- le gritó, su mirada parecía histérica, apenas y se detuvo a respirar- ¡Eres el más grande de los idiotas!- Otra bofetada- ¡Como pudiste creerle a mamá!- Más zamarreo- ¡Sé que Liam no es mi padre desde que tengo siete años!- Otra bofetada, pero esta vez acompañado por un sollozo de parte de ella.

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