domingo, 17 de febrero de 2013

My Beautiful Love- Niley- Cap 02



-¡Ah! Una sonrisa. No soy un podrido bastardo después de todo- guiñó un ojo- Fue un placer conocerte, Pidge- Caminó alrededor de la mesa y se inclinó al oído de Demi.

Joe  lanzó una papa frita a su primo- ¡Quita los labios de la oreja de mi chica, Nick!

-¡Me retiro! ¡Me retiro!- Nick mostró sus manos en un gesto inocente. Unas chicas siguieron detrás de él, riendo y pasando sus dedos por su cabello para llamar su atención. Él abrió la puerta para ellas y casi gritaron de deleite.

Demi se echó a reír - Oh, no. Estás en problemas, Miley.

-¿Qué te dijo?- pregunté, cuidadosamente.

-Él quiere que la lleves a casa, ¿verdad?- Dijo Joe. Demi asintió y él negó con su cabeza -Eres una chica inteligente, Miley. Te lo digo ahora, si caes en su juego y terminas enojada con él, no llegues a tomártelo en contra Demi y yo, ¿De acuerdo?

Sonreí - No voy a caer en su juego, Joe. ¿A caso parezco a una de esas Barbie para ti?

-Ella no caerá en su juego- le aseguró Demi, tocando su brazo.

-Este no es mi primer rodeo, Demi. ¿Sabes cuántas veces ha jodido las cosas para mí, porque él duerme con la mejor amiga? ¡De pronto es un conflicto de intereses salir conmigo porque es fraternizar con el enemigo! Te lo digo, Miley- me miró- no le digas a Demi que ella no puede salir conmigo porque caíste enamorada por los coqueteos de Nick. Considérate advertida.

-Innecesario, pero se te agradece- Traté de asegurarle con una sonrisa, pero su pesimismo se veía impulsado por los actos de Nick. Demi me saludó con su mano, yéndose con Joe mientras yo caminaba a mi clase. Entrecerré los ojos ante el sol brillante, agarré las correas de mi mochila. Eastern era exactamente lo que esperaba; desde las pequeñas aulas hasta las caras desconocidas. Era un nuevo comienzo para mí; finalmente podía caminar a algún lugar sin los susurros de los que sabían (o creían saber) acerca de mi pasado. Yo era indistinguible como cualquier otra estudiante de primer año en su camino a clase; sin miradas, sin rumores, sin lastima o criterios. Sólo la ilusión de lo que yo quería que ellos vieran: vestida de cachemira, sin sentido alguno, Miley Cyrus. Puse mi mochila en el suelo y me derrumbé en la silla, inclinándome para tomar mi portátil de mi bolso. Cuando me levanté para ponerla en mi escritorio, Nick se sentó en el escritorio siguiente.

-Bien. Así puedes tomar apuntes por mí- dijo. Mordía una pluma y me sonrió, sin duda su mejor sonrisa.

Le lancé una mirada de disgusto- Ni siquiera estás en esta clase.

-Qué si no. Por lo general me siento allá- dijo, apuntando con la cabeza a la fila superior. Un pequeño grupo de chicas me estaban mirando y me di cuenta de una silla vacía en el centro.

-No tomaré notas por ti- le dije, encendiendo mi computadora.

Nick se inclinó tan cerca que podía sentir su aliento en mi mejilla -Lo siento… ¿Te ofendí de alguna manera?- Suspiré y sacudí la cabeza.- Entonces, ¿Cuál es tu problema?

Mantuve mi voz baja- No me acostaré contigo. Debes darte por vencido ahora mismo.

Una sonrisa se formó en su rostro antes de hablar -No te he preguntado si dormirías conmigo- sus ojos se dirigieron al techo en concentración- ¿O sí?

-No soy una de esas Barbie o una de tus groupies allá arriba- le dije, mirando a las chicas detrás de nosotros -No estoy impresionada por tus tatuajes, o tu encanto, o tu forzada indiferencia, por lo que puedes detener tu plan, ¿De acuerdo?

-Está bien, Pigeon- Él era impermeable contra a mi rudeza -¿Por qué no vienes con Demi esta noche?- Reí ante su petición, pero él se acercó más -No estoy tratando de bolsearte. Sólo quiero pasar el rato.

-¿Bolsearme? ¿Cómo consigues tener sexo hablando de esa manera?

Nick se echó a reír, sacudiendo su cabeza -Sólo ven. Ni siquiera coquetearé contigo, lo juro.

-Voy a pensarlo- El Profesor Chaney entró y Nick se volvió al frente de la habitación. Una sonrisa permaneció en su rostro, haciendo el hoyuelo en su mejilla notorio. Entre más reía, más quería odiarlo, sin embargo era justo eso lo que hacía imposible odiarlo.

-¿Quién me puede decir cuál presidente tenía una amante?- preguntó Chaney.

-Asegúrate de escribir eso- susurró Nick -Necesitaré saber eso para las entrevistas de trabajo.

-Shh- le dije, escribiendo cada palabra de Chaney. Nick sonrió y se relajó en su silla. Mientras la hora pasaba, él alternaba entre bostezar y apoyarse contra mi brazo para mirar el monitor. Hice un esfuerzo tremendo para ignorarlo, pero su proximidad y sus abultados músculos de su brazo lo hacían difícil. Jugó con la pulsera de cuero negro alrededor de su muñeca hasta que Chaney terminó la clase. Me apresuré hacia la puerta y el pasillo. Justo cuando me sentía a una distancia segura, Nick Jonas estaba a mi lado.

-¿Has pensado en ello?- preguntó, colocándose sus gafas de sol.

Una alta rubia se puso delante de nosotros, con los ojos abiertos de esperanza -Hola, Nick- dijo, jugando con su pelo. Me detuve, retrocediendo por su tono de voz dulce y luego caminé a su alrededor. La había visto antes, hablando normalmente en el área de los dormitorios de las chicas, Delta Goodrem. Su tono de voz sonaba más maduro y me pregunté por qué ella creía que Nick encontraría su tono de niña atractivo. Ella balbuceó en una octava más alta por un tiempo más hasta que él estaba nuevamente a mi lado.

Sacando un encendedor de su bolsillo, él encendió un cigarrillo y exhaló una nube espesa de humo -¿En dónde estaba? Ah, sí… tú estabas pensando.

Hice una mueca -¿De qué estás hablando?

-¿Has pensado en venir?

-Esta noche. Iré esta noche.

Nick sonrió y se detuvo en seco -Genial. Te veré después, Pidge- gritó detrás de mí. Doblé la esquina para ver a Demi junto a Cheyne fuera de mi dormitorio. Nosotros tres terminamos en la misma mesa en clase de orientación para primer año, y supe que él sería la tercera rueda a nuestra bien engrasada máquina. Él no era excesivamente alto, pero aun así mucho más que mi metro con sesenta y cuatro centímetros. Sus ojos redondos compensaban sus rasgos delgados y finos, y su pelo teñido por lo general era estilizado por la parte delantera.

-¿Nick Jonas? Jesús, Miley, ¿Desde cuándo comenzaste a pescar en la parte profunda?- dijo Cheyne, con desaprobación en sus ojos.

Demi sacó el chicle de su boca en una larga cuerda -Sólo lo estás empeorando por ignorarlo. Él no está acostumbrado a eso.

-¿Qué sugieres que haga? ¿Dormir con él?

Demi se encogió de hombros -Te ahorrará tiempo.

-Le dije que iría esta noche- Demi y Cheyne intercambiaron miradas -¿Qué? Él prometió dejarme de molestar si decía que sí. Tú irás esta noche, ¿verdad?

-Bueno, sí- dijo Demi -¿En verdad vendrás?- Sonreí y pasé junto a ellos hacia el dormitorio, preguntándome si Nick podría cumplir su promesa de no coquetear. Él no era difícil de descifrar; o él me veía como un reto, o lo suficientemente un atractiva para ser una buena amiga. No estaba segura cuál me molestaba más.

Cuatro horas después, Demi llamó a mi puerta para ir a casa de Joe y Nick. Ella no se contuvo cuando salí al pasillo -¡Qué asco, Miley! ¡Pareces una vagabunda!

-Bien- dije, sonriendo a mi atuendo. Mi cabello estaba recogido encima de mi cabeza en un moño desordenado. Me había lavado el maquillaje de la cara. Luciendo una andrajosa camiseta y pantalones de chándal, terminando con un par de chanclas. La idea se me había ocurrido horas antes, no ser atractiva era el mejor plan. Obviamente, Nick estaría desanimado inmediatamente y detendría su ridícula persistencia. Si él estaba en busca de un amigo, entonces sería muy poca cosa para ser vista a su lado. Demi bajó la ventanilla y escupió su goma de mascar.

-Eres tan obvia. ¿Por qué no rodaste en mierda de perro para completar tu atuendo?

-No estoy tratando de impresionar a nadie- le dije 

Nos detuvimos en el estacionamiento del apartamento de Joe y yo seguí a Demi a las escaleras. Joe abrió la puerta, riendo cuando entré -¿Qué te pasó a ti?

-Está tratando de no impresionar- dijo Demi. Demi siguió a Joe a su habitación. La puerta se cerró y me quedé sola, sintiéndome fuera de lugar. Me senté en el sillón cercano a la puerta y me quité mis sandalias. Su apartamento era más agradable que el típico apartamento de soltero. Los posters predecibles de mujeres medio desnudas y señales de tránsito estaban en las paredes, pero aparte de eso estaba limpio, los muebles eran nuevos y el olor a ropa sucia y de cerveza no estaba presente.

-Ya era hora de que llegaras- dijo Nick, colapsando en el sofá.

Sonreí organizando el moño que tenia en mi cabeza  esperando a que él prestara atención a mi apariencia -Demi tenía un ensayo que terminar.

-Hablando de ensayos, ¿Ya has comenzado el de historia?

Él ni siquiera se inmutó por mi cabello desordenado y fruncí el ceño ante su reacción. -¿Tú?

-Lo terminé esta tarde.

-Pero no se entregará hasta el próximo miércoles- le dije, sorprendida.

-Sólo para borrarlo de la lista. ¿Qué tan difícil puede ser un ensayo de dos páginas sobre Grant?

-Me imagino que soy floja, entonces- me encogí de hombros -Es probable que lo comience hasta este fin de semana.

-Bueno, si necesitas ayuda, házmelo saber.

Esperé a que se riera, o mostrara algún signo de que estaba bromeando, pero su expresión era sincera. Levanté una ceja -Tú me vas a ayudar con mi ensayo.

-Tengo una A en esa clase- dijo un poco molesto ante mi incredulidad.

-Él tiene A en todas sus clases. Él es un jodido genio. Lo odio- dijo Joe mientras entraba en la habitación de la mano de Demi.

Vi a Nick con una expresión dudosa y sus cejas se levantaron -¿Qué? ¿No crees que un hombre rebelde y que intercambie golpes para ganarse la vida no pueda obtener buenas calificaciones? No estoy en la escuela porque no tenga nada mejor que hacer.

-¿Por qué tienes que luchar, entonces? ¿Por qué no aplicas para becas?- Le pregunté.

-Ya lo hice. Se me concedió la mitad de mi matrícula. Pero hay libros, gastos, y tengo que obtener la otra mitad. Lo digo en serio, Pidge. Si necesitas ayuda con algo, sólo pregunta.

-No necesito tu ayuda. Soy capaz de escribir un ensayo- Quería dejarlo en eso. Debí haberlo dejado en eso, pero lo nuevo que había revelado roía mi curiosidad -¿No puedes buscar otra cosa que hacer para ganarte la vida? Algo menos, no sé, ¿sádico?

Nick se encogió de hombros -Es una manera fácil de ganar dinero. No puedo ganar lo mismo trabajando en el centro comercial.

-Yo no diría que es fácil si tú estás recibiendo golpes en la cara.

-¿Que? ¿Estás preocupada por mí? - Me hizo un guiño. Hice una mueca y él rió entre dientes -No soy golpeado con tanta frecuencia. Si tratan de golpearme, me muevo. No es tan difícil.

Me reí una vez más -Actúas como si nadie más haya llegado a esa conclusión.

-No es solamente lanzar un golpe, recibirlo y contraatacar. Eso no va a ganar una pelea.

Puse los ojos en blanco -¿Quién eres tú… el Karate Kid? ¿Dónde aprendiste a luchar?- Joe y Demi se miraron y luego sus ojos se posaron en el suelo. No me tomó mucho tiempo para reconocer que había dicho algo malo.

Nick no parecía afectado -Tuve un padre con problemas alcohólicos y mal temperamento y cuatro hermanos mayores que portaban el gen de idiotez. Pero no te avergüences, Pidge. Papá dejó de beber, los hermanos maduraron.

-No estoy avergonzada- Jugueteé con las puntas sueltas de mi cabello y luego decidí soltarlo y arreglarlo en otro moño, tratando de ignorar el silencio incómodo.

-Me gusta tu aspecto al natural. Las chicas no vienen aquí así.

-Fui obligada a venir aquí. No se me ocurrió que debía impresionarte- le dije, enfadada de que mi plan hubiese fracasado. Sonrió con su sonrisa infantil, divertida, la cual incremento mi ira, esperando a que cubriera mi inquietud. No sabía cómo la mayoría de las chicas se sentían a su alrededor, pero había visto su comportamiento. Estaba experimentando un desorientado y nauseo sentimiento en lugar de un sentimiento cálido de colegiala, y entre más él intentaba hacerme reír, más inestable me sentía.

2 comentarios:

  1. siguelaaaaaaaa
    me encanta tu novela

    Att:maria

    ResponderEliminar
  2. siguela siguela siguela
    siguela siguela siguela
    siguela siguela siguela
    siguela siguela siguela
    siguela siguela siguela

    ResponderEliminar