martes, 30 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 07



Cuatro. Ese era el número de personas que me vieron escondida en la esquina de mi propio apartamento en tan sólo una falda y un sujetador.
Once. Ese es el número de picaduras de hormiga que tengo en mis pies descalzos.
Veintisiete. Es el número de veces que estuve tentada a hacerme daño físico porque soy una IDIOTA.
Una. Es el número de veces que traté de no llorar, pero fracasé.
Nick se quedó en mi apartamento por unos diez minutos después de que me fui. Todo el tiempo mi mente era como la de un niño de cinco años que acababa de tomar una bañera llena de bebidas energéticas. ¿Qué hacia él allí? ¿Sólo se vestía reeeaaaalmente lento? ¿Miraba mis cosas? ¿Destrozaba mi casa porque había salido corriendo y lo dejé ahí como la más grande idiota después de Kanye West en los Video Music Award´s del 2009?
Cuando por fin salió, lo vi cerrar mi puerta, y luego hacer una pausa. Miró al número metálico del apartamento clavado en el revestimiento, y solo se quedo mirándolo por un rato. Luego sacudió su cabeza y se dirigió hacia su apartamento. Esperé hasta que ya no pude verlo, y luego esperé otros cinco minutos mas para estar segura (seis picaduras de hormiga más, un transeúnte más y cuatro visiones de hacerme daño después) Tan pronto como entré, me acurrucare en mi cama. La misma cama en la que casi había tenido sexo. La misma cama en donde había querido tener sexo...más o menos. La misma cama que había ocupado un increíblemente sexy y desnudo chico británico. Tal vez acababa de saltar por el precipicio a la Ciudad Locura, pero juraría que el edredón todavía se sentía cálido donde su cuerpo había estado. Al igual que una completa psicópata, apoyé mi cara en la almohada y olfateé como las chicas en los libros y en las películas siempre hacían para ver si todavía podía captar su esencia. No pude. Y me sentí espeluznante. Tampoco podía dormir en esta cama sin volverme loca.
Moví mi almohada al sofá, donde me senté aturdida probablemente en shock. Por lo menos, pude asegurarme de que esto fue sólo una humillación privada. Nadie más tenía que saber lo patética que era. Y, después de exponer mi límite esquizofrénico antes, estaba bastante segura de que me iba a evitar tan ávidamente como yo había planeado evitarlo a él. Podríamos vivir en el mismo complejo de apartamentos, pero, si por mí fuera, nunca tendríamos que vernos otra vez.

La mañana llegó demasiado pronto, y me encontraba rígida, de dormir en mi sofá de mierda, durante toda la noche. Además, mi cabeza latía como si realmente me hubiera golpeado en la cara como había estado tentada anoche. Estúpido tequila. Me moví lentamente, arrastrándome a entrar y salir de la ducha a un ritmo mucho más lento de lo normal. Todavía tenía el pelo mojado cuando alguien llamó a mi puerta. Demi prácticamente se cayó sobre mí cuando abrí la puerta, porque había estado tratando de echar un vistazo por la mirilla.
Silenciosamente, sonrió y murmuró -¿Todavía esta aquí?
Suspiré y dije -No, Dem, se ha ido- Me alejé de ella, sosteniendo mi cabeza para tratar de detener las vueltas que ocurrían ahí, también. Dejé la puerta abierta y camine lejos, sabiendo que ella había entrado, incluso si no di una invitación.
-Alguien es un campista malhumorado esta mañana ¿Qué es? ¿Fue horrible? ¿Él era como... minúsculo?
-¡No era minúsculo!- No es que tuviera mucho con que compararlo, pero estaba bastante segura de que ese no era el caso.
-Oh ¿Así que sólo fue malo?- Sólo debí haberle dicho que no había ido hasta el final, pero la cabeza me latía y mi estomago se sentía revuelto, y no quería ser forzada a salir de nuevo esta noche para intentar el número dos. Así que mentí.
-Él estuvo bien. Sólo tengo resaca.
-¿Bien? ¿BIEN? Vamos, ¡Ese chico era espléndido! Por favor, ¡Al menos pretende que te gustó!
-¡Sí me gusto eso!- Si por "eso" hablábamos de la única gran sesión de besos de mi vida -El me gustó- Esas palabras salieron de mi boca antes de que pensara realmente en las consecuencias.
-¡Oh no!- Exclamó Demi -¡No, no lo hagas! Sé que fue tu primero y todo, pero eso no significa que tengas que saltar a insta-amor. Esto fue puramente físico, eso es todo. Si tratas de hacer algo estúpido como casarte con este chico, personalmente te arrastrare pataleando y gritando lejos del altar.
-¡No! Tienes razón, por supuesto- Me encogí de hombros como si no fuera la gran cosa, pero mi garganta se encontraba seca y podía sentir la piel de mi cuello y de mis mejillas poniéndose roja. Esperaba que solo asumiera que me avergoncé, porque normalmente podía distinguir mis mentiras como nadie mas -Juro que no es la gran cosa. No estoy enamorada de él. No voy a casarme. De hecho, apenas me acuerdo de él- Y por apenas me refiero a la mayor parte que nos pasó. Los demás pensamientos... esos quedaron impresos en mi cerebro. Ni siquiera el poderoso tequila podía llevarse esos recuerdos de mí. Sólo deseo que se llevara los recuerdos de cómo término.
-Bueno, eso apesta. Pero todo esta bien ¿Verdad?
-Si- Me obligué a sonreír- Todo está bien- Demi me abrazó, y se sentía como uno de esos momentos en los que se suponía que debíamos unirnos, conectarnos o pensar sobre la misma cosa, pero todo de mi parte era una mentira, le devolví el abrazo y traté de fingir que me reconfortaba sobre mi torpeza.
-De acuerdo, ahora pon tu trasero en marcha. Si no consigue café antes de clase, me voy a morir. Mi horario de sueño sigue apagado desde las vacaciones de navidad y me siento como un maldita zombi- Zombi para Demi significaba que se encontraba en 6 en la escala de la alegría en lugar de un 10. Siempre pensé que yo era una persona extrovertida hasta que me convertí en estudiante de la especialidad de Teatro. Entonces, me di cuenta de que no me gustaba el silencio. Cuando había un montón de gente alrededor dispuesta a ser entretenida, me di cuenta de que prefería por mucho solo observar.
El Starbucks en el campus se hallaba lleno de una horda de otros estudiantes zombis con falta se sueño. En el momento en que conseguí mi macchiato de caramelo, ya me encontraba más o menos despierta y definitivamente íbamos a llegar tarde para la primera clase del último semestre de nuestro último año de universidad. Lo reservamos para el edificio de Bellas Artes, espectacular más allá de los grandes inconformistas del arte, fumando fuera de las puertas. Trotamos por el pasillo hasta estar bastante seguras de que las puertas de la pequeña caja negra del teatro en donde teníamos clases de actuación ya habían sido cerradas.
-Shioopi- dijo Demi. Entonces... porque somos estudiantes de teatro... irrumpimos en la canción de The Music Man. Debido a que a veces la vida necesita un poco de música (Pero lo hicimos en silencio y avanzando rápido, porque todavía llegábamos tarde a clases) No había manera de entrar a este teatro sin hacer una ridícula cantidad de ruido. Las puertas crujían y se golpeaban sin importar lo que hicieras. Empujamos las puertas e inmediatamente escuché a Eric Barnes, jefe del departamento, decir -¡Tarde!
Automáticamente dijimos -¡Lo siento, Eric!
Cuidando de que no derramáramos nuestros cafés, nos abrimos paso entre las cortinas que rodeaban las orillas de la habitación, y tomé el asiento vacio más cercano de las tarimas. Puse abajo mi café y fui a organizar mis cosas, hurgando en mi bolso por un lápiz y mi carpeta. 
-Como decía- Continuó Eric -Ben Jackson iba a estar enseñando este curso- Ben prácticamente era nuestro profesor favorito, pero le habían ofrecido un papel en este nuevo espectáculo asesino fuera de Broadway y estaría tomándose el semestres libre -Pero como todos ustedes saben, estará en Nueva York  durante unos meses. Para remplazarlo por el momento, contamos con uno de nuestros más talentosos ex alumnos: El señor Jonas.
Finalmente encontré un aburrido lápiz en el fondo de mi bolso. Tendría que serlo. Demi escogió ese minuto para tomar mi codo y darme un tirón hacia ella. La miré y luego al frente de la clase, hacia donde ella miraba. Entonces, el lápiz que tanto trabajo me había costado encontrar cayó de mi mano y rodó lejos, perdido en el abismo bajo las tarimas. El nuevo profesor me miraba, a pesar de que todo el mundo aplaudía, y probablemente él debería estar saludando o por lo menos sonriendo. Nuestros ojos se encontraron y, de repente, me sentía muy contenta de que ya hubiera puesto en el suelo mi café. Porque el nuevo profesor había estado desnudo en mi cama hace sólo ocho horas.
Nick era mi maestro.

domingo, 28 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 06


Era posible que no pudiera llegar al sexo. De la forma en la que él estaba trazando mi cuerpo con sus labios iba a sufrir una convulsión espontánea antes de llegar tan lejos. Sus dedos se arrastraron hasta mis muslos y acariciaron la piel de mi cadera justo debajo de la cintura de mi ropa interior. Algo en mi cerebro estalló, y el pánico me llenó. Iba a ser tan terrible en esto... probablemente la peor que él nunca habría tenido. Y entonces nunca querría volver a verme (y realmente quería verlo de nuevo). Probablemente estaría traumatizada y no querría volver a tener relaciones sexuales, lo que significaba que cada relación durante el resto de mi vida fallaría, y terminaría sola y miserable con nueve gatos y un hurón. No quería terminar sola y miserable con nueve gatos y un hurón.
Entonces una de sus manos empujó mis bragas a un lado, y yo era cualquier cosa menos miserable. Oscuridad danzó alrededor de los bordes de mi visión, y todas las sensaciones en mi cuerpo parecían reducirse a ese lugar donde estaba tocándome, y por el sagrado corazón, se sentía increíble. Sus dedos tocaron un lugar dentro de mí que me hizo arquear hacia arriba y hacia él. Inclinó la cabeza y empezó a dejar  besos sobre mi pecho. Mis manos tenían mente propia mientras amasaban su espalda, y luego se deslizaron alrededor de su estómago, donde abrí el botón de sus pantalones vaqueros. Hizo un sonido en la parte posterior de de mi garganta, y sus labios se estrellaron contra los míos. Me besó con fiereza, presionándome hacia abajo del colchón. Los besos se mantuvieron, más y más rápidos, y necesitaba más. Deslice mi mano por la piel de su estómago, al frente de sus vaqueros. Entonces sus labios se separaron de los míos con un gemido. Se tiró hacia atrás, pero mantuvo sus labios a milímetros de los míos. Su aliento salió en una ráfaga.
-Oh Dios, Miley...- Dio un prolongado beso final a mis labios, y luego retrocedió hasta quedar de rodillas encima de mí. Oí el tintineo metálico de la cremallera, y mantuve los ojos fijos en el marco de sus hombros mientras jugueteaba con su ropa. Se paró unos segundos, y fijé mis ojos en el techo. Quería esto. Mucho. Estaba a punto de repetir mi mantra otra vez cuando sus labios y sus manos volvieron a mí, frenéticos, casi desesperados.
Podía sentir la presión construyéndose en mi interior, y todos los músculos de mis piernas estaban tirantes mientras esperaba a lo que sabía que vendría. Luego arrastró mis bragas por mis piernas, y su cuerpo se acomodó en el hueco de mis muslos, y era como si acabara de ser sumergida en el hielo. Estaba a punto de tener relaciones sexuales. Con un tipo que acababa de conocer, del que no sabía absolutamente nada. Y él no sabía nada de mí... incluyendo el hecho de que era virgen. Y Dios, quería seguir con esto. Estaba harta de ser virgen, y él era increíblemente sexy, pero esta no era yo. No podía hacer esto. No con él. Simplemente... no podía.
Me quede inmóvil debajo de él, pero su boca continuaba adorando la unión entre mi cuello y mi hombro. Debería haberle dicho que era virgen o que no estaba lista. No habría sido bonito o fácil, pero al menos me habría entendido... probablemente. En cambio, mis ojos se centraban en el tarro de galletas de porcelana en forma de gato que había heredado de mi bisabuela, y mi cerebro creó una excusa ridícula de lo primero que me vino a la mente.
-¡Para! ¡Gato! Para...- ¿Qué demonios estaba diciendo? Puse los talones y mis palmas contra sus hombros y lo empujé un poco. Se retiró, sus ojos oscuros, su pelo despeinado y los labios hinchados por los besos. Casi cambié de opinión entonces. Se veía casi irresistible. Casi.
-Lo siento, amor ¿Has dicho gatos?
-Sí, no puedo hacer esto... justo ahora. Porque... tengo un gato. Sí, tengo un gato que tengo que, eh, ¿Ir a buscar? ¡Cuidar! ¡Tengo que cuidar a mi gato! Así que... no puedo hacer esto- Hice un gesto entre nosotros, esperando no sonar tan loca como me sonaba a mí misma. Improbable. ¡Ni siquiera tengo gato! No sé porque mi sinapsis falló en mi cerebro, pero quise patearme. Quería darme puñetazos en la cara hasta perder el conocimiento. Justo ahora, probablemente podría sumergirme en una piscina de ácido clorhídrico sin ni siquiera una charla. Su cerebro debía estar tan nublado como el mío, porque hizo una pausa por un momento, procesando, y luego miró a su alrededor.
-No veo un gato- Mi garganta estaba seca, de la forma en que lo hacía cuando mentía. Era una mentirosa terrible (como evidenciaba, bueno, yo)
-Eso es porque... no esta aquí. Sí. El gato que tengo no está aquí porque... tengo que ir por ella. Lo olvidé, tenía que ir a recogerla- Miró el reloj, que marcaba las 12:20 de la mañana.
-¿Se supone que debes recogerla ahora?- Lo empujé de nuevo, y esta vez, rodó fuera de mí y hacia un lado con facilidad. Estaba completamente desnudo, y yo estaba en mi sujetador y falda con mis bragas todavía enganchadas alrededor de un tobillo.
-¡Si... ella está en el veterinario! Es un, um, veterinario 24 horas.
-¿Un veterinario 24 horas?
-Uh, sí. Tenemos de esos aquí... en América. Por supuesto- ese ácido clorhídrico sonaba increíblemente atractivo en estos momentos. -Iba a recogerla hace horas.
-¿No puedes ir por la mañana?- Intenté deslizar mis bragas hacia atrás en mi otro pie, y caí hacia atrás, con el culo plantado en el suelo de madera fría.
-¡Jesús, Miley!- Saltó de la cama y se arrodilló junto a mí, eso sólo hizo ponerme más nerviosa teniendo en cuenta de que todavía estaba desnudo y todavía, um, listo. 
-Estoy bien, lo prometo. Estoy bien. Es que... si no la recojo esta noche, habrá una cuota, y no me lo puedo permitir. 
-Bueno, déjame vestirme e iré contigo.
-¡NO! Um, no, está bien ¿No debería venir pronto tu cerrajero?- Terminé con una sonrisa que esperaba que dijera: No es gran cosa. Estoy segura de que, en realidad, parecía como: estoy loca ¡Corre ahora mientras puedas! Miró el reloj, su hermoso rostro desfigurado por una mueca. 
-Supongo que sí.
-Genial. Sólo voy... Sólo voy a correr. Puedes, um, salir o lo que sea que...- Mis ojos vagaron por su cuerpo otra vez, y me sentí en un charco de idiotez y mortificación y excitación -Cuando estés, um, listo. Um, hecho. Um, sólo cuando quieras. 
Luego volé a través de la cortina que protegía mi dormitorio del resto de la casa, y salí corriendo por la puerta, ignorándolo cuando llamó mi nombre. No fue hasta que había caminado al otro lado del aparcamiento que noté:
1: No llevaba zapatos.
A: O una camiseta.
2: No había traído mis llaves. 
A: O cualquier cosa realmente.
3: Acabo de dejar a un completo extraño en mi apartamento.
A: Desnudo. 
Quien dijera que las aventuras de una sola noche se suponía que eran simples y sin compromisos nunca había conocido el desastre que era yo.
____________________________________________
Hola chicas, como estan?? espero que bien. Por eso me encanta esta nove, es una de las poca que he leido que me han hecho cagar de la risa, a ustedes no? =D

sábado, 27 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 05


El beso terminó demasiado pronto. Un gemido de decepcionante embarazoso abandonó mi boca, pero no pude evitarlo. Por suerte, Nick no había terminado. Se puso de pie y me levanté por los codos. Me atrajo hasta que nuestros cuerpos encajaban entra sí de una manera que no había sido posible cuando estaba sentada.
-Eso esta mejor- dijo. No me molesté en convenir. Me alzo de puntillas y me besó. Comparado con nuestro beso anterior, este era lento, explorativo, y como leña al fuego. Una de sus manos se cerro alrededor de mi cuello, su pulgar presionando suavemente en mi clavícula. La otra bailó desde mi cabello a mi hombro, a la cadera, y luego de vuelta.
Por una vez en mi vida, simplemente me concentrare en la sensación de un chico contra mí, el roce de su lengua contra la mía, los alfilerazos de calor en los dedos que presionaban en mi piel. No pensaba en nada, no sobre mi aliento, o si mis manos estaban en el lugar correcto, o lo que él esperaba. Me perdí en él. Mis manos descansaban en sus caderas, y deseaba hacer mi propia exploración. Saque mis manos hasta que descansaron sobre su estomago entre nosotros. Con mi movimiento, sus labios se apretaron mas duros contra los míos. Su lengua empujó un poco más duro. Deslicé ambas manos, sintiendo las duras curvas de su cuerpo bajo la tela de la camisa. Cuando mi exploración llegó a su pecho, su mano tiró de mi cadera hacia delante, de modo que mi estomago se apretó contra él. Podía sentir la forma en que me deseaba y un hilo de ansiedad se formó en mi espalda. Luego, su beso se volvió más duro y más rápido, y corrí a seguir su ejemplo, ignorando mis nervios. Dejé una mano sobre su pecho y la otra envuelta alrededor de su cuello, levantándome mas allá de las puntas de mis pies, para que mis caderas se alinearan con las suyas. Nick rompió el beso, y exhaló temblorosamente contra mis labios. El negro brillante que había visto en sus ojos anteriormente fue superado casi por completo por sus pupilas negras. Puso una mano en mi barbilla, su pulgar tiró de mi labio inferior. Durante varios largos segundos, solo estudiándome. 
-Eres ridículamente sexy, ya sabes- Bajé mis talones al suelo, mis pantorrillas quemaban demasiado para permanecer de puntillas. Y no podía mirarlo a los ojos, ya no más. Cada vez que casi había apagado completamente mi cerebro, él decía algo para volver al encenderlo. Le dije -Sabes que no necesitas esa línea. Ya estaba besándote. 
-Y que buen beso era- Su pulgar rozaba mi labio otra vez. Inclinó mi rostro para arriba de vuelta hacia él -Me gustaría volver a hacerlo en un lugar que no sea tu cuarto de baño.
-Oh, está bien- ¿Estaba pidiendo ir a mi habitación? Estaba bastante segura que estaba pidiendo que fuéramos a mi dormitorio. Busqué a tiendas la perilla de la puerta durante unos segundos antes de que mi nublado cerebro lograra mover la puerta abierta. Salimos al pasillo oscuro de nuevo, y su mano encontró mi espalda una vez más.
-Lo siento, la luz del pasillo no sirve, y no he tenido oportunidad de cambiarla.
Sus labios estaban justo al lado de mi oído cuando respondió -No me importa la oscuridad.- Todos los diminutos vellos a lo largo de piel se erizaron. Entramos en la sala de estar, y encendí una luz que funcionaba efectivamente. Mi apartamento era un desván con un plan de piso abierto.Dos paredes eran de ladrillo, y otra estaba pintada con un bonito color ciruela. El techo era alto con tubos expuestos que atravesaban por encima de nosotros. Mi habitación estaba desviada a la derecha, separada del salón solo por una cortina lavanda ya que realmente no tenía una puerta. 
-Bien, esta es mi sala de estar- Hice un gesto con la mano, sin saber si esperaba un tour o si simplemente debería pasar a la habitación. 
Nunca había hecho esto antes, así que no tenía idea de que si se suponía que íbamos a hacer las sutilizas tradicionales primero. Mi corazón corrió salvajemente mientras caminaba por la habitación, inspeccionando una pintura aquí, unos adornos allá. 
-Es agradable, se adapta a ti, creo- Yo estaba radiante. Me encantaba este apartamento. Siempre me hacía sentir que estaba en un episodio de Friends.
-Me da vergüenza decir que mi lugar está todavía cubierto de cajas. No habríamos hecho un recorrido muy interesante- Dios, como me hubiera gustado estar en su casa. Entonces estaría en control. Odiaba no saber que tenía que hacer a continuación. Sus ojos se posaron en la cortina que conducía a mi habitación. Fue rápido. Sus ojos fueron casi inmediatamente de nuevo a la lámpara al lado de donde estaba parado, pero lo vi. Eso fue todo. Estaba a punto de tener sexo. ¿ Debería decirle que era virgen? Debo decirle. ¿Le digo ahora? ¿O justo antes?
Recordé el consejo de Demi, y me obligué a marcar de nuevo mis temores. Bajé tanto el volumen que podía fingir que no estaba pensando en nada. Antes de que me acobardara, caminé hacia adelante y le tendí la mano. La tomó de inmediato, y lo lleve a través de la cortina, y dentro de mi dormitorio. No había luces de techo en esta zona, así que encendí la lámpara de mi derecha, y luego lo dejé para encender otra al lado de mi cama. Cuando me di la vuelta estaba sosteniendo la indecentemente corta minifalda que Demi me había hecho probar antes. Sus ojos se encontraron con los míos, y su sonrisa hizo que mis pulmones se sintieran como si estuvieran al borde del colapso. Agarré la minifalda de sus manos, recogí algunos otros artículos de ropa todavía en mi cama y los arrojé dentro de mi armario.
-Lo siento por eso.
-No me oyes quejándome. 
Levanté una ceja y dije -Olvídate de eso. Nunca me verás en esa falda. 
-¿Nunca? ¿Eso es un reto, amor?
-Es una promesa- Rodeó la esquina de mi cama para unírseme en el espacio entre la cama y la pared. 
-Me sentiría muy cómodo ayudándote a romper esa promesa- Colocó una mano sobre mi hombro, sumergiendo su dedo índice por debajo del tirante de mi camiseta. 
-Estoy segura de que estarías cómodo ayudándome a hacer un montón de cosas- Su mano se tensó sobre mi hombro y sus ojos se posaron en mis labios.
-Lo haría- Entonces me besó.
No se molestó en hacerlo suave y dulce esta vez. Había una desesperada hambre que me hizo jadear en su boca. Sus diente tiraron de mi labio inferior de la mima manera que su pulgar había hecho antes y todo mi cuerpo se estremeció en respuesta. Se inclinó ligeramente, y barrió un brazo alrededor de mi cintura, tirando de mi hacia arriba y contra él para que nuestros cuerpos se alinearan perfectamente. Mis pies apenas rozaban el suelo, pero no me importaba. Me estaba sosteniendo. Enterré mis manos en sus cabellos desordenados y me lancé en el beso. Dio unos pasos hacia atrás y se sentó en el borde de mi cama. Por instinto, mis piernas fueron a ambos lados de sus rodillas, a horcajadas sobre él. La mano que había estado alrededor de mi cintura, curvada alrededor de mi trasero y me tiró contra el. 
Si tenía alguna duda sobre donde se dirigía, desapareció entonces. Me atrajo de nuevo, inclinando el mismo sus caderas al mismo tiempo, y rompí el beso jadeando. Su boca se deslizó por mi barbilla y abajo de mi cuello. Sus labios se demoraron por encima del punto de mi pulso. Su lengua cepilló a través de la piel sensible. Continuó por encima de mi clavícula hasta que me camiseta bloqueaba cualquier progreso. Creí que iba a parar, pero deslizó el tirante superior de mi camiseta  por mi hombro, y sus labios nunca dejaron mi piel. Su otra mano se coló por debajo de la parte inferior de mi camisa, burlándose de la piel alrededor de la pretina de mi falda. 
Mis manos estaban todavía enredadas en su cabello, apretando mi agarre y tiré de su cara a la mía de nuevo. Su mano acarició más alto mientras nos besábamos, suavizando mis costillas, mi piel ardiendo a su paso. Cuando su mano ahuecó mi pecho, me estremecí contra el y gimió. La falda que había arrojado antes estaba arriba alrededor de mis muslos, y había muy poco entre nosotros. Incliné mis caderas hacia delante de nuevo, y esta vez fui yo la que gimió. Cuando la otra mano encontró el borde de mi camisa, fue para tirar de ella hacia arriba y por encima de mi cabeza.  Rompimos nuestro beso para permitir que la tela pasara entre nosotros. Me resistí a la tentación de taparme cuando su mirada pasó por encima de mí. Y Dios, estaba agradecida de que Demi había insistido en que me pusiera un poco de lencería linda. Este conjunto en particular era de encaje negro y blanco.
Cuando me miró, lo hizo con evidente deseo de tal manera que sabía que no le importaba el poco volumen que me había estresado antes. Su mano derecha amasaba mi pecho, mientras la izquierda encontró mi cuello. Puso mi cara cerca de la suya. Pensé que iba a besarme de nuevo, pero en el último segundo, giró, y presionó su mejilla contra la mía. Besó el borde de la mandíbula, justo debajo de la oreja. Y Dios, se sintió increíble. Fue solo un pequeño beso inocente, pero me hizo agarrar su cabello y empujar mis caderas hacia abajo, contra las suyas. 
Sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja mientras me susurraba -¿He dicho ridículamente sexy? Quise decir increíblemente sexy- Estaba increíblemente encendida.
Me besó de nuevo, y luego se giró y me puso de espaldas contra la cama. Hizo una pausa para tirar de su camisa sobre su cabeza y, por primera vez, pude ver los duros planos de su cuerpo que me habían fascinado antes. Se levantó sobre sus rodillas, mis piernas todavía extendidas a ambos lados de él. Se detuvo para estudiarme de nuevo.
Esta era la parte en que debería decirle. Solo debería decirlo. Simplemente escupirlo. Soy virgen. Son sólo tres palabras. No es tan difícil ¿verdad?
Tragué saliva, y me aclaré la garganta. Entonces agachó la cabeza y presiono sus labios contra la piel de mi estómago, y todos mis pensamientos desaparecieron.
__________________________
Hola chicas, como están ? hoy hubo drama con el tema de las Smilers que apoyan que Miley se drogue y las que no, y esto es lo que yo opino (Los comentarios no son mios, solo los encontré porque así es como me siento) "Miley últimamente me parece una persona triste que no sabe ni ella misma quién es y qué quiere (algo que es rarisimo a su edad) y que eso lo refugia en las drogas. UF pienso tantas cosas que hasta me confundo! solo espero que recapacite, pronto" " Es obvio que una persona tiene cambios tan radicales en tan poco tiempo? Obviamente que en siete años todos cambiamos, yo no espero que Miley salga con dos trenzas a la calle, haga signo de la paz y cante 7 Things. Nadie está planteando eso. Estamos planteando que nos llama la atención la notoria inmadurez que se ve en la Miley de estos últimos meses, con ya 20 años, no una edad en la que se justifica ser tan inmadura y ser como un perrito siguiendo comida. A los 20 años no podes seguir sin saber a que perteneces, yendo y viniendo, siguiendo a donde van todos. Ya tenes que saber quien sos, que queres, cual es tu objetivo. " Ahora mi opinión, siento que Miley se volvió una persona muy comercial, o la verdad no se cual es la verdadera Miley, si esta Miley o la Miley de Cant Be Tamed porque las dos son muy diferentes. Las dos canciones que ha sacado, son buenas, pero no son canciones de ella, son muy comerciales, el rap no le va ni nada de esa mierda, siento que Miley ya no hace musica por gusto sino por fama, y lo que se drogue, es muy contradictoria ella decia "Nunca fumare, no le haria ese daño a mi voz" y mirala ahora, haciendose ese gran daño, matandose cada dia. No la soporto. 
Bueno si lo leyeron todo... no se díganme ustedes. Yo no dejare de amar a Miley o de apoyarla, pero la apoyare en las cosas que están bien, y en las cosas que están mal (como esas) voy a estar ahí diciendo que no me gusta. Que opinan??

viernes, 26 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 04


Estaba en el baño, con una camiseta de ropa interior y mis pantalones al nivel de mis rodillas, al borde de la hiperventilación. Nick estaba al otro lado de la puerta, era como si fuera un imán. Mi corazón seguía tratando de salir hacia afuera de mi pecho, cuando él dijo que necesitaba quitarme mis capris y que evitara usar ropa ajustada sobre la quemadura por un tiempo. Hasta se ofreció a ayudarme a quitar el pantalón  Pero eso me hizo sentir como si fuera a vomitar otra vez. Así que en vez de eso, empecé a menearme para quitármelos por mí misma, tratando, y fallando, de mantener la tela lejos, para que no tocara mi dañada piel. Deslicé el pantalón un poco más abajo y mordí mi labio para tratar de silenciar un gemido.
-¿Miley?- Nick golpeó ligeramente la puerta -¿Estas bien?
-¡Estupendo!- dije de vuelta. Tiré los pantalones de nuevo y jadeé.
-Miley, sólo déjame ayudarte. Me estás preocupando- Cerré mis ojos, tratando de pensar una manera de evitar esto. Cojeando torpemente con mis pantalones alrededor de mis rodillas, encontré una falda con cintura elástica en mi cesto. La metí por mi cabeza y la bajé hasta cubrir mi ropa interior, y luego me senté en el inodoro. Estaba segura que mis mejillas estaban probablemente de un tono humillante mente rojo. Ahora no podía hacer nada al respecto.
-Bien. Entra- La puerta se abrió lentamente, y la cabeza de Nick se asomó por la esquina, seguida por el resto de su cuerpo. Le echó un vistazo a mi falda arrugada, y a mis pantalones agrupados en mis rodillas.
Entonces él rió. Una estridente risa, en realidad.
-Esto es tan humillante-¿Cómo iba a poder tener sexo con él ahora? Apretó sus labios para contener la risa, pero la diversión seguía bailando en sus ojos.
-Lo siento. Sé que te duele. Sólo te ves tan...
-¿Ridícula?
-Bonita.- Le di una mirada honesta.
-Ridículamente bonita- Su risa era intoxicante, y no pude evitar sonreír a regañadientes.
-Está bien. Ahora que te has reído, ayúdame  sacarme los pantalones- dije con el mismo sarcasmo con el que había estado apoyándome desde que él entro. O no captó el sarcasmo o solo no le importo, porque sus ojos se fijaron en mi de una manera que solo podría describir como completamente depredadora. De pronto, algo más que mi pierna estaba ardiendo.  Me miro por un momento antes de bajar los ojos y se aclaró la garganta. Arrodillándose junto a mí y tomando mi pierna entre sus manos. Yo ya había empezado a bajar los capris, así que la quemadura estaba casi cubierta. Él aclaró su garganta otra vez y luego deslizo su mano por una pierna del pantalón. ATAQUE. AL. CORAZÓN. Estaba bastante segura de que estaba teniendo uno.
Usando su otra mano bajo mis pantalones hasta debajo de mis rodillas y me miró, aclarando su garganta otra vez, y dijo -¿Me das tu mano? Mantén tu mano aquí  y tira de la tela tan lejos de tu pierna como puedas. Voy a hacer lo mismo en la parte de adentro, así trataremos de sacártelo sin tocar la quemadura- Asentí, mientras mi mano estaba diez veces mas estable que mi corazón. Deslizo su mano hacia arriba y afuera, sintiendo un ligero toque que me enviaba escalofríos. Él hizo lo que dijo, apartó la tela lejos de mi piel dañada y luego, juntos, intentamos sacar los pantalones. No era la misión mas exitosa. Esos jeans eran indecentemente apretados, y gracias a Demi pasé un largo rato encogiéndome mientras la tela chocaba con mi piel.
-Lo siento- se disculpó como si fuera su culpa. Quería corregirlo, pero amaba la forma en que decía "lo siento" tanto, que lo deje pasar. Luego de un minuto o dos de una lenta y cuidadosa maniobra, mis jeans cayeron al suelo. Ambos reímos, de la forma en que ves a las personas en las películas reír justo después de haber lanzado una bomba. Y cuando paré de reír, me di cuenta que su mano seguía en mi pierna. Una mano estaba ahuecada en mi tobillo, y la otra rozaba suavemente contra la piel alrededor de la quemadura. Si el seguía tocándome así, me iba a derretir como un charco aquí mismo, en el suelo.
-Um, gracias- Él pareció darse cuenta de lo que estaba haciendo y sus ojos se movieron rápidamente a sus manos e inmediatamente sonrió, pasando la mano lentamente por mi pierna, y luego retirándola.
-No hay problema. Ahora necesitamos que se enfríe, podríamos dejarla bajo agua fría  Imaginé mi pierna subiéndola al fregadero o ambos tratando de intentarlo. Mi cara me debe haber delatado, porque él añadió -O sólo poner un paño húmedo y frío, funcionará.- Le entregué una toalla de la cesta que se encontraba atrás de mí y él se volteo al fregadero, esperando a que el agua se enfríe antes de ponerla sobre la herida. Contuve el aliento mientras él la puso sobre mi quemadura haciendo que el frío se sintiera bien, lo suficiente para relajarme por primera vez desde que entramos a mi apartamento.
-¿Mejor?
Asentí con la cabeza -Mucho. Nunca me pondré jeans tan ajustados otra vez.
Él sonrió -Eso sería una lástima- Iba a tener que conseguirme un ventilador si él seguía diciendo cosas como esas.-Escucha- comenzó diciendo -Lo siento, nunca debí haberte empujado a subir a la moto.
-No es tu culpa que no sepa nada de motos.
-No puedo creer que nunca hayas estado en una moto.
-Si, bueno, hay muchas cosas que nunca he hecho.
El arqueó una ceja -¿Cómo cuales?
-Bueno...- juro que mis latidos sonaban como estú-pida, estú-pida, mientras lo escuchaba en mis oídos -Um, hasta ahora nunca había conocido a alguien que fuera británico- Rió, pasando sus dedos, inconscientemente  a través de su cabello, dándome ganas de pasar los míos.
Él dijo -Por eso me besaste, ¿No? Todas las chicas estadounidenses aman los acentos.
Tragué mi risa y dije -Creo que tú eres el que me besaste.
Se puso de pie y su desordenado cabello negro caía por su frente, enmarcando esos pequeños ojos diabólicos -Así que fui yo- Mojó el trapo sobre el agua nuevamente para mantenerlo frío, pero mi cuerpo se calentó demasiado cuando puso la toalla otra vez sobre mi piel. Su otra mano sostenía mi tobillo.
Mantuve mi aliento y con cuidado, dije -Tu turno.
-¿Hmm?
-¿Qué es lo que nunca has hecho?
-Bueno, nunca he hablado con una chica en un bar antes de esta noche.
Mi mandíbula cayó -¿En serio?
¿Cómo eso era posible? ¡Él era hermoso! Tal vez todas las chicas se lanzaban a él antes de que entrara al bar, así que nunca tuvo que preocuparse por ellas cuando entraba. Se encogió de hombros y con un movimiento, su pulgar comenzó o moverse hacia atrás y adelante en la parte sobresaliente de mi piel.
-Sé que va en contra del estereotipo Inglés, pero nunca he estado mucho tiempo en un bar como para estar ebrio o borracho todo el tiempo.
-Yo tampoco- dije. Y lo decía en serio, a pesar de que mi cabeza estaba todavía un poco borrosa por el tequila -Así que ¿Qué aporta éste británico no estereotipado a Los Ángeles?
Se encogió de hombros -He estado en Estados Unidos por un tiempo. Vine aquí a la escuela y nunca volví. De hecho, me acabo de mudar a Los Ángeles, he regresado ya que no he estado viviendo aquí por algunos años.
-Yo también, me acabo de mudar aquí de nuevo hace algunos años. Crecí en Tennessee  cuando era pequeña, pero nos mudamos a Nashville cuando estaba se octavo grado. Siempre fue mi plan irme lejos cuando entrara a la universidad- Humedeció el paño una vez más y nos sentamos a hablar. Me contó como creció en Inglaterra y lo diferente que había sido vivir en Estados Unidos. 
-La primera vez que un tipo me dijo que le gustaban mis pantalones, me sorprendió y pensé que me había perdido algunas cosas fundamentales. 
-¿Pantalones?- no lo entiendo.
-Eso es lo que nosotros llamamos ropa interior, amor.
-Oh- me reí -Es bueno saberlo.
-Cuando le pregunté a un compañero por una goma, ustedes lo llaman borradores, todos se rieron tanto que estaba dispuesto a volver a Londres- Traté de contener mi risa y fracasé. Pero pensé que se lo merecía, después de reírse de mis pantalones, o... jeans era una terrible experiencia la que tuve antes. 
-Eso debió ser horrible- Recogió la gasa que había dejado debajo del gabinete y con cuidado la coloco encima de la herida, pegando los bordes mientras hablaba.
-Te acostumbras a ello. He estado viviendo tanto tiempo aquí que ya lo manejo suficientemente bien. Ocasionalmente visito Londres y al volver tengo algunos problemas de ajuste pero en general diría que estoy bastante americanizado.
-Excepto el acento.
Él sonrió -No puedo eliminar el acento ahora, ¿Cierto? ¿Como podría llamar la atención de cosas bonitas como tú?
-Leyendo Shakespeare en un bar, obviamente- Rió y el sonido se propagó a través de mi piel, poniéndome un poco nerviosa. 
-Eres linda- dijo.
Rodé mis ojos -Si... ridículamente, como lo dije antes. 
-¿Te sentirás mejor si te llamo ridículamente sexy?- Y así de fácil, perdí la tranquilidad, desapareciendo por completo, haciendo que mi respiración se volviera demasiado superficial. No tenía respuesta ¿Qué podría decirle en respuesta a eso?
-¿Qué es esa mirada?- preguntó. No tenía idea de la multitud de emociones que había mostrado en mi cara, así que me encogí de hombros.
-Actúas como si nadie te hubiera llamado sexy antes- Eso sería porque nadie lo había hecho -Lo que no puede ser verdad, no cuando te ves de la forma en que te veías esta noche. Apenas puedo mantener mis manos lejos de ti, y nos acabamos de conocer. Estaría avergonzado si no lo hubiera disfrutado tanto.
Eso fue todo. Puede que no haya tenido sexo, pero sabía lo suficiente como para comprender cuándo un tipo estaba haciendo movimientos hacia mí. Y, extraordinariamente, ni me importaba. Lo único que me importaba era el hecho de que él estaba sentado tan cerca de mí, y me estaba volviendo loca. Su mano seguía lentamente acariciando mi tobillo y si él no me abrazaba otra vez, pronto, iba a quemarme. 
-Mírame, ni siquiera puedo tener mis manos lejos de ti ahora. 
Tragué saliva, pero mi boca de repente se sentía como si hubiera tragado una caja de arena. Él se sentó con sus rodillas, arrastrando su mano desde el tobillo hasta la parte exterior de mi pantorrilla lesionada. Sus caderas estaban a pocos centímetros de mis rodillas mientras se sentaba en el inodoro.
-Dime que no estoy loco- dijo. No podía hacer esto. No estaba lo suficientemente preparada en este momento para asesorarme sobre este comportamiento tan irracional. 
-Dime que puedo besarte- Eso... eso podía hacerlo.
-Puedes besar...
Ni siquiera terminé la oración antes de que sus labios estuvieran en los míos, y mi quemadura fuera olvidada por completo. 
_____________________________________
Hahaha miren esa imagen, me encanto y dice toda la verdad, osea como dijo Kingsley "Si no sabes que significa Niley, es porque obviamente eres estúpido  si no sabes que significa Nelena, bueno... no eres nada, porque Nelena es IRRELEVANTE" La Nelena fans, no entiendo de donde sacan el fanatismo por una pareja que apenas duro un mes, no tuvo la muestra minima de amor, y fue hace añoooos, en cambio Niley si fue duradero, tiene una historia hermosa y hasta el dia de hoy se siguen demostrando que se quieren.


lunes, 22 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 03



Me estas tomando del pelo, ¿verdad? Lo mire fijamente, preguntándome si mi lado maniático del control podía manejar esto.
Su mano rozo mi mandíbula -Te prometo que iré despacio.
Negué con la cabeza y dejo caer su mano -No creo que pueda hacer esto.
-Solo sujétate de mí. Prometo... que te divertirás.
-Nick...
-Miley, confía en mí- Respire profundo. Sabía que podía hacerlo, solo tenia que apagar mi cerebro, como Demi dijo.
-Esta bien, pero date prisa... antes de que cambie de opinión.
Su rostro cambio dándome una sonrisa con un rápido beso en mi sien -Que chica- Luego cuidadosamente colocó el casco sobre mi cabello y pasó una pierna por encima de su moto, ofreciéndome su mano. Me aleje de mis pensamientos y la tomé. El asiento estaba encorvado así que a pesar de intentar incorporarme unos centímetros hacia atrás, me deslizaba hacia abajo, haciendo que mi cuerpo se presionara contra el suyo. Su mano se instaló en mi rodilla y sus dedos me rozaron suavemente, haciéndome sentir cosquillas en la zona sensible de atrás.
-Sujétate de mí- Hice lo que me dijo que casi me da una aneurisma cuando pude sentir sus abdominales a través de su camiseta. De repente, estaba súper consciente de que era la chica que descansaba a espaldas de el. Sabía que le había echaría un vistazo a mi cuerpo y sabría que no era lo suficientemente buena. Diablos, podía sentir en este momento que ya estaba lamentándose en esto. Entonces, la mano sobre mi rodilla dio un pequeño tirón y aunque pensaba que no podríamos estar mas cercar, lo estábamos. No estaba presionada contra él. Estaba incrustada. Mi pelvis estaba tan apretada contra su espalda que un vertiginoso mareo me atravesó. Y en ese mismo momento, arrancamos. Hundí mis manos en su cintura y la moto entera saltó, desviándose hacia un lado. Grité. Bueno, más bien chillé. Justo en su oreja. Nos estabilizó y luego desacelero en una señal de Stop.
-¿Todo bien?
Con mi cara enterrada en su hombro, me las arreglé para hablar -Si.
-Lo siento amor, soy poco delicado, eso es todo.
-Oh- Aflojé los dedos que prácticamente estaban enterrándose en sus caderas. Gracias a Dios que no podía ver mi cara en este momento. El rojo no me favorecía. Tomó mis manos y tiró de ellas para que estas se cruzaran sobre su estomago, y estuvieran envueltos alrededor de el.
-Mucho mejor. Démosle otra oportunidad- Esta vez, cuando arrancó, no grité. Ganó velocidad lentamente y mantuve mi mejilla contra su espalda, con los ojos cerrado. Shakespeare seguía trabajando en mi cabeza, por nuestra conversación anterior, y pensé en todo lo que sabia sobre el para mantener mi mente ocupada. Empecé con el soliloquio de Hamlet. Luego me trasladé al discurso del día del San Crispín de Henry V. Estaba terminando el monólogo de Macbeth, Mañana y Mañana y Mañana, cuando Nick me interrumpió.
-Realmente te gusta el Bardo- La mortificación se estaba convirtiendo en mi emoción por defecto. Supongo que no los estaba recitando en mi cabeza como me pensaba.
-Oh, yo, um, simplemente memorizo muy fácilmente- Con mi mejilla aún contra su espalda, traté de calmar mi corazón. Ahora que la moto no se movía, mi cerebro era libre para temerle a esa otra cosa en la que activamente no había pensado. Sexo. Iba a tener Sexo. Con un chico. Un chico caliente. Un chico BRITÁNICO caliente. O tal vez vomitaría. ¿Qué si vomitaba sobre el chico británico caliente? ¿Qué si vomitaba sobre el chico británico caliente DURANTE EL SEXO?
-¿Miley?- me moví hacia atrás, horrorizada y preguntándome si accidentalmente había hablado en voz alta otra vez.
-¿Si?
-Podemos bajarnos de la moto cuando quieras.
-Oh- Quité mis brazos tan rápidamente que casi perdí el equilibrio y caí de la moto. Afortunadamente, con sólo un leve grito, logre estabilizarme y lentamente baje de la moto. Entonces mi pantorrilla rozó con una de las tuberías laterales de la moto y empecé a gritar de nuevo. Estaba caliente. Tan JODIDAMENTE caliente. Y ahora mi piel picaba.
-¿Miley?- Sólo me había alejado de la moto a un par de pasos cojeando para el momento en que Nick me alcanzo. A pesar de mis puños cerrados y de cómo me estaba mordiendo el labio para contener el dolor, mis ojos lagrimearon. Sus manos ahuecaron mi cara primero y luego miró hacia la pierna en donde una brillante roncha roja estaba formándose alrededor de un centímetro por debajo de donde estaban los capris.
-Oh Mierda- Mantuve mis labios fuertemente cerrados, sin saber si podía abrir la boca sin llorar. Nick rodeó mi cintura con su brazo y lance los míos sobre sus hombros.
-Vamos, amor. Esperemos que ese cerrajero ya haya llegado- Por primera vez, eche un vistazo alrededor y me di cuenta de donde estábamos. Estábamos en mi complejo de apartamentos. ¡Vivíamos en el mismo complejo de apartamentos! Me debatí sobre si debería decir algo mientras me dirigía hacia su apartamento. Casi lo mencione cuando pasamos mi propio coche, pero luego me recordé a mí misma que esto se suponía que era una cosa de una sola noche. Vivía en un edificio mas allá del mío. Gracias a Dios. ¿Que si vivía justo al lado y tenia que verlo todos los días después del sin duda horrible sexo que iba a tratar de tener con el? Llegamos a su puerta. Y estábamos sin cerrajero.
La piel de mi pantorrilla todavía se sentía caliente, como si estuviera de pie junto a una llama. Me lanzo una mirada preocupada y luego sacó su teléfono. Pulsó el botón de llamada dos veces, remarcando el ultimo numero que llamó. Se alejó de mí para hablar y me apoyé pesadamente contra la pared junto a su puerta. Claramente, no estaba destinada a tener sexo. Este era Dios diciéndome que mi destino era ser una monja e ir a un convento junto con toda esa mierda. Ya estaba delirando demasiado que confundí a Dios y a Shakespeare. Nick regreso, e incluso frunciendo el ceño se veía magnifico.
-Malas noticias. El cerrajero se ha retrasado y no estará aquí hasta dentro de otras hora- Traté de no encogerme y falle. Se arrodilló y sus dedos recorrieron mi espinilla, deteniéndose a unos cuentos centímetros a la derecha de mi quemadura. Gracias a Dios me había depilado. Inhalo profundamente y expiró lentamente por la nariz. Cerró los ojos por un momento y luego asintió.
-Bien. Bueno, en este caso tal vez deberíamos llevarte a Emergencias 
-¿Que? ¡No!- ¿Que diría Demi? Salí con el objetivo de tener relaciones sexuales y en su lugar terminaría en la sala de emergencias. FML (Fuck My Life)
-Miley, la quemadura no esta demasiado mal, pero si no empiezas a tratarla, dolerá como el infierno.
Golpeé mi cabeza contra la pared y soplé el pelo suelto de mi cara  -No vivo lejos, podemos ir a mi casa.
-Oh, está bien- Su sonrisa regreso fácilmente y por un breve segundo estuve demasiado inundada en otros sentimientos como para recordar el dolor.
El continuo -Vamos a tener que ser cuidadosos al subirte de nuevo en la moto. No me gustaría que te quemaras otra vez.
Me mordí el labio inferior -En realidad no tenemos que subirnos a la moto- Arqueó una ceja graciosamente. -Cuando dije que no vivo lejos, me refiero a que vivo en el bloque de al lado- Ambas cejas se elevaron y su sorpresa solo duró un segundo antes de que una expresión diferente cruzara por su cara, esta era una mas difícil de identificar lo que hizo que las mariposas de mi estomago comenzaran a tener convulsiones.
-Vayamos a tu piso, entonces... vecina- Mis rodillas de sentían débiles, y no soló por el dolor. Tragué saliva,  pero mi boca aún se sentía seca. No me rodeó con su brazo de nuevo, pero sus dedos tocaron mi espalda suavemente, y se quedaron allí mientras caminábamos. Llegamos a mi apartamento en menos de un minuto. Su mano cayo en la parte baja de mi espalda mientras buscaba mis llaves y por un segundo, me olvide de lo que estaba buscando. Llaves de mi apartamento. En el cual él estaba a punto de entrar. Conmigo. A solas. Para tener sexo. Sexo. Sexo. Sexo.
Mis dedos se sentían rotos mientras intentaba y fallaba insertar la llave en la cerradura. Él no dijo nada. Tampoco tomo las llaves, lo que era bueno, porque eso me habría molestado totalmente. Puede que fuese mental, emocional y físicamente un desastre, pero no necesitaba que un hombre girase la llave por mí. Su mano se mantuvo calmada, gentilmente contra mi espalda hasta que logré abrir la puerta forzadamente.
Cuando entre en el oscuro pasillo, su mano no me siguió. Lo miré de nuevo, de pie y sus manos ahora estaban casualmente metida en los bolsillos. Su sonrisa era sincera y magnifica, para detener corazones. Pero parecía que no tenía intenciones de entrar. Eso era todo. Había cambiado de opinión, porque yo era un completo desastre ¿Por que mas lo haría? Tomé aire, recordándome a mi misma que era impresionante. No era insegura o tímida. Sólo era virgen, eso no es gran cosa. Y si alguna vez quería dejar de serlo, tendría que tener sexo. 
-¿Esperas una invitación?- Pregunté, mirándolo de pie fuera de mi puerta -¿Esta es la parte en que me dices que eres un vampiro?
Se rió entre dientes -No, te prometo que la palidez es solo porque soy británico 
-¿Entonces qué estás esperando? ¿Qué ha pasado con el chico que me hizo sentarme para averiguar su nombre y dejó muy claro que no quería que regresara con mi amiga? ¿Qué ocurrió con el chico que era tan audaz en todas las formas en la que yo sólo podía pretender ser?- Dio un paso, por lo que se situó en el marco de la puerta, y se recostó contra ella. 
-Ese chico está intentando ser un caballero, porque por mucho que quiera entrar a tu casa y por mucho que te quiera, estás herida. Además, temo que en realidad no me quieras aquí. 
-Querrás decir que él teme.
-¿Hmm? 
-Estabas hablando en tercera persona y luego cambiaste a primera... -Y yo me estaba desviando del tema.
-Sí, lo hacía- y seguía sonriendo. ¿Qué significaba eso? -Fue un placer conocerte, Miley- Esta era una salida fácil si no quería seguir adelante con esto. Si quería que mi virginidad viera la luz del día... de nuevo. Empezaba a girarse y todo lo que tenía que hacer era dejarlo ir.
-¡Espera!- Sonrió con una pequeña sospechosa sonrisa y levantó esa ceja otra vez. Respiré a través de mi miedo. 
-Si él esta intentando ser un caballero, ¿No debería quedarse y tratar de ayudar a la chica herida que no sabe nada sobre quemaduras de moto?- Sus ojos dejaron los míos para echarle un vistazo a mi pantorrilla, y cuando alzo la mirada de nuevo, encontró mis labios en su lugar. 
-La chica herida tiene razón. Sería una caballerosa cosa que debo hacer- Luego entró en mi apartamento y cerró la puerta. La luz del pasillo desapareció, y nos quedamos a oscuras porque mi lámpara de techo se había quemado hace semanas, y todavía no la había remplazado. Podía sentir el calor que irradiaba mientras se acercaba. Su mano una vez más se instaló en la parte baja de mi espalda y susurró en la oscuridad.
-Muéstrame el camino, amor. 
________________________________________________________
Hola chicas como estan? como ha ido su comienzo de semana? espero que bien, diganme que opinan de la nueva novela? siento que no les gusta D=. Cap dedicado a Male, gracias por comentar, me alegro que te este gustando la nove =D

sábado, 20 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 02


No podía decir si la sensación de ardor en mi pecho tenía que ver con el aspecto encapuchado que Nick me estaba dando o con el recuerdo de mi primero Jack con Cola que terminé como si fuera agua. Un camarero llegó ante las señas de Nick, y me tomé un momento para darme una charla silenciosa mientras él pedía una bebida.
-¿Miley?- Preguntó Nick. Su voz envió escalofríos a través de mi.
Me miró, y luego al camarero, quien resulto ser el chico de antes. Abrí la boca para pedir otra Jack con Cola, pero el camarero me detuvo con una mano en mi hombro -Recuerdo, Jack con Cola ¿cierto?
Asentí con la cabeza y me lanzo un guiño sonriente. Hice una pausa por un momento preguntándome como sabia mi pedido. Estaba bastante segura de que la chica camarera me había servido el ultimo. Seguía sonriendo hacia mi, así que me obligue a hablar -Gracias, eh...
-Brandon- Dice.
-Gracias, Brandon- Eche un vistazo a Nick, y a continuación, se centro de nuevo en mi.
-¿Debo decirle a tu amiga allí que regresarás luego?
-Oh, bueno, claro, supongo- Sonrió en respuesta, y se quedo allí mirándome, fijamente, durante unos segundos antes de volverse para regresar a la barra. Sabia que tenia que mirar a Nick de nuevo, pero me aterraba derretirme en un charco de excitación si me encontraba con aquellos ojos magníficos de nuevo.
Él dijo -¿Sabes? a veces me pregunto si Desdémona era tan inocente como lo que aparentaba. Tal vez ella sabia el efecto que tenia sobre los chicos, y disfrutaba poniéndolos celosos- Me encontré con sus ojos estrechados, estudiándome. Me trague mis nervios y lo estudie también.
-O tal vez solo se dejo intimidar por la intensidad de Otelo y no sabia como hablar con el. La comunicación es clave después de todo.
-Comunicación ¿Eh?
-Podría haber resuelto muchos de sus problemas.
-En ese caso, voy a tratar de ser lo mas claro posible- Tomó su silla y la coloco a escasos centímetros de la mía. Se escabullo a mi lado y dijo -Prefiero que no vayas de nuevo con tu amiga. Quédate aquí conmigo- Traga, Miley. Me dije. Tienes que tragar o si no comenzaras a babear. 
-Bueno, mi amiga esta esperando ¿Que vamos a hacer si me quedo?- Extendió una mano y empujo mi pelo sobre mi hombro. Su mano se deslizo por mi cuello, haciendo una pausa en el punto de mi pulso, el que debe de haber estado volviéndose loco.
-Podemos hablar de Shakespeare. Podemos hablar de lo que quieras. Aunque no puedo prometer que no me distraeré en tu hermoso cuello- Sus dedos viajaron a través de mi mandíbula hasta llegar a la barbilla, que sacó un poco hacia adelante con la presión de su dedo índice -O tus labios. O esos ojos. Podría atraerte con historias acerca de mi vida, como Otelo hacia con Desdémona.
Ya estaba suficientemente cortejada. Mi respuesta fue vergonzosamente entrecortada -Prefiero no hacer paralelos entre nuestra noche y una pareja que termino con un asesinato/suicidio- Sonrió, y su dedo cayo de mi barbilla. Mi piel quemo donde me había tocado, y tuve que parar de inclinarme hacia adelante para seguir su toque.
-Touché. No me importa lo que hagamos, siempre y cuando te quedes.
-Está bien- Estuve inmensamente orgullosa de haber logrado una respuesta calma en su lugar del "Santo Dios, si, voy a hacer todo lo que me pidas" que se estaba reproduciendo en mi mente.
-Tal vez debería quedarme fuera de mi apartamento mas a menudoPreferiría encerrarnos a ambos dentro, en realidad. Mi bolsillo empezó a vibrar,  y me apresure a contestar el teléfono antes de que mi embarazoso tono de Boy Band sonara.
-¿Si?
-¿Te has caído dentro o que?- Era Demi.
-No, Demi, no lo hice. Oye, ¿Por que no solo vas a casa sin mi?- Los ojos de Nick se oscurecieron, y mi respiración se enganchó cuando su mirada cayó a mis labios.
-No te saldrás de esto, Miley. Vas a follar esta noche aunque tenga que hacerlo yo misma- Dios, ¿Podía ser mas gritona? Pensé que Nick tuvo que haberla oído hablar, pero sus ojos no se apartaron de mis labios.
-Eso no sera necesario, Demi- Traté de pensar en una forma crítica para decirle que ya había encontrado a mi chico, cuando oí una toma de aire, seguido de un "OH. MI. DIOS" Miré por encima del hombro de Nick  a tiempo para ver como la sonrisa de Demi se ensanchaba, y el gesto crudo de mano que siguió.
-Si, esta bien, así que hablaré contigo mas tarde, Dem.
-Seguro que lo harás. Te llamaré y me dirás cada precioso detalle.
-Ya veremos.
-Mejor que veas mucho esta noche, cariño. Espero que tus ojos se abran completamente después del ecuentró de esta noche- Colgué sin una respuesta.
-¿Tu amiga?- preguntó. Asentí con la cabeza, porque su mirada fija tenia mi sangre hirviendo. Nunca en mi vida me había sentido tan completamente activada por alguien que ni siquiera me estaba tocando. Sexo salía del hombre en olas, y me sorprendí al encontrar cuán interesada estaba en aprender a nadar.
-¿Te vas a quedar?- Asentí con la cabeza otra vez, cada músculo de mi cuerpo estaba tenso. Si no me besaba pronto, iba a explotar. Justo cuando pensaba que podía hacerlo, el camarero regreso con las bebidas. Él se acercó con una sonrisa, que bajó al ver lo cerca que Nick y yo estábamos.
-Siento haber tardado tanto. Estamos inundados por allí- Me aferré a la distracción.
-No es ningún problema, Brandon.
-Por supuesto ¿Necesitas algo mas?
-No, estoy bien- Los ojos de Brandon se posaron en Nick, y luego se acercaron un poco más en mí.
-¿Estas segura?
-Estamos seguros- dijo Nick secamente antes de entregarle unos cuantos billetes -Quédate con el cambio- Brandron comprobó a una pareja más que se encontraba a unas pocas mesas de distancia, y luego se fue a la parte delantera de la barra de nuevo. Cuando se alejo, me volví a Nick. Me di cuenta de que su brazo había hecho su camino alrededor de mi silla.
-¿Eres del tipo celoso, Nick?
-No realmente- Levanté una ceja y él sonrió descaradamente.
-Tal vez esta discusión sobre Otelo me ha puesto un poco nervioso- dijo.
-Entonces vamos a hablar de otra cosa. ¿A que hora dijo el cerrajero que estaría cerca de tu apartamento?
Miró brevemente su reloj, y yo aproveche para observar la increíble acumulación de sus brazos -Debería estar allí muy pronto.
-¿ Deberías ir y esperar por él?- Era difícil determinar lo que quería en ese momento. Sin duda le gustaba, y yo definitivamente quería que me besara, pero estaba acostumbrada a sabotear este tipo de cosas para que nunca llegaran demasiado lejos. Siempre en busca de una puerta de salida.
-¿Estas tratando de deshacerte de mi?
Respiré hondo, no dejaba salir el aire. No habría puertas traseras, no esta vez. Me mordí el labio y lo miré. Esperaba que no pudiera leer el miedo zumbando bajo mi fachada confiada -Supongo que podríamos ir y esperar por el- dije. Miró a mis labios. Moría... Moría porque me besara.
-Mucho mejor- se puso de pie y me ofreció su brazo -¿Mi señora?
-¿No quieres terminar nuestras bebidas?
Me tomó la mano y apretó sus labios contra el interior de mi muñeca -Ya estoy intoxicado- Me reí, porque la linea era ridícula (y porque no quería admitir que aun así, funcionaba)
Sonrió  -¿Demasiado lejos? ¿Qué puedo decir...? El Bardo me da un gusto por lo dramático.
-Vamos a tratar con algo de realismo en su lugar.
-Creo que puedo hacer eso- dijo. 
Apenas había procesado sus palabras antes de que me levantara de la silla y tapara mi boca con la suya. Su olor me abrumaba. Cítricos, cuero y otra cosa que me hizo agua la boca. Yo estaba casi demasiado sorprendida para reaccionar. Era muy consciente del hecho de que me estaba besando en medio de un bar, hasta que me mordisqueo el labio inferior. Luego me olvide de todo, excepto de el. Todo mi cuerpo se estremeció, y mi corazón se dejo caer hacia mi estomago, como si la fuerza de gravedad se hubiera duplicado. La cabeza me daba vueltas, pero no me importaba. Abrí mi boca, y al instante su lengua se deslizo adentro, tomando el control. Mis manos se aferraron a su espalda, y en respuesta, me llevó mas cerca. Su beso fue lento, luego rápido, tierno y extenuante. Estábamos apretados con tanta fuerza que podía sentir cada parte de su cuerpo, pero, aún así, quería estar mas cerca. Su mano se deslizó hasta el fondo de mi camisa y sus dedos calientes presionaron mi, ya demasiado ardiente, piel. Un gemido escapo de mi boca ante aquel contacto intimo. Inmediatamente me arrepentí, porque el sonido pareció aclarar su cabeza, y se apartó.
No pude evitar que mis labios siguieran los suyos, pero se quedo fuera del alcance de mi beso. En su lugar, se quejó,  agacho la cabeza y me dio un beso caliente en el cuello. Mi cerebro estaba definitivamente volando bajo. Mi cuerpo era quien mandaba en ese momento y, Dios, se sentía tan bien. Yo era solo la suma de mis terminaciones nerviosas, que se volvían locas. Él suspiró pesadamente, y eso quemó mi piel. Su voz era ronca cuando habló -Lo siento. Me deje llevar.
Esas fueron exactamente las palabras adecuadas. Dejarse llevar. Nunca había estado tan atrapada en otra persona antes. Nunca había estado tan... fuera de control. Era a la vez emocionante y aterrador. Su rostro apareció ante mi, y yo trate de mantener mi expresión neutral. Su mano se deslizo fuera de mi camisa, y me estremecí, mi piel estaba de luto por la perdida.
Dio un paso hacia atrás -Bien. Podría ser momento para un poco mas de razón, y un poco menos de pasión- Me reí, pero por dentro le estaba dando el dedo medio a la razón. Me había gobernado el tiempo suficiente. 

viernes, 19 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 01


Tomé una respiración profunda. Eres impresionante. No lo creía, así que lo pensé de nuevo. Impresionante. Eres tan impresionante. Si mi madre escuchara mis pensamientos, me diría que tenía que ser humilde, pero la humildad me había llevado a ninguna parte. Miley Cyrus, eres una maldita captura. Entonces ¿Como fue que termine con veinte años, y la única persona que conocía  que nunca había tenido relaciones sexuales? en algún lugar entre Salvados por la Campana y Gossip Girls, se convirtió en algo inaudito, Una chica esta por graduarse de la universidad con su Tarjeta-V todavía en la mano. Y ahora me encontraba en mi habitación  lamentando haber reunido el coraje para admitirlo a mi amiga Demi. Ella reacciono como si le hubiese dicho qu estaba escondiendo una cola debajo de mi falda triangular. Y supe que su mandíbula  incluso, acabara cayendo que se trataba de una idea una idea terrible.
-¿EN SERIO? ¿Es por Jesús? ¿Estás, como, guardándote para el?- El sexo parecía sencillo para Demi. Ella tenía un cuerpo curvilíneo y el cerebro sexualmente cargado de una adolescente.
-No, Demi- dije -Seria un poco difícil guardarme para alguien que murió hace mal de dos mil años- Demi se quitó la camisa y la tiro al suelo. Debo haber hecho una cara, porque me miró y se rió.
-Relájate, Princesa Pureza, sólo estoy cambiando camisetas- Entro en mi armario y empezó a mover mi ropa a tirones.
-¿Por que?
-Porque, Miley, vamos a salir para conseguir que te jodan- dijo la palabra "jodan" curvando su lengua de tal forma, que me recordó a esos anuncios nocturnos de las lineas telefónicas para adultos.
-Jesús, Demi- Sacó una camisa que a mi me quedaba ajustada, por lo que seria francamente escandalosa en su estructura curvilínea.
-¿Que? Dijiste que no era sobre el- Me resistí a la tentación de golpear mi mano en mi frente.
-No lo es, no creo... quiero decir, voy a la iglesia y todo, bueno, a veces. Yo solo... no lo se. Nunca he estado tan interesada- Hizo una pausa con la camisa nueva a medio camino sobre su cabeza.
-¿Nunca interesada  ¿en chicos? ¿eres gay?- Una vez oí a mi madre, que no podía entender por que estaba a punto de graduarme de la universidad sin un anillo en mi dedo, hacer a mi padre la misma pregunta.
-No Demi, no soy gay, así que sigue poniéndote la camisa. No hay necesidad de caer sobre tu espada sexual por mi.
-Si no eres gay y no se trata de Jesús  entonces es solo una cuestión de encontrar a la persona correcta, o debería decir... la espada sexual correcta.
Rode los ojos -¿Caramba? ¿eso es todo? ¿Encontrar a la persona correcta? ¿por que nadie me lo dijo antes?
Se recogió el pelo negro en una coleta alta, lo cual, de alguna manera, llamo la atención aun mas a su pecho -No me refiero a la persona correcta para casarse, cariño. Me refiero a la persona correcta para tener tu sangre bombeando. Para hacerte apagar tu analítico, critico e hiperactivo cerebro y  pensar con el cuerpo en su lugar.
-Los cuerpos no pueden pensar.
-¡VES!- dijo -Analítica. Critica.
-¡Muy bien! bien ¿Que bar esta noche?
-Stumblelnn, por supuesto.
Gemí -Con clase.
-¿Que?- Demi miro hacia mí como si me faltara la respuesta a una pregunta muy obvia -Es un bar. Mas importante aún, es un bar que a los chicos les gusta. Y desde que a nosotras nos gustan los chicos, es un bar que nos gusta- Podría ser peor. Podría llevarme a un club.
-Esta bien. Vamos- Me paré, y me dirigí a la cortina que separaba mi dormitorio del resto de mi apartamento.
-¡Espera! Espera- Agarró mi codo y me empujo tan fuerte que me caí de nuevo en mi cama -No puedes ir así  Miré mi atuendo, una florida falda triangular y un top simple que mostró una buena cantidad de escote. Se veía lindo. Podría totalmente recoger un chico con esto... tal vez.
-No veo el problema- dije. Rodó los ojos, y me sentí como una niña. Odiaba sentirme como una niña, y casi siempre lo hacia cuando la conversación se volcaba hacia el sexo.
Demi dijo -Cariño, ahora te ves como la adorable hermana de alguien. Ningún hombre quiere follar a su hermanita. Y si lo hace, no quieres estar cerca de el.
Si, definitivamente me sentía como una niña -Buen punto.
-Mmm... Suena como si estuvieses practicando apagar ese hiperactivo cerebro tuyo. Buen trabajo. Ahora párate ahí y déjame hacer mi magia- Y por magia, se refería a tortura. Después de vetar tres camisas que me hicieron sentir como una prostituta, unos pantalones que eran mas como polainas, y una falda tan corta que amenazo con mostrar al mundo mi agujero del amor en caso de una brisa suave, nos acomodamos en algún apretado capri de mezclilla de tiro bajo, y un top de encaje negro que destacaba, en contraste, con mi piel blanca pálida.
-¿Piernas afeitadas?- Asentí con la cabeza -¿Otras... cosas .... afeitadas?
-Tanto como alguna vez van a estar, si, ahora vamos- ahí era donde dibujaba una línea en esta conversación.
Ella sonrió, pero no dijo nada -Esta bien. Bien ¿Condones?
-En mi bolso.
-¿Cerebro?
-Apagado. O bien.... disminuido, de todos modos.
-Excelente. Creo que estamos listas- Yo no estaba preparada, No, en absoluto. Había una razón por la que no había tenido sexo todavía  y ahora lo sabia. Yo era una fanática del control. Era por eso que lo había hecho tan bien en la escuela toda mi vida. Me hizo una gran directora de escenario, nadie podría dirigir un ensayo de teatro como yo. Y cuando me dio el valor para actuar, siempre estuve más preparada que cualquier otro actor en la clase. Pero el sexo... eso era lo contrario de control. Había emociones y atracción  y esa persona molesta que otro debía estar involucrada. No es mi idea de diversión.
-Estás pensando demasiado- dijo Demi.
-Mejor que no pensar lo suficiente.
-No, esta noche, no lo es- dijo ella. Subí el volumen del IPod de Demi, tan pronto como llegamos al coche, así podía pensar en paz. Podía hacer esto. Era un problema que había que resolver, un tema que había que comprobar fuera de mi lista de tareas pendientes. Era así de simple. Simple. Mantenlo simple. Nos detuvimos frente al bar unos minutos mas tardes, y la noche se sentía todo, menos simple.Mis pantalones se sentían demasiado apretados, mi camisa demasiado baja, y mi cerebro demasiado nublado. Quería vomitar. No quería ser Virgen. Eso ya lo sabia. No quería sentirme como la inmadura mojigata que no sabia nada sobre el sexo. Odiaba no saber las cosas. El problema era... tanto como no quería ser virgen, tampoco quería tener relaciones sexuales.
El enigma de los enigmas. Era como uno de esos cuadrados que parecen rectángulos  pero al final te pregunta si es un rectángulo que parece un cuadrado. Demi estaba de pie frente a mi puerta, con los zapatos de tacón alto golpeando al tiempo que sus dedos, mientras sacaba el coche. Me cuadré de hombros, alisé mi pelo, y seguí a Demi hacia el bar. Hice una linea recta hacia la barra, sentándome en un taburete, e hice señas al camarero. Él era una posibilidad. Pelo rubio, estatura media, cara bonita. Nada especial, pero no ciertamente fuera de lugar. Podría ser bueno para simple.
-¿Que puedo hacer por ustedes, señoritas?- Acento sureño.Sin duda una clase de chico de cosecha propia.
Demi embistió -Necesitamos dos tragos de tequila para empezar.
-Que sean cuatro- Gazné.
Silbó, y sus ojos se encontraron con los míos -Ese tipo de noche, ¿Eh?
No estaba disputa a poner en palabras qué tipo de noche era. Así que dije -Estoy buscando un poco de coraje liquido.
-Y yo estaría encantado de ayudar- Me guiñó un ojo, y estaba apenas fuera del alcance del oído antes de que Demi rebotara en su asiento, diciendo -¡El es el indicado! ¡El es el indicado!
Sus palabras me hicieron sentir como si estuviera en una montaña rusa, al igual que el mundo acababa de dejar de girar y todos mis órganos estaban jugando a ponerse al día  Solo necesitaba mas tiempo para adaptarme. Eso es todo. Agarré el hombro de Demi, y la obligue a tranquilizarse -Calma, Dem. Eres como un maldito chihuahua.
-¿Que? Es una buena opción. Lindo. Agradable. Y, totalmente, lo vi mirar tu escote... dos veces.
Ella no estaba equivocada. Pero todavía no estaba tan interesada en dormir con el, por lo que supongo que no tenia que descartarlo  pero, seguro que seria un infierno mucho mas fácil  si estuviera realmente interesada en el hombre. Dije -No estoy segura... simplemente no hay chispa- Puedo ver venir el poner los ojos en blanco, así que dije de una forma rápida -Todavía- Cuando el Chico Camarero regresó con las bebida  Demi pagó, y me lleve mis dos tragos antes de que ella entregara su tarjeta. Se quedo por un momento, sonriéndome  antes de pasar a otro cliente. Robe uno de los tragos restantes de Demi.
-Tienes suerte de que esta es una gran noche para ti, Miley. Normalmente, nadie se interpone entre mi tequila y yo.
Tendí mi mano y dije -Bueno, nadie va a conseguir meterse entre estas piernas a menos que esté bien borracha, así que pasame el último- Demi sacudió la cabeza, pero estaba sonriendo. Después de unos segundos, se rindió, y con cuatro tragos de tequila en mi sistemas, la perspectiva de sexo parecía un poco menos tenebrosa. Otro camarero se acercó, ésta era una chica, y pedí un Jack y Coca Cola para beber mientras me confundía en medio de todo este lío. Estaba el chico camarero, pero no se desocuparía hasta bien después de las 2 am. Era un manojo de nervios ya, así que si esto se prolongaba hasta altas horas de la mañana, estaría completamente psicótica. Sólo podía imaginar... directamente, con camisa de fuerza debido al sexo. Había un hombre de pie junto a mí, que parecía moverse unos centímetros mas cerca con cada trago que tomé, pero tenia que tener por lo menos cuarenta años. No, gracias. Tome un trago mas de mi copa, dando gracias al camarero que fue pesado con el Jack, y examiné el bar.
-¿Que pasa con el?- pregunto Demi, señalando a un chico en una mesa cercana.
-Demasiado pijo.
-¿El?
-Demasiado Hipster.
-¿Por ahí?
-Ew. Demasiado peludo- La lista continuo hasta que estaba bastante segura de que esta noche era un fracaso. Demi sugirió ir a otro bar, que era lo último que quería hacer. Le dije que tenia que ir al baño, y esperaba que alguien atrapara su atención mientras no estaba para así poder escapar sin drama. El baño estaba al fondo, mas allá de la zona de piscina y dardos, detrás de una sección con algunas mesas redondas y pequeñas. Fue entonces cuando me fijé en el. Bueno, técnicamente, noté primero el libro.
Y, simplemente, no pude mantener la boca cerrada -Si eso se supone que es una manera para obtener a las chicas, me permito sugerir trasladarte a una zona con un poco mas de trafico.
El levanto la vista de su lectura, y de repente me pareció difícil tragar. Era sin duda el hombre mas atractivo que había visto esta noche, cabello negro corto, ojos color marrón oscuro, sólo el suficiente vello en la mandíbula para darle un look masculino sin hacerle demasiado peludo, y una cara que podría haber hecho cantar a los ángeles  No me hacia cantar. Me hacia mirar boquiabierta ¿Por que me detuve? ¿Por que siempre tengo que hacer una tonta de mi mismo?
-¿Perdón?
Mi mente seguía procesando su perfecto pelo y brillantes ojos cafés, así que me tomo un segundo decir -Shakespeare. Nadie lee a Shakespeare en un bar a menos que sea una táctica para obtener chicas. Todo lo que estoy diciendo es que podrías tener mejor suerte en la delantera. Él no dijo nada por un largo rato, pero luego su boca se separo en una sonrisa reveladora, qué sabes tu ¡Dientes perfectos!
-No es un truco, pero si lo fuera, me parece que estoy teniendo mucha suerte aquí- Un acento. TENÍA ACENTO BRITÁNICO. Querido Dios, me estaba muriendo. Respira. Necesitaba respirar. No lo pierdas, Miley. Puso su libro a un lado, pero no antes de marcar su lugar. Dios mio, realmente estaba leyendo a Sakespeare en un bar.
-¿No estas tratando de obtener una chica?
-No estaba- mi cerebro analítico no perdió su uso de tiempo pasado. Al igual que... el no había estado tratando de seducir a nadie, pero tal vez estaba ahora. Eche otro vistazo de el. Estaba sonriendo ahora "blancos dientes, barba de tres días en su mandíbula  que le daba un aspecto francamente delicioso. Sí, yo era definitivamente seducible. Y pensé que era suficiente para enviarme a un shock.
-¿Como te llamas, amor?- ¿Amor? ¡AMOR! Sigo muriendo, aquí.
-Miley.
-¿Eso es un líneas?
Me sonrojé carmesí -No, es mi nombre.
-Bonito nombre para una chica tan encantadora- El timbre de su voz, entro en ese registro grave que hizo mi interior rizarse en si mismo, era como si mi útero estuviese llevando a cabo un baile feliz en el resto de mis órganos  Dios, me estaba muriendo en la mas larga, mas torturosa  y excitante muerte en la historia del mundo. ¿Era esto lo que siempre se sentía al estar excitada? No es de extrañar que el sexo hiciera que la gente haga cosas locas.
-Bueno, Miley, soy nuevo en la ciudad, y ya me quede fuera de mi apartamento. Estoy esperando a un cerrajero, en realidad, y pensé en tener un buen uso de este tiempo.
-¿Repasando tu Shakespeare?
-Tratando, al menos. Honestamente, nunca me ha gustado el tío casi nada, pero vamos a mantener esto como un secreto entre nosotros, ¿Ya?- Estaba bastante segura de que mis mejillas se tiñeron aún mas de rojo, si el calor saliendo de ellas era alguna indicación  De hecho, todo mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas. No estaba segura si era mortificación  o el acento que me tenía a punto d arder espontáneamente delante de el.
-Pareces decepcionada  Miley. ¿Eres fan de Shakespeare?- Asentí con la cabeza, porque mi garganta podría haberse cerrado. Arrugó la nariz en respuesta, y mis manos se morían de ganas de seguir la línea de la nariz hasta los labios. Me estaba volviendo loca. En realidad, certificablemente loca.
-¿No me digas que eres fan de Romeo y Julieta?- Ahora, esto. Esto era algo que podía discutir.
-Otelo, en realidad. Ese es mi favorito.
-Ah. Justa Desdémona. Leal y Pura- Mi corazón tartamudeo a la palabra pura.
-Yo, mmm...- me costó juntar mis pensamientos -Me gusta la yuxtaposición de razón y la pasión.
-Soy un fan de la pasión, por mí mismo- Bajó su mirada y luego, recorrió el largo de mi forma. Mi columna hormigueó, hasta que sentí que podría estallar fuera de mi piel.
-No me has preguntado mi nombre- dijo. 
Me aclaré la garganta, esto no podría ser mas atractivo. Yo era tan sociable como un cavernicola. Le pregunté -¿Cuál es tu nombre?- Él inclino la cabeza.
-Únete a mi y te lo diré- No pensaba en otra cosa que el hecho de que mis pensamientos eran colo gelatina, y sentándome me impediría hacer algo embarazoso, como pasar fuera del influjo de las hormonas, que estaban claramente liberando de todo en mi cerebro. Me hundí en la silla, pero en vez de alivio, la tensión incremento a otro nivel. 
Habló, y mis ojos se engancharon en sus labios -Mi nombre es Nick- ¿Quien sabía que los nombres podían ser calientes también? 
-Es un placer conocerte, Nick- Se inclinó hacia adelante apoyándose en los codos, noté sus anchos hombros, y la manera en que sus músculos se movieron bajo la tela de su camisa. Entonces nuestros ojos conectaron, y el bar que nos rodeaba pasó de tenue a oscuro, mientras estaba atrapada por esos cafés ojos.
-Voy a comprarte una bebida- No estaba destinado a ser una pregunta. De hecho, cuando me miró, no había nada de el cuestionando en absoluto, sólo confianza -Entonces podemos hablar un poco mas sobre razón... y pasión.