sábado, 20 de abril de 2013

Lady Killer- Niley- Cap 02


No podía decir si la sensación de ardor en mi pecho tenía que ver con el aspecto encapuchado que Nick me estaba dando o con el recuerdo de mi primero Jack con Cola que terminé como si fuera agua. Un camarero llegó ante las señas de Nick, y me tomé un momento para darme una charla silenciosa mientras él pedía una bebida.
-¿Miley?- Preguntó Nick. Su voz envió escalofríos a través de mi.
Me miró, y luego al camarero, quien resulto ser el chico de antes. Abrí la boca para pedir otra Jack con Cola, pero el camarero me detuvo con una mano en mi hombro -Recuerdo, Jack con Cola ¿cierto?
Asentí con la cabeza y me lanzo un guiño sonriente. Hice una pausa por un momento preguntándome como sabia mi pedido. Estaba bastante segura de que la chica camarera me había servido el ultimo. Seguía sonriendo hacia mi, así que me obligue a hablar -Gracias, eh...
-Brandon- Dice.
-Gracias, Brandon- Eche un vistazo a Nick, y a continuación, se centro de nuevo en mi.
-¿Debo decirle a tu amiga allí que regresarás luego?
-Oh, bueno, claro, supongo- Sonrió en respuesta, y se quedo allí mirándome, fijamente, durante unos segundos antes de volverse para regresar a la barra. Sabia que tenia que mirar a Nick de nuevo, pero me aterraba derretirme en un charco de excitación si me encontraba con aquellos ojos magníficos de nuevo.
Él dijo -¿Sabes? a veces me pregunto si Desdémona era tan inocente como lo que aparentaba. Tal vez ella sabia el efecto que tenia sobre los chicos, y disfrutaba poniéndolos celosos- Me encontré con sus ojos estrechados, estudiándome. Me trague mis nervios y lo estudie también.
-O tal vez solo se dejo intimidar por la intensidad de Otelo y no sabia como hablar con el. La comunicación es clave después de todo.
-Comunicación ¿Eh?
-Podría haber resuelto muchos de sus problemas.
-En ese caso, voy a tratar de ser lo mas claro posible- Tomó su silla y la coloco a escasos centímetros de la mía. Se escabullo a mi lado y dijo -Prefiero que no vayas de nuevo con tu amiga. Quédate aquí conmigo- Traga, Miley. Me dije. Tienes que tragar o si no comenzaras a babear. 
-Bueno, mi amiga esta esperando ¿Que vamos a hacer si me quedo?- Extendió una mano y empujo mi pelo sobre mi hombro. Su mano se deslizo por mi cuello, haciendo una pausa en el punto de mi pulso, el que debe de haber estado volviéndose loco.
-Podemos hablar de Shakespeare. Podemos hablar de lo que quieras. Aunque no puedo prometer que no me distraeré en tu hermoso cuello- Sus dedos viajaron a través de mi mandíbula hasta llegar a la barbilla, que sacó un poco hacia adelante con la presión de su dedo índice -O tus labios. O esos ojos. Podría atraerte con historias acerca de mi vida, como Otelo hacia con Desdémona.
Ya estaba suficientemente cortejada. Mi respuesta fue vergonzosamente entrecortada -Prefiero no hacer paralelos entre nuestra noche y una pareja que termino con un asesinato/suicidio- Sonrió, y su dedo cayo de mi barbilla. Mi piel quemo donde me había tocado, y tuve que parar de inclinarme hacia adelante para seguir su toque.
-Touché. No me importa lo que hagamos, siempre y cuando te quedes.
-Está bien- Estuve inmensamente orgullosa de haber logrado una respuesta calma en su lugar del "Santo Dios, si, voy a hacer todo lo que me pidas" que se estaba reproduciendo en mi mente.
-Tal vez debería quedarme fuera de mi apartamento mas a menudoPreferiría encerrarnos a ambos dentro, en realidad. Mi bolsillo empezó a vibrar,  y me apresure a contestar el teléfono antes de que mi embarazoso tono de Boy Band sonara.
-¿Si?
-¿Te has caído dentro o que?- Era Demi.
-No, Demi, no lo hice. Oye, ¿Por que no solo vas a casa sin mi?- Los ojos de Nick se oscurecieron, y mi respiración se enganchó cuando su mirada cayó a mis labios.
-No te saldrás de esto, Miley. Vas a follar esta noche aunque tenga que hacerlo yo misma- Dios, ¿Podía ser mas gritona? Pensé que Nick tuvo que haberla oído hablar, pero sus ojos no se apartaron de mis labios.
-Eso no sera necesario, Demi- Traté de pensar en una forma crítica para decirle que ya había encontrado a mi chico, cuando oí una toma de aire, seguido de un "OH. MI. DIOS" Miré por encima del hombro de Nick  a tiempo para ver como la sonrisa de Demi se ensanchaba, y el gesto crudo de mano que siguió.
-Si, esta bien, así que hablaré contigo mas tarde, Dem.
-Seguro que lo harás. Te llamaré y me dirás cada precioso detalle.
-Ya veremos.
-Mejor que veas mucho esta noche, cariño. Espero que tus ojos se abran completamente después del ecuentró de esta noche- Colgué sin una respuesta.
-¿Tu amiga?- preguntó. Asentí con la cabeza, porque su mirada fija tenia mi sangre hirviendo. Nunca en mi vida me había sentido tan completamente activada por alguien que ni siquiera me estaba tocando. Sexo salía del hombre en olas, y me sorprendí al encontrar cuán interesada estaba en aprender a nadar.
-¿Te vas a quedar?- Asentí con la cabeza otra vez, cada músculo de mi cuerpo estaba tenso. Si no me besaba pronto, iba a explotar. Justo cuando pensaba que podía hacerlo, el camarero regreso con las bebidas. Él se acercó con una sonrisa, que bajó al ver lo cerca que Nick y yo estábamos.
-Siento haber tardado tanto. Estamos inundados por allí- Me aferré a la distracción.
-No es ningún problema, Brandon.
-Por supuesto ¿Necesitas algo mas?
-No, estoy bien- Los ojos de Brandon se posaron en Nick, y luego se acercaron un poco más en mí.
-¿Estas segura?
-Estamos seguros- dijo Nick secamente antes de entregarle unos cuantos billetes -Quédate con el cambio- Brandron comprobó a una pareja más que se encontraba a unas pocas mesas de distancia, y luego se fue a la parte delantera de la barra de nuevo. Cuando se alejo, me volví a Nick. Me di cuenta de que su brazo había hecho su camino alrededor de mi silla.
-¿Eres del tipo celoso, Nick?
-No realmente- Levanté una ceja y él sonrió descaradamente.
-Tal vez esta discusión sobre Otelo me ha puesto un poco nervioso- dijo.
-Entonces vamos a hablar de otra cosa. ¿A que hora dijo el cerrajero que estaría cerca de tu apartamento?
Miró brevemente su reloj, y yo aproveche para observar la increíble acumulación de sus brazos -Debería estar allí muy pronto.
-¿ Deberías ir y esperar por él?- Era difícil determinar lo que quería en ese momento. Sin duda le gustaba, y yo definitivamente quería que me besara, pero estaba acostumbrada a sabotear este tipo de cosas para que nunca llegaran demasiado lejos. Siempre en busca de una puerta de salida.
-¿Estas tratando de deshacerte de mi?
Respiré hondo, no dejaba salir el aire. No habría puertas traseras, no esta vez. Me mordí el labio y lo miré. Esperaba que no pudiera leer el miedo zumbando bajo mi fachada confiada -Supongo que podríamos ir y esperar por el- dije. Miró a mis labios. Moría... Moría porque me besara.
-Mucho mejor- se puso de pie y me ofreció su brazo -¿Mi señora?
-¿No quieres terminar nuestras bebidas?
Me tomó la mano y apretó sus labios contra el interior de mi muñeca -Ya estoy intoxicado- Me reí, porque la linea era ridícula (y porque no quería admitir que aun así, funcionaba)
Sonrió  -¿Demasiado lejos? ¿Qué puedo decir...? El Bardo me da un gusto por lo dramático.
-Vamos a tratar con algo de realismo en su lugar.
-Creo que puedo hacer eso- dijo. 
Apenas había procesado sus palabras antes de que me levantara de la silla y tapara mi boca con la suya. Su olor me abrumaba. Cítricos, cuero y otra cosa que me hizo agua la boca. Yo estaba casi demasiado sorprendida para reaccionar. Era muy consciente del hecho de que me estaba besando en medio de un bar, hasta que me mordisqueo el labio inferior. Luego me olvide de todo, excepto de el. Todo mi cuerpo se estremeció, y mi corazón se dejo caer hacia mi estomago, como si la fuerza de gravedad se hubiera duplicado. La cabeza me daba vueltas, pero no me importaba. Abrí mi boca, y al instante su lengua se deslizo adentro, tomando el control. Mis manos se aferraron a su espalda, y en respuesta, me llevó mas cerca. Su beso fue lento, luego rápido, tierno y extenuante. Estábamos apretados con tanta fuerza que podía sentir cada parte de su cuerpo, pero, aún así, quería estar mas cerca. Su mano se deslizó hasta el fondo de mi camisa y sus dedos calientes presionaron mi, ya demasiado ardiente, piel. Un gemido escapo de mi boca ante aquel contacto intimo. Inmediatamente me arrepentí, porque el sonido pareció aclarar su cabeza, y se apartó.
No pude evitar que mis labios siguieran los suyos, pero se quedo fuera del alcance de mi beso. En su lugar, se quejó,  agacho la cabeza y me dio un beso caliente en el cuello. Mi cerebro estaba definitivamente volando bajo. Mi cuerpo era quien mandaba en ese momento y, Dios, se sentía tan bien. Yo era solo la suma de mis terminaciones nerviosas, que se volvían locas. Él suspiró pesadamente, y eso quemó mi piel. Su voz era ronca cuando habló -Lo siento. Me deje llevar.
Esas fueron exactamente las palabras adecuadas. Dejarse llevar. Nunca había estado tan atrapada en otra persona antes. Nunca había estado tan... fuera de control. Era a la vez emocionante y aterrador. Su rostro apareció ante mi, y yo trate de mantener mi expresión neutral. Su mano se deslizo fuera de mi camisa, y me estremecí, mi piel estaba de luto por la perdida.
Dio un paso hacia atrás -Bien. Podría ser momento para un poco mas de razón, y un poco menos de pasión- Me reí, pero por dentro le estaba dando el dedo medio a la razón. Me había gobernado el tiempo suficiente. 

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