viernes, 12 de abril de 2013

My Beautiful Love- Niley- Cap 34


Frankie se resistió por un momento, pero cuando lo jale de nuevo una luz parpadeo. Él sostuvo en alto un encendedor, dando un vistazo al pequeño espacio para salir. Seguí la luz mientras él la movía alrededor de la habitación. Y quedo sin aliento cuando la puerta se hizo visible.Mientras nos apurábamos para la siguiente habitación, bastante gente se estrello conmigo, tirándome al suelo. Tres mujeres y un hombre, todos con rostros sucios y ojos muy abiertos y asustados me miraron.
Uno de los chicos se agacho y me ayudo -¡Hay una ventana aquí abajo por la cual podemos salir!- Dijo él.
-Acabamos de llegar de ahí, no hay nada- dije, negando con la cabeza.
-Debes haberla perdido, ¡sé que esta por este camino!- Frankie jalo mi mano -Vamos Miley, ellos conocen la salida.
Negué con la cabeza -Vinimos por este lado con Nick, lo sé.
Él apretó su agarre -Le dije a Nick que no te perdería de mi vista, iremos con ellos.
-Frank hemos estado allí abajo…no había ventana.
-¡Vamos Jasón!- una chica grito
-¡Nos vamos!- Jasón dijo, mirando a Frankie. Frankie jalo mi mano de nuevo y yo me aleje
-Frank por favor es por este lado, lo prometo.
-Voy con ellos- dijo él -por favor ven conmigo.
Negué con la cabeza, lagrimas cayendo por mis mejillas -He estado aquí antes, esa no es la salida.
-¡Tu vienes conmigo!- él grito. Jalando mí brazo.
-¡Frankie detente! ¡Vamos por el camino equivocado!- grite. Mis pies se deslizaron por el hormigo mientras él me jalaba, y cuando el humo aumento me aleje corriendo hacia la dirección opuesta.
-¡Miley, Miley!- Frankie grito. Seguí corriendo, manteniendo las manos al frente anticipando una pared.
-¡Vamos! ¡Ella va hacer que te mates!- una chica dijo. Mi hombro golpeo contra una esquina, me dio la vuelta, cayendo. Me arrastre por el piso, sosteniendo mi temblorosa mano frente a mí. Cuando mis dedos tocaron roca, lo seguí parándome. La esquina de una puerta se materializo bajo mi mano y la seguí a la siguiente habitación. La oscuridad era interminable, pero aleje el pánico, manteniendo cuidadosamente mis pasos, buscando la siguiente pared. Sentí el temor dentro de mí mientras los lamentos sonaban en mis oídos.
-Por favor- Susurré en la oscuridad -Deja que esta sea la salida- Sentí otra esquina de una puerta, y cuando la travesé un hilo de luz brillo ante mí. La luz de luna se filtraba a través del vidrio de la ventana y un sollozo formo su camino a través de mi garganta
-¡F- Frankie, está aquí!- Grite detrás de mí -FRANKIE!- Entrecerré mis ojos, viendo un pequeño movimiento en la distancia -¿Frankie?- llame mi corazón latía violentamente en mi pecho. Con el paso del tiempo las sombras parpadeaban en las paredes. Y mis ojos se abrieron con horror cuando me di cuenta que lo que pensaba que eran personas eran en realidad llamas.
-Oh dios mío- dije mirando a la ventana. Nick la había cerrado después de entrar, y estaba muy alta para que yo la alcanzara. Mire a mi alrededor buscando algo en que pararme, la habitación estaba llena de madera cubierta con sabanas. Las mismas sabanas que alimentarían el fuego hasta que toda la habitación se convirtiera en un infierno. Agarre un pedazo de tela blanca, quitándola de un escritorio. El polvo se alboroto a mí alrededor, mientras tiraba la sabana al suelo y arrastraba la enorme madera hacia el espacio vacío bajo la ventana. La empuje contra la pared y la escale, tosiendo con el humo que se abría paso a la habitación. La ventana aun estaba a unos metros debajo de mí. Gruñí tratando de empujarla para abrirla, torpemente girando la cerradura de un lado a otro con cada empujada. No se movía.
-¡Vamos, maldición!- grite. Apoyándome en mis brazos, me eche hacia atrás, usando el peso de mi cuerpo con el ímpetu de que podría forzarla a abrirse. Cuando eso no funciono, deslice mis uñas debajo de esta, empujándola hasta que pensé que mis uñas se habían separado de mi piel. La luz brillo en la esquina de mi ojo. Y grite cuando vi como el fuego se acercaba por las sabanas blancas que cubrían el pasillo por el cual había pasado un momento antes. Mire hacia la ventana, una vez más metiendo mis uñas por las esquinas. Sangre saliendo de mis dedos, el metal se enterró en mis dedos. El instinto se sobrepuso sobre las demás emociones y mis manos se volvieron puños, golpeando el vidrio. Una pequeña grieta astillo en vidrio junto con manchas y salpicaduras de mi sangre por cada golpe. Golpee el vidrio una vez más con mi puño, y luego me saque un zapato. Las sirenas sonaban en la distancia y solloce, golpeando mis palmas contra el vidrio. El resto de mi vida solo estaba a unos centímetros, al otro lado del vidrio. Arañe los bordes una vez más, y luego comencé a golpear el vidrio con ambas palmas.
-¡AYUDA!- Grite, viendo las llamas acercarse -¡ALGUIEN AYÚDEME!
Una tos suave sonó tras de mí -¿Pigeon?- Me volví ante la voz familiar. Nick apareció en la puerta detrás de mí. Su rostro y ropa estaba cubierto en hollín.
-¡Nick!- grite, me baje del escritorio y corrí hacia donde él estaba parado, cansado y sucio. Me choque contra él, y él envolvió sus brazos alrededor mío. Tosiendo mientras jadeaba por aire. Sus manos tomaron mis mejillas.
-¿Dónde está Frankie?- su voz áspera y débil.
-Él los siguió- grite con lagrimas en mi rostro -¡Intente que viniese conmigo, pero él no venia!- Nick miro hacia el fuego que se aproximaba y sus cejas se juntaron. Contuve el aliento, tosiendo cuando el humo lleno mis pulmones, él me miro, sus ojos llenos de lagrimas.
-Voy a sacarnos de aquí Pigeon- sus labios se presionaron con los míos en un firme y rápido movimiento. Y entonces él subió encima de mi improvisada escalera. Él empujo la ventana, y luego la cerradura, sus músculos temblaban cuando usaba toda su fuerza contra el vidrio.
-¡Aléjate Miley, Voy a romper el vidrio!- Con miedo de moverme solo logre alejarme un paso de nuestra única salida. El codo de Nick se doblo mientras él echaba su puño hacia atrás, gritando mientras golpeaba el vidrio. Me volví escudando mi rostro con mis sangrientas manos mientras el vidrio se destrozaba encima de mí.
-¡Vamos!- él grito sosteniendo una mano para mí. El calor del fuego tomo toda la habitación, me eleve en el aire mientras él me levantaba del piso y me empujaba fuera. Espere sobre mis rodillas mientras Nick escalaba, y luego lo ayude a ponerse de pie. Las sirenas a todo volumen estaban al otro lado de la habitación, y luces rojas y azules de los bomberos y las patrullas de los policías bailaban por el ladrillo del edificio adyacente. Corrimos a la multitud de gente parada frente al edificio, buscando en los rostros sucios a Frankie. Nick grito el nombre de su hermano, su voz se volvía mas desesperanzada con cada llamado. Él saco su celular para ver alguna llamada perdida y luego lo cerró fuertemente. Cubriendo su mano con su mano negra.
-¡FRANKIE!- Nick grito, estirando su cuello mientras buscaba en la multitud. Esos que habían escapado estaban abrazados y lloriqueaban detrás de los vehículos de emergencia, observando el horro mientras el camión de bomberos disparaba a través de las ventanas y bomberos corrían hacia dentro, tirando mangueras detrás de ellos.
Nick pasó una mano por los rastros de cabello en su cabeza, negando la cabeza -Él no salió- él susurro -Él no salió, Pidge- Mi aliento se corto, cuando vi el hollín desliarse por sus mejillas por las lágrimas, el cayo en sus rodillas y yo caí con él.
-Frank es inteligente, Nick. Él salió, él debió haber encontrado otra forma- dije, tratando también de convencerme a mí misma. Nick colapso en mis piernas, tomando mi camisa con ambos puños. Lo sostuve, no sabía que mas hacer. Una hora paso, observamos con esperanza que disminuía mientras observábamos como sacaban a dos personas y luego continuaban saliendo con las manos vacías. A medida que los paramédicos atendían y la ambulancia arrancaba en la noche, con victimas de quemaduras, esperamos. Media hora después, los cuerpos que sacaban estaban más allá de la salvación, el suelo estaba lleno de bajas, mucho más numerosas de los que habían escapado. Los ojos de Nick no dejaron la puerta, esperando que sacaran a su hermano de la salida.
-¿Nick?- Volteamos a la misma vez para ver a Adam parado al lado nuestro. Nick se puso de pie, jalándome con él -Estoy feliz de que ustedes chicos lo lograran- Dijo Adam. Luciendo atónito y desconcertado -¿Dónde estabas?- Nick no respondió. Nuestros ojos volvieron a los restos carbonizados de los dormitorios Keaton. El humo negro y espeso salía de las ventanas. Enterré mi rostro en el pecho de Nick, cerrando mis ojos, esperando que en cualquier momento despertara.
-Tengo que…tengo que llamar a mi papá- Nick dijo, sus cejas juntándose mientras abría su celular. Respire profundamente, esperando que mi voz sonara más fuerte de lo que me sentía.
-Tal vez deberías esperar. Nick no sabemos nada aun.
Sus ojos no dejaron el teclado y sus labios temblaron -Esto no está bien, nunca deberíamos haber estado allí.
-Esto fue un accidente, tú nunca hubiese podido saber que esto pasaría- dije tocando su mejilla. Su rostro se comprimió, cerrando fuertemente los ojos, él respiro profundamente y comenzó a marcar el número de su padre. Los números en la pantalla fueron remplazados por un nombre cuando el teléfono empezó a sonar, y los ojos de Nick se ampliaron cuando leyó la pantalla. Con un borroso movimiento, él ya tenía el teléfono junto a su oreja.
-¿Frankie?- Una risa de sorpresa se escapó de sus labios, y una sonrisa estalló en su rostro mientras me miraba -¡Es Frankie!- Abrí la boca y apreté su brazo mientras él hablaba -¿Dónde estás? ¿Qué quieres decir con que estás en lo de Morgan? Estaré allí en un segundo, ¡ni se te ocurra moverte!- Me lancé hacia adelante, mis pies luchando para mantenerse al paso de Nick mientras corría a través del campus, arrastrándome detrás de él. Cuando llegamos a lo de Morgan, mis pulmones gritaban por aire. Frankie bajó corriendo las escaleras, chocando contra nosotros.
-¡Jesús H. Cristo, hermano! ¡Pensé que estabas tostado!- dijo Frankie, abrazándonos con tanta fuerza que no me dejaba respirar.
-¡Idiota!- dijo Nick empujando a su hermano lejos -¡Pensé que estabas malditamente muerto! He estado esperando por los bomberos para llevar tu cuerpo carbonizado desde Keaton!- Nick le frunció el ceño a Frankie por un momento y luego lo empujó en un abrazo. Su brazo salió disparado, buscando a tientas hasta que encontró mi camisa, y entonces me empujó en un abrazo también. Tras unos momentos, Nick liberó a Frankie, manteniéndome cerca, a su lado. Frankie me miró con un gesto de disculpa.
-Lo siento, Miley. ¡Me entró el pánico!- Yo sacudí la cabeza.
-Sólo estoy feliz de que estés bien.
-¿Yo? Hubiera sido mejor estar muerto si Nick me hubiera visto salir de ese edificio sin ti. Traté de encontrarte después de que saliste corriendo, pero luego me perdí y tuve que encontrar otra manera. Caminé alrededor del edificio para encontrar esa ventana, pero me encontré con unos policías y me obligaron a salir. ¡Me he estado volviendo loco por aquí!- dijo él, pasándose una mano por el corto cabello. Nick amplió mis mejillas con sus pulgares, y entonces levantó su camiseta, usándola para sacar el hollín de su rostro.
-Salgamos de aquí. Los policías van a estar arrastrándose por aquí pronto- Después de abrazar a su hermano una vez más, nos dirigimos al Honda de Demi. Nick miraba la hebilla del cinturón de seguridad y luego fruncía el ceño cuando tocía.
-Tal vez debería llevarte al hospital y conseguir que te chequeen.
-Estoy bien- dije, entrelazando mis dedos con los suyos. Miré hacia abajo, y vi un profundo corte a través de sus nudillos -¿Es eso de la pelea o de la ventana?
-La ventana- respondió, frunciendo a mis uñas ensangrentadas.
-Salvaste mi vida, sabes- Sus cejas se juntaron.
-No me hubiera ido sin ti.
-Sabía que vendrías- Sonreí, apretando sus dedos entre los míos. Nos sujetamos las manos hasta que llegamos el departamento. No podría haber dicho de quién era la sangre mientras lavaba el color carmesí y las cenizas de mi piel en la bañera. Cayendo en la cama de Nick, pude aún oler el humo y la piel ardiente.
-Aquí- dijo él, alcanzándome un pequeño vaso con un líquido ámbar -Te ayudará a relajarte.
-No estoy cansada- Mantuvo el vaso cerca para mí. Sus ojos lucían exhaustos, inyectados de sangre y pesados.
-Sólo trata de descansar un poco, Pidge.
-Estoy casi asustada de cerrar los ojos- dije, tomando el vaso y tragándome el líquido. Tomó el vaso de mis manos y lo puso sobre la mesita de noche, sentándose a mi lado. Nos sentamos en silencio, dejando que las horas pasaran nadando. Cerré los ojos con fuerza cuando los recuerdos de los gritos aterrorizados de las personas atrapadas en el sótano, llenaron mi mente. No estaba segura de cuánto tiempo me tomaría para olvidar, o si lo haría alguna vez. La mano cálida de Nick sobre mi rodilla me sacó de mi sueño consciente.
-Una gran cantidad de gente murió esta noche.
-Lo sé.
-No sabremos hasta mañana cuántos fueron. Frankie y yo pasamos a un grupo de chicos en el camino. Me pregunto si ellos lo hicieron. Parecían muy asustados- Sentí las lágrimas llenar mis ojos, pero antes de que tocaran mis mejillas. Los sólidos brazos de Nick me rodearon. Inmediatamente me sentí protegida, cálida contra su piel. Sintiéndome tan como en casa en los brazos que una vez me aterrorizaron, pero sólo en ese momento. Estaba tan agradecida de poder sentirme tan segura después de experimentar algo tan horroroso. Sólo había una razón para que yo me pudiera sentir de tal forma con una persona. Pertenecía a él. Fue ahí cuando lo supe. Sin ninguna duda en mi mente, sin preocupación de lo que otros podrían pensar, y no teniendo miedo de los errores o consecuencias, sonreí por las palabras que iba a decir.
-¿Nick?- dije contra su pecho.
-¿Qué, nena?- susurró en mi cabello. Nuestros teléfonos sonaron al unísono, alcancé el suyo para él mientras contestaba el mío.
-¿MILEY?- chilló Demi.
-Estoy bien, Demi. Estamos todos bien.
-Lo acabamos de escuchar. ¡Está todo en las noticias!- Pude escuchar a Nick explicándole a Joe junto a mí, y traté de hacer lo mejor para tranquilizar a Demi. Contestando miles de sus preguntas, tratando de mantener mi voz tranquila mientras recordaba los momentos más horripilantes de mi vida, me relajé cuando Nick cubrió mi mano con la suya. Parecía como si estuviera contando la historia de alguien más, sentada en el cómodo departamento de Nick, un millón de millas lejos de la pesadilla que pudo habernos matado. Demi  lloró cuando terminé, dándome cuenta de cuán cerca estuvimos de haber perdido nuestras vidas.
-Voy a empezar a empacar ahora. Estaremos en casa a primera hora de la mañana- susurró Demi.
-Demi, no te vayas tan pronto. Estamos bien.
-Tengo que verte. Tengo que abrazarte para saber que estás bien- lloró.
-Estamos bien, puedes abrazarme el viernes- Ella sorbió por las narices otra vez.
-Te amo.
-Yo también. Diviértanse- Nick me miró y apretó más el teléfono contra su oreja.
-Mejor abraza a tu chica, Joe. Suena enojada. Lo sé, amigo… yo también. Te veo pronto- Colgué segundos antes de que Nick lo hiciera, y nos sentamos en silencio por un momento, todavía procesando lo que había ocurrido. Después de un tiempo, Nick se inclinó sobre su almohada, y me puso contra su pecho.
-¿Demi está bien?- preguntó, mirando el celular.
-Está molesta. Pero está bien.
-Estoy feliz de que no estuvieran allí- Choqué mis dientes. Ni siquiera había pensado sobre qué hubiera pasado si ellos no se estuvieran quedando con los padres de Joe. Mi mente me dio una imagen fugaz de las asustadas expresiones de las chicas en el sótano, peleando con los chicos para poder escapar. Los ojos asustados de Demi reemplazaron los rostros sin nombre de las chicas en esa habitación. Sentí nauseas al pensar acerca su hermoso cabello negro sucio y quemado junto con el resto de los órganos tendidos en el césped.
-Yo también- dije con un temblor.
-Lo siento. Has pasado por mucho esta noche. No debería agregar nada más a tu matrícula.
-Tú estabas allí también, Nick- Estuvo callado por algunos minutos, y justo cuando abrí mi boca para hablar otra vez, él tomó un profundo respiro.
-No me asusto muy a menudo- dijo, finalmente -Estaba asustado la primera mañana en que desperté y tú no estabas allí. Estaba asustado cuando me dejaste después de Las Vegas. Estaba asustado cuando pensé que iba a tener que decirle a mi papá que Frankie había muerto en esa construcción. Pero cuando te vi a través de las llamas en ese sótano… estaba aterrorizado. Llegué a la puerta, estaba a pocos metros de la salida, y no pude irme.
-¿Qué quieres decir? ¿Estás loco?- dije, mi cabeza dando vueltas cuando miré sus ojos.
-Nunca había estado tan seguro de nada en mi vida. Me di la vuelta, hice mi camino a ese cuarto donde estabas, y allí estabas. Nada más importaba. Ni siquiera sabía si lo lograríamos o no, sólo quería estar donde tú estuvieras, donde sea que eso signifique. De la única cosa de la que estoy asustado es de una vida sin ti, Pigeon- Me levanté, besé sus labios tiernamente.
-Entonces no tienes nada de qué estar asustado. Estaremos juntos para siempre- Él suspiró.
-Lo haría todo otra vez, sabes. No cambiaría ni un segundo si eso significara que estaríamos aquí, en este momento- Mis ojos se sintieron pesados, y tomé un respiro profundo. Mis pulmones protestaron, seguían quemando por el humo. Tosí un poco, y luego me relajé, sintiendo los cálidos labios de Nick contra mi frente. Su mano se deslizó por mi cabello húmedo y pude escuchar el latido constante de su corazón contra su pecho.
-Esto es- dijo con un suspiro.
-¿Qué?
-El momento. Cuando te veo dormir… ¿esa paz en tu rostro? Eso es. No lo he tenido desde que mi madre murió, pero lo puedo sentir nuevamente- Tomó otra profunda respiración y se acercó más -Yo supe en el momento en que te conocí que había algo en ti que yo necesitaba. Resultó que no era algo de ti. Eras sólo tú- La esquina de mi boca se levantó mientras enterraba mi rostro en su pecho.
-Somos nosotros, Nick. Nada tiene sentido a menos que estemos juntos. ¿No has notado eso?
-¿Notarlo? ¡Te he estado diciendo eso todo el año!- él bromeó.
-Es oficial. Bimbo, peleas, rompimientos, Liam, Las Vegas… incluso incendios… nuestra relación puede soportar cualquier cosa- Levanté mi cabeza una vez más, y noté la alegría en sus ojos mientras me miraba. Era similar a la paz que había visto en su rostro luego de haber perdido la apuesta sobre quedarme con él en su departamento, después de que le dije que lo amaba por primera vez, y de la mañana de baile de San Valentín. Era similar, pero diferente. Esta era absoluta y permanente. La cautelosa esperanza había desaparecido de sus ojos, la confianza incondicional tomaba su lugar. Lo reconocí sólo porque sus ojos reflejaban lo que yo estaba sintiendo.
-¿Las Vegas?- Frunció el ceño al no saber dónde me dirigía.
-¿Sí?
-¿Has pensado en volver?- Sus cejas se alzaron.
-No creo que sea una buena idea para mí.
-¿Y qué si fuéramos sólo por una noche?- Miró alrededor de la oscura habitación, confuso.
-¿Una noche?
-Cásate conmigo- dije sin vacilar. Me sorprendió la rapidez y la facilidad con que las palabras salieron. Su boca se expandió en una gran sonrisa.

3 comentarios:

  1. WOOOW QUE INCREIBLE QUE ESTUVO EL CAPITULO
    POR POCO CREI QUE NICK O MILEY O FRANKIE MORIA
    AME LA ULTIMA PARTE NO LA DEJES AHI
    SIGUELA!!!
    BESOS

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  2. hermosoooo :] el capis...el mejor sin duda sube el siguiente!
    atte: Cande

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaa casi me muero dios jaja Casi lloro mas lindos ..... Amo esta novela sube rapido el siguiente porfis

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