domingo, 7 de abril de 2013

My Beautiful Love- Niley- Cap 30


-¿A dónde vas?- Dijo, medio borracho, con una mirada medio confundida en sus ojos.
-A casa- le contesté toscamente, estirando mi abrigo cuando me soltó.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Yo podía oír el crujido nieve acumulada bajo los pies de Demi, mientras caminaba detrás de mí, y Joe se precipitó escaleras abajo para quedarse pie detrás de Nick, con los ojos fijos y cautelosos en su novia.
-Lo siento. Si yo hubiera sabido que ibas a estar aquí, no habría venido.
Él se metió las manos en los bolsillos del abrigo -Puedes venir aquí cuando quieras, Pidge. Nunca quise que te mantuvieras alejada.
Yo no podía controlar la acidez en mi voz -No quiero interrumpir- Levanté la mirada a lo alto de las escaleras donde Delta estaba parada con una expresión de suficiencia -Disfruta de tu noche- dije, dándome la vuelta.
Me agarró del brazo -Espera. ¿Estás enfadada?
Tiré de mi abrigo para quitarme de su agarre -Sabes... ni siquiera sé por qué me sorprende.
Sus cejas se fruncieron -No puedo ganar contigo. ¡Nunca hago nada bien contigo! Me dices que tú lo has superado... ¡Me siento malditamente miserable con esto! Tuve que romper mi teléfono en mil pedazos para evitar llamarte a cada minuto de cada maldito día. He tenido que aparentar que todo está bien en la escuela para que puedas ser feliz... ¿Y estás jodidamente enojada conmigo? ¡Me rompiste el jodido corazón!- Sus últimas palabras hicieron eco en la noche.
-Nick, estás borracho. Deja que Miley se vaya a casa- dijo Joe.
Nick me agarró de los hombros y me empujó hacia él -¿Me quieres o no? ¡No puedes seguir haciéndome esto, Pidge!
-No he venido aquí para verte- dije, levantando la mirada hacia él.
-Yo no la quiero- dijo, mirando fijamente mis labios -Sólo estoy tan jodidamente triste, Pigeon- Sus ojos mostraron determinación y se inclinó hacia adelante, inclinando la cabeza para besarme.
Le agarré por la barbilla, echándole hacia atrás -Tienes su lápiz labial en tu boca, Nick- dije, disgustada.
Él dio un paso atrás y se levantó la camisa, limpiándose la boca. Se quedó mirando fijamente las rayas rojas en el tejido blanco y sacudió la cabeza -Yo sólo quería olvidar. Sólo por una maldita noche.
Me sequé una lágrima que se escapó -Entonces no dejes que te lo impida- Traté de hacer mi retirada hacia el Honda, pero Nick me agarró del brazo otra vez. Al momento siguiente, Demi estaba golpeando el brazo con sus puños. Él la miró, parpadeando por un momento, con incredulidad. Ella sin dejar de golpear con sus puños y golpeándolos contra su pecho hasta que me liberó.
-¡Déjala en paz, hijo de puta!- Joe la agarró y ella lo apartó, girándose para abofetear la cara de Nick. El sonido de su mano contra la mejilla fue rápido y fuerte, y me estremecí con el ruido. Todo el mundo se congeló por un momento, sorprendidos por la rabia repentina de Demi.  Nick frunció el ceño, pero él no se defendió. Joe la agarró de nuevo, sosteniendo sus muñecas y tirando de ella hacia su coche mientras ella se revolvía. Ella luchó contra él, su pelo negro balanceándose con sus intentos de escapar. Me quedé sorprendida por su determinación para alcanzar a Nick. El odio puro brillaba en sus, por lo general, dulces y alegres ojos.
-¿Cómo pudiste? ¡Ella merecía algo mejor de ti, Nick!
-Demi, ¡DETENTE!- Gritó Joe, más fuerte de lo que nunca le había oído.
Sus brazos cayeron a sus costados mientras miraba a Joe con incredulidad -¿Estás defendiéndolo?
Aunque parecía nervioso, él se mantuvo firme -Miley rompió con él. Sólo está tratando de seguir adelante -Sus ojos se entrecerraron y tiró de su brazo para salir de su agarre.
-Bueno, entonces ¿por qué no vas a buscar un PUTA cualquiera- miró a Delta -del Red y la traes a casa para follar, y luego me haces saber si te ayuda a olvidarte de mí?
-Demi- Joe la agarró, pero ella lo evadió, cerrando de golpe la puerta cuando ella se sentó detrás del volante. Me senté a su lado, tratando de no mirar a Nick.
-Bebé, no te vayas- suplicó Joe, inclinándose hacia abajo en la ventana.
Ella encendió el auto -Hay un lado correcto y un lado incorrecto aquí, Joe. Y estás en el lado equivocado.
-Estoy en tu lado- dijo, sus ojos desesperados.
-Ya no, no lo estás- dijo, echando marcha atrás.
-¿Demi? ¡Demi!- Gritó Joe tras ella mientras aceleraba por la carretera, dejándole detrás.
Suspiré -Demi, no puedes romper con él por esto. Él tiene razón.
Demi puso su mano sobre la mía y la apretó -No, no la tiene. Nada de lo que acaba de pasar fue correcto.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento al lado de Morgan, el teléfono de Demi sonó. Ella puso en blanco los ojos mientras contestaba -No quiero que me llames más. Lo digo en serio, Joe- dijo -No, no eres... porque no quiero que lo hagas, por eso. No puedes defender lo que él ha hecho, no puedes tolerar que lastime así a Miley y estar conmigo... ¡eso es exactamente lo que quiero decir, Joe! ¡No importa! ¡No ves a Miley liarse con el primer chico que ve! No es por Nick, ese es el problema, Joe. ¡Él no te pidió que lo defendieras! Ugh... He terminado de hablar de esto. No me llames otra vez. Adiós- Salió de golpe del coche y fue pisando fuerte a través de la carretera y subió las escaleras. Traté de mantener el paso con ella, a la espera de escuchar el otro lado de la conversación. Cuando su teléfono sonó de nuevo, lo apagó -Nick hizo que Joe llevara a Delta a casa. Quería pasarse por aquí al volver.
-Deberías darle la oportunidad, Demi.
-No. Tú eres mi mejor amiga. No puedo soportar lo que vi esta noche, y no puedo estar con alguien que lo defienda. Fin de la conversación, Miley, lo digo en serio- Asentí con la cabeza y ella me abrazó por los hombros, tirando de mí hacia su costado mientras subíamos las escaleras hacia nuestras habitaciones. Selena ya estaba dormida, y me salté la ducha, metiéndome en la cama completamente vestida, abrigo y todo. Yo no podía dejar de pensar en Nick tambaleándose en la puerta con Delta, o el lápiz labial rojo restregado por su rostro. Traté de bloquear las repugnantes imágenes de lo que habría sucedido si no hubiera estado allí, y me arrollaron varias emociones, rayando la desesperación. Joe estaba en lo cierto. Yo no tenía derecho a estar enojada, pero no ayudaba a ignorar el dolor.

Cheyne negó con la cabeza cuando me senté en la mesa junto a él. Yo sabía que me veía horrible; yo apenas tuve energía para cambiarme de ropa y cepillarme los dientes. Yo había dormido sólo una hora la noche anterior, incapaz de librarme del recuerdo de los labios pintados de rojo en la boca de Nick ni de la culpabilidad de que Joe y Demi hubieran roto. Demi optó por quedarse en la cama, sabiendo que una vez que la ira cediera, la depresión se instalaría. Ella amaba Joe, y aunque estaba decidida a terminar las cosas porque él había elegido el lado equivocado, ella estaba dispuesta a sufrir la reacción de su decisión. Después de clase, Cheyne me acompañó hasta la cafetería. Como había temido, Joe estaba esperando en la puerta a Demi. Cuando me vio, no dudó.
-¿Donde está Demi?
-No vino a clase esta mañana.
-¿Ella está en su habitación?- dijo, dirigiéndose a Morgan.
-Lo siento, Joe- dije desde atrás.
Se quedó paralizado y se dio la vuelta, con el rostro de un hombre que había llegado a su límite -¡Desearía que Nick y tú terminaran con esta mierda! ¡Son un maldito tornado! Cuando son felices, todo es amor y paz y mariposas. ¡Cuando están enojados, arrasan hacia abajo a todo el jodido mundo ustedes!
Se alejó con pasos fuertes y yo exhalé el aliento que estaba sosteniendo -Eso fue bien.
Cheyne me llevó a la cafetería -Todo el mundo. Wow. ¿Crees que podría funcionar tu vudú antes de la prueba el viernes?
-Veré lo que puedo hacer- Cheyne eligió una mesa diferente, y yo estuve más que feliz de seguirlo allí. Nick se sentó con sus hermanos de fraternidad, pero él no tenía una bandeja y no se quedó mucho tiempo. Él me vio justo cuando se iba, pero él no se detuvo.
-Entonces, Demi y Joe rompieron, también, ¿eh?- Preguntó Cheyne, mientras masticaba.
-Estuvimos anoche en donde Joe y Nik llegó a casa con Delta y... fue un desastre. Ellos tomaron partes.
-Ay.
-Exactamente. Me siento muy mal.
Cheyne me dio unas palmaditas en la espalda -No puedes controlar las decisiones que toman, Miley. Así que, ¿supongo que esto significa que podremos saltarnos la fiesta de San Valentín en Sig Tau?
-Eso parece.
Cheyne sonrió -Todavía te llevaré a algún sitio. Las llevaré a ti y a Demi. Será divertido.
Me apoyé en su hombro -Eres el mejor, Cheyne
Yo no había pensado en San Valentín, pero yo estaba contenta de tener planes. No me podía imaginar cómo de triste me sentiría pasarlo con Demi solamente, escuchar su perorata sobre Joe y Nick toda la noche. Ella todavía haría eso "no sería Demi si ella no lo hiciera" pero al menos sería una diatriba limitada si estábamos en público.


Las semanas de enero pasaron, y después de un intento loable, pero fallido por parte de Joe para conseguir que Demi volviera con él, vi cada vez menos a él y a Nick. En febrero, ellos dejaron de ir a la cafetería todos juntos, y sólo vi a Nick unas cuantas veces en mi camino a clase. El fin de semana antes del Día de San Valentín, Demi y Cheyne me convencieron para ir al Red, y durante todo el camino en coche hacia el club, temía ver a Nick allí. Nosotras entramos, y yo respiré con alivio al no ver ninguna señal de él.
-Primeras rondas de mi parte- dijo Cheyne, señalando una mesa y deslizándose entre la multitud hacia la barra. Nos sentamos y vimos como la pista de baile pasaba de estar vacía a rebosar de estudiantes universitarios borrachos. Después de nuestra quinta ronda, Cheyne nos empujó a la pista de baile, y finalmente me sentí lo suficientemente relajada para pasar un buen rato. Nos reímos y chocamos una contra otra, riendo histéricamente cuando un tipo balanceó a su pareja de baile dando una vuelta y ella perdió su mano, deslizándose por el suelo sobre su costado. Demi levantó las manos por encima de la cabeza, agitando sus rizos con la música. Me reí de su rostro habitual de baile y luego me detuve abruptamente cuando vi venir a Joe detrás de ella. Le susurró algo al oído y ella se volteó. Intercambiaron palabras y luego Demi tomó mi mano, llevándome a nuestra mesa.
-Por supuesto. La noche en que salimos, y él aparece- refunfuñó.
Cheyne nos trajo dos copas más, incluyendo un chupito para cada uno -Pensé que podrían necesitarlos.
-Pensaste correctamente.- Demi inclinó la cabeza hacia atrás antes de que pudiéramos brindar y sacudí la cabeza, chocando mi copa con la de Cheyne. Traté de mantener mis ojos en los rostros de mis amigos, preocupada de que si Joe estaba allí, Nick no estaría muy lejos.
Otra canción sonó por los altavoces y Demi se puso de pie -A la mierda. No me voy a quedar sentada en esta mesa el resto de la noche.
-¡Bravo chica!- Cheyne sonrió, siguiéndola a la pista de baile. Los seguí, mirando a mi alrededor buscando a Joe.. Había desaparecido, y me relajé, tratando de quitarme de encima la sensación de que Nick se presentaría en la pista de baile con Delta. Un chico que había visto por el campus bailaba detrás de Demi, y ella sonrió, dando la bienvenida a la distracción. Tenía la sospecha de que ella estaba haciendo un show para su propio disfrute, con la esperanza de que Joe lo vería. Aparté la mirada por un segundo, y cuando miré de nuevo a Demi, su pareja de baile ya no estaba. Ella se encogió de hombros, sin dejar de agitar sus caderas al ritmo. La siguiente canción empezó a sonar y un chico diferente apareció detrás de Demi, su amigo bailando junto a mí. Después de unos momentos, mi pareja de baile maniobró detrás de mí, y me sentí un poco insegura cuando sentí sus manos en mis caderas. Como si hubiera leído mi mente, sus manos dejaron mi cintura. Miré detrás de mí, y él se había ido. Miré hacia Demi, y el hombre detrás de ella se había ido también. Cheyne parecía un poco nervioso, pero cuando Demi levantó una ceja ante su expresión, sacudió la cabeza y continuó bailando.
Para la tercera canción, estaba sudorosa y cansada. Me retiré a nuestra mesa, apoyando mi cabeza pesada en mi mano, y me eché a reír mientras veía a otro esperanzado pidiendo a Demi un baile. Ella me guiñó un ojo desde la pista de baile, y luego yo me puse rígida cuando lo vi siendo empujado hacia atrás, desapareciendo entre la multitud. Me puse de pie y caminé alrededor de la pista de baile, manteniendo mi ojo en el sitio a donde él fue empujado, y sentí la adrenalina quemar a través del alcohol en mis venas cuando vi a Joe sujetando por el cuello al tipo en cuestión. Nick estaba a su lado, riendo histéricamente hasta que levantó la vista y me vio observándoles. Él golpeó el brazo de Joe, y cuando Joe miró en mi dirección, empujó a la víctima de espaldas sobre el suelo. No me tomó mucho tiempo averiguar lo que estaba pasando: habían estado sacando a los chicos que estaban bailando con nosotras fuera de la pista de baile y amenazándoles para que se mantuvieran alejados de nosotras. Entrecerré los ojos hacia ellos y luego me dirigí a Demi. La multitud era densa, y yo tuve que empujar a algunas personas fuera de mi camino. Joe me agarró la mano antes de que llegara a la pista de baile.
-¡No se lo digas!- Dijo, tratando de suavizarlo con su sonrisa.
-¿Qué demonios crees que estás haciendo, Joe?
Se encogió de hombros, todavía orgulloso de sí mismo -La quiero. No puedo permitir que otros chicos bailen con ella.
-Entonces, ¿cuál es tu excusa para tirar del tipo que estaba bailando conmigo-dije, cruzándome de brazos.
-Ese no fui yo-dijo Joe, rápidamente echando un vistazo a Nick -Lo siento, Miley. Estábamos simplemente divirtiéndonos.
-No es divertido.
-¿El qué no es divertido?- dijo Demi, mirando fijamente a Joe.
Él tragó saliva, disparándome una mirada suplicante en mi dirección. Yo le debía un favor, así que mantuve la boca cerrada. Él suspiró de alivio cuando se dio cuenta de que no lo delataría, y luego miró a Demi con dulce adoración -¿Quieres bailar?
-No, no quiero bailar- dijo ella, caminando de regreso a la mesa. Él la siguió, dejándonos a Nick y mí parados juntos.
Nick se encogió de hombros -¿Quieres bailar?
-¿Qué? ¿Delta no está aquí?
Él negó con la cabeza -Solías ser una borracha dulce.
-Feliz de decepcionarte- dije, volviéndome hacia la barra. Él me siguió, empujando a dos chicos de sus asientos. Le miré fijamente por un momento, pero no me hizo caso, se sentó y luego me observó con una expresión expectante.
-¿Vas a sentarte? Te invito a una cerveza.
-Pensé que no comprabas bebidas para chicas en el bar.
Él inclinó la cabeza en mi dirección, con un gesto impaciente -Eres diferente.
-Eso es lo que dices.
-Vamos, Pidge. ¿Qué pasó con eso de ser amigos?
-No podemos ser amigos, Nick. Obviamente.
-¿Por qué no?
-Porque no quiero verte sobándote con una chica diferente cada noche, y tú no dejarás que nadie baile conmigo.
Él sonrió -Te quiero. No puedo permitir que otros chicos bailen contigo.
-¿Ah, sí? ¿Cuánto me amabas cuando compraste la caja de condones?- Nick hizo una mueca y yo me puse de pie, haciendo mi camino a la mesa. Joe y Demi estaban inmersos en un fuerte abrazo, y haciendo una escena, mientras se besaban apasionadamente.
-Creo que vamos a la fiesta de San Valentín de la Sig Tau de nuevo- dijo Cheynecon el ceño fruncido.
Suspiré -Mierda.

Demi no había vuelto a Morgan desde su reunión con Joe. Ella estaba siempre ausente en el almuerzo, y sus llamadas telefónicas eran pocas y distantes entre sí. No les envidiaba el tiempo de hacerlo por el tiempo que habían pasado aparte. A decir verdad, yo estaba feliz de que Demi estuviera demasiado ocupada para llamarme desde el apartamento de Joe y Nick. Era vergonzoso escuchar a Nick en el fondo, y me sentí un poco celosa de que ella pasara tiempo con él y yo no. Cheyne y yo estábamos viéndonos más el uno al otro, y yo estaba egoístamente agradecida que él estuviera tan solo como yo. Íbamos a clase, comíamos juntos, estudiábamos juntos, e incluso Selena se acostumbró a tenerlo al rededor. Mis dedos estaban empezando a adormecerse por el aire frío mientras estaba fuera de Morgan mientras él fumaba.
-¿Considerarías dejar de fumar antes de que me de hipotermia por estar aquí para darte apoyo moral?- Le pregunté.
Cheyne se echó a reír -Te amo, Miley. Realmente lo hago, pero no. No dejaré de fumar.
-¿Miley?-  Me volví para ver Liam caminando por la acera con las manos en los bolsillos. Sus labios estaban secos debajo de su nariz roja, y me reí cuando se puso un cigarrillo imaginario en la boca y exhaló una bocanada de aire brumoso.
-Podrías ahorrar mucho dinero de esta manera, Cheyne- sonrió.
-¿Por qué todo el mundo está destrozando mi hábito de fumar hoy?- Preguntó, molesto.
-¿Qué pasa, Liam?- Le pregunté.
Sacó dos billetes de su bolsillo -Van a estrenar la nueva película de Vietnam. Dijiste que querías verla el otro día, así que pensé que podría comprar unas entradas para esta noche.
-Sin presión -dijo Cheyne.
-Puedo ir con Brad, si tienes planes- dijo encogiéndose de hombros.
-¿Así que no es una cita?- Le pregunté.
-No, sólo amigos.
-Y hemos visto cómo funciona para ti-bromeó Cheyne.
-¡Cállate!- Me re - Eso suena divertido, Liam, gracias.
Sus ojos se iluminaron -¿Te gustaría si vamos a por pizza o algo así antes? No soy un gran fan de la comida del cine.
-Pizza es genial- asentí con la cabeza.
-Eso, eh... eso es bueno, entonces. La película es a las nueve, ¿así que te voy a recoger a las seis y media o algo así?- Asentí con la cabeza de nuevo y Liam se despidió.
-Oh, Jesús- dijo Cheyne -Eres una glotona, Miley. Sabes que no le gustará a Nick cuando se enteré de ello.
-Ya lo oíste. No es una cita. Y no puedo hacer planes basándome en lo que a Nick le guste. Él nunca aclaró las cosas conmigo antes de que llevara a Delta a casa.
-Nunca vas a dejar eso atrás, ¿verdad?
-Probablemente no, no.


Nos sentamos en un rincón, y me froté los guantes juntos, tratando de entrar en calor. No pude dejar de notar que estábamos en la misma mesa en la que Nick y yo nos sentamos cuando nos conocimos, y sonreí ante el recuerdo de ese día.
-¿Que es tan gracioso?- Preguntó Liam.
-Me gusta este lugar. Buenos recuerdos.
-Me di cuenta de la pulsera- dijo.
Miré a los diamantes brillantes en mi muñeca -Te dije que me gustaba.
La camarera nos entregó los menús y tomó nuestra orden de bebidas. Liam me puso al día sobre su calendario de primavera, y habló sobre el progreso en sus estudios para el MCAT. En el momento en que la camarera nos sirvió las cervezas, Liam había tomado apenas un respiro. Parecía nervioso, y me pregunté si no tenía la impresión de que estábamos en una cita, independientemente de lo que él había dicho.
Se aclaró la garganta -Lo siento. Creo que he monopolizado la conversación el tiempo suficiente- Levantó su botella de cerveza y sacudió la cabeza -No he hablado contigo en bastante tiempo, así que supuse que tenía mucho que decir.
-Está bien. Ha sido un largo tiempo- En ese momento, la puerta sonó. Me volví para ver Nick y Joe entrar. A Nick le tomó menos de un segundo para mirar a mi sitio, pero él no parecía sorprendido.
-Jesús- murmuré para mis adentros.
-¿Qué?- Preguntó Liam, dando la vuelta para verlos sentados en una mesa través de la habitación.
-Hay un lugar de hamburguesas bajando por la calle al que podemos ir- dijo Liam en voz baja. Tan nervioso como estaba antes, había llegado a un nivel completamente nuevo.
-Creo que sería más incómodo irnos en este punto- me quejé.
Su rostro cayó, derrotado -Probablemente tienes razón- Tratamos de continuar nuestra conversación, pero se notaba que era obligada e incómoda. La camarera pasó un largo período de tiempo en la mesa de Nick, pasando los dedos por el pelo y cambiando su peso de un pie al otro. Ella finalmente se acordó de llevar nuestra orden cuando Nick contestó su teléfono celular.
-Voy a pedir los tortellini- dijo Liam, mirándome.
-Y voy a pedir...- me perdí. Yo estaba distraída cuando Nick y Joe se pusieron de pie. Nick siguió Joe a la puerta, pero dudó, se detuvo y se dio la vuelta. Cuando vio que yo lo observaba, se dirigió directamente a mí través del cuarto. La camarera tenía una sonrisa expectante, como si pensara que él había vuelto para despedirse. Ella estuvo rápidamente decepcionada cuando se paró a mi lado sin siquiera parpadear en su dirección.
-Tengo una pelea en cuarenta y cinco minutos, Pidge. Quiero que estés allí.
-Nick...- Su rostro estaba estoico, pero yo podía ver la tensión alrededor de sus ojos. Yo no estaba segura si él no quería dejarme con Liam para el destino, o si realmente me quería con él, pero yo había tomado la decisión en el segundo que me había pedido.

1 comentario:

  1. Ojala que le diga que si ...
    Son mas tiernos los dos ..
    Miley se hace la dificil -.-

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