sábado, 9 de marzo de 2013

My Beautiful Love- Niley- Cap 09


Nick me miró fijamente por un momento y cuando le sonreí, él caminó directamente hacia mí, agarró mi mano y me jaló al pasillo de su dormitorio. Cerró la puerta y yo sentí mi corazón golpeando en mi pecho, preparándose para que él dijera otra cosa para aplastar a mi ego. Levantó sus cejas -Lo siento, Pidge. Fui un imbécil contigo.
Me relajé un poco, viendo el remordimiento en sus ojos -No sabía que estabas enojado conmigo.
-No estaba enojado contigo. Es sólo que tengo la mala costumbre de desquitarme con quienes me preocupan. Es una excusa pobre de mierda, lo sé, pero lo siento- me dijo, envolviéndome en sus brazos.
Puse mi mejilla contra su pecho, recargándome -¿Por qué estabas enojado?
-No es importante. Lo único que me preocupa eres tú.
Me incliné hacía tras para verlo -Puedo manejar tus rabietas.
Sus ojos analizaron mi cara durante un momento antes de que una pequeña sonrisa se extendiera por sus labios -No sé por qué me aguantas, y no sé lo que haría si no lo hicieras- Pude oler la mezcla de cigarrillos y menta en su aliento, y miré sus labios, mi cuerpo estaba reaccionando ante la cercanía que teníamos. La expresión de Nick cambió y su respiración vaciló, él también lo había notado. Me incliné infinitesimalmente, y luego ambos saltamos cuando sonó su teléfono celular. Él suspiró, sacándolo del bolsillo -Sí. ¿Hoffman? Jesús… De acuerdo. Será grande y fácil. ¿Jefferson?- Me miró y giñó un ojo -Estaremos ahí- Colgó y tomó mi mano -Ven conmigo- Me sacó al final del pasillo -Era Adam- Le dijo a Joe -Brady Hoffman estará en Jefferson en noventa minutos-. Joe asintió y se levantó, sacó su celular de su bolsillo. Después de unos momentos, repitió lo que Nick le había dicho por su teléfono, colgó, marcó nuevamente y repitió una vez más la información. Él marcó otro número mientras cerraba la puerta de su habitación detrás de él.
-Aquí vamos- dijo Demi, sonriendo -¡Sera mejor que nos arreglemos!- El aire en el apartamento estaba tenso y optimista al mismo tiempo. Nick parecía el menos afectado, poniéndose sus botas y una camiseta blanca, como si él estuviera preparándose para ir a hacer un encargo. Demi me llevó al final del pasillo, al dormitorio de Nick y frunció el ceño -Tienes que cambiarte, Miley. No puedes usar eso en la lucha.
-¡Llevaba un maldito cardigán la última vez y no dijiste nada!- Protesté.
-No pensé que irías la última vez. Toma- Me arrojó ropa -Póntelo.
-¡No usaré esto! 
-¡Vámonos!- Llamó Joe desde la sala de estar.
-¡Rápido!- dijo Demi bruscamente, corriendo hacia la habitación de Joe. Me puse la escotadísima y ajustada blusa amarilla sin mangas, y los pantalones vaqueros de corte bajo que Demi me lanzó, y luego deslicé mis pies en un par de tacones, pasé un cepillo por mi cabello mientras caminaba hacía final del pasillo. Demi salió de su habitación con un vestido corto de color verde y tacones que hacían juego, y cuando dimos vuelta en la esquina, Nick y Joe estaban de pie en la puerta.
La boca Nick cayó abierta -Oh, carajo no. ¿Está intentando matarme? Tienes que cambiarte, Pidge.
-¿Qué?- pregunté, mirando hacia abajo.
Demi puso sus manos en sus caderas -Ella se ve linda, Nick, ¡Déjala en paz!
Nick tomó mi mano y me llevó al final del pasillo -Ponte una playera…y unos tenis. Algo cómodo.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque voy a estar más preocupado por quien está mirando tus tetas, en esa camiseta, que por Hoffman- dijo, deteniéndose en su puerta.
-¿Pensé que habías dicho que no te importaba nada lo que todos los demás pensaran?
-Ese es un escenario diferente, Pigeon- Nick bajó su mirada a mi pecho y luego la subió a mí rostro -No puedes usar eso en la pelea, así que por favor… sólo… por favor sólo cámbiate- Tartamudeó, empujándome a la habitación y encerrándome.
-¡Nick!- grité. Pateando mis tacones y metiendo los pies en mis Converse. Luego me quité la blusa, lanzándola al otro lado de la habitación. Jalé sobre mi cabeza la primera camiseta de algodón que mis manos tocaron y luego corrí hacía el pasillo, deteniéndome en la puerta -¿Mejor?- dije respirando con dificultad, peinando mi cabello en una cola de caballo.
-¡Si!- dijo Nick, aliviado  -¡Vámonos!- Corrimos hasta el estacionamiento. Salté sobre la parte trasera de la motocicleta de Nick, mientras él arrancaba el motor, y nos fuimos, volando por el camino hacia la universidad. Sujeté fuertemente su cintura anticipadamente; la prisa de salir por la puerta había enviado adrenalina que estaba emergiendo por mis venas. Nick condujo sobre la acera, estacionando su moto en las sombras detrás del edificio de artes liberales de Jefferson. Empujó sus gafas de sol a la cima de su cabeza y luego agarró mi mano, sonriendo mientras nos dirigimos a la parte de atrás del edificio. Se detuvo en una ventana abierta, cerca del suelo.
Mis ojos se ampliaron cuando caí en cuenta -Estás bromeando.
Nick sonrió -Esta es la entrada VIP. Deberías ver cómo entra todo el mundo.
Sacudí mí cabeza cuando el metió las piernas a través de la ventana y desapareció. Me agaché y lo llamé inconscientemente -¡Nick!
-Aquí abajo, Pidge. Sólo entra con los pies primero, yo te atraparé.
-¡Estás completamente loco si crees que voy a saltar hacia la oscuridad!
-¡Yo te atraparé! ¡Lo prometo! ¡Ahora trae tu culo aquí!
Suspiré, tocando mi frente con mi mano -¡Esto es una locura!- Me senté, y rápidamente me empujé hacia delante, hasta que la mitad de mi cuerpo estaba colgando en la oscuridad. Me giré sobre mi estómago y estiré mis pies, buscando sentir el piso. Esperé que mis pies tocaran la mano de Nick, pero perdí mi agarre y chillé cuando caí hacia atrás. Un par de manos me agarraron, y escuché la voz de Nick en la oscuridad.
-Caes como una niña- Se rió. Descendió mis pies al suelo y, luego me adentró aún más en la oscuridad. Después de una docena de pasos, pude oír los gritos familiares de nombres y números, y luego la sala iluminada. Una linterna colocada en la esquina iluminaba la sala sólo lo suficiente para que pudiera distinguir la cara de Nick.
-¿Qué estamos haciendo?
-Esperar. Adam tiene que decir su discurso antes de que yo entre.
Me puse nerviosa -¿Debo esperar aquí, o debo entrar? ¿A dónde voy cuando se inicia la pelea? ¿Dónde están Joe y Demi?
-Fueron por el otro lado. Sólo sígueme, no te enviaré a ese agujero de tiburones sin mí. Permanece junto a Adam, él evitará que te aplasten. No puedo estar cuidándote y lanzando golpes al mismo tiempo.
-¿Aplastar?
-Va a venir más gente aquí esta noche. Brady Hoffman es de State. Ellos tienen su propio círculo allí. Va a ser nuestra gente y su gente, por lo que el lugar va a ser una locura.
-¿Estás nervioso?- Le pregunté.
Él sonrió, mirándome -No. Aunque tú pareces un poco nerviosa.
-Tal vez- admití.
-Si te hace sentir mejor, no dejaré que me toque. Ni siquiera dejaré que me de uno para hacerlo sentir mejor.
-¿Cómo vas a lograr eso?
-Se encogió de hombros. -Normalmente dejo que me den uno, para que parezca justo.
-¿Tú…? ¿Dejas que las personas te golpeen?
-¿Qué tan divertido sería si sólo masacrara a alguien y nunca consiguieran darme un puñetazo? No es bueno para los negocios, nadie apostaría contra mí.
-Qué gran mierda- dije, cruzando mis brazos.
Nick levantó una ceja. -¿Piensas que estoy bromeando?
-Me cuesta creer que sólo consigues un golpe cuando dejas que te golpeen.
-¿Te gustaría hacer una apuesta de eso, Miley Cyrus?- Él sonrió, con sus ojos animados.
Sonreí. -Acepto esa apuesta. Creo que él te anotará uno.
-¿Y si él no lo hace? ¿Qué ganaré?- preguntó. Me encogí de hombros, mientras que los gritos al otro lado del muro crecían hasta ser un rugido. Adam saludó a la multitud y luego comenzó a decir las reglas.
La boca de Nick se extendía en una amplia sonrisa -Si ganas, no tendré sexo durante un mes- Levante una ceja y él sonrió de nuevo -Pero si gano, tienes que estar conmigo durante un mes.
-¿Que ¡Me quedo contigo de todos modos! ¿Qué tipo de apuesta es esa? - Grité sobre el ruido.
-Que arreglaron las calderas en Morgan hoy- Nick sonrió.
Una sonrisa presumida se extendió por mi cara mientras Adam dijo el nombre de Nick -Cualquier cosa vale la pena por verte intentar la abstinencia para variar- Nick besó mi mejilla y luego salió, manteniéndose erguido. Lo seguí, y cuando pasé a la habitación de al lado, me sorprendí de ver el número de personas que se habían apretujado en el pequeño espacio. Todos estaban de pie, pero los empujones y los gritos sólo aumentaron una vez que entramos en la sala. Nick asintió en mi dirección, y luego la mano de Adam estaba sobre mis hombros, jalándome a su lado.
Me incliné al oído de Adam -Apuesto dos a Nick- dije. Las cejas de Adam se alzaron mientras me veía sacar dos Benjamins de mi bolsillo. Mantuvo a su palma extendida, y yo estampé los billetes en su mano.
-No eres la Pollyanna que pensé que serías- dijo, dándome una rápida mirada. Brady era por lo menos una cabeza más alto que Nick y tragué saliva cuando los vi de pie uno frente al otro. Brady era masivo, el doble del tamaño de Nick y músculo sólido. No podía ver la expresión de Nick, pero era evidente que a Brady se le había acabado la sangre. Adam presionó sus labios contra mi oído -Puede que quieras taparte los oídos, gatita- Puse mis manos a cada lado de mi cabeza, y Adam sonó la bocina. En vez de atacar, Nick dio unos pasos atrás. Brady se balanceó y Nick lo esquivó por la derecha. Brady osciló nuevamente y Nick lo eludió y quedó de lado.
-¿Qué demonios? ¡Esto no es un combate de boxeo, Nick- Gritó Adam. Nick aterrizó un puñetazo en la nariz de Brady. El volumen en el sótano era ensordecedor. Nick hundió un gancho izquierdo en la mandíbula de Brady, y mis manos volaron sobre mi boca cuando Brady intentó unos golpes más, cada uno encontró sólo el aire. Brady cayó contra su séquito cuando Nick le dio un codazo en la cara. Justo cuando pensaba que casi terminaba, Brady volvió a balancearse nuevamente. Golpe tras golpe, Brady no parecía poder mantenerse. Ambos hombres estaban cubiertos de sudor, y jadeé cuando Brady falló otro puñetazo, golpeado su mano en un pilar de cemento. Cuando él se dobló, sosteniendo su puño por debajo de él, Nick lo acabó. Fue implacable, primero le dio con su rodilla en cara a Brady y luego lo golpeó repetidamente hasta que Brady tropezó y chocó con el suelo. El nivel del ruido creció cuando Adam dejó mi lado para tirar el cuadro rojo en el rostro ensangrentado de Brady.
Nick desapareció detrás de sus fans y yo presioné mi espalda contra la pared, buscando el camino a la puerta por la que entramos. Cuando alcancé la luz de la linterna fue un alivio enorme. Me preocupaba ser derribada y pisoteada. Mis ojos se quedaron enfocados en puerta, atenta a cualquier señal que la multitud comenzara a desparramarse en la pequeña habitación. Después de varios minutos, y ninguna señal de Nick, me preparé para regresar sobre mis pasos hasta la ventana. Con el número de personas tratando de salir a la vez, no estaba segura vagando por ahí. Justo cuando comencé a caminar en la oscuridad, unos pasos crujieron contra el hormigón suelto en el suelo. Nick me buscaba en un ataque de pánico.
-¡Pigeon!
-¡Estoy aquí!- Lo llamé, corriendo a sus brazos.
Nick me volteó a ver y frunció el ceño -¡Casi me matas del susto! Por poco y tuve que comenzar otra pelea para conseguir llegar a ti... ¡Finalmente llego ahí y te has ido!
-Me alegro de que estás de vuelta. No deseaba perder mi camino en la oscuridad.
Toda preocupación dejó su rostro, y sonrió ampliamente -Creo que has perdido la apuesta.
Adam llegó, me miró y, luego miró encolerizada a Nick -Tenemos que hablar.
Nick me guiñó un ojo. -Quédate aquí. Ya regreso- Desaparecieron en la oscuridad. Adam alzó su voz un par de veces, pero no podía entender lo que estaba diciendo. Nicck volvió, metiendo un fajo de billetes en su bolsillo, y luego me ofreció una media sonrisa -Vas a necesitar más ropa.
-¿En serio vas a hacer que me quedé contigo durante un mes?
-¿Habrías hecho que yo no tuviera sexo durante un mes?
Me reí, sabiendo que lo haría -Mejor detengámonos en Morgan.
Nick dijo radiante: -Esto será interesante- Cuando Adam pasó caminando, estampó mis ganancias en mi palma, retirándose hacia la turba que se estaba dispersando. Nick levantó una ceja. -¿Apostaste?
Sonreí y me encogí de hombros -Pensé que debería tener la experiencia completa- Me llevó a la ventana y luego trepó fuera, dándose la vuelta para ayudarme a subir y salir al aire fresco de la noche. Los grillos se escuchaban en las sombras, deteniéndose, sólo lo suficiente, para permitir que pasáramos. La hierba, que había forrado la acera, se entrelazaba en la suave brisa, recordándome el sonido que el océano hace cuando no estaba lo suficientemente cerca como para escuchar las olas romper. No hacía demasiado calor o demasiado frío; era una noche perfecta.
-¿Por qué razón quieres me quede contigo, de todos modos?- Le pregunté.
se encogió de hombros, metiendo las manos en sus bolsillos -No sé. Todo es mejor cuando estás cerca.
La agradable calidez que sentí por sus palabras rápidamente se desvaneció con la visión de rojo, manchas ensuciaban su camiseta -Ew. Estás cubierto de sangre- Nick miró con indiferencia, y luego abrió la puerta, haciéndome señas para que entrara. Pasé con rapidez junto a Selena, que estudiaba en su cama, encerrada entre los libros de texto que la rodeaban. 
-Las calderas fueron arregladas esta mañana- dijo.
-Eso escuché- dije buscando en mi armario.
-Hola- Nick le dijo a Selena- El rostro de Selena se retorció, mientras analizaba la figura ensangrentada y sudorosa de Nick.
-Nick, esta es mi compañera de habitación, Selena Gomez. Selena, Nick Jonas.
-Encantada de conocerte- dijo Selena. Ella observó mis abultadas maletas -¿Te vas a mudar?
-Nop. Perdí una apuesta.
Nick irrumpió en carcajadas, agarrando mis maletas. - ¿Lista?
-Sí. ¿Cómo voy a conseguir llevar todo esto a tu apartamento? Vinimos en tu moto- Nick sonrió y sacó su teléfono celular. Llevó mis maletas a la calle, y minutos más tarde, el Charger clásico negro de Joe se detuvo.
La ventana del lado del pasajero bajó y Demi asomó su cabeza -¡Hola, Pollita!
-Hey, tú. Las calderas funcionan de nuevo en Morgan, ¿Aún te quedaras con Joe?
Ella guiñó un ojo -Sí, pensé en quedarme esta noche. Escuché que perdiste una apuesta- Antes de que pudiera hablar, Nick cerró la camioneta y Joe arrancó, con Demi chillando cuando cayó hacia atrás en el asiento. Caminamos hacia su Harley, y cuando envolví mis brazos alrededor de él, él descansó su mano en la mía.
-Me alegro de que estuvieras allí esta noche, Pidge. Nunca me he divertido tanto en una pelea en mi vida.
Recargué mi barbilla sobre su hombro y sonreí -Eso fue porque estabas tratando de ganar nuestra apuesta.
Él giró su cuello para que su cara quedara frente a la mía -Maldita sea que si no lo estaba- No había ninguna diversión en sus ojos, estaba serio, y él quería que yo lo viera.
Mis cejas que se alzaron -¿Esa es la razón por la que estabas de mal humor hoy? ¿Por qué sabías habían arreglado las calderas, y yo me iría esta noche?

1 comentario:

  1. woow que bueno que subiste
    adoro esta nove
    aun me falta leer los otros capis

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