martes, 26 de marzo de 2013
My Beautiful Love- Niley- Cap 20
Cuando nos paramos frente a la entrada de Morgan Hall, la misma tristeza que sentí la noche que me fui de la casa me consumía. Sabía que era ridículo ser tan emocional, pero cada vez que hacía algo para alejarlo, estaba aterrorizada de que funcionara. Me acompañó hasta la puerta y saqué las llaves, evitando sus ojos. Cuando ya tenía el metal en la mano, su mano de repente fue a mi mentón, el pulgar tocando suavemente mis labios.
-¿Él te beso?- Preguntó.
Me alejé, sorprendida de que sus dedos causaran una sensación de ardor que quemaba todos los nervios desde mi boca a mis pies. -Tú sí que sabes cómo arruinar una noche perfecta, ¿no?
-Pensaste que fue perfecto, ¿eh? ¿Significa eso que lo pasaste bien?
-Siempre lo hago cuando estoy contigo.
Miró al suelo, juntando las cejas. -¿Te besó?
-Sí- suspiré irritada.
Entrecerró los ojos. -¿Eso es todo?
-¡Eso no es asunto tuyo!- dije, tirando la puerta.
Nick la empujó cerrándola y se puso en mi camino, con una expresión de disculpa. -Necesito saber.
-No, ¡no lo necesitas! ¡Muévete, Nick!
-Pigeon...
-¿Crees que porque ya no soy virgen voy a lanzarme a cualquier otro? ¡Gracias!- dije, empujándolo.
-Yo no he dicho eso, ¡Maldita sea! ¿Es mucho pedir por un poco de paz mental?
-¿Por qué te daría tranquilidad saber si estoy durmiendo con Liam?
-¿Cómo no lo sabes? ¡Es obvio para todos los demás, menos para ti!- dijo, exasperado.
-Supongo que soy una idiota, entonces. Estás brillante esta noche, Nick- dije, alcanzando la manilla de la puerta.
Agarró mis hombros. -La forma en que me siento por ti... es una locura.
-Acertaste en la parte de la locura- espeté, alejándome de él.
-Practiqué en mi cabeza todo el tiempo que estuvimos en la moto, así que escúchame- dijo.
-Nick…
-Sé que estamos jodidos, ¿De acuerdo? Soy impulsivo y tengo mal genio, y te metiste bajo mi piel como nadie más. Actúas como si me odiaras un minuto, y luego como si me necesitaras al siguiente. Nunca acierto en nada, y no te merezco... pero estoy malditamente enamorado de ti, Miley. Te amo más de lo que he querido a nadie ni nada, nunca. Cuando estás cerca, no necesito alcohol, ni dinero, ni lucha, o algo de una sola noche... todo lo que necesito es a ti. Tú eres en todo lo que pienso. Eres todo lo que soñé. Eres todo lo que quiero.
Mi plan para fingir ignorancia fue un fracaso épico. No podía pretender ser impermeable cuando él había puesto todas sus cartas sobre la mesa. Cuando nos conocimos, algo dentro de los dos había cambiado, y era que nos necesitábamos el uno al otro. Por razones desconocidas para mí, yo era su excepción, y por mucho que habían tratado de luchar contra mis sentimientos, él era la mía.
Él negó con la cabeza, acunó mi rostro con sus manos, y me miró a los ojos. -¿Te has acostado con él- Ardientes lágrimas llenaron mis ojos cuando negué con la cabeza. Estampó su boca contra la mía y su lengua entró sin dudarlo. Incapaz de controlarme a mí misma, agarré su camisa con los puños, y tiré de él hacia mí. Gimió con su increíble voz profunda, y se apoderó de mí con tanta fuerza que era difícil respirar. Se retiró, sin aliento. -Llama a Liam. Dile que no quieres verlo nunca más. Dile que estás conmigo.
Cerré los ojos. -No puedo estar contigo, Nick.
-¿Por qué diablos no?- dijo, soltándome. Negué con la cabeza, temiendo de su reacción a la verdad. Él se rió una vez. -Increíble. La única chica que yo quiero, y ella no me quiere.
Tragué saliva, sabiendo que tendría que acercarme más a la verdad que tenía desde hace meses. -Cuando Demi y yo nos mudamos aquí, fue sabiendo que mi vida daría un giro en una forma determinada. O más bien, que no resultaría de cierta manera. Las peleas, el juego, la bebida... es lo que dejé atrás. Cuando estoy cerca de ti... todo está allí para mí en un irresistible y tatuado paquete. No me mude cientos de kilómetros para vivir todo de nuevo.
Tomó mi barbilla para que lo enfrentara. -Yo sé que mereces más que yo. ¿Crees que no lo sé? Pero si hay alguna mujer que se hizo para mí... eres tú. Haré todo lo que tenga que hacer, Pidge. ¿Me oyes? Haré cualquier cosa- Me aparté, avergonzada de no poder decirle la verdad. Era yo quien no era lo suficientemente buena. Yo sería quien arruinaría todo, arruinándolo a él. Él me odiaría un día, y yo no podría ver la mirada en sus ojos cuando llegara a esa conclusión.
Mantuvo la puerta cerrada con una mano. -Dejaré de pelear al segundo que me gradúe. No voy a beber una sola gota de nuevo. Te haré feliz siempre, Pigeon. Si sólo creyeras en mí, yo puedo hacerlo.
-No quiero que cambies.
-Entonces dime qué hacer. Dime y lo haré- declaró él.
Cualquier idea de estar con Liam se había ido, y yo sabía que era a causa de mis sentimientos por Nick. Pensé en los diferentes caminos que mi vida tomaría desde ese momento"confiando en Nick con un salto de fe y arriesgándome a lo desconocido, o sacándolo completamente y sabía exactamente dónde iba a terminar, en una vida sin él" cualquier decisión me aterraba.
-¿Me prestas el teléfono?- Le pregunté.
Nick frunció el ceño, confundido. -Por supuesto- dijo, sacando su teléfono del bolsillo, entregándomelo.
Marqué, y luego cerré los ojos mientras sonaba en mis oídos.
-¿Nick? ¿Qué demonios? ¿Sabes qué hora es?- Contestó Liam. Su voz era profunda y ronca, y al instante sentí que mi corazón vibraba en mi pecho. No se me había ocurrido que él sabría que yo había llamado desde el teléfono de Nick. Mis siguientes palabras encontraron su camino de alguna manera hacia mis temblorosos labios.
-Lo siento por llamar tan temprano, pero esto no podía esperar. Yo... no puedo ir a cenar contigo el miércoles.
-Son casi las cuatro de la mañana, Miley. ¿Qué está pasando?
-No puedo verte de nuevo, de hecho.
-Smiley...
-Estoy… bastante segura de que estoy enamorada de Nick- dije, preparándome para su reacción. Después de unos momentos de inquietante silencio, me colgó el teléfono en mi oído. Mis ojos todavía se centraban en el pavimento, le pasé el teléfono a Nick, y luego a regañadientes miré su expresión. Una combinación de confusión, shock, y adoración se configuraba en su rostro.
-Colgó el teléfono- hice una mueca. Echó un vistazo a mi cara con cuidado, con esperanza en sus ojos.
-¿Me amas?
-Son los tatuajes- me encogí de hombros.
Una amplia sonrisa se extendió por su cara, haciendo que le aparecieran hoyuelos en las mejillas. -Ven conmigo a casa- dijo, envolviéndome en sus brazos.
Mis cejas se alzaron. -¿Dijiste todo eso para tenerme en tu cama? Debí haberte dado una gran impresión.
-Lo único que estoy pensando ahora mismo es en tenerte en mis brazos toda la noche.
-Vamos- sonreí.
A pesar del exceso de velocidad y la infracción de señales, el paseo hasta el apartamento parecía no tener fin. Cuando finalmente llegamos, Nick me cargó por las escaleras. Me reí contra sus labios mientras intentaba abrir la puerta. Cuando me puso de pie y cerró la puerta detrás de nosotros, dejó escapar un largo suspiro, aliviado.
-No ha parecido como un hogar desde que te fuiste- dijo, besando mis labios. Happy correteó por el pasillo y meneó su pequeña cola, pateando mis piernas. Le susurré mientras lo levantaba del suelo.
La cama de Joe chilló, y luego sus pisadas resonaron en el piso. Su puerta se abrió mientras entrecerraba los ojos por la luz. -¡A la mierda no, Nick, no estás haciendo esta mierda! Estás enamorado de Mi...- sus ojos se enfocaron y reconoció su error, -...ley. Hola, Miley.
-Hey, Joe- sonreí, dejando a Happy en el suelo.
Nick pasó conmigo junto a su, todavía sorprendido, primo, y pateó la puerta cerrándola detrás de nosotros, tirando de mí en sus brazos y besándome sin pensarlo dos veces, como si lo hubiéramos hecho un millón de veces. Le quité la camisa sobre su cabeza, y él deslizó mi chaqueta por mis hombros. Dejé de besarle el tiempo suficiente para quitarme el jersey y camiseta, y luego me estrellé contra él. Nos desnudamos el uno al otro, y en cuestión de segundos, me colocó en su colchón. Alcé mi mano por encima de mi cabeza para abrir su cajón y sumergir la mano en el interior, buscando algo.
-Mierda- dijo, jadeando y frustrado -Me deshice de ellos.
-¿Qué? ¿De todos?- Suspiré.
-Pensé que tú no... Si no estaba contigo, no los necesitaría.
-¡Me estás tomando el pelo!- dije, dejando caer la cabeza contra la cabecera.
Su frente cayó sobre mi pecho. -Considérate lo opuesto a una conclusión inevitable.
Sonreí y lo besé. -¿Nunca has estado con nadie sin uno?
Él negó con la cabeza. -Nunca- Miré alrededor por un momento, perdida en mis pensamientos. Se echó a reír ante mi expresión -¿Qué estás haciendo?
-Shh, estoy contando- Nick me miró por un momento, y luego se inclinó para besarme el cuello -No me puedo concentrar, mientras tú estás haciendo esto...- suspiré -veinticinco y dos días...- respiré.
Nick se echó a reír. -¿De qué diablos estás hablando?
-Estamos bien- dije, deslizándome directamente debajo de él.
Apretó su pecho contra el mío, y me besó tiernamente. -¿Estás segura?
Dejé que mis manos se deslizaran desde sus hombros hasta su trasero y tiré de él hacia mí. Cerró los ojos y dejó escapar un gemido largo y profundo.
-Oh, Dios mío, Miley- suspiró. Se balanceó contra mí de nuevo, otro gemido emanó de su garganta -Mierda, te sientes increíble.
-¿Es diferente?
Me miró a los ojos. -Es diferente contigo, de cualquier modo, pero…- Tomó una respiración profunda y tensa de nuevo, cerrando los ojos por un momento -Nunca voy a ser el mismo después de esto- Sus labios buscaron por cada centímetro de mi cuello, y cuando encontraron el camino a mi boca, hundí mis manos en los músculos de sus hombros, perdiéndome en la intensidad del beso. Nick llevó mis manos encima de mi cabeza y entrelazó sus dedos con los míos, apretando mis manos con cada embestida. Sus movimientos se hicieron un poco más duros, y yo clavé las uñas en sus manos, tensando mis entrañas con una fuerza increíble. Grité, mordiéndome los labios y apretando los ojos.
-Miley- susurró, sonando compungido -necesito un... necesito...
-No te detengas- supliqué. Se balanceó en mí otra vez, gimiendo tan fuerte que le tapé la boca. Después de unas cuantas respiraciones, me miró a los ojos, y me besó una y otra vez. Sus manos ahuecaron cada lado de mi cara y luego me besó otra vez, más lento, más tierno. Tocó con sus labios mi boca, mis mejillas, frente, nariz y, finalmente, volvió a mis labios. Le sonreí y suspiré, embargándome en el agotamiento. Nick me puso junto a él, colocando las sábanas sobre nosotros. Apoyé la mejilla contra su pecho y me besó la frente una vez más, aferrando sus dedos en mi espalda.
-No te vayas esta vez, ¿vale? Quiero despertar tal como ahora en la mañana.
Besé su pecho, sintiéndome culpable porque tuviera que pedirlo. -No iré a ninguna parte.
Desperté sobre mi estómago, desnuda y enredada en las sabanas de Nicholas Jonas Mantuve mis ojos cerrados, sintiendo como sus dedos acariciaban mi brazo y espalda.
Suspiró profundo, contento, y habló en voz baja. -Te amo, ,Miley. Voy a hacerte feliz, lo juro- La cama se hundió al moverse, y luego sus labios se movieron en lentos y cortos besos hacia mi espalda. Me quedé quieta, y justo cuando iba a alcanzar la piel debajo de mi oreja, me abandonó y caminó hacia el baño al otro lado de la habitación. Sus pasos se escuchaban tranquilos por el pasillo, y las tuberías chillaron con la presión del agua en la regadera. Abrí los ojos y me senté, estirándome. Cada músculo en mi cuerpo dolía, músculos que ni siquiera sabía que tenía. Sostuve la sabana contra mi pecho y miré hacia la ventana, viendo como hojas amarillas y rojas caían en espiral desde las ramas hasta el suelo. Su celular vibró en algún lugar en el piso, y luego de buscarlo torpemente por el desastre de ropa en el suelo, lo encontré en el bolsillo de sus jeans. En la pantalla sólo aparecía un número, sin nombre.
-¿Hola?
-Se encuentra… Se encuentra Nick?
-Está en la ducha, ¿quieres dejarle un mensaje?
-Claro que lo está. Dile que Delta llamó, ¿podrías?- Nick entró, amarrando la toalla alrededor de su cintura salpicada de agua, sonreí y le tendí el teléfono.
-Es para ti.
Me besó antes de mirar la pantalla, y luego negó con la cabeza. -¿Si? Era mi novia, ¿Qué necesitas, Delta-Escuchó por un momento para después sonreír -Bueno, ¿Qué te puedo decir? Pigeon es especial.- Luego de una larga pausa, rodó los ojos. Sólo me podía imaginar lo que ella estaba diciendo -No seas una perra, Delta. Escucha, no puedes llamarme más… Bueno, el amor hace eso- dijo, mirándome cariñosamente -Sí, con Miley. Es en serio Delta, no más llamadas… Hasta luego- Lanzó el teléfono a la cama, y se sentó a mi lado. -Estaba un poco molesta. ¿Te dijo algo?
-No, solamente preguntó por ti.
-Borré los pocos números que tenía en mi teléfono, pero supongo que eso no les impide seguir llamándome. Si no lo averiguan por sí solas, yo se los aclaro.
Me miró con curiosidad, y no pude evitar sonreír. Nunca había visto este lado de él. -Confío en ti, ¿lo sabes?
Presionó sus labios con los míos. -No te culparía si esperas que me gane tu confianza.
-Tengo que ir a la ducha. Ya me perdí una clase.
-¿Ves? Ya estoy siendo una buena influencia.
Me levanté, y él tiró de la sabana. -Delta dijo que este fin de semana va haber una fiesta de Halloween en The Red Door. Fui con ella el año pasado, estuvo divertido.
-Estoy segura de ello- dije, levantando una ceja.
-Sólo digo que hubo bastante gente. Tienen torneos en la piscina y bebidas baratas… ¿Quieres ir?
-En realidad no soy… No soy de las que se disfrazan. Nunca lo he sido.
-Yo tampoco, simplemente voy- Se encogió de hombros.
-¿Todavía vamos a los bolos esta noche?- Pregunté, cuestionando si la invitación era sólo una excusa para pasar tiempo a solas conmigo, lo cual ya no era necesario.
-¡Claro que sí! ¡Y te voy a patear el trasero, también!
-No esta vez. Tengo un nuevo súper poder.
Se rió. -¿Y cuál es? ¿Lenguaje rudo?- Me incliné para besar su cuello, luego moví mi lengua hasta su oreja, besando su lóbulo. Se congeló en su lugar.
-La distracción- Murmuré en su oído. Agarró mis brazos y me empujó sobre mi espalda.
-Vas a perderte otra clase.
Finalmente, luego de convencerlo de abandonar el apartamento a tiempo de ir a la clase de Historia, corrimos al campus y nos deslizamos en nuestros asientos justo cuando el profesor Charlie comenzaba. Nick volteó su gorra de béisbol hacia atrás y plantó un beso en mis labios, justo en frente de todos. En el camino hacia la cafetería, sostuvo mi mano con la suya, entrelazando nuestros dedos mientras caminábamos. Se veía tan orgulloso de sostener mi mano, anunciándole al mundo que finalmente estábamos juntos. Cheyne lo notó, miró hacia nuestras manos y me mostró una ridícula sonrisa. Él no fue el único, nuestra simple muestra de cariño provocó miradas y murmullos de las personas mientras íbamos pasando. En la puerta de la cafetería, Nick inhaló su cigarro una última vez y me miró, notando mi desconfianza. Demi y Joe ya estaban dentro, y Cheyne había encendido otro cigarro, dejándonos a mí y Nick solos al entrar. Estaba segura que el rumor había alcanzado todo un nuevo nivel al momento en que Nick me besó en plena vista de todos en la clase de Historia, y mi miedo de entrar a la cafetería no me abandonaba.
-¿Qué sucede, Pigeon?- Preguntó, jalando de mi mano.
-Todos nos están mirando- Llevó mis manos a su boca y besó mis dedos.
-Se les va a pasar. Solamente es el shock inicial. ¿Recuerdas cuando empezamos a salir juntos? Su curiosidad murió luego de un tiempo, y se acostumbraron a vernos juntos. Vamos- dijo, y me jaló hacia adentro. Una de las razones por la cual escogí Eastern U fue por su modesta población, pero el desesperado interés por escándalos que venía con ello era extenuante a veces. Era un completo chiste; todos eran consientes de cuan ridículo era el rumor, pero aun así, todos participaban en él. Nos sentamos con nuestra comida en los lugares de siempre. Demi me dio una sonrisa intuitiva. Ella conversó como si todo estuviera normal, pero los jugadores de fútbol en la otra punta de la mesa me miraban como si me estuviera quemando.
Nick golpeó mi manzana con su cubierto. -¿Vas a comerte eso, Pidge?
-No, puedes tenerla, bebé- Mis orejas ardieron cuando la cabeza de Demi se giró bruscamente para verme -Simplemente salió- dije, sacudiendo la cabeza. Miré a Nick, y su expresión era una mezcla entre amor y diversión. Habíamos utilizado ese término unas cuantas veces esa mañana, y no se me ocurrió que era nuevo para todos los demás hasta que salió de mi boca.
-Acaban de alcanzar el nivel de irritantemente lindo- Demi sonrió.
Joe tocó mi hombro, -¿Te quedarás esta noche?- Preguntó, sus palabras se mezclaban con el pan en su boca -Prometo no salir de mi cuarto a insultarte.
-Estabas defendiendo mi honor, Joe. Estás perdonado- dije. Nick mordisqueó la manzana y masticó, luciendo más feliz de lo que alguna vez lo había visto. La paz en sus ojos había regresado, e incluso cuando docenas de personas miraban cada uno de nuestros movimientos, todo se sentía… correcto. Pensé en todo el tiempo que había insistido en que estar con Nick era una mala decisión, y cuanto tiempo había perdido tratando de ignorar todo lo que sentía por él. Viéndolo del otro lado de la mesa, a sus suaves ojos marrones, y el hoyuelo bailando en su mejilla mientras masticaba. No recordaba de qué estaba tan preocupada.
-Se ve espantosamente feliz. ¿Te rendiste finalmente, Miley?- dijo Chris, codeando a sus compañeros de quipo.
-No eres muy inteligente, ¿verdad, Jenks?- dijo Joe frunciendo el ceño.
Instantáneamente la sangre subió a mis mejillas, miré a Nick, quien tenía una mirada asesina en sus ojos. Mi vergüenza se deshizo a la vista de la ira de Nick, sacudí la cabeza. -Sólo ignóralo- Luego de unos tensos segundos, sus hombros se relajaron un poco, tomó aire y asintió una vez. Luego de un momento me guiñó.
Estiré mi brazo en la mesa y deslicé mis dedos en los suyos. -Fue en serio lo que me dijiste anoche, ¿no?
Empezó a hablar, pero la risa de Chris llenó la cafetería. -¡Dios Santo! ¿Nicholas Jonas está siendo controlado?
-¿Fue en serio cuando me dijiste que no querías que cambiara?- me preguntó, apretándome la mano.
Miré a Chris riéndose con sus compañeros, y luego me volví a Nick -Absolutamente. Enséñale a ese imbécil algunos modales- Una sonrisa diabólica se extendió por su cara, y caminó hacia el final de la mesa, donde Chris se sentaba. Chris se tragó su risa y el silencio se apoderó de la habitación.
-Oye, solo te estaba haciendo pasar un mal rato, Nick- dijo mirándolo.
-Discúlpate con Pidge- dijo Nick, fulminándolo con la mirada.
Chris me miró con nerviosismo. -Sólo… Sólo estaba bromeando, Miley. Lo siento- Lo miré mal y él subió la cabeza hacia Nick, esperando su aprobación. Cuando Nick se alejó, Chris se rió y luego le susurró algo a James. Mi corazón se aceleró cuando Nick se detuvo abruptamente y sus manos se cerraron en puños a sus costados.
James sacudió la cabeza y bufó. -Cuando despiertes, Chris, sólo recuerda… que tú solito te lo buscaste- Nick levantó la bandeja de Cheyne de la mesa y se la pegó a Chris en la cara, tumbándolo de su silla. Chris trató de meterse bajo la mesa, pero Nick lo sacó por las piernas y comenzó a golpearlo. Chris se cubrió y Nick lo golpeó en la espalda. Se arqueaba y volteaba, levantando sus manos al aire, permitiéndole a Nick golpear varias veces su cara. La sangre comenzó a fluir y Nick se levantó jadeando.
-Si te atreves a siquiera mirarla, pedazo de mierda, te voy a romper tu jodida mandíbula- Gritó Nick. Me estremecí cuando Nick pateó a Chris una última vez- La mujer que trabaja en la cafetería corrió hacia fuera, sorprendida del desastre sangriento en el suelo.
-Lo siento- le dijo Nick, limpiándose la sangre de Chris en su mejilla. Muchos de los estudiantes se levantaron para ver mejor, otros permanecieron sentados mirando entretenidos. El equipo de fútbol sólo miraba el cuerpo lánguido de Chris en el piso, sacudiendo sus cabezas. Nick se volteó y Joe se levantó de inmediato, agarrando mi brazo y la mano de Demi, y arrastrándonos por la puerta, detrás de su primo. Caminamos la corta distancia hasta Morgan Hall, y Demi y yo nos sentamos en los escalones de enfrente, mirando Nick caminar de aquí para allá.
-¿Estás bien, Nick?- Preguntó Joe.
-Sólo… dame un minuto- Contestó, poniéndose las manos en la cadera mientras caminaba.
Joe se metió las manos en los bolsillos. -Me sorprende que te hayas detenido.
-Pidge dijo que le enseñara modales, Joe. No que lo matara. Necesité todo de mí para detenerme cuando lo hice.
Demi deslizo sus grandes lentes cuadrados de sol para mirar a Nick -¿Qué fue lo que dijo Chris que te puso así, de todos modos?
-Algo que nunca volverá a decir- Respondió.
Demi miró a Joe, quien se encogió de hombros. -No lo escuché.
Joe tomó a Nick por los hombros. -Tu chica está aquí afuera. No necesitas volver a entrar.
Nick me miró, forzándose a sí mismo a calmarse. -Él dijo… todos piensan que Pidge ha… Jesús, no puedo ni decirlo.
-Dilo de una vez- Murmuró Demi, mirando sus uñas.
Cheyne apareció caminando detrás de Nick, claramente encantado por toda la conmoción. -Cada chico de Eastern U quiere con ella porque logró conseguir al indomable Nick Jonas- Se encogió de hombros -Es lo que están diciendo allí adentro, al menos.
Nick pasó por al lado de Cheyne, dirigiéndose a la cafetería. Joe corrió hacia él, tomándolo por el brazo. Nick le tiró un golpe pero Joe lo esquivó y mis manos inmediatamente volaron a mi boca. Mis ojos fueron a Demi, que se encontraba inafectada, acostumbrada a su rutina. Sólo se me ocurrió una cosa para detenerlo. Me levanté de las escaleras, corrí hacia él y me puse en su camino. Le brinqué encima, enredando mis piernas en su cintura, él me sostuvo por los muslos mientras yo tomaba su cara, plantando un largo y profundo beso en sus labios. Pude sentir como su ira se iba desvaneciendo con el beso, y cuando me separé supe que ya había ganado.
-No nos importa lo que piensen, ¿recuerdas? No puedes empezar ahora- dije, sonriendo con confianza. Poseía un mayor efecto en él de lo que creía posible.
-No puedo permitirles hablar así de ti, Pigeon- dijo con su ceño fruncido. Me puso de nuevo en el suelo.
Deslicé mi brazo dentro del suyo, entrelazando nuestros dedos en su espalda. -¿Así como? Ellos piensan que tengo algo especial porque tú nunca te habías asentado antes. ¿No estás de acuerdo con eso?
-Por supuesto que sí, solamente no soporto el pensar en que cada tipo en este colegio quiere estar contigo por eso- Presionó su frente contra la mía -Esto me va a volver loco. Ya me puedo dar cuenta.
-No dejes que te afecten, Nick- dijo Joe -No puedes pelear con todo el mundo.
Nick suspiró. -Todo el mundo. ¿Cómo te sentirías tú si todo el mundo piensa en Demi de esa manera?
-¿Quién dice que no lo hacen?- dijo Demi ofendida. Todos nos reímos y ella hizo una mueca -No estaba bromeando.
Joe la levantó por las manos y besó su mejilla. -Lo sabemos, bebé. Dejé de ser celoso hace un tiempo. No tenía tiempo de hacer nada más- Demi sonrió en apreciación y luego lo abrazó.
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Hola chicas,como estan? que piensan de el drama que hubo en Twitter por el asunto de Niley? La verdad yo no lo crei, pero es que la chica que decia que los vio no era fan de ninguno de los dos, y me parecio extraño, la verdad no se que creer, que razon tuvo la chica para decir eso. Y para colmo empezaron las Neverlena a decir que era falso, y que Niley ya no existia, con que cara vienen a decir esa cosa no?
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ME ENCANTOOOO :3
ResponderEliminarCADA DIA MAS ME ENCANTA ESTA NOVELA, NICK CELOSO ES LO MAXIMO
CONTINUALA PORFA C:
awww amo amo esta novela
ResponderEliminaresta hermosaaaa
y amo la relacion de nick y miley aqui
siguelaaa
WOOOW CUANTOS CAPITULOS ME PERDI :L
ResponderEliminarLO BUENO ES QUE YA LEI TODOS
ME ENCANTARON SIGUE SUBIENDO
POR FIS!!! XD
CREO QUE MILEY Y NICK SOLO TUVIERON UNA CENA DE AMIGOS
ELLA POR DESGRACIA SIGUE CON LIAM :P LO ODIO
SIGUE LA NOVE
TKM
ATTE CANDE