domingo, 9 de junio de 2013
Lady Killer- Niley- Cap 23
Un collar de oro descansaba ponderado y pesado alrededor de mi cuello. Mi cabello estaba recogido en rizos y joyas, y mi vestido, aunque suelto y simple, era pesado y exuberante. Me senté mirando en el espejo del vestuario mientras la diseñadora de maquillaje colocaba los toques finales a mi cabello, y complete la solicitud del maquillaje escénico. Era la noche del estreno y, a pesar de mi pesado vestuario y joyería, sentí como si fuera a salir flotando. La emoción corría más rápido que la sangre por mis venas. Estábamos aquí. Finalmente. El estreno había sido retrasado una semana debido a la transmisión de enfermedades, pero, incluso así, pensaba que el espectáculo era bueno. Muy bueno. Y no estaba sola.
Demi llegó a toda velocidad dentro de la habitación, viéndose extremadamente hermosa como Afrodita. –Lo sé, lo sé. No tienes que quedarte mirando. Sé lo increíble que me veo.- Sonreí, contenta de tenerla de regreso. Había sido la única de mis amigos más cercanos en evadir la temible mono, lo que era increíblemente cruel, considerando que girar la botella había sido su idea.
Había aparecido el último día de primavera para exigir que “dejáramos de ser niñas remilgadas y nos reconciliáramos”, sólo para encontrarnos a Nick y a mí acurrucados en la cama. Había entrado bastante rápido por qué yo no había querido salir a bailar esa noche, y con una gran sonrisa salió de mi habitación diciendo. –No se preocupen por mí. Yo no vi nada. Mis labios están sellados.- Al principio, Nick había enloquecido, pero desde entonces ella definitivamente se había convertido en un aliado.
Demi le sonríe a Megan, la diseñadora que estaba terminando de arreglar mi cabello y dijo. – ¡Se ve muy bien, Meg! ¡Eres fantástica! Creo que Alyssa te necesita para algo, así que tal vez quieras terminar esto rápido.- Megan asintió, rociando el producto final con media lata de laca para el cabello antes de huir del vestuario. Demi se lanzó en la silla junto a mí. –De nada. Y primero, te ves hermosa. Estoy un poco envidiosa. ¿Afrodita no debería tener un mejor vestido?- Coloqué los ojos en blanco.
-De acuerdo, está bien. No importa. Segundo, vas a estar increíble esta noche. En serio. Como, tan increíble que te den un Tony. Tercero, rómpete una pierna.- Se inclinó y lamio un lado de mi rostro, una rara tradición antes del espectáculo que había hecho desde que la conozco. –Y, por último, hay alguien más esperando afuera para desearte un buen espectáculo. Tienes cinco minutos hasta el calentamiento. Puedo prometerte privacidad por tres, así que mejor tomas ventajas mientras puedas.- Me dio un rápido beso en la mejilla, saltó hacia la puerta y la cerró detrás de ella una vez que Nick se había deslizado dentro.
-Hola.- dijo.
-Hola.- Dio un paso más en la habitación y se detuvo. Era desconcertante verme en docenas de espejos por toda la habitación. Así que me concentre en él, lo cual no era difícil. Se veía hermoso como siempre.
-Te ves…- se detuvo, mirando mi elaborado traje azul medianoche.
-Si dices linda, te arrancaré la piel vivo.- Sonrió y me atrajo a él. Con cuidado de no correr el maquillaje, me dio un beso en mi cuello en su lugar, luego bajo y dio un beso por encima de mi corazón, justo por encima de la línea de mi vestido. Me aferré a sus hombros, sintiendo un desvanecimiento ante su toque.
Dijo: -Iba a decir que te ves increíblemente sexy. Me alegro de que no seas mi madrastra.
Me reí. –No estoy segura de que ser tu estudiante sea mucho mejor.- Arrastró sus labios por mi cuello, y luego trajo nuestros rostros muy juntos. Sus ojos marrones casi estaban brillantes, oscuros y decadentes.
-Un mes.- dijo Quedaba un mes hasta que ya no fuera más una estudiante universitaria. Un mes para que no importara cómo nos sentíamos y quien supiera acerca de ello. Un mes hasta que planeábamos tener relaciones sexuales. Parecía un plan razonable cuando estuvimos enfermos encerrados en mi apartamento. Me dio el tiempo que necesitaba para lidiar con mi ansiedad, y para que tuviera un significado ya que no podríamos meternos en problemas. Pero cuanto más me miraba así, como me estaba mirando ahora, como si me amara, menos me importaba esperar.
-Desearía poder besarte realmente.- dijo, mirando tristemente a mis labios, los cuales estaban rellenos y rojos gracias a las capas de maquillaje escénico.
-Esta noche.- le dije. –Luego de la fiesta. ¿Mi apartamento?- Se inclinó hacia adelante, en el último segundo desviándose de mis labios y besándome en ese lugar detrás de mí oído que sabía ponía débiles mis rodillas.
-No puede ser lo suficientemente rápido. “Siento toda la furia del deseo”.- Citó para mí una de mis líneas del espectáculo, y eso me recordó que, probablemente, estábamos cerca del fin de nuestro tiempo.
-Probablemente deberías irte antes de que los demás vuelvan. Dile a Demi gracias cuando salgas.
-Oh, lo hare. La mejor cosa que me ha podido pasar… es que esa chica se enterara sobre nosotros.
Me volví hacia el espejo, para asegurarme de que mi maquillaje y cabello sigan luciendo perfectos. –Voy a fingir que no acabas de decir que mi mejor amiga fue lo mejor que te ha podido pasar.
A pesar que se suponía se estaba yendo, corrió de nuevo a mi lado y rodeó sus brazos por detrás de mí. Besó mi cuello una última vez y dijo. –Te amo.
Lo miré a través del espejo. Nos veíamos bien juntos… él en un traje, yo en un elaborado vestido griego. Aún era como increíble, esta cosa que teníamos. –También te amo.- le dije. Me quedé mirando fijamente al espejo después de que se fue, pensando en que me veía diferente. No sólo por el vestuario y el cabello y el maquillaje, yo, me veía… feliz. Escuché a Alyssa llamar para el calentamiento, tomé una respiración profunda tratando de calmar mi corazón acelerado. Hoy era el gran día. Nuestra primera presentación de Fedra. Mi última noche de inauguración aquí. Y si todo iba según el plan, la noche en que perdería mi virginidad.
Hay momentos en el teatro, donde todo se junta exactamente como debe suceder. El vestuario y escenario son perfectos, el público absorto y ocupado, la actuación fluía sin esfuerzo. Esta noche era una de esas noches. Cada actor estaba ardiendo. Y yo… yo viví otra vida en esas dos horas en el escenario. Viví la vergüenza. Era una emoción conocida para mí. Viví la esperanza cuando llego la noticia de la muerte de mi esposo. Soñé que tal vez… tal vez Hipólito podría ser mío. Sentí el horror cuando mis sentimientos no fueron correspondidos y cuando me entere de que mi esposo no estaba muerto después de todo. Experimente el dolor del remordimiento cuando Hipólito fue asesinado basándose en mis falsas acusaciones. Y luego finalmente, sentí la aceptación, el alivio de admitir mis crímenes, y fue casi como si pudiera sentir el veneno que Fedra tomó, corriendo a través de mi sangre, llegando a mi corazón. No fue hasta que me derrumbe en el suelo, hasta que las últimas líneas de Teseo habían sido liberadas y las luces se apagaron que realmente salí de ella.
Los aplausos se iniciaron en la oscuridad, y mi aliento se quedó atrapado en mi garganta. Luché para retener las lágrimas que se aproximaban por experimentar algo tan perfecto y poderoso como la presentación que acababa de hacer. Eso era acerca de lo que se trataba el teatro, esa clase de experiencia. Nunca seriamos capaces de recrear eso de nuevo. Sólo las personas de aquí esta noche sabrían cómo fue ese espectáculo. El teatro es de una sola vez en la vida… cada vez. Fue como si las estrellas se alinearan, porque, de repente, muchas otras cosas sobre mi vida se hicieron evidentes. Cosas que me habían eludido hasta ahora donde se pusieron claras en mi mente. Todo tuvo sentido, y no podía esperar para ver a Nick. Tras bambalinas estaban alborotados cuando dejamos el escenario después de nuestras reverencias finales. Amigos y familiares estaban alineados en los pasillos entre la puerta del escenario y los vestuarios. Eric estaba ahí, sonriéndonos, orgulloso del espectáculo que había armado. Lo abracé primero, tan agradecida de que me dio esta oportunidad, y que no me votó la primera semana, cuando lo estuve haciendo terrible.
-El mejor trabajo que te he visto hacer, Miley. Deberías estar orgullosa.- Lo estaba, Dios, lo estaba. Mi rostro se dividió en dos por mi sonrisa. Nick estaba detrás de él, incluso anqué fuera arriesgado, también lo abrace. No me sostuvo mucho, sólo lo suficiente para susurrar “brillante” en mi oído. Luego me perdí en la multitud. Estaba resbaladiza por el sudor, y mi vestido se sentía tan pesado como otra persona colgando sobre mí, pero disfrute de los abrazos y felicitaciones que me daban. Y cuando estuve de vuelta en los vestidores… Bailé. Todos bailamos. Demi estaba con si iPod, y todos celebramos mientras quitábamos las capas de vestuario. Nuestro vestuario estaba lleno con flores, lo que ayudo a ocultar el sudor. Cuando nuestras cosas fueron apartadas, vestidos con verdadera ropa, nuestro maquillaje escénico removido y verdadero maquillaje aplicado, fuimos a la fiesta en otro lugar. Estábamos yendo a SideBar, el único bar cerca al campus que permitía personas menores de veintiuno, donde todo el elenco iba.
Me sorprendí cuando encontré a Liam esperando fuera del vestuario cuando salimos. Dio un paso a mi lado. –Oye, ¿Te doy un aventón a SideBar?-
Eso fue una sorpresa, pero ciertamente bienvenida. Le dije. –Eso sería genial, pero estaba planeando irme temprano. Estoy muy cansada.
-Oh.- asintió. –Bueno, ¿Te importaría si voy contigo y después busco otro viaje a casa?
-Seguro. Está bien por mí.
Caminamos a mi auto en silencio, e hice sonar mis llaves para llenar el espacio con ruido. Encendí el auto e inmediatamente le baje el volumen al radio. –Así que, ¿Cómo estas Liam?
Jugueteó con el cinturón de seguridad. Nervioso. No respondió a mi pregunta, pero en su lugar pregunto. -¿Cómo están las cosas con Nick?
Frunciendo el ceño, salí de la zona de aparcamiento, mirándolo por el rabillo de mi ojo. – ¿Por qué?
-Lo siento. ¿Es raro? No lo dije para que fuera raro. Sólo estaba tratando de ser amigable.- Se veía tan incómodo. ¿Cómo nos habíamos reducido a esto?
Dije. –No es raro, Liam. Lo siento. Sólo estoy… un poco cautelosa, es todo. Las cosas están geniales, en realidad.
Asintió. –Bien. Eso es bueno.
Después de pasar tanto tiempo con Nick, había olvidado como era tratar con chicos que simplemente no decían todo lo que estaban pensando.
-Sólo dime de que quieres hablar, Liam. Sea lo que sea, está bien.
Tomó una respiración profunda. Aún estaba nervioso, pero ya no estaba inquieto. –Tengo una pregunta, pero estoy bastante seguro de que es muy inquisitiva y no quiero cruzar ninguna línea.
-Liam, sé que las cosas han estado difíciles. Pero aún te considero uno de mis mejores amigos. Quiero que seas uno de mis mejores amigos de nuevo. Pregúntame lo que quieras.
-¿Ustedes se van a quedar juntos después de que nos graduemos?- Mi reacción intuitiva fue “Si”. Aunque realmente no habíamos hablado de ello, no con tantas palabras. Lo implicábamos, seguro, con toda la cosa de “un mes”, pero no habíamos tenido una conversación verdadera. – ¿Se van a quedar aquí? ¿O se mudaran a Filadelfia? ¿O a algún otro lado?
Entré en el estacionamiento, usando la búsqueda de un espacio como una excusa para reunir mis pensamientos. Esa definitivamente no era una conversación que hubiéramos tenido, sin importar lo mucho que había pensado en ello. -¿Por qué preguntas?
Envolvió su cabello, y resistir la tentación de decir, “¡Sólo escúpelo ahora!”. –Bueno… me presenté a una escuela de posgrado hace unos meses… bueno… antes de todo. Y realmente no pensé que iría, pero logre entrar, y ahora estoy pensando que de hecho me gusta.
-¿En serio? ¡Eso es genial, Liam!
-Es Temple, Filadelfia.
-Oh.- Era la escuela en donde Nick había estudiado.
-Y sólo no estaba seguro de si ustedes dos iban a estar en Filadelfia, y si pensabas que sería raro que yo también estuviera allí. Y si no lo es, pensé que quizá podríamos seguir… ya sabes… pasando el rato. Si eso está bien para Nick.- Una imagen de cómo podría ser la vida comenzó a formarse en mi mente. Era un pensamiento bastante genial.
-No sé si vamos a estar en Filadelfia o no. Pero si estamos… no, no sería raro. Y sí, pasaremos el rato. Y Nick puede estar bien o no con esto, él no decide que hago. En serio quise decir lo que dije, Liam. Realmente quiero que seamos amigos de nuevo.
Sonrió, y se relajó en su asiento, finalmente. –Yo también.
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NOOOOO LA DEJES AHIIIIII
ResponderEliminarSIGUELAAAAA
POR FAVOR
QUE ME SUPER MEGA ENCANTO EL CAPIS PLIS
SUBE YAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
buenisimo!!!!!!! por favor sube pronto, me muero por saber que va a pasar esa noche!!!!!!!!
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