Nick
Mis ojos siempre eran atraídos hacia Miley durante esta escena. Ella era encantadora y alegre, y me tomaba toda mi concentración para contenerme de correr hacia ella. Nuestra directora había escrito su propia adaptación de Orgullo y Prejuicio, y yo dudaba que ella aprobara que yo agregara mi propia adaptación en la que Bingley y Elizabeth terminaran juntos en vez del tosco Sr. Darcy. Los ojos de Miley se conectaron con los míos y, aunque se suponía que yo debía estar adulando al personaje de su hermana, mi personaje era la última cosa en mi mente. Nos formamos para un baile en el que estábamos moviéndonos constantemente y dando vueltas. Cada vez que Miley y yo pasábamos, nuestros ojos se encontraban, nuestras manos se rozaban, y yo maldecía al director de reparto que no me hizo Darcy. Yo podía ser tosco.
Inmediatamente después de la llamada a escena, la encontré detrás del escenario y tiré de ella hacia mí.
-Nick- suspiró en mis brazos. Las palabras vibraban contra mi pecho, y la abracé con más fuerza.
Susurré en su oído: -Debes permitir que te diga qué tan ardientemente te admiro y te amo.
Ella rió. -Dices eso cada noche después del show.
Me aparto, y mi mejilla se deslizó contra la suya. Los rizos alrededor de su rostro hacían cosquillas en mi frente. - ¿Qué puedo decir? Soy persistente.
Ella murmulló, sus labios apretados. -¿Persistente? Yo diría que sin imaginación. Podrías al menos tener tu propia línea.
Tracé con mis dedos su espalda. Podía sentir su corsé. Dios, me encantaría verla en él. Sólo en él -¿Quieres algo original, amor?
-Sí, quiero. Mañana, espero la mejor línea que tengas, Sr. Jonas. Pero ahora, necesito ir a vestirme.- Se apartó de mí, y caminó hacia el vestidor de mujeres. Me miró sobre su hombro, y sentí esa mirada recorrer cada centímetro a través de mí. Muchas cosas originales pasaron por mi mente, ninguna de las cuales podía decir en voz alta. Su sonrisa parecía decir exactamente lo que yo estaba pensando.
-Apresúrate- dije.
-La paciencia es una virtud, Sr. Jonas.- Ella sabía que ese nombre me ponía mental. Me hacía sentir como su profesor de nuevo, lo cual era exasperante y extremadamente sexy al mismo tiempo. Fui a decirle lo mismo, pero ya se había metido en el vestidor. Tomé un momento para respirar y despejar mi cabeza. Esta noche, mi plan comenzaba esta noche. Si no lo hacía, probablemente terminaría diciéndolo sin advertencia alguna. Y, con la tendencia de Miley de entrar en pánico, esa no era definitivamente la manera de hacerlo. Cambié mi traje, y lo colgué para el equipo de mantenimiento lo más rápido que pude. Mañana era nuestro día libre, lo que significaba que era día de lavandería. Buena cosa también porque mi traje definitivamente había olido mejor. Unos compañeros de reparto nos invitaron a tomar unos tragos, pero yo me excusé. Esperaba que Miley hiciera lo mismo. La quería toda para mí esta noche.
Estaba vestido y esperándola, en tiempo récord. Cuando la primera chica salió, se rió y negó con la cabeza. Se inclinó hacia atrás y dijo: -Miley, tu novio está prácticamente salivando aquí afuera.- Novio. Aún no estaba acostumbrado a eso. Incluso después de que Miley se graduó, era incómodo cuando la gente nos veía juntos. Era agradable el que tuviéramos algo fresco en Filadelfia. No teníamos que escondernos. Cada chica que salía me daba una sonrisa de complicidad, pero Miley se tomó su tiempo, incluso más de lo normal.
-¡Miley!- llamé a través de la puerta -¿Estás tratando de torturarme?
La puerta se abrió de nuevo, otra actriz sonriendo, pero no Miley. Suspiré. La chica dijo: ´-Estoy muy segura de que lo está haciendo.- Gemí, y presioné mi rostro contra la pared. La puerta se abrió, y ni siquiera me molesté en mirar.
-Adelante, chico enamorado. Soy la última que queda- Me di la vuelta para encontrar a Alice, la mujer mayor que hace el papel de la Sra. Bennett. Le sonreí y llegué hasta la puerta. Alice se rió -¡Buena suerte!- No pensé nada sobre su respuesta hasta que entré en el vestidor. Maldita sea. Miley aún seguía usando el corsé, sentada en una silla mirándome a través del espejo. Sus pechos estaban empujados hacia arriba y afuera, y sus ojos claros mientras me miraba. Levantó una mano, y comenzó a quitarse las pinzas del pelo. Cayó sobre sus hombros, y mi boca se secó. Ella era deslumbrante.
-Pensé que te dije que fueras paciente.
Forcé a mis pies a moverse, y caminé hacia ella. Extendí la mano y la ayudé con sus pinzas. Dios, amaba su pelo. Envolví un rizo alrededor de mi dedo y dije: -Soy bueno en ser paciente. Es sólo que no soy bueno en estar lejos de ti. Seguramente ya sabes eso.
Sonrió, e inclinó su espalda en mis manos. -Creo que eso ha sido obvio desde el principio.
Dejé caer mis manos de su cabello a su cuello. Presioné con mis pulgares, masajeando gentilmente. Sus ojos se cerraron. Sus labios se separaron. Ella no tenía idea de lo sexy que era. En ese corsé, se veía como una pinupgirl de 1950. Me incliné hacia abajo y presioné mis labios en la curva de su hombro. De alguna manera, a pesar de estar en el escenario, bajo el calor de las luces por muchas horas, aún olía divinamente. Arrastré mi boca hacia su cuello, hacia ese punto debajo de su oreja que la vuelve loca. Exhaló, como si mi beso hubiera empujado todo el aire fuera de sus pulmones. Su mano se enroscó alrededor de la parte posterior de mi cabeza, tirando de mí más cerca. Sonreí contra su piel.
Dijo: -Me has embrujado.- Me reí entre dientes, y tracé con un dedo a lo largo de los finos huecos de su cuello. Podría trazar la arquitectura de su cuerpo por días y nunca aburrirme.
-¿Cuerpo y alma?- Pregunté, citando la obra.Abrí mi boca y probé su piel. Era casi tan deliciosa como el gemido que le siguió.
-Definitivamente- dijo ella.
-¿Quién está siendo poco original ahora?- Un golpe en la puerta rompió el hechizo entre nosotros. Benji, el director de escena, asomó la cabeza dentro del cuarto. Me di la vuelta para bloquear a Miley y al corsé corruptor.
-¿Están casi listos chicos? Voy a cerrar.
-Lo siento, Ben. Estaremos afuera en sólo un segundo.- Su expresión era escéptica -Lo prometo. Dos minutos.- Tan pronto como cerró la puerta, Miley se puso de pie. Tuve que cerrar mis ojos para contenerme de tocarla. Ese corsé… mi Dios. Mantuve mis ojos cerrados, porque era la única manera de que lográramos salir de aquí en dos minutos. Aunque, escucharla cambiarse de ropa era una tortura. Cada roce de tela y zíper siendo cerrado traían una imagen vívida a mi mente. A pesar de que no la podía ver, podía sentir su presencia, especialmente cuando se puso delante de mí. Su mano se enroscó alrededor de mi cuello, inclinando la cabeza hacia abajo. Mantuve mis ojos cerrados, pero el calor de su aliento acariciaba mi rostro.
-Vamos a casa, Sr. Jonas.- Ese nombre. Abrí mis ojos, estaba sonriendo. Dos podían jugar a ese juego.
-Oh, Srta. Cyrus, creo que eso podía merecer detención.- Sus ojos se entrecerraron.
-O tal vez un pequeño castigo.- Me daba tanto placer ver el color rojo subir a sus mejillas.
-No lo harías.- En lugar de responder, me incliné y tiré de ella sobre mi hombro. Chilló, y se aferró a mi espalda.
-¡Nick!
-Silencio, Srta. Cyrus. La voy a llevar a casa.- Benji estaba esperando impaciente cerca de la puerta trasera. Su ceño se profundizó cuando nos vio. Dijo: -Primero, fueron tres minutos. Los conté. Segundo, ustedes dos son repugnantes. Siento que estoy viendo una película inolvidable.- Yo sólo me reí y le dije buenas noches.Miley sólo hizo un puchero primero, pero cuando la mantuve sobre mi hombro incluso cuando salimos del edificio, comenzó a luchar.
-Está bien, Nick, ya dejaste claro tu punto.
-No sé de qué estás hablando. No hay un punto. Sólo me gusta cargarte.
-Bueno, ya te divertiste. Bájeme.- Me detuve por un momento y pretendí pensarlo. Tomé la oportunidad para deslizar mi mano hacia la parte posterior de su muslo.
Le respondí: -Yo, por mi parte, pienso que hay más diversión por tener.- Me puse en camino de nuevo, y Miley estaba paralizada o realmente estaba interesada en dónde mi mano iba a ir ahora porque no se movió de nuevo. Hasta que empecé a bajar las escaleras del metro, ella pateó con sus piernas, y me dio un pellizco rápido de alerta a un lado.
-Nick, me niego a dejar que me cargues dentro del metro. Abajo, ahora.- Podía imaginarme su rostro rojo de enojo, y de pronto quería verlo. Mejillas sonrojadas. Ojos entrecerrados. Labios fruncidos. Cuando llegué al final de las escaleras, la jalé, dejando que su cuerpo se deslizara fuera del mío. Dejé mis manos en su cintura para frenar su descenso. El desplazamiento de su cuerpo contra el mío era celestial. Ella contuvo el aliento, y cuando nuestros rostros estaban a la misma altura, sus ojos no estaban entrecerrados, estaban cerrados. Sus labios no estaban fruncidos, pero su labio inferior estaba atrapado entre sus dientes en una manera que hacía que se me secara la boca. Sus mejillas sí seguían sonrojadas, pero yo tenía el presentimiento de que no era más por enojo.
-Hiciste eso a propósito- dijo. Me reí, y la risa me salió ronca. Ella no era la única afectada por nuestra cercanía.
-Definitivamente hice eso a propósito. En realidad creo que deberíamos hacer de esto un ritual post-show.- Negó con la cabeza, y sonrió, pero no dijo que no. Incluso debajo de la tenue luz de la estación del metro, estaba radiante. Aún no podía creer que la podía tocar. No había nada que nos separe. Nada que nos meta en problemas. Estaba tentado a anunciar mi amor por ella a todos los otros viajeros, pero no quería arruinar este momento. Me gustaba la manera callada en la que estaba mirándome, sus ojos llenos con más que sólo deseo. Me hacía feliz, y esperaba ser visto de la misma manera por ella justo ahora. De pronto, estaba emocionado por llegar a casa y poner mi plan en acción. Enterré mis dedos en su pelo, y tiré de ella para besarla. Sus manos se apretaron sobre mis hombros, sus uñas presionando en mi piel. Me tomé mi tiempo para probar su boca, dejándome llevar mientras esperábamos por el metro.
Tan pronto como llegamos a casa, le dije a Miley que iba a tomar una ducha. Los domingos eran días de dos shows, así que ciertamente la necesitaba. La dejé entrar primero para que se cepillara los dientes. Esperé a que abriera la llave del agua, luego me puse en acción. Encontré el juguete con plumas de Hamlet (la única razón por la que ella se acercaría voluntariamente a Miley), y lo escondí debajo de la cama. Luego fui hasta el armario y encontré el bolsillo de la chaqueta donde había escondido el anillo. Abrí la caja para mirarlo una vez más. No era mucho. Yo sólo era un actor, después de todo. Pero Miley no era de usar muchas joyas, de cualquier forma. Era simple y brillante, y esperaba que ella lo amara tanto como yo la amo a ella. Una pequeña sensación de estallido llenó mis entrañas como esos caramelos tontos que Miley amaba ¿Qué pasa si la estaba presionando demasiado rápido? No. No, ya había pensado en esto. Era la mejor manera. Abrí el cajón superior de la mesita de noche, y deslicé la caja con el anillo hasta el fondo. La llave del agua en el baño se cerró, y fui de vuelta al armario, quitándome la camisa. La tiré en el cesto al mismo tiempo que Miley entró en la habitación.
Vino detrás de mí y colocó una mano en mi espalda desnuda. Presionó un pequeño beso en mi hombro y me preguntó: -¿Traes a Hamlet por mí antes de ducharte?- Le sonreí, y asentí.
Miley estaba tan determinada a hacer que Hamlet la quiera que jugaba con la gata por al menos media hora antes de ir a la cama cada noche. Hamlet se quedaba con ella siempre que Miley sacudiera el juguete con plumas en el aire, pero al minuto que Miley tratara de tocarla, ella se iba.
Encontré a Hamlet en la cocina, escondida bajo la mesa de la cocina. La alcancé con la mano por debajo, y ella embistió con su cabeza contra mis dedos, ronroneando. La levanté al mismo tiempo que Miley me preguntó: -Cariño, ¿Has visto el juguete del gato?- Caminé dentro de la habitación, y coloqué a Hamlet en la cama. Ella se agachó y miró a Miley con desconfianza.
-¿Dónde lo viste por última vez?- Le pregunté.
-Creí que lo había dejado sobre la cómoda, pero no puedo encontrarlo.- Acaricié a Hamlet una vez para calmarla, luego le di un beso rápido a Miley en la mejilla.
-No lo sé, cariño. ¿Estás segura de que no lo dejaste en otro lugar?- Suspiró, y comenzó a buscar en otros lugares alrededor de la habitación. Me di la vuelta y escondí mi sonrisa cuando me fui. Entré en el baño y abrí la llave de la ducha. Esperé unos segundos, fui de vuelta al pasillo.
-¡Miley?- llamé.
-¿Sí?
-¡Busca en los cajones de la mesita de noche! Ella estaba jugando con él en medio de la noche, creo que recuerdo haberlo tomado y guardado allí.
-¡Está bien!- A través de la puerta abierta, la vi caminar alrededor del borde de la cama. Caminé en el lugar por unos segundos, dejando que mis pies pisaran un poco más pesado de lo necesario, luego abrí y cerré la puerta como si hubiera entrado al baño. Luego me escondí en el espacio entre la parte posterior de la puerta de la habitación y la pared donde podía mirar a través de la grieta entre las bisagras. Ella abrió el cajón superior, y mis latidos sonaban como un bombo. No sé cuándo había comenzado a latir tan fuerte, pero ahora era todo lo que podía oír.
No era que le iba a pedir que se case conmigo ahora. Es sólo que conocía a Miley, y sabía que ella tendía a entrar en pánico. Estaba dándole una enorme, muy obvia pista para que tenga tiempo de adaptarse antes de que realmente se lo pidiera. Luego, en unos meses, cuando piense que se ha acostumbrado a la idea, se lo preguntaría de verdad. Ese era el plan de todas formas. Se suponía que era simple, pero esto se sentía… complicado. De pronto, pensé en las mil maneras en las que esto podría salir mal. ¿Y si se asustaba? ¿Y si salía corriendo como lo hizo en nuestra primera noche juntos? Si salía corriendo, ¿Volvería a Texas? ¿O iría con Liam que vivía en el norte de Filadelfia? Él la dejaría quedarse hasta que ella resuelva las cosas, y luego, ¿Qué pasa si algo entre ellos se desarrollara? ¿Y si sólo me dice que no? Todo estaba bien justo ahora. Perfecto, en realidad. ¿Y si lo estaba arruinando por llevar a cabo este truco?
Estaba tan absorto en mis predicciones que ni siquiera vi el momento en el que encontró la caja. Sin embargo, la oí abrirla, y la escuché exhalar y decir: -Oh Dios mío.
Cuando antes mi boca había estado seca, ahora no podía tragar lo suficientemente rápido. Mis manos estaban temblando contra la puerta. Ella sólo estaba de pie allí, de espaldas a mí. No podía ver su rostro. Todo lo que podía ver era su tensa y recta espina dorsal. Se tambaleó un poco. ¿Y si se desmayaba? ¿Y si la había asustado tanto que ella realmente perdía el conocimiento? Comencé a pensar en maneras para explicarlo. ¿Se lo estaba guardando a un amigo? ¿Era un accesorio para un show? Era… era… mierda, no sabía. Podía simplemente disculparme. Decirle que sabía que era muy rápido. Esperé a que hiciera algo, gritar, correr, llorar, desmayarse. Cualquier cosa sería mejor que su quietud. Debí haber sido honesto con ella.
No era bueno en cosas como ésta. Dije lo que estaba pensando… no planes, no manipulación. Finalmente, cuando pensé que mi cuerpo se derrumbaría sólo por el estrés, se dio la vuelta. De frente a la cama, y sólo pude ver su perfil, pero se estaba mordiendo el labio. ¿Qué significaba eso? ¿Estaba sólo pensando? ¿Pensando en una forma para librarse de esto? Luego, lentamente, como el amanecer asomándose por el horizonte, sonrió. Cerró la caja. No gritó. No salió corriendo. No se desmayó. Pudo haber un poco de llanto. Pero sobre todo… bailó. Se tambaleó y saltó y sonrió de la misma manera que lo había hecho cuando la lista de reparto para Fedra fue publicada. Se dejó llevar de la misma manera que lo hizo la noche de la apertura, justo antes de que hiciéramos el amor por primera vez. Tal vez no tenga que esperar unos meses después de todo. Dijo que quería mi mejor línea para mañana después del show, y ahora sabía cuál iba a ser.
FIN
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Happy Niley Day Bitches, hahahha espero que les haya gustado toda la nove, y la nove que sigue espero que les guste tanto como las dos que he subido anteriormente, en un rato subo la otra ;D sdfghj hoy es dia Niley, y miren que mensaje bonito puso Perez Hilton, ese viejo a veces me cae mal, pero cuando se trata de Niley, lo amo.
awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww me encantooo
ResponderEliminarmuy hermoso en verdad y mejorr aun por ser dia niley amo a esa pareja y amo leer tus novelas
sube pronto!!!!
besoos
awww!!!!! hermoso, perfecto. me encantan cuando hay punto de vista de nick, por favor sigue subiendo este tipo de novelas, eres una genia
ResponderEliminarAMO A NILEY!!!!!! AMO ESA PAREJA!!!! me pregunto que estaran pensando ellos ahora mismo sabiendo que es su dia, espero que regresen ya que ella no esta mas con Liam.