jueves, 17 de enero de 2013

When I Look At You- Cap 27


-¿Que esta mal?- murmuró estupefacta, después de que Nick apartara las manos de su cara de un manotazo. Como si le repeliese.

-He tenido un día difícil en la oficina- mintió él, golpeando duramente el volante cuando el semáforo cambió a rojo.

-Hey, ¿por que tanta prisa?

- Tu madre debe estar esperándote en casa, además, tengo que salir.

-¿A quién demonios le importa lo que quiere mi madre?

-A mí, por supuesto… Y también a ti, debería…- La boca de ella amenazó con abrirse, y él supo que estaba reprimiendo el impulso.

-No puedes estar hablando en serio- bufó, con su vista ahora clavada en la ventana del copiloto.

-¿Por qué lo dices?, ¿no fue un autor famoso el que dijo, que hay que honrar a los padres?

-Esa es la Biblia genio... Orillate.

-¿Como?

-Estaciona aquí. ¡Rápido! ¡Creo que voy a vomitar!- a Nick no tuvieron que repetírselo más veces, frenó como un desquiciado, y se apresuró a bajar del vehículo, rodeándolo tan rápido como pudo, esperando encontrar a la adolescente pálida y ojerosa. Sentía que el corazón iba a escapar de su pecho de un minuto a otro. Y fue por eso que no supo reaccionar cuando lo besó.

-¿Qué demonios haces?- le gritó sobresaltado, limpiándose los labios casi con pánico, y alejándola de su cuerpo con una violencia impropia de él. Dest se sobó el brazo; evidentemente adolorido por el duro apretón de Nick, y se quedó viéndole atónita, mientras él seguía con su ceño fruncido, evidentemente furioso. Aunque ella ignoraba el porqué.

-¿Qué demonios hago? Te estoy besando, ¿no es eso obvio?- Nick luchó. Realmente luchó. Y el modo en que lo hizo, puso a prueba años de autocontrol; años de trabajo duro por mantener a salvo su corazón, por mantener cerrados sus sentimientos. Recordó al niño de antaño, recordó los golpes de su padre y la sonrisa ilusa que le regalaba su mamá cada vez que su progenitor bebía. Esto no era lo que él quería. Nunca se imaginó siendo un padre, y aún así, ni en la peor de sus pesadillas, hubiese imaginado algo de este calibre. No era un santo, desde luego, pero estaba a pasos luz de merecer algo como esto. «Dormiste con tu hija», le recordaba su inconsciente. Tentándole a cada segundo con ponerse a llorar como un crío. Así se sentía.
Ignoró la opresión en su pecho, de la misma manera en que su madre solía ignorar sus palabras, sus súplicas. Las muchas noches en que le pidió que dejara su papá…

-Es por amor- le repetía ella -Lo hago porque te amo, porque mereces algo mejor.

Nick hubiese preferido vivir en las calles, si eso le significaba evitar los golpes de ese hombre; que cegado por el alcohol, desahogaba en el cuerpo del niño sus deseos de lucha. Su inconformidad. Su falta de hombría. El amor hacía daño. Miley, su madre… la propia Destiny. Todos quienes decían amarle, no hacían sino herirlo. Él no quería amar, y desde luego, no necesitaba ser amado. Rodó los ojos, no siendo ni por asomo cuidadoso en no dañar sus sentimientos. Tenía que cortar todo atisbo de aprecio en su persona, y él sabía muy bien como dañar a una mujer... Incluso, cuando se tratase de su hija.

-No quiero que lo hagas- masculló, y la oleada de nauseas que secundó a sus palabras, fue tan atroz como el dolor de su pecho. Santa mierda, en serio, en su puta vida había llorado por una mujer. Vale, pudo hacerlo una vez; tan insignificante que apenas y lo recodaba. No vendría a hacerlo ahora. Sobre todo, no frente a una niña, joder. Pero el asco seguía ahí, amenazando con hacerle devolver su desayuno justo en el asiento del conductor. Realmente se había follado a su hija. Cristo. ¿Existía acaso, alguna suerte de expiación para un pecado como ese? La observó parpadear, con su mandíbula trémula y los ojos brillantes, casi a punto de… No, no, no… No se te ocurra llorar. Pero lo hizo, le desobedeció, como el demonio que era. Y su parte más egoísta y macabra, volvió a resurgir. «Tómala», dijo su carne. Ansiosa por envolver el frágil cuerpo entre sus brazos y secar una a una sus lágrimas por medio de besos.

-Tienes que parar con esto, Dest, separa las cosas. Un polvo, es eso. Un polvo. Nada más. Además, ni siquiera fue gran cosa.

-Pero...- su labio inferior se estremeció, inmortalizando a la perfección la imagen de lo que era, una niña -Tu dijiste que me amabas...- El nudo en su pecho se cerró, crudo y definitivo. Ya no había viaje de retorno.

-También se lo dije a tu mamá, a Demi y a todas las mujeres con las que suelo dormir- envolvió el rostro de ella, con una brusquedad exagerada -Por favor, no me digas que pensaste que contigo sería diferente… -

Esta vez, cuando ella lo miró, él supo que algo había cambiado. Jamás olvidaría esos ojos. Tan tristes y enormes que no solo le hicieron trizas por dentro, sino también por fuera. Algo en él ya no era igual… Algo había muerto.


Esa noche no pudo dormir, y tampoco la siguiente. Los días parecían meses y los minutos horas. No importaba las muchas sonrisas que Douglas le regalase, ni los consejos que Mandy le otorgara. Para Destiny había una cosa clara: habían jugado con ella. No, ni siquiera eso, la habían usado a su antojo. Nick la había utilizado, solo eso. No importaba las promesas que hicieron, ni siquiera su declaración de amor… sobre todo, su declaración. Porque las palabras no eran más que eso. Palabras. Y junto al resto de la mierda en este mundo, se las llevaba el tiempo. Aún débil, acomodó las mantas por sobre su cabeza, queriendo cubrirse del mundo. Intentando esconderse de él, de sus recuerdos, del frío rostro que continuaba inamovible en su memoria. Pero no importaba lo mucho que se esforzase por evitarlo, su amor continuaba inmutable, sólido e injusto. Daba igual las veces que se repitiera que él no merecía sus lágrimas o que era estúpido llorar, las gotas en sus ojos seguían cayendo y el ardor en su pecho no tenía intenciones de cesar. Acurrucada en posición fetal, trató de tomar largos golpes de aire; cada uno más grande que el anterior, pero si el ahogo no se iba, mucho menos iba a hacerlo el escozor en su garganta. Quiso recordar sus besos con rencor, no con anhelo. Pero con cada segundo que pasaba, su piel añoraba el calor, su perfume.

-No- masculló mordiendo la almohada, a estas alturas empapada por las evidencias de su dolor. Observó el material humedecido con vergüenza, por la repentina autocompasión que le vino -¿Qué me faltó?- como pregunta dejaba mucho que desear, sobre todo, porque a unos pocos metros se encontraba la encarnación viviente de todo lo que la adolescente envidiaba. Y lo odiaba, odiaba saber que su madre sabía algo y se negaba a decirle, pero más doloroso era saber que no tenía el valor para encararla. Y no es que le importase demasiado echar abajo el montaje de su padrino; lo que le aterraba, era competir contra su madre, porque sabía de antemano quien saldría vencedora en la contienda. Y no sería Destiny…


Dicen que la diferencia entre el bien depende de la perspectiva de quien lo mire. Que hoy en día todo es relativo. Que la vida tiene más que solo blancos y negros; existen grises. Aunque lo cierto es, que la realidad es aún peor; el fin justifica los medios, y en nombre del amor se pierden almas. Nick había perdido la suya la noche que comprendió que la persona de quien estaba enamorado, no era otra sino su hija. Nunca antes una verdad fue tan subestimada y menos bienvenida. Pensó en lo engañado que había estado durante años; y comprendió que, probablemente, nunca habían sido honestos con él; comenzando por su padre. Aunque, tal vez ni siquiera era eso. Dicen que la diferencia entre el bien depende de la perspectiva de quien lo mire. Que hoy en día todo es relativo. Que la vida tiene más que solo blancos y negros; existen grises. Aunque lo cierto es, que la realidad es aún peor; el fin justifica los medios, y en nombre del amor se pierden almas.
Nick había perdido la suya la noche que comprendió que la persona de quien estaba enamorado, no era otra sino su hija. Nunca antes una verdad fue tan subestimada y menos bienvenida. Pensó en lo engañado que había estado durante años; y comprendió que, probablemente, nunca habían sido honestos con él; comenzando por su padre. Aunque, tal vez ni siquiera era eso.



Su madre era una persona que solía llegar con diferentes hombres a casa, pero solo uno había tenido el detalle de comprarle zapatos al moreno, además de un balón de fútbol. Sin embargo, también era el responsable de que perdiera uno de sus dientes de leche a edad temprana y ganase uno que otro ojo morado. Mike Jonas, fue un borracho incorregible toda su vida, que había dejado como legado su apellido y una mujer que mantener. Nick no agradecía ninguno de los dos. Actualmente, seguía siendo difícil para él observar a esa mujer a los ojos. De niño fue incapaz de encararla, hoy en día, las cosas no eran ni por asomo más fáciles. Fue por eso que decidió verla. No porque lo mereciera, y sobre todo, no porque olvidara… Simplemente, porque se merecía una verdad, y esta vez, una que le ayudase a respirar sin ahogarse en el intento.


Cuando su mano halló lugar en el pomo de la puerta, toda su articulación tembló. Nervioso y confundido, la apretó aún más; sintiendo al acero castigar su piel, mientras se debatía entre entrar o aplazar su visita. Como tantas otras veces, notó que cada uno sus dedos se encontraban tensos. Como si pudieran desafiarle. ¡Cómo si él fuera a obligarlos! Fue entonces que recordó lo indispensable; que una verdad sin misericordia podía dañar incluso más que una mentira.

-No puedo perdonarte- suspiró nervioso, antes de emprender la retirada. El camino en retroceso parecía incluso más frío cuando huía. En el pasillo, se obligó a sí mismo a detenerse, y le sonrió cortés a la enfermera particular que él mismo pagaba para que cuidase a su progenitora. Cuando la mujer bajita se quedó viéndole, Nick se encogió de hombros, obviando la pregunta muda que ella le hacía con sus ojos empequeñecidos debido al aumento de los lentes.

-Algún día te despertarás y ella no estará aquí para ti- La sonrisa desapareció de sus labios.

-¿Ha preguntado por mí?




2 comentarios:

  1. dni hola eh tomado una desicion eres una buena amiga sabias? dale te quiero beffa :) hermoso el capitulo

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  2. Holaaa (:

    me encantaria qke pasaras a mi bloog tengo una nueva nove y me encantaria qkeee la leyeras! qke tengas buen dia besos

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