martes, 22 de enero de 2013

When I Look At You- Cap 29



Cuando Liam se giró en dirección al interior Dest supo que no tendría otra oportunidad que esa. Dejó su bolso de la escuela en el suelo y se apresuró a seguir a su madrina-tía, y ahora al parecer, la única fuente viable para saber más de Nick. Corrió por las escaleras como si de aquella carrera dependiera su vida y probablemente así era. Continuó bajando los escalones de dos en dos, mientras su pecho parecía derretirse al compás de sus latidos. Destiny la alcanzó justo en la entrada del edificio y la tomó de un brazo para que ésta esperase, para cuando se volvió hacia ella, Demi lucía tan calmada que le provocó golpearla.

-Antes cuando estabas con papá dijiste…

-¿Bajaste sólo para preguntarme por eso?- Dest ignoró su comentario.

-¿Cómo que se va?- Su madrina simplemente se quedó viéndola con el ceño fruncido, en serio esa mujer era como goma de mascar en el zapato y Dest ardía en deseos de arrastrar su cara por el suelo, para deshacerse de la maldita goma.

-¿No te lo dijo?- preguntó Demi con el ceño fruncido y una expresión de desconcierto que cualquier otro se creería, pero no ella.

-No- con suerte sabía que él estaba vivo, todo lo que tenía de Nick era una maldita corbata -¿Y cómo es que tú estás al tanto?

-Porque me pidió que fuera con él- No…, eso no podía ser cierto. Nick no la dejaría, salvo que sucediera algo realmente grave. Eso, seguramente había salido a última hora, él no podía irse, no sin despedirse de ella antes. ¿Cierto?

-Mientes- gritó, antes de dejar salir toda esa ira, con las lágrimas deslizándose libres por su mejilla. No había modo de evitarlo, no importaba lo mucho que se lo repitiese, seguía sin creérselo. Y no lo haría jamás, porque continuaba amándolo y no… No lo había olvidado. Sucedió tan rápido e involuntario, que ninguna de las dos se movió cuando la mano de la adolescente aterrizó sobre la mejilla de Demi. Ni en la peor de sus pesadillas, la morena lo hubiera visto venir. Observó a la menor, todavía tiesa en frente de ella, temblando y con sus mejillas empapadas de dolor y se recordó a si misma que se trataba de una niña, su ahijada de hecho.

-Es la verdad- reconoció, resistiendo el impulso de sobarse la zona irritada.

-Bien, pues no te creo.

-Eso es decisión tuya, yo sencillamente respondí a tu pregunta- se detuvo -Espero, por el bien de nuestra relación que tu actitud no se repita- advirtió apuntando hacia su mejilla.

-Quiero creer que fue un arrebato- pero no lo creía, no se lo creía en absoluto -Además, ni siquiera te dije que iría con él. Nick me lo ofreció, pero le dije que no- No hacía falta que la adolescente dijera nada, aunque de todas formas Demi esperó que lo hiciera, una disculpa, una excusa… ¡Lo que fuera!, cualquier cosa antes que asumir que su acto era movido por los celos.

-Mira, puede que no te importe mi opinión, pero a mí sí me importa la tuya- empezó a decir, mientras fingía no ver el rubor en las mejillas de su sobrina -Puedes hablar conmigo de lo que sea, no voy a juzgarte.

-No sé de que hablas- era una mentira muy mala, pero ambas fingieron no notarlo. Tras tomar un hondo respiro, la morena observó la hora en su reloj de pulsera y se despidió.


Es difícil romper los viejos hábitos, pero es más difícil aún adaptarse a los nuevos. ¿Digerir la idea de que su sobrina estaba enamorada de Nick? Ni por asomo más sencillo. Siempre era Demi la que se ofrecía a ayudar, quien regalaba sonrisas y consolaba a los otros, a excepción de Nick, todos en la familia habían acudido a ella en alguna ocasión. La propia Miley le había suplicado que la acompañase a un viaje exprés, cuando se iniciaron los trámites de divorcio y sin embargo, ahora que realmente necesitaba un abrazo, se encontraba sola en la comodidad de su hogar. La cama podía ser reconfortante y cálida, la película una de las mejores comedias románticas que había visto en los últimos meses, ¿La caja de bombones?, sin precedentes, pero seguía estando sola y con los deseos de llorar a flor de piel.


Después de contar mentalmente hasta diez y comprender que el dolor no se iría, por mucho que se lo repitiese, se cubrió con la manta y tapó su boca con la mano, como solía hacer de niña. Podría haber crecido su busto, cabello, mejorar su silueta e inclusive actuar como una femme fatal, pero en su interior, continuaba siendo la misma niña que fue siempre.  A medida que las lágrimas iban cayendo, el dolor en su pecho parecía disminuir, no significaba que doliese menos, pero claramente llorar servía un poco. Había pasado toda su vida ocultando sus sentimientos, si proteger el corazón te convertía en una cobarde, de pronto Demi ya no se sentía tan orgullosa de serlo. Tal vez si hubiese actuado a tiempo las cosas serían distintas. Quizás… quizás su sobrina no hubiese posado sus ojos en quien no debía. De repente, se dio cuenta de que las cosas podían ser incluso peor… La extraña actitud de Nick, su inexplicable urgencia en salir de Chicago, no. Nick no se estaba marchando, él estaba huyendo…

-Bien, claramente tú no eres el repartidor de pizza.

-Desgraciadamente no, pero creo que lo que vengo a decirte podría interesarte más que el queso derretido.

-¿En serio?- Levantó sus cejas- Lo dudo.


Tras hacerla pasar, se dirigió hacia la cocina, no sin antes ofrecerle algo para tomar, oferta que ella gentilmente declinó. Él no pudo evitar fruncir el ceño, qué rayos hacía ella ahí, había quedado bastante claro -para ambos- que ella no tenía intenciones de estar con él, no es que Nick las tuviese de todos modos. Sin embargo, seguía sin comprenderla, las mujeres eran un rompecabezas ¿Demi?, ella era como el jodido Eternity II, no es que fuese un asiduo a los puzles, pero para nadie era un secreto que la segunda versión de aquel rompecabezas era imposible de armar.  


-¿Vas a responder?- dijo desde el otro lado del salón, sentada sobre el sofá más amplio y con sus piernas cruzadas pulcramente, Demi lo observaba seria y a Nick no le entraron dudas, era un hecho.

-No te he pedido que te sientes, sólo que dejes de caminar de un lado a otro me pones irritante.

El músculo en su mandíbula se tensó, pero no dijo nada, en su lugar sonrió cortés y avanzó hasta el sofá donde la morena continuaba sentada y se acomodó en la esquina opuesta, con la extraña certeza de que ella lo preferiría así. Recordó cuando hace muchos años habían pasado ya desde que él se vio en la humillante obligación de soportar insultos y desaires, había visto tantas chicas observándole con asco, que apenas las podía contar, sus últimos actos ya decían suficiente de su mal gusto en mujeres y saber que más encima había hecho el am… No, él no había hecho el amor con Destiny, aquello era una aberración, tener sexo con su hija no tenía nombre.

-Vine aquí para hablar de algo importante, no para compartir un trago como un par de camaradas.



2 comentarios:

  1. aver si entendi nick se metio con miley, destiny y demi ?
    cOÑO QUE PERDIDO ESTA EL MUNDO FUCK *se da un tiro, muere la reviven y se hace inmortal*
    haora me cae peor destiny or golpear a demi -.- esa perra ok ya hahhahah

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  2. siguela siguela siguela
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